• Пожаловаться

Luis Sepúlveda: Nombre De Torero

Здесь есть возможность читать онлайн «Luis Sepúlveda: Nombre De Torero» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Luis Sepúlveda Nombre De Torero

Nombre De Torero: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Nombre De Torero»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

En los años sombríos del nazismo, desaparecen de un rincón secreto de la prisión de Spandau unas valiosísimas monedas de oro. Casi cincuenta años después, caído el Muro de Berlín, dos personajes oscuros pero poderosos, con un pasado político turbio, contratan cada uno por su lado a dos «antiguos combatientes», Juan Belmonte -el que tiene nombre de torero – y Frank Galinsky. En «paro» laboral e ideológico, ambos deben partir en busca de un botín robado que nadie se atreve en realidad a reclamar oficialmente. Belmonte acepta el encargo por amor a Verónica, Galinsky, por un viejo hábito de obediencia militante cuyo ideal es ahora el de enriquecerse «como todos los demás». Al mismo tiempo, al otro lado del mundo, un viejo humilde y solitario recibe un misterioso mensaje ¿Llegarán a enfrentarse Belmonte y Galinsky? ¿Existe realmente el tesoro? En tiempos implacables como los que vivimos, ¿vencerá el amor o la codicia?

Luis Sepúlveda: другие книги автора


Кто написал Nombre De Torero? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Nombre De Torero — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Nombre De Torero», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

La risa de Zelma llenó el local, y no paró de reír hasta que juntos me cantaron el Happy Birthday to you.

Cuando salí a la calle había empezado a llover. Los anuncios de los sex shops se reflejaban en el asfalto y los chulos pasaban en sus Mercedes deportivos controlando la carne expuesta bajo los paraguas. Acababa de festejar mi cumpleaños, y en forma, o por lo menos así lo atestiguaba el sabor de las especias pegado al paladar. Pero también llevaba algo en las orejas y eran las palabras de Alí.

Regresar, volver. Volver con la frente marchita, las nieves del tiempo etcétera. ¿Volver adónde? Lo único que me esperaba en Chile era la convicción de una venganza imposible. No. No era lo único. Había alguien, una persona, una mujer, que tal vez me esperaba, o que tal vez ni siquiera se había percatado de mi ausencia porque toda ella era ausencia y lejanía. Muchas veces me abofeteé la cara para ponerme de frente a la realidad. "Vamos", me dije, "estás en Europa, en Occidente, en Alemania, en Hamburgo, latitud tanto", pero fue como pegarle a la indefensa imagen que ofrece un espejo, porque las rebeldes neuronas se encargaron de recordarme que vivía en el país de nadie que algunos eufemísticamente llaman exilio.

Se exilia el que no conoció más que un lado de la medalla y fomenta sus errores más allá de donde los aprendió, pero el¨ que atravesó todo el túnel descubriendo que los dos extremos son oscuros se queda preso, pegado como una mosca a la cinta impregnada de miel. La luz no existía. No fue más que una invención afiebrada, y la claridad ortopédica del lugar que habitas te dice que vives en un territorio sin salida y que cada año que pasa, en vez de entregarte serenidad, sabiduría, astucia, para intentar la huida, se transforma en un eslabón más de la cadena que te ata. Y te puedes mover, o creer que lo haces, avanzar en cualquier dirección, pero las fronteras irán también alejándose en progresión geométrica a la longitud de tus pasos. No, Alí. De aquí no salgo, a menos que ocurra un milagro, y los viejos guerrilleros no tenemos ni tiempo ni ánimos como para aferrarnos a nuevos mitos. Bastante difícil es cuidar de las sepulturas de los que tuvimos. En el fondo, Alí, lo que tengo

es miedo de morir en cueros. Durante años busqué como tantos, la bala que llevaba mi nombre entre las huellas de las estrías. Era la llave de una muerte digna, vestida con el traje elemental de creer en algo. Pero todo acabó, se esfumó la creencia, el dogma no fue más que una anécdota pueril y me quedé desnudo, despojado de la más grande perspectiva que marcó a los sujetos como yo: morir por algo llamado revolución, y que era semejante al paraíso que aguarda a los pashdarán islámicos pero con música de salsa.

Entré al Regina cuando el shower había comenzado. En el escenario una chica simulaba masturbarse con un boa de plumas. Ocupé mi lugar en la barra, mientras a mi lado Big Jim revolvía el sorbete preparado con medio litro de leche, seis huevos, un puñado de pimienta y un vaso de ron. Lo despachó sin pausas y, al acabar, como siempre masculló el: "Mierda", que se complementaba con un gesto de repugnancia. Antes de subir al escenario me palmoteó la espalda.

– Lleno total. He contado cuatro gatos.

– Mala noche, negro. Tal vez mejore para la segunda vuelta.

Big Jim era un paquete de músculos cubiertos por una tensa pátina negra. Envuelto en la capa de poliéster que imitaba la piel de un leopardo esperó a un costado del escenario a que el showman lo presentara.

– Respetable público del Regina…, bueno, es una manera de decir, nadie debe sentirse ofendido. ¡No tan respetable público del Regina! ¿Ahora sí? Directamente llegado de Nueva Orleans el coloso del peep show americano. ¡Big Jim Splash, el follador telepático!

