Liz Fielding - Orgullo y amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Liz Fielding - Orgullo y amor» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современные любовные романы, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Orgullo y amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Orgullo y amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Seis años atrás, Casey había adorado a Gil Blake. Pero él le había hecho saber que ella era una aventura más. Ahora había regresado y la chica aún lo amaba… pero Gil sólo había vuelto para vengarse

Orgullo y amor — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Orgullo y amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Dios mío! Olvida lo que dije. ¡Ibas manejando muy bien! -pero Casey lo ignoró, y sólo disminuyó la velocidad cuando llegaron a la salida. Se estacionó frente a su camioneta y salió del auto. Gil abrió la puerta y encendió las luces.

– Creo que necesito otra copa -declaró él-. Fue una experiencia muy dura…

– No -él se detuvo antes de llenar la copa y la observó, brillaban los ojos de ella y tenía las mejillas encendidas

– ¿No?

– No quisiera pensar que tienes que emborracharte para hacerme el amor.

Casey trató de borrar de su mente la pasión de aquella tarde. Respondió a sus caricias, no podía evitarlo y gritó de placer cuando él la llevó de nuevo al éxtasis. Pero después, él se recostó dándole la espalda, y ya no pudo contener las lágrimas, aunque tuvo cuidado de no despertarlo con sus sollozos.

– ¿Estas bien, Casey? -le preguntó Jennie temerosa-. Te ves muy pálida.

Casey controló su irritación con la chica. No tenía excusa para su mal humor. Quiso ayudar con gusto a Michael en su romance secreto, y, aunque Jennie al principio se mostró un poco tímida con ella, una vez que comprendió que Casey no era una amenaza, resultó ser una gran ayuda. Pasó los dedos por su frente. Si tan sólo se le quitara el dolor de cabeza, podría tolerarlo. Sintiéndose culpable, forzó una sonrisa.

– Estoy bien, Jennie. De veras. ¿Cómo van los floristas con los adornos para las columnas en la recepción?

– Casi han terminado. Se ve fabuloso. Creo que nunca he visto tantas flores juntas.

– Sí, son muchas. A decir verdad el tema de "rosas y luz de luna" es un poco cursi para mi gusto, pero sí se ve muy bonito -se le hundió el corazón al ver a la señora Hetherington acercarse.

– Parece que todo va a estar listo a tiempo, Casey -dijo la señora y miró a Jennie-. ¿Quién es ésta?

– Jennie Stanford. Es mi mano derecha. No sé que hubiera hecho sin su ayuda.

La señora hizo un gesto cordial moviendo la cabeza, posesionada ya de su papel principal del gran baile.

– Bueno, espero que te diviertas mucho esta noche.

– Michael ha tenido la amabilidad de ofrecerse en acompañar a Jennie esta noche -se apresuró a decir Casey.

La mujer observó con mayor interés a la chica, luego, como no notara nada que la perturbara en su delgada figura, vestida en jeans y con el cabello recogido, sonrió y siguió su camino. Casey y la joven intercambiaron miradas y soltaron una carcajada.

– Encárgate de disfrutar y divertirte mucho esta noche, Jennie -Casey imitó a la señora mientras recogía una caja de alfileres.

– Pondré todo de mi parte -respondió la chica con seriedad-. Sólo tendré una noche de bodas -Casey tornó a verla asombrada.

– ¿Noche de bodas? -preguntó casi sin aliento.

– Michael y yo nos casamos esta mañana en el registro civil de Penborough. Ahí vivo yo. Vivía -se corrigió la joven.

– ¡Caramba! Muchas felicidades. Pero… -calló. No tenía sentido estropearle el día comentando la obvia reacción de la señora Hetherington cuando se enterara. Además, por la manera en que se casaron, parecía que ya lo sabían.

– Nos iremos temprano del baile -comentó la chica sonriendo-. Michael me llevará a Francia de luna de miel -contempló la expresión de duda en el rostro de Casey-. Nos enfrentaremos a la familia cuando regresemos.

– Espero que ambos sean muy felices. Y si puedo ayudar en algo para su fuga, pídemelo.

– Todo está arreglado. Conseguimos una recámara aquí para cambiarnos esta noche, será muy fácil -frunció el ceño-. Oye Casey, ¿por qué no subes a recostarte un rato? Ya no queda mucho qué hacer. Yo puedo terminar de poner los alfileres.

– Es que…

– Vamos. No te necesito.

– Sí, de eso estoy convencida -declaró Casey.

– Te subiré una taza de té cuando termine.

Casey se estiró en la cama y trató de descansar. Al menos ahí estaba lejos de la constante tensión en su relación con Gil.

