Jean Rabe - El amanecer de una nueva Era

Здесь есть возможность читать онлайн «Jean Rabe - El amanecer de una nueva Era» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El amanecer de una nueva Era: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El amanecer de una nueva Era»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los dioses se han desvanecido y la magia se ha debilitado hasta casi desaparecer de Krynn. Es la Era de los Mortales, pero también es la Era de los Dragones, más grandes y poderosos que nunca. Arrasan pueblos, esclavizan a sus gentes y se proclaman señores supremos de Ansalon. Goldmoon, miembro del grupo original de los Compañeros, no se da por vencida y busca nuevos héroes que desafíen a los dragones. Un hombre atormentado responde a su llamada, y a él se unen una hermosa kalanesti, un enano apellidado Fireforge, un arrojado marinero de piel negra y su compañera (un semiogro), un lobo rojo y, cómo no, un par de kenders. Todos ellos deben reunirse en Refugio Solitario con un mago llamado Palin Majere.

El amanecer de una nueva Era — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El amanecer de una nueva Era», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

»Las llanuras Dairly me pertenecen —siseó—. Y pronto me apoderaré del territorio que hay al oeste de ellas.

El Dragón Verde asintió con la cabeza. Malys le había dado una idea excelente. Estaba impaciente por compartir el plan con todos sus aliados.

Al cabo de un año, Khellendros se había convertido en el señor supremo de un reino que abarcaba los Eriales del Septentrión, Trasterra, Gaardlund y las Llanuras de Solamnia, es decir, las comarcas bañadas por el océano Turbulento y que se extendían hasta la nueva frontera meridional de Solamnia. Probablemente el Azul podría haber conquistado más territorio, pero eso le habría llevado más tiempo y habría necesitado dedicar muchas horas a patrullar.

Seleccionó a Ciclón, un Dragón Azul inferior a él, para que vigilara los límites más lejanos de su territorio. Ciclón, consciente de que más le valía aliarse con Khellendros que acabar pisoteado por él, sirvió lealmente a Tormenta sobre Krynn.

Khellendros prefería pasar el tiempo intentando perfeccionar sus dracs azules. Seleccionó los mejores candidatos humanos para convertirlos en sus creaciones de pesadilla, y de vez en cuando encontraba el draconiano que necesitaba para llevar a cabo las transformaciones. Prefería pasar el tiempo pensando en Kitiara y en que al final acabaría encontrando el modo de hacerla regresar.

Los habitantes de Nueva Costa estaban preocupados por su comarca, que se estaba volviendo más húmeda de lo normal en otoño. Las lluvias se habían incrementado de manera espectacular, y el suelo no estaba absorbiendo el agua tan deprisa como era habitual. Cerca de pueblos del interior crecían profundas charcas que anegaban las cosechas y amenazaban sus hogares. Los ríos se desbordaban, presagiando la inundación de granjas situadas en terrenos bajos. Las temperaturas estaban subiendo, y los enjambres de insectos eran tan densos como nubes.

El intempestivo calor otoñal evaporaba la humedad del litoral y lo hacía más bochornoso que en pleno verano. Y la propia línea costera estaba sufriendo cambios. El nivel del agua de la angosta bahía del Nuevo Mar que se extendía entre Nueva Costa y Yelmo de Blode estaba subiendo y cubriéndose de plantas acuáticas, por lo que los que vivían a lo largo de la costa se habían visto obligados a trasladarse más tierra adentro.

Un Dragón de Plata, preocupado, había emprendido vuelo en busca de una respuesta. En este día descendió para inspeccionar un fétido pantano que no estaba allí unas pocas semanas antes, cuando había sobrevolado la zona. Hizo otro pase sobre el encharcado terreno y aterrizó en las cercanías. A un centenar de metros se alzaban los primeros árboles de un bosquecillo, y aposentado entre los sauces más grandes había un marjal lleno de juncos que se extendía hacia el horizonte. Los árboles llevaban mucho tiempo allí, pero las tupidas enredaderas y el musgo que colgaban de las ramas eran recientes. Sus raíces estaban sumergidas en el agua salobre.

El dragón tampoco recordaba el junqueral, aunque tenía que admitir que no estaba muy versado en esta zona de la Nueva Costa. Una nube de mosquitos flotaba sobre la estancada superficie y las raíces húmedas. Una rana gorda, satisfecha, que estaba sumergida parcialmente en un parche de rango, giró los ojos hacia el dragón.

—Hay humedad aquí —empezó el Plateado—. Demasiada para esta estación. —Las palabras sonaron como un croar. Los Plateados tenían el don de poder comunicarse con casi todas las especies, y el joven dragón disfrutaba haciéndolo; a veces estas conversaciones resultaban muy instructivas. A diferencia de las personas y de ciertos dragones, los animales no mentían.

