Louise Cooper - Avatar

Здесь есть возможность читать онлайн «Louise Cooper - Avatar» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Avatar: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Avatar»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Avatar — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Avatar», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Otra débil carcajada resonó en el túnel, y fue contestada por renovados crujidos y arañazos procedentes de las paredes.

—Pero yo no quito la vida, Índigo. Eso es algo que ya sabes.

—No he afirmado que quites la vida —volvió a sonreír Índigo—. He dicho que

195

tú los haces morir. Existe una gran diferencia.

La Dama Ancestral no respondió y, al cabo de unos segundos, Índigo volvió a hablar.

—¿Te crearon ellos? ¿Es ésa la verdad? ¿No eres más que una invención de tus adoradores humanos?

¡No! —Los ojos ribeteados de plata llamearon con fiereza—. Soy más vieja y poderosa que nada de lo que su insignificante civilización pueda invocar. Soy la Señora de los Muertos, la Guardiana del Portal. ¡Y me adoran porque saben que, a su debido tiempo, todos tendrán que , venir a mí y servirme en la muerte tal y como lo hicieron en vida!

Sí, se dijo Índigo; hasta ahí era cierto. Esta criatura era mucho más que un ente sacado de la nada, más que una cáscara creada por el poder de la voluntad humana. Era el avatar que afirmaba ser. Sin embargo, puede que durante los interminables siglos de su existencia hubiera olvidado el auténtico significado de sus orígenes..

«Nosotros somos ella. Ella es nosotros.» Y sus sirvientes, estos sirvientes cuyos huesos formaban las paredes de sus dominios —estos y todos los innumerables otros cuyas almas se habían ido a reunir con ella durante los siglos, hasta que no hubo la menor diferencia entre ellos—, temían a la muerte más que a nada. En apariencia parecía una paradoja estúpida, pero la muerte podía adoptar muchas formas. Muerte del cuerpo, muerte de la mente o del corazón... o muerte de la vida misma. Y ahí estaba el quid de la cuestión.

—¿Quieres que te diga el nombre del demonio, señora? —inquirió Índigo—. ¿Quieres que te diga el nombre de la cosa que he venido a destruir, y que te tiene esclavizada?

La embarcación se balanceó violentamente, y la voz de la Dama Ancestral le espetó:

—¡Tú no sabes el nombre del demonio!

—Pero sí que lo sé. Su nombre es miedo. ¡Uno de los demonios peores y más poderosos... y tú eres su esclava!

—¡No! —siseó la figura—. ¡Mientes, oráculo! ¿A qué tengo yo que temer?

Índigo miró a derecha e izquierda. Los huesos permanecían quietos ahora, las diminutas voces en silencio. «Nosotros somos ella. Ella es nosotros.»

—Creo que tienes miedo a ese poder en cuyo nombre gobiernas —dijo con suavidad—. Temes a la muerte.

Se produjo un tenso silencio, seguido de una carcajada tan violenta y repentina que sonó como el ladrido de un perro al resonar por el túnel.

¿Yo, temer a la muerte? ¡Ah, mi estúpido oráculo! ¿Cómo puedo temer a tal cosa? —El agua lamió el suelo cerca de los pies de Índigo cuando la Dama Ancestral balanceó el remo de repente, y el bote empezó a avanzar hacia la orilla—. Contéstame a eso, si puedes.

Índigo sacudió la cabeza, para luego responder:

—Temes a la muerte, señora, porque la muerte, para ti, significaría perder el control sobre los que te adoran.

El bote se aproximó más, y la muchacha retrocedió con rapidez cuando éste chocó contra la playa, haciendo crujir el suelo de guijarros bajo la quilla. La Dama Ancestral dio un paso al frente, pasando por encima del banco.

—¡Jamás perderé mi control sobre ellos!

—Pero, y si sucediera, ¿qué ocurriría entonces? Si se alijaran de ti, si te dieran la espalda en favor de otra deidad, o de ninguna otra, ¿en qué te convertirías?

La negra figura saltaba ahora por encima de la proa, Índigo volvió a retroceder, aunque era consciente de quino podría retroceder mucho más. Éste era el momento más peligroso. Si calculaba mal, si cometía un error, el incipiente plan que estaba tomando forma en su cerebro podría irse al traste.

—Los gobiernas mediante el temor, porque es el miedo el que te mueve. Miedo de que te abandonen a menos que estén demasiado asustados para hacerlo. Quieres su amor...

—¡Tengo su amor!

Índigo recordó la espantosa expresión de los ojos de Shalune momentos antes de morir.

