José Somoza - La Caverna De Las Ideas

Здесь есть возможность читать онлайн «José Somoza - La Caverna De Las Ideas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Caverna De Las Ideas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Caverna De Las Ideas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Una novela enigma. Un desafío de ficción, diversión y espejismo, donde nada es lo que parece y donde hasta el simple hecho de seguir leyendo puede resultar arriesgado.
La caverna de las ideas es una obra griega clásica que narra una intrigante historia: diversos asesinatos ocurridos en la época de Platón. Cuerpos mutilados de efebos son descubiertos en las calles de Atenas, crímenes inexplicables que no parecen seguir ningún orden lógico. Heracles Póntor, el Descifrador de Enigmas, se encargará de resolverlos con ayuda de uno de los filósofos de la célebre Academia platónica, Diágoras de Medonte.
Pero el propio texto de La caverna de las ideas, que el lector tiene ahora en sus manos, también esconde secretos: sus traductores desaparecen o mueren, y el actual se enfrenta a un enigma milenario que desborda su capacidad de juicio y en el que se imbricará tanto la novela como la percepción de cada lector.

La Caverna De Las Ideas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Caverna De Las Ideas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Como ves, pretendo ser sincero -me dijo Montalo-. Tú tenías razón hasta cierto punto, así que no voy a ocultarme por más tiempo. En efecto, fingí mi muerte y me retiré a este pequeño escondite, pero seguí el rastro de mi edición, pues deseaba saber quién la traduciría. Cuando te localicé, estuve vigilándote hasta que, por fin, logré traerte aquí. También es verdad que he jugado a amenazarte para que no perdieras el interés por la obra… como cuando imité las palabras y gestos de Yasintra… Todo eso es cierto. Pero te equivocas si piensas que yo soy el autor de La caverna de las ideas .

– ¿Y a esto lo llamas ser sincero ? -repliqué.

Respiró profundamente.

– Te juro que no miento -dijo-. ¿Por qué iba a querer secuestrarte para que trabajaras en mi propia obra?

– Porque necesitabas un lector -respondí tranquilamente-. ¿Qué hace un autor sin un lector?

Montalo pareció divertido con mi teoría. Dijo:

– ¿Tan malo soy, que debo secuestrar a alguien para que lea lo que escribo?

– No, pero ¿qué es leer? -repliqué-. Una tarea invisible. Mi padre era escritor, y lo sabía: cuando escribes, creas unas imágenes que, después, iluminadas por ojos ajenos, se muestran bajo otras formas, impensables para el creador. ¡Tú, sin embargo, necesitabas conocer la opinión del lector día a día , porque pretendes probar con tu obra la existencia de las Ideas!

Montalo sonrió con cierta nerviosa afabilidad.

– Es verdad que durante muchos años quise probar que Platón tenía razón cuando afirmaba que las Ideas existen -reconoció-, y que, por ello, el mundo es bueno, razonable y justo. Y creía que los libros eidéticos podían suministrarme esa prueba. Nunca tuve éxito, pero tampoco recibí grandes decepciones… hasta que encontré el manuscrito de La caverna , oculto y olvidado en los anaqueles de una vieja biblioteca… -hizo una pausa, y su mirada se perdió en la oscuridad de la celda-. Al principio, la obra me entusiasmó… Percibí, como tú, las sutiles imágenes que albergaba: el hábil hilo conductor de los Trabajos de Hércules, la muchacha del lirio… ¡Estaba cada vez más seguro de que había hallado, por fin, el libro que había estado buscando durante toda mi vida!…

Volvió sus ojos hacia mí, y advertí su profunda desesperación.

– Pero entonces… empecé a percibir algo extraño… La imagen del «traductor» me confundía… Quise creer que, como un novato cualquiera, había mordido un «cebo» y estaba dejándome arrastrar por el texto… Sin embargo, conforme avanzaba en la lectura, mi mente rebosaba de misteriosas sospechas… No, no era un simple «cebo», había algo más… Y cuando llegué al último capítulo… lo supe .

