John Darnton - Experimento

Здесь есть возможность читать онлайн «John Darnton - Experimento» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Фантастика и фэнтези, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Experimento: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Experimento»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un cadáver mutilado, sin rostro ni huellas dactilares ha aparecido en extrañas circunstancias… Un thriller de máxima actualidad sobre la clonación y la manipulación genética, donde se mezcla la ciencia más avanzada con el suspense más estremecedor.

Experimento — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Experimento», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Sabes…? Ahora que estoy aquí y lo veo todo con mis propios ojos -dijo señalando con un amplio movimiento del brazo la isla que acababan de abandonar-, todavía me cuesta creer que esto sea cierto. O sea, es totalmente inconcebible que algo así exista frente a las costas de Georgia, el laboratorio privado de un loco que se dedica a producir seres humanos con fines experimentales.

Skyler lo miró por un largo momento sin decir nada, y luego se puso en pie.

– Continuemos adelante -fue cuanto dijo-. Sígueme.

Se hallaban totalmente rodeados por la alta hierba de las marismas. Desde el lugar en que se encontraban saltaba a la vista que aquella segunda isla era mucho menor. Medio centenar de metros más adelante había una línea de árboles. En aquel punto, la isla se ensanchaba, aunque seguía siendo lo bastante estrecha como para que se pudiera cruzar a pie en cinco o diez minutos. No se veía ningún edificio, ni otra indicación de que hubiera habitantes más que un pequeño sendero abierto entre la hierba.

Siguieron el camino hasta llegar a la altura de los árboles, donde el sendero desapareció. A partir de allí se vieron obligados a avanzar abriéndose paso entre la maleza, que era más tupida que en la primera isla. Había todo tipo de arbustos espinosos que se les enganchaban en los pantalones y les arañaban los brazos. Su avance fue lento, pero al fin consiguieron llegar a una pequeña pradera.

Fue entonces cuando lo oyeron por primera vez.

Era un extraño sonido que les llegó fantasmalmente transportado por el viento, similar a un quejido, claramente humano, pero distinto a cuanto ellos habían oído anteriormente.

Se miraron y, sin articular palabra, echaron a correr a través de la pradera. Delante había un grupo de altas palmeras y, a través de sus gruesos troncos, divisaron, a lo lejos, una edificación.

Al acercarse, distinguieron un muro de ladrillo de metro y medio de altura, coronado por alambre de espinos. Parecía sólido e inexpugnable, sin una sola abertura. El ruido sonaba ahora más alto. Siguieron el muro hasta un recodo en ángulo recto y luego hasta otro recodo igual. Allí los árboles eran más escasos y se divisaba una avenida, una pequeña caseta de ladrillo y, a lo lejos, un embarcadero. No se veía ni a una alma.

Skyler y Jude caminaron hasta la puerta de acceso al recinto, que era lo bastante ancha para permitir el paso de un vehículo y cuyas dos puertas se hallaban abiertas. Las cruzaron y se encontraron el patio principal de un viejo edificio de estilo colonial francés, provisto de galerías y porches, y con el tejado de tejas. En las paredes se veían grietas; en el suelo, tejas caídas; las ventanas estaban rotas. En el centro del patio se alzaba un gran roble, cuyas ramas colgaban tan bajo que los líquenes que pendían de ellas casi rozaban el suelo.

Comprendieron inmediatamente que allí había alguien. No por lo que vieron, sino por los sonidos -un murmullo, una tos, un gemido, unos susurros- que parecían proceder del sombrío interior del edificio.

La puerta más próxima daba a una especie de oficina que estaba vacía. Vieron un taburete junto a una repisa sobre la cual el viento movía las hojas de un libro. Junto al libro, una taza en cuyo fondo había una capa de café seco.

Contigua a la oficina encontraron una habitación grande y tenebrosa. En la puerta tuvieron que detenerse debido a la fetidez. Olía a podredumbre y a enfermedad. Entraron y, una vez sus ojos se hubieron acostumbrado a la penumbra, comenzaron a distinguir formas y movimientos: había gente sobre los colchones desnudos pegados a una de las paredes. No se trataba de personas normales, sino de figuras menudas y arrugadas que se volvían lentamente hacia ellos para mirarlos.

– Dios bendito -dijo Jude-. ¿Qué es esto?

