Michael Connelly - Hielo negro

Здесь есть возможность читать онлайн «Michael Connelly - Hielo negro» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Hielo negro: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Hielo negro»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cal Moore, del departamento de narcóticos, fue encontrado en un motel con un tiro en la cabeza cuando estaba investigando sobre una nueva droga de diseño llamada “hielo negro”. Para el detective Harry Bosch, lo importante no son los hechos aislados, sino el hilo conductor que los mantiene unidos. Y sus averiguaciones sobre el sospechoso suicidio de Moore parecen trazar una línea recta entre los traficantes que merodean por Hollywood Boulevard y los callejones más turbios de la frontera de México.

Hielo negro — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Hielo negro», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Qué pasa, amigo? -preguntó en español.

– Nada -contestó Bosch-. Quiero ver las fotos policiales que te dije. ¿Recuerdas?

– Vale, vale. Si quieres, te paso a buscar de camino al centro. Dame media hora.

– Ya no estoy en el hotel.

– ¿Te vas?

– No, simplemente me he marchado del hotel. No me gusta alojarme en un sitio donde han intentado matarme.

– ¿Qué?

– Alguien con un rifle. Ya te contaré. Bueno, ahora mismo estoy ilocalizable. Si quieres recogerme, te espero en el Mandarín, en el centro.

– Llegaré dentro de media hora. Quiero saber más detalles.

Colgaron, y Bosch volvió a su mesa, donde Águila continuaba desayunando. Los dos habían pedido huevos revueltos con salsa picante, cilantro y albóndigas fritas. La comida estaba muy buena y Bosch la había devorado. Siempre comía deprisa después de una noche sin dormir.

La noche antes, después de volver riéndose de EnviroBreed, se había reunido con Águila en su casita cerca del aeropuerto. Allí, el detective mexicano le había contado el resultado de su investigación en el hotel. Al parecer, el recepcionista no le supo ofrecer una descripción detallada del hombre que había alquilado la habitación 504; lo único que recordaba era que tenía tres lágrimas tatuadas en la mejilla, debajo del ojo izquierdo.

Águila no le preguntó a Bosch donde había estado, como si ya supiera que no iba a recibir una respuesta. Sin embargo, le ofreció el sofá de su modesta casa. Harry aceptó la invitación, pero no durmió. Se pasó la noche vigilando la ventana y dándole vueltas a todo hasta que la luz grisácea del amanecer se filtró a través de las finas cortinas blancas del salón.

La mayor parte del tiempo sus pensamientos se centraron en Lucius Porter. Bosch se imaginó el cuerpo desnudo y céreo del detective sobre la fría mesa de acero y a Teresa Corazón cortándolo con sus tijeras de podar. Pensó en las minúsculas hemorragias que ella encontraría en las córneas de los ojos: la confirmación de que había sido estrangulado. Y recordó las veces que había estado en la sala de autopsias con Porter contemplando cómo abrían a otras personas y sus despojos llenaban los desagües. En esos momentos era Lucius quien yacía sobre la mesa con un taco de madera bajo la nuca, listo para que le serraran el cráneo… Cuando empezaba a amanecer, los pensamientos de Harry se tornaron confusos y de pronto se vio a sí mismo encima de la camilla de acero mientras Teresa preparaba el instrumental para la autopsia.

Bosch se incorporó de golpe. Mientras alargaba la mano para coger su paquete de cigarrillos, se juró a sí mismo que él nunca acabaría en esa mesa. No de esa manera.

– ¿ La DEA? -preguntó Águila mientras empujaba el plato a un lado.

– ¿Qué?

Águila indicó con la cabeza el busca que llevaba Bosch.

– Sí. Quieren que lo lleve.

Bosch sabía que tenía que fiarse de aquel hombre que además, ya se había ganado su confianza con creces. No le importaba lo que dijeran Ramos o Corvo. Toda su vida Bosch había vivido y trabajado en instituciones, pero creía haber escapado a la filosofía institucional y ser capaz de tomar sus propias decisiones. Por eso resolvió que le diría a Águila lo que estaba ocurriendo en cuanto llegara el momento oportuno.

– Voy a ir allá esta mañana a ver unas fotos. ¿Quedamos más tarde?

Águila aceptó y le explicó que él iba a ir a la plaza de la Justicia para completar el papeleo oficial sobre la defunción de Gutiérrez-Llosa. Bosch quiso contarle lo de la pala con el mango nuevo que había visto en EnviroBreed, pero pensó que era mejor no hacerlo. Sólo iba a explicarle lo de la noche anterior a una persona.

Permanecieron un rato en silencio Bosch con su café y Águila con su té.

– ¿Ha visto alguna vez a Zorrillo? ¿En persona?

– Sí, de lejos.

– ¿Dónde? ¿En una corrida?

