Michael Connelly - Hielo negro

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - Hielo negro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Hielo negro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Hielo negro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cal Moore, del departamento de narcóticos, fue encontrado en un motel con un tiro en la cabeza cuando estaba investigando sobre una nueva droga de diseño llamada “hielo negro”. Para el detective Harry Bosch, lo importante no son los hechos aislados, sino el hilo conductor que los mantiene unidos. Y sus averiguaciones sobre el sospechoso suicidio de Moore parecen trazar una línea recta entre los traficantes que merodean por Hollywood Boulevard y los callejones más turbios de la frontera de México.

Hielo negro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Hielo negro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Bosch salió del despacho de Ely. En el pasillo se colocó unas gafas y una máscara que colgaban de la puerta del laboratorio. Ésta tenía una cerradura simple, por lo que logró abrirla sin problemas.

La puerta daba paso a una total oscuridad. Bosch esperó un poco antes de internarse en aquel lugar húmedo. Un olor dulce lo inundaba todo, de forma opresiva y repugnante. Harry recorrió el lugar con la linterna y dedujo que se trataba de la sala de carga y descarga. Oyó una mosca que pasaba volando junto a su oreja y notó que otra revoloteaba alrededor de su cara enmascarada. Bosch las espantó y siguió avanzando.

Al fondo de la habitación, había una puerta doble que daba paso a una sala donde la humedad era aún más agobiante. Unas bombillas rojas iluminaban filas y filas de urnas de fibra de vidrio, todas ellas llenas de insectos. El ambiente era sofocante y un escuadrón de moscas que chocaban y zumbaban alrededor de su máscara. Después de ahuyentarlas con la mano, se acercó a una de las urnas y las enfocó con la linterna.

Dentro descubrió una masa marrón y rosada de larvas que se movía como un mar tranquilo bajo la luz roja.

Entonces registró la sala con la linterna y encontró una estantería con varias herramientas y una pequeña hormigonera con la que supuso que los jornaleros mezclaban la pasta para alimentar a los insectos.

Varias palas, rastrillos, y escobas colgaban de ganchos al fondo de la pared. Había palets con sacos llenos de trigo pulverizado y de azúcar, y paquetes más pequeños de levadura. Las letras de los paquetes estaban en español. Bosch dedujo que la sala era algo así como la cocina de las moscas.

Bosch enfocó la luz sobre las herramientas y se fijó en una de las palas porque el mango era nuevo. La madera era de color claro y estaba limpia, mientras que las otras herramientas tenían mangos que se habían oscurecido con el tiempo, a causa de la suciedad y el sudor humano.

Al examinar el nuevo mango, Bosch tuvo la certeza de que Fernal Gutiérrez-Llosa había sido asesinado allí. Le pegaron tan fuerte con una pala, que ésta se rompió o bien se manchó tanto de sangre que tuvieron que reemplazarla. ¿Pero qué vio el pobre jornalero para que lo mataran? ¿O qué hizo? Bosch volvió a recorrer la sala con la linterna hasta que encontró otras puertas al fondo. En éstas había un letrero, escrito en inglés y español, que decía:

¡PELIGRO! ¡RADIACIÓN!

Bosch volvió a usar su ganzúa para abrir la cerradura. Al asomar la linterna ya no vio ninguna puerta más, por lo que dedujo que aquélla era la última sala del edificio. Era la más larga de las tres y estaba dividida en dos por una partición con una ventanilla. En la partición había un cartel en inglés que decía:

EMPLÉESE PROTECCIÓN

Al sortear la partición, Bosch vio que casi todo el espacio estaba ocupado por una enorme máquina cuadrada. Atravesando la máquina había una cinta transportadora que llevaba las bandejas de un lado al otro. En el otro lado, debían de vaciarse las bandejas en las urnas que había visto en la otra habitación. En la máquina había más advertencias de peligro. Estaba claro que aquél era el lugar donde se esterilizaban las larvas mediante radiación.

Bosch regresó al otro lado de la sala donde había unas grandes mesas de trabajo con unos armarios encima. Los armarios no estaban cerrados y Bosch reparó en que contenían cajas de material: guantes de plástico, los estuches en forma de salchicha donde transportaban las larvas, baterías, sensores de temperatura… Era allí donde empaquetaban las larvas en los tubos, que luego pasaban a las cajas-invernadero. El final del proceso de fabricación. No había nada más que pareciera importante.

Bosch volvió a la puerta. Al apagar la linterna sólo quedó el pequeño brillo rojo de la cámara de vigilancia montada en un rincón cerca del techo. «Falta algo -se dijo-. ¿Pero qué me queda por ver?»

