Margaret Weis - Ámbar y Hierro

Здесь есть возможность читать онлайн «Margaret Weis - Ámbar y Hierro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Ámbar y Hierro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Ámbar y Hierro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El mundo de Krynn no cesa de cambiar e incluso los dioses pueden verse sorpendidos. Y si eso ocurre con ellos, ¿qué oportunidades puede tener un simple mortal? Atrapados por unas fuerzas a los que ninguno de ellos podría enfrentarse solo, un pequeño pero decidido grupo de aventureros se unen en un esfuerzo desesperado por evitar una invasión.
Mina, tan enigmática como siempre, logra escapar para emprender una búsqueda que pondrá a prueba su voluntad. Mientras tanto, el mal se extiende por el mundo, ganando terreno día a día. Cuando incluso el alma de Krynn está en juego, hay que encontrar héroes aun en los lugares más oscuros.

Ámbar y Hierro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Ámbar y Hierro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El semielfo echó a andar hacia la puerta, pero se paró y se volvió.

—Llevo tiempo queriendo hacerte una pregunta. Cuando estás solo con Mina, ¿te ha intentado convencer para que te hagas discípulo de Chemosh?

—Sí —contestó el enano—. Me burlé de ella, por supuesto. ¿Y a ti?

—Me reí en su cara —repuso Caele.

Los dos se miraron con desconfianza.

—Bueno, me marcho —dijo Caele.

—Vete con viento fresco —farfulló Basalto, aunque en voz tan baja que sólo lo oyó su barba.

Sacudiendo la cabeza, reanudó la tarea de restregar el suelo sin dejar de refunfuñar.

—Ese Caele es un cerdo y no me importa que me oiga. Esa nariz larga que tiene siempre está apuntando hacia arriba. Se cree las pelotas de Reorx, eso es lo que piensa. Y es un cabrón perezoso, por si fuera poco. Me deja a mí todo el trabajo y luego se lleva los laureles. —El enano restregó enérgicamente.

»No puedo dejar que la sangre impregne la lechada, porque quedaría una mancha perenne. El señor me arrancaría la barba. Me pregunto si Caele se rió realmente de Mina o si aceptó su oferta de convertirse en uno de los elegidos de Chemosh —añadió—. Tal vez debería mencionarle este asunto al señor...

Caele se encerró en su habitación y tomó un libro de conjuros, pero en vez de abrirlo se quedó mirándolo fijamente.

—Me pregunto si Basalto se tragaría las mentiras de Mina. En él no me extrañaría nada. Los enanos son tan crédulos... Que no se me olvide informar a Nuitari que Basalto podría ser un traidor...

3

La torre siguió en pie, sin sufrir daños. Chemosh no fue a derribarla piedra mágica a piedra mágica para rescatar a su adorada amante. —Dale tiempo —dijo Nuitari. El dios se había apostado fuera de la estancia en la que tenía retenida a Mina, a la espera de que el Señor de la Muerte apareciera.

Pasaba el tiempo. Mina permanecía aislada en su celda, incomunicada, sin contacto con dioses ni con mortales, y su amado seguía sin acudir a liberarla.

—Te he subestimado, milord —murmuró Nuitari a su invisible enemigo—. Y me disculpo por ello.

Chemosh estaría eufórico al saber que la mujer a la que amaba seguía viva. Estaría furioso por el engaño del que había sido víctima. El Señor de la Muerte no era, al parecer, de los que dejaban que la alegría o la ira los ofuscaran. Chemosh quería a Mina, pero también quería los poderosos artefactos sagrados que Nuitari guardaba bajo llave y candado dentro de la torre. A buen seguro, el Señor de la Muerte estaba buscando la forma de conseguir ambos.

—¿Qué haces? —preguntó Nuitari a su igual—. ¿Has corrido a parlotear con los otros dioses? ¿Les estás contando que el grande y perverso Nuitari ha reconstruido la Torre de la Alta Hechicería de Istar?, ¿que ha recuperado y reclamado como suyo un valioso tesoro de reliquias sagradas? ¿Les has contado eso? —Nuitari sonrió.

»No, creo que no. ¿Por qué? Porque entonces todos los dioses sabrían el secreto de las reliquias y, una vez que lo supieran, todos querrían recuperar sus juguetes. ¿Dónde dejaría eso a Chemosh? De vuelta en el frío y oscuro Abismo.

En las postrimerías de la Era del Poder, el Príncipe de los Sacerdotes de Istar había decretado que todos los artefactos mágicos de aquellos dioses que no fuesen dioses buenos y justos (siempre a juicio del Príncipe de los Sacerdotes) serían confiscados por sus ejércitos de guerreros ungidos. Además de los que se confiscaron, el Príncipe de los Sacerdotes ofreció ricas recompensas por todas las reliquias que se considerara que se usaban con fines perversos. Entre guerreros ungidos, «buenos» ciudadanos, ladrones y saqueadores, los templos de casi todos los dioses de Ansalon fueron despojados de reliquias.

