Mitch se sentó en silencio, esperando averiguar que tenía todo eso que ver con él.
– Una de las cosas que hizo Landry que lo distingue de otros escritores en el género era examinar casos abiertos, por lo general los más antiguos, fríos. Si los resolvía, escribía un libro sobre él. Más de una vez, nos entregó información o pruebas a nosotros o a los organismos locales encargados de hacer cumplir la ley, lo que ayudó a conducir a un arresto y condena. Él era un tipo bastante agudo.
– Debió serlo. -Mitch todavía se preguntaba.
– Estuve allí el día que fue asesinado. Pasé algún tiempo con su hija… ¿te mencione que tenía una hija? -John lo miró a través del escritorio.
– No, pero sé que vas a decírmelo.
John se rió.
– Hemos trabajado juntos demasiado tiempo, Mitch. Recibí una llamada de Regan Landry -que es la hija- esta mañana. Ella ha estado revisando los archivos de su padre las últimas semanas, organizando las cosas y todo eso, pensando en vender su casa. No me sorprende. Es una hermosa propiedad la que tenía, pero Josh fue asesinado allí. Supongo que echó a perder realmente todos los buenos recuerdos que ella podría haber tenido del lugar. De todos modos, me contó que revisó algunas cajas y encontró algunas notas de Josh hechas sobre el Estrangulador de Bayside. ¿Lo recuerdas?
– No tengo que recordarlo. Cada vez que pongo las noticias, oigo hablar de otro asesinato que se atribuye a un imitador del Estrangulador allá arriba en un pueblo de la costa de Jersey. Al menos, la última vez que lo oí, todavía sospechaban que era un imitador.
– Correcto. Esa es la versión oficial. Bueno, parece que Regan tiene cierta correspondencia del verdadero Estrangulador que fue escrita a su padre años atrás, así como algunas notas que Josh hizo que Regan no está segura de cómo interpretar. Ella piensa que pueden de alguna manera estar relacionadas con un antiguo caso. Me gustaría que hagas un viaje hasta allí -la granja Landry está justo fuera de Princeton- y revises lo que ella tiene. Si Josh tenía algo en sus archivos podría ayudar a identificar al original Estrangulador, ¿quién sabe? Tal vez podría conducir al asesino que trata de seguir sus pasos.
– Si tiene información sobre el Estrangulador de Bayside, ¿no debería ponerse en contacto con el departamento que investiga esos asesinatos recientes?
– Ella ha llamado el jefe de policía allí en Bowers Inlet varias veces, pero él no le ha devuelto su llamada. Por lo que creo que está implicado en una situación que es demasiado difícil para que trate con ella, así que no llama al escritor porque, oye, es tan sólo un escritor y lo que necesita no es más publicidad, sino unos pocos clientes potenciales.
– Eso es una gran suposición, John.
John asintió.
– Puede ser injusto, seguro. Pero he visto al jefe local en la televisión. Parece que está tratando de controlar las cosas, pero mi impresión es, que está agobiado. Mencionó en el Today Show que tiene un detective. Un detective, y todos estos cuerpos. Piensa en ello.
Mitch lo hizo. Él no envidiaba al jefe de policía que tenía que tratar de rastrear a un asesino múltiple con sólo un pequeño departamento y un detective.
– ¿Entonces…?
– Entonces te envío a examinar el papeleo de Josh Landry y ver si puedes encontrar algo allí que quizás arroje alguna luz sobre el caso.
– ¿No es más lógico enviar a un agente al lugar de los hechos y darles otro par de manos y ojos?
– Eso es lo próximo en mi agenda. -John entregó a Mitch una tarjeta de visita-. Aquí está el número de teléfono de Regan Landry y la dirección. Llámala y déjale saber que pasarás mañana. Yo ya le dije que enviaría a alguien, le dices que eres tú.
– Está bien. -Mitch tomó la tarjeta y se paró-. Debería saber después de un día más o menos si hay algo ahí.
– Bien. Esperaré tener noticias de ti, -dijo John-. Oh, y cuando salgas, dile a Eileen que localice a Rick Cisco y lo ponga en la línea.