—Nunca demasiada —croó la rana—. Humedad. Calor. Muchos insectos para comer. Maravilloso.

—Pero no hace mucho que está así.

—Hace menos de una luna —respondió la rana.

—Menos de un mes —repitió el dragón en un susurro.

—Para siempre —añadió la rana—. Estará húmedo para siempre.

El Plateado inclinó más la cabeza hacia el animal.

—¿Qué sabes tú sobre el agua? —inquirió.

—Al ama también le gusta. Y el calor. El maravilloso calor.

—¿El ama?

—El ama hace llover. Endurece la tierra para que el agua se estanque y no se empape ni corra hacia otro sitio. Lluvia maravillosa.

—¿Y quién es esa ama?

—Yo. —No fue la rana la que contestó, sino una voz profunda y femenina que sonó detrás del Plateado, desde el juncal plagado de insectos.

»Y tú estás invadiendo mi territorio.

El dragón giró lentamente la cabeza al tiempo que estrechaba los ojos. Al escudriñar el bosquecillo tapizado de musgo, divisó un par de grandes ojos amarillos que relucían a la altura del suelo, a través de la nube de mosquitos.

El Plateado se apartó de la rana medio enterrada y avanzó hacia el marjal.

—Lo que estás haciendo aquí está mal; es contrario a la naturaleza —reprendió el dragón—. La zona no era así, y no tienes derecho a cambiarla.

—El territorio me pertenece, Nueva Costa y Yelmo de Blode en su totalidad.

El Plateado introdujo la cabeza a través de una cortina de enredaderas para ver mejor a su interlocutora. La hembra de Dragón Negro estaba tumbada en el marjal, y sólo la cresta de su cabeza y sus ojos eran visibles sobre la superficie del juncal.

De repente las enredaderas cercanas se retorcieron como serpientes y, obedeciendo una orden sin palabras de la hembra Negra, se enroscaron alrededor de la cabeza y las fauces del Plateado, amordazándolo, y luego bajaron para enrollarse en torno a su cuello. Unas raíces de árbol salieron del agua y ciñeron sus patas.

El Plateado forcejeó. Era tremendamente fuerte, y las enredaderas no podían inmovilizarlo. En el mismo instante en que se soltaba, la hembra Negra se incorporó y escupió un chorro de ácido que lo alcanzó en el hocico.

La sustancia cáustica siseó y burbujeó, y el Dragón Plateado echó la cabeza hacia atrás en un gesto de sorpresa y dolor. La hembra no cejó en su ataque y volvió a escupirle. El corrosivo ácido derritió las escamas alrededor de la cabeza del Plateado. La hembra Negra se abalanzó sobre un sauce y lo golpeó con el hombro. El árbol crujió y cayó sobre el macho.

El Plateado retrocedió presuroso, apartándose del marjal, y la hembra fue en pos de él. Ahora, a la luz, el macho pudo verla mejor. Estaba cubierta con gruesas escamas negras, y tenía unas placas alomadas, negro azuladas, en la parte inferior del cuello y del vientre. Las alas eran suaves y del color aterciopelado del cielo nocturno; los cuernos marfileños le nacían pegados a la cresta, justo encima de los ojos sesgados, y eran unos garfios amenazadores que se curvaban un poco en las puntas.

Su lengua serpentina salía y entraba de sus fauces una y otra vez, y la saliva que resbalaba de sus labios siseaba al caer sobre la tupida hierba.

La hembra sólo era un poco más grande que el Plateado, y en una lucha limpia no lo habría derrotado, pero tenía a su favor el factor sorpresa, y lo estaba aprovechando. Esta vez dirigió el chorro de ácido a las zarpas delanteras del macho.

El Plateado se alzó sobre las patas y abrió las fauces a fin de contraatacar; inhaló profundamente y después exhaló, expeliendo un chorro de azogue.

Pero la hembra Negra era muy rápida; se movió como un rayo hacia adelante, por debajo de él, y arremetió contra el vientre del macho. Sus garras y dientes atravesaron sus escamas plateadas, y a continuación soltó otro chorro de ácido que salpicó en las heridas. El Dragón Plateado empezó a retorcerse mientras se desplomaba, y la hembra Negra se adelantó para rematarlo.

—Soy Onysablet —siseó al tiempo que acercaba las fauces al rostro del macho. Sus cuernos engancharon la carne escamosa de debajo de los ojos—. Y éste es mi reino.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El amanecer de una nueva Era»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El amanecer de una nueva Era» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El amanecer de una nueva Era»

Обсуждение, отзывы о книге «El amanecer de una nueva Era» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x