Los cuatro gatos de la sala abuchearon mientras Big Jirn avanzaba hasta el centro del escenario arrastrando un taburete. Allí esperó a que el pinchadiscos arremetiera con el primer movimiento de Also sprach Zarathustra para quitarse la capa y quedar en bolas.

Los cuatro gatos de la sala eran fonéticamente identificables como bávaros. Con seguridad no entendieron qué quería decir eso de follador telepático y con espasmos guturales quisieron dar a entender que venían a ver a hembras en cueros, en ningún caso a machos, y mucho menos a un negro pero cuando Big Jim se sentó en el taburete y, moviendo las caderas, hizo oscilar como un péndulo el buen palmo lacio de su virilidad, entonces se produjo el silencio respetuoso que todos los artistas agradecen.

– Mierda de noche. Y tengo que ganar para el arriendo -dijo Tatiana la polaca.

El frío inhibe. Cuatro gatos -le respondí.

– Cinco. En un reservado hay un tipo en silla de ruedas. Quise hacerle compañía pero tiene un perro asqueroso que no me dejó.

Miré hacia los reservados. Divisé al hombre sentado en una silla de ruedas. Había un balde champañero sobre su mesa. El perro debía de estar debajo.

En el escenario, Big Jim apretaba las manos y las nalgas con los ojos cerrados. La verga había ganado espacio y apuntaba hacia el público su cabezota morada. Big Jim empezó a rechinar los dientes en tanto sus caderas se agitaban en un movimiento ondulatorio.

– ¿Me pagas una grapa? Estoy sin una perra -se quejó Tatiana.

– Una sola. Tienes que hacer tu número. Mira. El negro está a punto de soltar las cabras.

– Negro puto. No sé cómo lo hace. Me lo he llevado tres veces a la cama y no funciona. ¿Has visto lo feliz que se pone cuando hay mujeres entre el público y se pelean por sobarle la pija?

– A mí nunca me has invitado a la cama.

– Cierto. Será porque eres como un hermano y no se folla entre hermanos. ¿Sabes que tienes algo de fraile? No te enojes. Gracias por la grapa.

Los movimientos ondulatorios de Big Jim se transformaron en un baile frenético. El sudor corría por el rostro del follador telepático. De pronto se puso de pie, alzó los brazos, los cruzó sobre la nuca, se empinó para que su verga alcanzara la máxima longitud y, entonces, al tiempo que soltaba una queja nacida del fondo de los huesos, la hendidura del glande se dilató para escupir chorros de semen que alcanzaron las mesas vacías de la primera fila.

Los cuatro gatos tardaron en aplaudir. Uno de ellos se atrevió a romper la católica estupefacción bávara reclamando bis, pero Big Jim ya salía del escenario arrastrando su piel de leopardo sintético. Le tocaba el turno a Tatiana la polaca.

"Directamente de Varsovia, Tatiana, la joya polaca del strrptease. Las personas con problemas cardiacos deben abandonar la sala antes de que se quite el sujetador", debió anunciar el showman, pero no dijo una palabra. Permaneció lívido mirando hacia la entrada. Lo que vi tampoco me llenó de dicha.

Cinco bebés monstruosos. Cabezas rapadas. Camisetas con la leyenda: "Estoy orgulloso de ser alemán". Chupas de bombardero yanqui. Botas de paracaidistas. Entraron ladrando el Deutschland Deutschland über alles y eructando a destajo. Venían con los bofes y el amor patrio convenientemente llenos de cerveza. Cuando terminaron de ladrar el himno patrio, uno de ellos trepó sobre una mesa.

– Heil Hitler! A partir de este momento en el establo mandan las reglas de la moral alemana. Bando número uno: queda prohibido a las filipinas, polacas y negros degenerados presentarse en público porque ofenden la dignidad alemana. Dos: queda prohibido que las putas de alterne follen con cerdos extranjeros. Tres: todo el personal artístico y de servicios, y las chupadoras de vergas de los reservados cotizarán el cincuenta por ciento de sus ingresos a la Unión del Pueblo Alemán, cuyos abnegados representantes están ante ustedes para recaudar las donaciones. Heil Hitler!

Finalizado el discurso patriótico, exigieron una ronda de cervezas, advirtiendo que, si no los complacían, harían una pequeña demostración de fuerza y, para enfatizar sus propósitos, le sacudieron un soplamocos al barman. De tal manera que me llegó el turno de dialogar con los bebés. Qué diablos, para eso me pagaban.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Nombre De Torero»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Nombre De Torero» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Ted Dekker: Verde
Verde
Ted Dekker
Benjamin Black: El otro nombre de Laura
El otro nombre de Laura
Benjamin Black
Iris Johansen: El Tesoro
El Tesoro
Iris Johansen
Susan Mallery: Enamorado de Gracie
Enamorado de Gracie
Susan Mallery
César Aira: Una novela china
Una novela china
César Aira
Отзывы о книге «Nombre De Torero»

Обсуждение, отзывы о книге «Nombre De Torero» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.