***
Eran casi las diez p.m. cuando Mitch apagó la luz en su oficina y reunió el archivo que contenía la información acerca de Josh Landry que había impreso de Internet. El pasillo se extendía largo y tranquilo mientras avanzaba hacia el ascensor. Una luz se derramaba por la puerta de una oficina cinco puertas bajo la suya. Golpeó con sus nudillos en el marco y miró hacia adentro.
– ¿Estás casi listo? -Preguntó.
Rick Cisco alzó la vista de su escritorio, donde una resma de papel sobresalía de un grueso archivo.
– Casi. ¿Te vas?
– Sí. Pienso detenerme en Henry's por una cerveza camino a casa. ¿Quieres acompañarme?
– Necesito unos diez minutos más.
– Claro. -Mitch dejó su maletín en el piso y se dejó caer en la única silla de visitas.
– Tengo un par de cosas que quiero imprimir… -La atención del agente estaba centrada en la pantalla de su computador-. Salgo para Nueva Jersey a primera hora de la mañana y quiero informarme sobre ese caso.
– Déjame adivinar. Se te asignó el Estrangulador de Bayside.
– Sí. ¿Cómo lo sabes?
– Mancini insinuó anteriormente que iba a enviar a alguien a trabajar con la policía, justo antes de que le pidiera a Eileen que te localizara.
– Debe ser un caso interesante. -Rick se levantó y se inclinó sobre su escritorio para abastecer de nuevo el suministro de papel en la impresora-. Hablé con el jefe de policía de allí hoy. Ellos evidentemente tienen un lío en sus manos. Cuerpos acumulándose, sin testigos, sin sospechosos. Han descubierto muy poca evidencia. Este tipo ha sido muy, muy cuidado, en todo. Ha dejado muy poco atrás. Ni semen, ni saliva, ni sangre.
– ¿Huellas digitales?
– Están tratando de levantarlas de la piel de las víctimas… todas las victimas fueron estranguladas manualmente, pero ha sido difícil. Enviaron las impresiones a nuestro laboratorio, para ver si podemos conseguir algo utilizable. -Rick se sentó y golpeó la tecla imprimir y miró las primeras hojas de papel atravesar el mecanismo de alimentación antes de girar a Mitch-. Por supuesto, si no hay copias en los archivos que coincidan, no nos ayuda mucho en este punto.
– Ya, me dirijo a Nueva Jersey, también, y casualmente, mi asignación está relacionada con la tuya, aunque estoy seguro de que no será tan interesante. Voy a repasar los documentos de un escritor que puede haber recibido algunas cartas del Estrangulador de Bayside. El original. El verdadero. Sea como sea, que queramos llamarlo.
Mitch puso al corriente a Rick con la información que había recibido de Regan Landry cuando la había llamado esa tarde.
– ¿Y que obtuvo en los archivos que el FBI tiene que mirar? -Preguntó Rick.
– Ella dice que tiene un montón de notas que su padre había hecho y algunas cartas de alguien que afirma ser el estrangulador.
– ¿Por qué se habría puesto en contacto con un escritor?
Mitch se encogió de hombros.
– ¿Quién sabe? Sospecho que esa es uno de las cosas que averiguaré. No es tan emocionante como trabajar directamente en un caso de un asesino en serie, sin embargo.
– No sabría decirte. -Rick sonrió abiertamente-. ¿Has visto a Regan Landry?
– No
– Bueno, yo sí. Estuvo en uno de esos show de noticias de la mañana hace no demasiado tiempo.
– ¿Y…?
– Baja y dulce, guapa. Interesante cara. Mucho pelo rubio largo rizado y muy bien tomado, si mal no recuerdo. E inteligente. Ella se mostró como si fuera real, realmente inteligente. -Rick se paró y guardó el material impreso en el expediente, que se metió bajo el brazo.
– Bueno, veremos qué tan inteligente es cuando empecemos a revisar las notas de su padre. -Mitch siguió a Rick a la puerta y apagó la luz-. Sigo pensando que conseguiste el mejor trato, después de todo. No he tenido un buen caso de asesino en serie desde hace mucho tiempo.
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