—Quizá lo tienes —repuso con desdén—, pero la cruel verdad y el terror que infliges para mantener a tus seguidores unidos a ti anula y pervierte ese amor. Shalune e Inuss murieron porque creyeron que era el justo castigo a lo que habían hecho. No era así. ¿Qué crimen habían cometido, excepto desafiar la voluntad de esa demente que se llama a sí misma tu Suma Sacerdotisa? ¡No obstante dejaste que murieran, las animaste a morir, y luego las convertiste en , hushu como ejemplo para el resto y para imbuir un mayor temor a ti en sus corazones!

Miró rápidamente por encima del hombro. Se encontraba casi en el punto más alto y central del islote ahora; detrás de ella, la roca que se levantaba impedía el paso al brillante resplandor de la esfera de luz, y no podía ver más que una intensa negrura. No se atrevía a retroceder más.

Pero la Dama Ancestral no la seguía, sino que se había detenido en la playa. Su rostro cadavérico resultaba espantoso allí donde lo alcanzaba el brillo de la luz; sus ojos eran negros como el carbón y, por el momento, la aureola plateada se había amortiguado hasta transformarse en un trémulo resplandor inquietante.

—Sabes bien —siguió Índigo en voz baja pero furiosa— lo que Shalune intentaba hacer. Intentaba traerte una candidata digna de ser tu siguiente avatar en el mundo mortal. Intentaba reemplazar una sacerdotisa que no tendría la dedicación necesaria para mantener tu culto y venerar tu nombre por otra que sí lo haría.

—¡Desobedeció mi voluntad! —siseó la Dama Ancestral como una gata enfurecida.

—Desobedeció la voluntad de Uluye. Uluye es como tú... También ha sucumbido al demonio llamado miedo, y éste se ha alimentado de ella como una sanguijuela hasta casi devorarla. ¿Pero quién es la señora y quién la sierva? ¿Cuál de los dos miedos es el más poderoso? ¿Su temor de que, si no gobierna con dureza y crueldad, provocará tu cólera? ¿O tu temor de que, si no mantienes a tu gente bajo el yugo del terror y el miedo, llegará un día en que te olvidarán, y de este modo podrías dejar de existir?

Lenta, muy lentamente, la Dama Ancestral levantó una mano, y la manga de la túnica resbaló hacia atrás, descubriendo un brazo tan delgado y pálido como el brazo De un cadáver al que no queda una gota de sangre. Los negros labios se entreabieron y volvió a sisear; no como un gato en esta ocasión sino como una serpiente, letal y despiadada. Dando un paso al frente, dio un pisotón a la esfera de luz que se hizo pedazos con una fina nota aguda, sumiendo la escena en tinieblas. Entonces una nueva luz empezó a resplandecer: una aureola, incolora y fría, alrededor de la esquelética silueta de la Dama Ancestral. Fue aumentando en intensidad, hasta que la figura estuvo rodeada de una luminosidad que convertía su oscura figura en algo impresionante. Su rostro parecía flotar como el de un espectro encuadrado en el negro marco de cabellos y túnica; los ojos eran negras ventanas a la aniquilación.

Susurró, y las palabras fueron capturadas y repetidas mil veces en la aplastante oscuridad:

—Oh, sí, Índigo. Me temen; y su terror mantiene vivo mi nombre en sus corazones y mi voluntad suprema cu sus mentes. En estos instantes mi sierva Uluye prepara las ceremonias que enviarán hasta mí a su hija para que la juzgue, y la sentenciaré a ser hushu.

Índigo estaba anonadada. «¡Dulce Madre, tienen . Yima!», pensó.

La Dama Ancestral vio su consternación y sonrió torvamente.

—Sí, tienen a Yima; y la mano de Uluye empuñará el cuchillo que acabará con sus días en el mundo mortal, ya que Uluye es mi servidora fiel y su amor por mí es mayor incluso que su amor por su propia hija. —Dio un nuevo paso en dirección a Índigo—. No necesito enseñar a Uluye el significado del miedo. Pero todavía no has aprendido la lección que ella conoce tan bien. Te la enseñaré ahora, Índigo. ¡Haré que aprendas el significado del miedo, y te mostraré qué es el auténtico terror y lo que puede hacer al espíritu humano!

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Avatar»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Avatar» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Louise Cooper
Louise Cooper - El Proscrito
Louise Cooper
Louise Cooper - El Iniciado
Louise Cooper
libcat.ru: книга без обложки
Louise Cooper
libcat.ru: книга без обложки
Louise Cooper
Louise Cooper - Nocturno
Louise Cooper
libcat.ru: книга без обложки
Louise Cooper
Louise Cooper - Troika
Louise Cooper
libcat.ru: книга без обложки
Louise Cooper
Louise Cooper - Nemesis
Louise Cooper
Отзывы о книге «Avatar»

Обсуждение, отзывы о книге «Avatar» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x