Arthur Clarke - Canticos de la lejana Tierra

Здесь есть возможность читать онлайн «Arthur Clarke - Canticos de la lejana Tierra» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Год выпуска: 1989, Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Canticos de la lejana Tierra: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Canticos de la lejana Tierra»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Canticos de la lejana Tierra — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Canticos de la lejana Tierra», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Era un espectáculo hermoso, pero al mismo tiempo aterrador. Ahora Mirissa entendía por qué la Magallanes se había situado en el otro extremo del mundo; lo que estaba viendo ahora no era la propulsión cuántica, sino la energía sobrante procedente de ésta y absorbida inofensivamente por la ionosfera. Loren le había contado algo incomprensible acerca de la descarga de ondas en el superespacio, añadiendo que ni siquiera los creadores de la propulsión cuántica habían llegado nunca a comprender este fenómeno.

Mirissa se preguntó, durante un segundo, qué pensarían los escorpios de estos fuegos artificiales celestiales. Seguramente algún resto de esta fuerza actínica se filtraba a través de las selvas de algas marinas iluminando las sendas de sus ciudades sumergidas.

Quizá fuera su imaginación, pero los radiantes haces multicolores que envolvían la corona de luz parecían arrastrarse lentamente por el cielo. La fuente de su energía iba ganando velocidad, acelerando a lo largo de su órbita mientras se alejaba de Thalassa para siempre. Pasó un buen rato antes de que se diera cuenta de que la nave se movía; al mismo tiempo, había disminuido la luminosidad.

Entonces, bruscamente, cesó todo. Radio Tarna volvió a estar en antena, como sin aliento.

Todo de acuerdo con el plan… la nave está saliendo ahora reorientada… habrá otros fenómenos más tarde, pero no tan espectaculares… todas las fases de la separación inicial se efectuarán en el otro lado del mundo, pero podremos ver a la Magallanes dentro de tres días, cuando se aleje del sistema.

Mirissa apenas oyó estas palabras y miró fijamente el cielo al que ahora retornaban las estrellas, esas estrellas que nunca podría volver a mirar sin recordar a Loren. Ahora no sentía emoción alguna; si aún le quedaban lágrimas lloraría más tarde.

Sintió cómo los brazos de Brant la rodeaban y agradeció su consuelo frente a la soledad del espacio. Éste era su lugar, su corazón no se perdería otra vez. Al fin comprendía que, pese a haber amado a Loren por su fortaleza, amaba a Brant por su debilidad.

"Adiós Loren—susurró—, que seas feliz en este mundo lejano que tú y tus hijos conquistaréis para la Humanidad. Pero piensa alguna vez en mí, que estaré a trescientos años de ti en la ruta de la Tierra."

Brant le acariciaba el pelo con torpe suavidad deseando tener palabras para consolarla; pero también sabía que el silencio era lo mejor. Brant no tenía ninguna sensación de victoria. Mirissa volvía a ser suya, pero el viejo y despreocupado compañerismo que les unía había desaparecido para siempre. Brant sabía que durante todos los días de su vida el fantasma de Loren estaría entre ellos. El fantasma de un hombre que no habría envejecido ni un solo día cuando ellos fueran ya polvo en el viento.

Cuando, tres días más tarde, la Magallanes se alzó por encima del horizonte, se había convertido en una deslumbrante estrella, demasiado brillante para ser observada a simple vista, aun cuando la propulsión cuántica había sido cuidadosamente dirigida hacia otro punto para que la pérdida de radiación no alcanzara a Thalassa.

Semana tras semana, mes tras mes, fue desvaneciéndose poco a poco, aunque cuando aparecía la luz del día era relativamente fácil encontrar si se sabía dónde buscarla. Y durante años, fue la más brillante de las estrellas nocturnas.

Mirissa vio la nave por última vez poco antes de que le fallara la vista. Durante unos pocos días, la propulsión cuántica, ahora inofensiva y suavizada por la distancia, había estado dirigida hacia Thalassa.

Habían pasado ya quince años luz, pero sus nietos no tenían ninguna dificultad en señalar la estrella azul de tercera magnitud que brillaba por encima de las torres de vigilancia de la barrera electrificada para los escorpios.

56. Bajo la superficie

Todavía no eran inteligentes, pero sentían curiosidad, y éste era el primer paso hacia el camino sin fin.