Al principio, la gente se apoderaba de las que procedían de los templos de dioses claramente malignos, como Chemosh y Takhisis, Sargonnas y Morgion. Los templos de los dioses neutrales fueron los siguientes en ser víctimas de los cazadores de reliquias bajo el lema de «cualquier dios que no está con nosotros está contra nosotros».

Finalmente, conforme el fervor religioso (y la avaricia) se extendía, guerreros ungidos asaltaron los templos de dioses de la luz, incluidos los de la diosa de la curación, Mishakal, porque, a pesar de ser consorte de Paladine, la Sanadora había incurrido en el pecado de abrir sus puertas de curación a todos los mortales, incluso a los que no eran considerados dignos de la bendición de una deidad. Se sabía que sus clérigos habían impuesto las manos sanadoras sobre ladrones y prostitutas, kenders y enanos, e incluso hechiceros. Cuando los clérigos de Majere, dios de la justicia, supieron que a los clérigos de Mishakal se los golpeaba y se les robaban sus reliquias, manifestaron su protesta. Entonces se asaltaron sus monasterios y sus reliquias fueron las siguientes en sumarse a las confiscadas y robadas.

A no tardar, los artefactos sagrados de todos los dioses, con excepción de Paladine, quedaron guardados bajo llave en la que otrora había sido la Torre de la Alta Hechicería de Istar, en una inmensa sala a la que se dio el nombre de Solio Febalas, la Sala del Sacrilegio. Se cuchicheaba que los sacerdotes de Paladine empezaban a estar nerviosos y que no pocos habían guardado las sagradas reliquias en almacenes bajo llave. Pero ni siquiera allí estaban a salvo.

Cuando el Cataclismo devastó Istar, la Sala del Sacrilegio fue destruida por el fuego de la ira de los dioses, quienes estaban convencidos de que las reliquias se habían consumido en la conflagración. Querían que la humanidad viviera con sus propios recursos durante un tiempo.

Nadie se había sorprendido más que Nuitari al descubrir intactas las reliquias. Su única idea había sido reclamar como suya la torre; encontrar los artefactos había sido un regalo extra. Sabía que era imposible mantener indefinidamente un secreto de ese calibre, que sólo sería cuestión de tiempo que otros dioses descubrieran la verdad y se presentaran ante él para exigirle que les entregara sus reliquias. Los artefactos se encontraban a buen recaudo, guardados tanto por conjuros como por Midori, un viejo dragón marino con muy mal genio. Esas salvaguardias cerrarían el paso a los mortales, pero no a un dios.

Nuitari no tenía que preocuparse por eso.

Los dioses frenarían a los dioses.

Cada cual querría sus reliquias, naturalmente. Cada cual también querría asegurarse de recuperar las suyas y de qué ninguno de los otros dioses hiciera lo propio.

Por ejemplo, Mishakal no querría que Sargonnas, en la actualidad el dios más poderoso de la oscuridad, recobrara sus artefactos sagrados. Buscaría aliados que aunaran esfuerzos para impedírselo, aliados insólitos, como Chemosh, que apoyaría a Mishakal en eso porque el Señor de la Muerte estaba enzarzado en una lucha de poder con Sargonnas y no querría que el dios de los grandes cuernos se hiciera más fuerte de lo que ya era. Estaba Gilean, el Fiel de la Balanza, que muy bien podría oponerse tanto a los dioses de la luz como a los de la oscuridad por miedo a que la vuelta de esas reliquias a manos de cualquiera de los dioses alterara un equilibrio ya inestable. Se organizaría una buena cuando los dioses se enteraran de que Nuitari estaba en posesión de las reliquias de Takhisis, la Reina de la Oscuridad fallecida, y las del dios autoexiliado, Paladine. Aunque sus creadores ya no estaban, los artefactos perduraban, al igual que su sagrado poder, que podía resultar inmensamente útil a cualquier dios o mortal que les echara mano. La trifulca por esos objetos podría prolongarse siglos.

Entretanto, el plan de Nuitari era recorrer el cielo y llegar a acuerdos secretos al tiempo que soltaba discretamente un artefacto aquí y otro allí a fin de enfrentar a unos dioses contra otros, mientras que él reforzaba su posición.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Ámbar y Hierro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Ámbar y Hierro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Margaret Weis - Die Brüder
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenzauber
Margaret Weis
Margaret Weis - Drachenjäger
Margaret Weis
Margaret Weis - Ámbar y Sangre
Margaret Weis
Margaret Weis - Ámbar y Cenizas
Margaret Weis
Margaret Weis - La Torre de Wayreth
Margaret Weis
Margaret Weis - The Magic of Krynn
Margaret Weis
Margaret Weis - The War of the Lance
Margaret Weis
Отзывы о книге «Ámbar y Hierro»

Обсуждение, отзывы о книге «Ámbar y Hierro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x