Se acercaron a un pequeña criatura desnuda que permanecía tumbada de espaldas, con la vista en el techo. Parecía un niño, pero resultaba difícil estar seguro. Era totalmente lampiño, hasta el punto de carecer incluso de cejas y pestañas. La piel de su enorme cráneo era fina, arrugada y casi transparente, y bajo ella eran visibles las pulsantes venas. No debía de medir mucho más de metro veinte, pero estaba grotescamente proporcionado: cabeza enorme, rostro pequeño, mandíbula prognática, ojos saltones y nariz grande con forma de pico. En la piel tenía infinidad de manchas amarillo parduscas. El pecho era estrecho, el abdomen prominente, las rodillas huesudas y los órganos sexuales parecían hipertróficos.

Era un ser peculiar que guardaba cierto parecido con un pájaro. Mientras lo observaban, abrió las pestañas y los miró en silencio con ojos que eran negros pozos sin fondo. Estaba más allá del alcance de Jude y Skyler, totalmente ido. Los dos hombres tuvieron la extraña sensación de estar contemplando los ojos vidriosos de un anciano en su lecho de muerte.

Al parecer, aquello era una especie de pabellón de hospital, sólo que no se veían por ningún lado ni médicos ni enfermeras. La presencia de los dos hombres no produjo ningún tipo de reacción en las criaturas. Los gemidos que los habían llevado hasta allí habían cesado, y el lugar se hallaba sumido en un extraño silencio, roto ocasionalmente por un quejido o una tos. El único movimiento era el de un ventilador de techo, que giraba lentamente, revolviendo los olores del vómito y la diarrea y repartiéndolos por todo el pabellón.

– Los dejaron abandonados -le dijo Jude a Skyler en un susurro.

Skyler, que lo miraba todo con expresión de furia, no respondió.

Había más seres sobre los mugrientos colchones. Algunos parpadeaban al aproximarse Skyler y Jude, y éste era el único indicio de que reparaban en la presencia de ambos. Otros seguían con los ojos cerrados, sin apenas respirar, exhaustos y resignados.

Algunos parecían sollozar en silencio. En el segundo pabellón volvió a sonar el gemido que habían oído cuando se hallaban al otro lado del muro. Procedía de una muchacha, y cuando trataron de ayudarla, ella quedó de nuevo en absoluto silencio, una momia de piel arrugada y ojos rodeados por oscuros círculos.

Muchos de ellos eran similares al primer muchacho que habían visto, con el mismo cuerpo pajaril. La única diferencia era que algunos tenían pelo. Un pelo finísimo y totalmente blanco.

Skyler y Jude entraron en un tercer pabellón. Allí, algunos eran capaces de caminar, pero lo hacían torpemente y con las piernas muy abiertas, como si les costase un gran esfuerzo moverse.

Skyler se aproximó a un muchacho que caminaba lentamente en círculos.

– ¿Quién eres? -le preguntó-. ¿Qué te ocurre?

El muchacho se detuvo, encogió los hombros, frunció el entrecejo y lo miró, asombrado. Luego, sin decir palabra, fue a un rincón, se sentó, se puso a chuparse el pulgar y comenzó a mover ligeramente el cuerpo hacia adelante y hacia atrás.

En el cuarto pabellón había tres cadáveres cubiertos de moscas. El olor era tan fétido que Skyler y Jude no se pudieron quedar allí más que unos segundos.

En conjunto, habría un par de decenas de aquellos pobres seres. Ninguno medía más de metro veinte, y la mayor parte no alcanzaba siquiera el metro. Parecían exosqueletos en los que la criatura interior se hubiese encogido y secado.

Jude tomó a Skyler por un brazo y lo llevó bajo el roble que crecía en el centro del patio. El hombre tenía el estómago revuelto y sentía ganas de vomitar, pero logró contenérselas.

Se quedaron allí plantados varios minutos, demasiado atónitos para hablar. Al fin Skyler se repuso de la impresión y miró a Jude a los ojos.

– Parecen niños. Tienen estatura de niños. Pero cuando los miras a los ojos y ves el sufrimiento que hay en ellos, parecen ancianos. ¿Qué es todo esto?

– No lo sé. Nunca había visto nada parecido. Es sencillamente horripilante.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Experimento»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Experimento» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Experimento»

Обсуждение, отзывы о книге «Experimento» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x