Entonces encendió una vez más la linterna y se encaminó de nuevo hacia la máquina de radiación. Todos los letreros del edificio estaban diseñados para mantener a la gente alejada de ese punto, por lo que allí tenía que estar el secreto. Bosch iluminó las pilas de bandejas empleadas para mover las larvas. A continuación apoyó el hombro en una de ellas y comenzó a empujar para que se moviese. Debajo sólo había cemento. Cuando hizo lo mismo con la siguiente pila, descubrió el borde de una trampilla en el suelo: el túnel.

En ese instante comprendió el peligro que entrañaba aquella luz roja de la cámara de vigilancia. Las pantallas de vídeo del despacho de Ely estaban apagadas. Y aquella mañana, cuando Bosch había visitado la fábrica, se había fijado en que la única vista interior que tenía Ely era la de la sala de carga y descarga.

Eso significaba que alguien más estaba vigilando la habitación. Bosch consultó su reloj para calcular cuánto tiempo llevaba en el lugar. ¿Dos minutos? ¿Tres? Si venían del rancho, tenía poco tiempo. Echó un vistazo a la trampilla y luego al ojo rojo que brillaba en la oscuridad.

No podía arriesgarse a que no hubiera nadie vigilando. Bosch volvió a colocar la pila de bandejas en su sitio y se apresuró a salir de la tercera sala. Retrocedió sobre sus pasos y colgó la máscara y las gafas en el gancho. Después entró en el despacho de Ely y salió por la ventana. Rápidamente recolocó las láminas de vidrio en su sitio, doblando el metal con los dedos.

Los perros seguían acostados en el mismo sitio, respirando hondo. Bosch dudó un instante antes de decidir sacarlos. Al fin y al cabo, tal vez no lo habían visto. Así pues, los cogió por los collares y los sacó a rastras de la perrera. Uno intentó gruñir, pero sólo logró emitir un gemido ahogado. El otro hizo lo mismo.

Bosch corrió hasta la valla y la escaló rápidamente pero se obligó a ir más despacio al pasar por encima de las alfombrillas de goma. Desde allá arriba, le pareció oír el ruido de un motor por encima del zumbido eléctrico. Bosch tiró de las alfombrillas justo antes de saltar al otro lado y aterrizó con ellas en el callejón.

A continuación se registró los bolsillos para comprobar que no se le habían caído la ganzúa, la linterna o las llaves. La pistola seguía en la funda. Lo tenía todo. Entonces oyó con toda claridad el ruido de al menos un vehículo. Era seguro que lo habían descubierto. Echó a correr por el callejón en dirección a Mexitec, al tiempo que alguien gritaba: «¡Pedro, Pablo! ¡Pedro, Pablo!» Harry comprendió que llamaban a los perros.

Bosch se arrastró hasta el coche y se quedó agazapado en el asiento delantero, espiando. Desde allí vio dos vehículos en el aparcamiento de delante de EnviroBreed y tres hombres, armados con pistolas, bajo el foco de la puerta principal. Entonces un cuarto hombre se asomó por la esquina hablando en español. Había encontrado los perros. El hombre tenía algo que a Bosch le resultaba familiar, pero estaba demasiado oscuro y se hallaba demasiado lejos para distinguir si lucía unas lágrimas tatuadas en la cara. Los hombres abrieron las puertas y, como policías, entraron en el edificio con las pistolas en alto. Esa fue la señal para Bosch. Sin pensarlo dos veces, arrancó el Caprice y enfiló la carretera. Mientras se alejaba a toda velocidad, se dio cuenta de que volvía a temblar como una hoja después de haber pasado un momento de gran tensión. Era el clásico subidón después de un buen susto. Las gotas de sudor se deslizaban por su cabello y se le secaban en la nuca en el aire frío de la noche.

Bosch encendió un cigarrillo, arrojó la cerilla por la ventana y soltó una carcajada nerviosa al viento.

Capítulo 25

El domingo por la mañana, Bosch llamó al número que Ramos le había dado desde el teléfono público de un restaurante llamado Casa Mandarín, en el centro de Mexicali. Bosch dio su nombre y su número, colgó y encendió un cigarrillo. Dos minutos más tarde el teléfono sonó: era Ramos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Hielo negro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Hielo negro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Michael Connelly - The Wrong Side of Goodbye
Michael Connelly
Michael Connelly - Murder in Vegas
Michael Connelly
Michael Connelly - The Crossing
Michael Connelly
Michael Connelly - The Drop
Michael Connelly
Michael Connelly - The Fifth Witness
Michael Connelly
Michael Connelly - Nueve Dragones
Michael Connelly
Michael Connelly - Cauces De Maldad
Michael Connelly
Michael Connelly - Cmentarzysko
Michael Connelly
libcat.ru: книга без обложки
Michael Connelly
Michael Connelly - The Scarecrow
Michael Connelly
Отзывы о книге «Hielo negro»

Обсуждение, отзывы о книге «Hielo negro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x