Como muchos de los crustáceos que en otro tiempo habían existido en los mares de la Tierra, podían sobrevivir fuera del agua durante períodos de tiempo indefinidos. Sin embargo, hasta los últimos siglos habían tenido pocos incentivos para hacerlo. Los enormes bosques de algas les proveían de lo necesario. Las largas y delgadas hojas eran su alimento, y los toscos tallos la materia prima para sus primitivos artefactos.

Tenían sólo dos enemigos naturales. Uno de ellos era un enorme y muy raro pez de aguas profundas que no consistía más que en dos enormes mandíbulas hambrientas atadas a un estómago nunca saciado. El otro era una medusa venenosa vibradora, la forma motriz del pólipo gigante, que muchas veces alfombraba de muerte el fondo marino, dejando un desierto teñido de sangre.

Aparte de algunas excursiones esporádicas por la superficie, los escorpios podían muy bien haber pasado toda su existencia sumergidos en el mar, perfectamente adaptados a su medio ambiente. Pero a diferencia de las hormigas y las termitas, todavía no habían entrado en uno de los callejones sin salida de la evolución. Todavía podían adaptarse a los cambios.

Y un cambio, aunque todavía en pequeña escala, se había producido en este mundo oceánico. Unas cosas maravillosas habían caído del cielo. En el lugar de donde procedían debía de haber más. Cuando estuvieran preparados, los escorpios irían en su búsqueda.

En aquel mundo intemporal del mar de Thalassa no había prisa; pasarían años antes de que realizaran su primer asalto a aquel elemento desconocido del cual sus exploradores habían traído tan curiosos informes.

Pero no podían saber que otros exploradores les estaban observando a ellos. Y cuando por fin se decidieron a avanzar, escogieron el momento más desafortunado.

Tuvieron la mala suerte de emerger a tierra durante el inconstitucional, aunque muy eficaz, segundo mandato del presidente Fletcher.

IX.SAGAN DOS

57. Las voces del tiempo

La nave Magallanes estaba sólo a unas pocas horas luz de distancia cuando nació Kumar Lorenson, pero su padre ya estaba dormido y no se entero de su nacimiento hasta trescientos años después.

Lloró al pensar que aquel sopor sin sueños había durado toda la vida de su primer hijo. Cuando pudiera enfrentarse a esta tortura, pondría las cintas que le esperaban en los bancos de memoria. Vería a su hijo crecer y hacerse hombre, y oiría su voz gritando a través de los siglos saludos que nunca podría contestar.

Y también vería (no había manera de evitarlo) el lento envejecer de la joven, muerta mucho tiempo atrás, que había tenido en sus brazos hacía sólo unas semanas. Su último adiós le llegaría desde unos labios arrugados convertidos en polvo.

Su dolor, aunque profundo, desaparecería poco a poco. La luz de un nuevo sol iluminaba el cielo, y dentro de poco habría otro nacimiento en el mundo que estaba atrayendo a la nave Magallanes a su órbita final.

Sabía que un día habría desaparecido el dolor, pero nunca el recuerdo.

CRONOLOGÍA (Años de la Tierra)

1956 Detección del neutrino

1957 Descubrimiento de la anomalía del neutrino solar

200 Confirmación del destino del Sol

100Sondas interestelares

200

300 Planificación de sembradores de robots

40 Comienzo de la siembra

2500 (embriones)

600 (códigos ADN)

700

751 La sembradora parte hacia Thalassa

800

900

999 Último milenio

3000

100 Los

200 Señores

300 de los

400 últimos días

3500 Energía cuántica

600 Éxodo final

617 Nave interestelar Magallanes

3620 Fin de la Tierra

THALASSA

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Canticos de la lejana Tierra»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Canticos de la lejana Tierra» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Arthur Clarke - S. O. S. Lune
Arthur Clarke
libcat.ru: книга без обложки
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Oko czasu
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Gwiazda
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Die letzte Generation
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Voci di Terra lontana
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Culla
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Who's There?
Arthur Clarke
Arthur Clarke - The Fires Within
Arthur Clarke
Arthur Clarke - Expedition to Earth
Arthur Clarke
Arthur Clarke - 2061 - Odyssey Three
Arthur Clarke
Отзывы о книге «Canticos de la lejana Tierra»

Обсуждение, отзывы о книге «Canticos de la lejana Tierra» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x