– Sí, en la plaza de toros. El Papa suele ir a ver a sus toros, pero tiene un palco a la sombra cada semana. Yo sólo puedo permitirme asientos al sol. Por eso lo he visto de lejos.

– Él va con los toros, ¿no?

– ¿Cómo?

– Que quiere que ganen sus toros, no los toreros.

– No, él quiere que sus toros mueran con honor.

Bosch no estaba seguro de qué quería decir, pero lo dejó estar.

– Quiero ir hoy. ¿Podemos conseguir entradas? Me gustaría sentarme en un palco cerca de el Papa.

– No lo sé. Los palcos son muy caros. Aunque no puedan venderlos, no bajan el precio.

– ¿Cuánto valen?

– Como mínimo unos doscientos dólares. Ya le digo que es muy caro.

Bosch sacó su cartera y contó doscientos diez dólares. Dejó un billete de diez en la mesa para el desayuno y empujó el resto hacia Águila por encima del raído mantel verde. En ese instante Harry se dio cuenta de que aquello era más de lo que Águila ganaba en una semana de seis días y deseó no haber tomado tan rápido una decisión que a su colega le hubiese llevado varias horas de cuidadosa consideración.

– Quiero un palco cerca de el Papa.

– Piense que habrá muchos hombres con él. Estará…

– Sólo quiero verlo, eso es todo. Compre las entradas y no se preocupe.

Al salir del restaurante, Águila anunció que iría a la plaza de la Justicia a pie, ya que estaba a pocas manzanas de allí. Cuando se hubo marchado, Bosch se quedó esperando a Ramos en la acera. Entonces consultó su reloj y vio que eran las ocho de la mañana; la hora en que debía haberse presentado en el despacho de Irving. Harry se preguntó si el subdirector ya habría tomado medidas disciplinarias contra él; seguramente lo castigaría poniéndolo a trabajar en una mesa en cuanto volviera a la ciudad.

A no ser que… A no ser que volviera con todo solucionado. Ésa era la única forma de enfrentarse a Irving. Bosch sabía que tenía que regresar de México con todo atado y bien atado.

En ese instante Harry cayó en la cuenta del riesgo que representaba estar allí parado, como un blanco perfecto, de modo que regresó al restaurante y esperó a Ramos junto a la puerta de entrada. En varias ocasiones, la camarera se le acercó, lo saludó efusivamente y se marchó. Bosch dedujo que debía de tratarse de los efectos de la propina de tres dólares que había dejado.

Ramos tardó casi una hora en llegar. Como Bosch no quería dejar su coche, le dijo al agente que lo seguiría. Ambos condujeron hacia al norte por López Mateos, torcieron al este en la rotonda del círculo Benito Juárez y se adentraron en un barrio lleno de almacenes sin rótulos. Finalmente entraron en un callejón y aparcaron detrás de un edificio completamente cubierto de pintadas. Ramos salió de su viejo Chevrolet Cámaro con matrícula mexicana y miró a su alrededor de manera furtiva.

– Bienvenido a nuestra modesta oficina federal -le dijo.

Dentro no había nadie; se notaba que era domingo. Ramos encendió la luz y Bosch vio unas cuantas filas de mesas y archivadores. Al fondo había dos armarios para armas y una caja fuerte de dos toneladas para guardar pruebas.

– Voy a ver lo que tenemos mientras tú me cuentas lo de anoche. ¿Estás seguro de que intentaron matarte?

– Como que me llamo Hieronymus Bosch.

La verdad era que el atentado apenas había dejado rastro, ya que la venda que Bosch se había puesto en el corte del cuello quedaba cubierta por la camisa, y la de la palma de la mano derecha no se notaba demasiado. Harry le contó a Ramos la historia del disparo en el hotel sin omitir detalle, incluido el casquillo que había encontrado en la habitación 504.

– ¿Y la bala? ¿Se puede recuperar?

– Debe de seguir incrustada en la cabecera de la cama. No me quedé a comprobarlo.

– No, apuesto a que saliste a toda leche a avisar a tu colega, el mexicano. Bosch, te repito que tengas cuidado. Puede que sea buen tío, pero no lo conoces. A lo mejor fue él quien lo organizó todo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Hielo negro»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Hielo negro» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Michael Connelly - The Wrong Side of Goodbye
Michael Connelly
Michael Connelly - Murder in Vegas
Michael Connelly
Michael Connelly - The Crossing
Michael Connelly
Michael Connelly - The Drop
Michael Connelly
Michael Connelly - The Fifth Witness
Michael Connelly
Michael Connelly - Nueve Dragones
Michael Connelly
Michael Connelly - Cauces De Maldad
Michael Connelly
Michael Connelly - Cmentarzysko
Michael Connelly
libcat.ru: книга без обложки
Michael Connelly
Michael Connelly - The Scarecrow
Michael Connelly
Отзывы о книге «Hielo negro»

Обсуждение, отзывы о книге «Hielo negro» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x