Hizo una pausa. Su palidez era espantosa, como si hubiera muerto el día anterior. Prosiguió:

– Descubrí la clave de repente… Y comprendí que La caverna de las ideas no sólo no constituía una prueba de la existencia de ese mundo platónico bondadoso, razonable y justo, sino que, por el contrario, era una prueba de lo opuesto -y de repente, estalló-: ¡Sí, aunque no me creas: esta obra demuestra que nuestro universo, este espacio ordenado y luminoso repleto de causas y efectos y gobernado por leyes justas y piadosas, no existe !…

Y mientras lo veía jadear, su rostro convertido en una nueva máscara de labios trémulos y mirada extraviada, pensé (y no me importa escribirlo, aunque Montalo lo lea): «Está completamente loco». Entonces pareció recobrar la compostura y añadió, gravemente:

– Tal fue mi horror ante este hallazgo que quise morir . Me encerré en casa… Dejé de trabajar y me negué a recibir visitas… Se empezó a comentar que me había vuelto loco… ¡Y quizá fuera cierto, porque a veces la verdad es enloquecedora!… Incluso valoré la posibilidad de destruir la obra, pero ¿qué ganaría con ello, si yo ya la conocía ?… De modo que opté por una solución intermedia: tal como sospechabas, la idea del cuerpo destrozado por los lobos me sirvió para fingir mi muerte con el cadáver de un pobre viejo, al que vestí con mis ropas y desfiguré… Después elaboré una versión de La caverna respetando el texto original y reforzando la eidesis, pero sin mencionarla explícitamente…

– ¿Por qué? -lo interrumpí.

Por un instante me miró como si fuera a golpearme.

– ¡Porque quería comprobar si su futuro lector hacía el mismo descubrimiento que yo, pero sin mi ayuda ! ¡Porque aún cabe la posibilidad, por pequeña que sea, de que yo esté equivocado ! -sus ojos se humedecieron al añadir-: Y si es así, y ruego por que lo sea, el mundo… nuestro mundo… se habrá salvado .

Intenté sonreír, pues recordé que a los locos se les debe tratar con mucha amabilidad:

– Por favor, Montalo, basta ya -dije-. Esta obra es un poco extraña, lo reconozco, pero no tiene nada que ver con la existencia del mundo… ni con el universo… ni siquiera con nosotros. Es un libro, nada más. Por muy eidético que sea, y por mucho que nos obsesione a ambos, no podemos llevar las cosas demasiado lejos… Yo lo he leído casi todo y…

– Aún no has leído el último capítulo -dijo.

– No, pero lo he leído casi todo y no…

– Aún no has leído el último capítulo -repitió.

Tragué saliva y contemplé el texto abierto sobre el escritorio. Volví a observar a Montalo.

– Bien -propuse-, haremos lo siguiente: terminaré mi traducción y te demostraré que… que se trata de una simple fantasía, más o menos bien escrita, pero…

– Traduce -pidió.

No he querido enfadarle. Por eso he obedecido. El sigue aquí, y observa lo que escribo. Comienzo la traducción del último capítulo. (N. del T.)

[132]-«Manzanas» -protesté-. ¡Qué vulgaridad mencionarlas!

– Cierto -reconoció Montalo-. Es de mal gusto citar el objeto de la eidesis en la metáfora. Aquí debería bastar con las dos palabras más repetidas desde el comienzo del capítulo: «colgar» y «dorado»…

– Haciendo referencia a las Manzanas de las Hespérides, que eran de oro y colgaban de los árboles -asentí-, ya lo sé. Por eso digo que es una metáfora vulgar. Además, no estoy muy seguro de que los pasteles de manzana pujen…

– Calla y sigue traduciendo. (N. del T.)

[133]-¿Puedo beber? -acabo de decirle a Móntalo.

– Aguarda. Traeré agua. Yo también estoy sediento. Tardaré el tiempo que tardes tú en escribir una nota narrando esta interrupción, así que ni por asomo se te ocurra que vas a poder escapar.

La verdad, no se me había ocurrido. Ha cumplido su palabra: regresa ahora mismo con una jarra y dos copas. (N. del T.)

[134]Montalo acaba de comentarme:

– Es posible que Bacantes sea una obra eidética, ¿no te parece? Habla de sangre, de muerte, de furia, de locura… Quizás Eurípides describió un ritual de Lykaion en eidesis…

– ¡No creo que el maestro Eurípides enloqueciera hasta ese punto! -he replicado. (N. del T.)

[135]-¡Heracles acertó en sus pronósticos! ¡Quizás aquí se encuentre la clave de la obra!

Montalo me mira en silencio.

– Sigue traduciendo -dice. (N. del T.)

[136]-Es curioso -apunto-. Otra vez el paso a segunda…

– ¡Sigue! ¡Traduce! -me interrumpe mi secuestrador con ansiedad, como si nos halláramos en un momento importantísimo del texto. (N. del T.)

[137]-¿Qué te ocurre? -dice Montalo.

– Estas palabras de Crántor… -temblé.

– ¿Qué pasa con ellas? -Recuerdo que… mi padre…

– ¡Sí! -me anima Montalo-. ¡Sí!… Tu padre ¿qué?

– Escribió un poema hace tiempo…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Caverna De Las Ideas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Caverna De Las Ideas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Caverna De Las Ideas»

Обсуждение, отзывы о книге «La Caverna De Las Ideas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x