La pesadilla de despertar cada mañana, sabiendo que su matrimonio era una farsa, una tortura planeada por el hombre a quien amaba para castigarla por imaginarios crímenes, le estaba haciendo mella. Estaba más delgada que nunca, la semana anterior Charlotte le recomendó ir con el médico.

No existía ningún médico en el mundo que pudiera curarla de su mal. Sólo Gil podía hacerlo. Y él había dejado muy claro que sería su esposa hasta que él decidiera lo contrario. Por el momento, había decidido que siguiera con él.

Ya no se atrevió a sugerir que se mudara al desván, ni le negó sus derechos como marido. Noche tras noche despertaba en ella la apasionada respuesta que desencadenó desde la primera vez que hicieron el amor, pero sin calor y sin ternura. Y después le daba la espalda sin decir palabra y se quedaba profundamente dormido. La única esperanza era que con el tiempo él se cansaría de esa relación de ira y la abandonaría para que rehiciera su vida sola.

Se movió inquieta en la cama, no podía descansar. Al fin, se levantó y caminó hasta la ventana. Abajo, los trabajadores instalaban luces en la entrada. Había arreglos florales cerca de la piscina y un ejército de gentes contratadas para la ocasión colocaban pequeñas mesas. Hacía muy buen clima, y ella estaba segura de que los invitados abandonarían el salón de baile después de cenar, para disfrutar de la brisa fresca junto a la piscina.

Oyó que alguien abría la puerta tras ella y descubrió que era Jennie que llevaba una charola con el té, que colocó en una mesa.

– Creí que subiste a descansar-la regañó.

– No pude. Estoy nerviosa.

– Tranquilízate. Todo estará bien.

– Has sido una gran ayuda. Sobre todo, considerando que tienes problemas.

– Me ayudó estar ocupada -sirvió el té-. Ven a sentarte. Pareces una sombra de lo cansada que estás.

– Ten cuidado. Esos halagos se me pueden subir a la cabeza.

– Dios mío -exclamó Jennie-. No debí decirte eso. Lo siento.

– No importa. Es que tengo un fuerte dolor de cabeza. Me sentará de maravilla el té. ¿Cuánto tiempo tenemos?

– Una hora -respondió Jennie consultando su reloj-. La señora Hetherington dio órdenes estrictas de que deberíamos estar en el salón de baile a las siete y media.

– Para que nos dé las merecidas gracias por todas las horas que nos hemos esforzado para que ella quede bien.

– Imagínate su cara mañana, cuando lea la nota de Michael -Jennie sonrió con malicia.

– ¡Jennie! Si es tu suegra. ¡Siempre estuve convencida de que nadie merecía ese castigo, ¡y también lo estoy de que no te merece a ti!

– ¿Por eso decidiste rechazar a Michael? -preguntó riendo la joven.

– Durante un tiempo pensé que Michael y yo estábamos hecho el uno para el otro -declaró Casey en tono serio-. Pero al final m convencí de que estaba equivocada. No puede uno casarse sin amor -y a menudo ni eso es suficiente, añadió para sí.

Jennie ganó el volado para usar primero el baño y para cuando Casey salió, llevaba puesto un sencillo vestido negro largo que la hacía ver más peligrosa que con sus jeans.

– ¡Te ves muy guapa! -exclamó Casey y la abrazó. Tocaron en la puerta y entró Michael para llevarse a su "compañera" a pasear a los jardines.

Casey se maquilló con cuidado para esconder las grandes y negras ojeras que lucía. Estaba poniéndose los zarcillos de brillantes cuando volvieron a tocar.

– Pase -dijo nerviosa.

– ¿Ya estás…? -Gil calló cuando Casey se puso de pie y lo miró.

– Lista -respondió en un tono helado que parecía no ser su voz-. De hecho ya me retrasé. De nuevo va a ponerme una mala calificación la señora Hetherington -recogió el pequeño bolso que hacía juego con el vestido largo de tafetán azul. No era nuevo. No tenía dinero propio para comprar un vestido nuevo, y no quiso darle la satisfacción a Gil de pedírselo-. ¿Nos vamos?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Orgullo y amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Orgullo y amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Susan Mallery - Enamorado de Gracie
Susan Mallery
Susan Mallery
Jennifer Greene - Toda una dama
Jennifer Greene
Jennifer Greene
Liz Fielding - Cena para Dos
Liz Fielding
Liz Fielding
Lisa Jackson - La magia del deseo
Lisa Jackson
Lisa Jackson
Отзывы о книге «Orgullo y amor»

Обсуждение, отзывы о книге «Orgullo y amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x