Rex Stout - Los Amores De Goodwin
Здесь есть возможность читать онлайн «Rex Stout - Los Amores De Goodwin» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.
- Название:Los Amores De Goodwin
- Автор:
- Жанр:
- Год:неизвестен
- ISBN:нет данных
- Рейтинг книги:3 / 5. Голосов: 1
-
Избранное:Добавить в избранное
- Отзывы:
-
Ваша оценка:
- 60
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Los Amores De Goodwin: краткое содержание, описание и аннотация
Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Los Amores De Goodwin»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.
Los Amores De Goodwin — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком
Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Los Amores De Goodwin», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.
Интервал:
Закладка:
– Como usted quiera -dijo penosamente Ash-, Pero sí quieren, ustedes que Wolfe se salga con la suya, dejando que califique de imbécil a uno de sus subordinados y permitiendo que le atropello físicamente en su oficina…
– No me importa un pito que se salga con la suya- dijo Hombert-. Lo único que me interesa es que se resuelva este caso, y si no ocurre pronto tal cosa, bien podrá ocurrir que deje de tener subordinados. Vuelva a su trabajo y telefonéeme sí hay novedad.
– Sí, señor -dijo Ash, y al pasar por delante de Wolfe añadió dirigiéndose a éste-: Algún día le ayudaré a usted a perder algunos kilos.
Volví a mi silla. Skinner se había vuelto a sentar y Hombert miraba a la puerta que se había cerrado tras el inspector; se pasó luego los dedos por los cabellos, se instaló en su silla, detrás de la mesa y cogió un teléfono:
– ¿Balley? Coja la orden de detención de Nero Wolfe como testigo y anúlela. Ahora mismo. Sí, anúlela y mándemela.
– Y la orden de registro -apunté yo.
– Sí, también la orden de registro de su casa. Anúlela también y mándemelas ambas. Ya está usted complacido -le dijo a Wolfe-. Diga ahora, ¿qué sabe usted?
Wolfe suspiró profundamente. Una mirada superficial podía dar la impresión de que había recobrado la calma, pero mi ojo experto, al verle golpetear el brazo de la silla, se persuadió de que estaba aún lleno de agitación.
– Primero -murmuró- quisiera saber una noticia. ¿Por qué fue relevado y cayó en desgracia el señor Cramer?
– No lo ha sido.
– ¿Cómo lo llaman ustedes a esto, pues?
– Oficialmente, cambio de decoración, porque perdió la cabeza sin considerar la calidad de la gente complicada y echó sobre si una carga superior a la que puede soportar el departamento. Tanto si se quiere como si no, se impone siempre el sentido de las proporciones. No se puede tratar a ciertas personas como si fuesen pilletes de ribera.
– ¿De dónde procede la presión para tal caso?
– De todas partes. Jamás vi cosa parecida. No doy nombres. Pero de todas maneras, no fue éste el único motivo. Es que Cramer no daba una. Por vez primera desde que le conozco, estaba desconcertado. En una conferencia, que sostuvimos ayer por la mañana, no pudo ni enfocar el problema inteligentemente. Tiene la mente absorta en un solo aspecto de él y no sabe ni pensar ni hablar de otra cosa: este famoso cilindro desaparecido, que pudo estar o no en la caja de cuero que Boone le dio a la señorita Gunther antes de ser asesinado.
– ¿El señor Cramer estaba concentrado en esto?
– Sí, tenía a cincuenta hombres buscándolo y quería dedicar a ello otros cincuenta.
– Y ¿éste fue uno de los motivos de su destitución?
– Sí, de hecho la razón principal.
– ¡Vaya, entonces usted también es un imbécil! No sabía yo que el señor Cramer hubiese pensado en esto, y ello hace redoblarse la admiración y el respeto que le profeso. El encontrar ese cilindro no será quizá nuestra única esperanza, pero es la mejor que podemos acariciar. Si no aparece, hay muchas probabilidades de que no detengamos nunca al asesino.
– ¡Ahora si que dice usted la verdad, Wolfe! -gruñó Skinner-. Ya sospechaba que todo eran fuegos de artificio. Dijo usted que le tenía ya.
– No dije tal cosa.
– Dijo que sabía quién era.
– No; dije que sabía algo que me daba una clara idea de la identidad del asesino y dije que ustedes lo sabían también, ustedes saben muchas cosas que yo no conozco. No intenten dar a entender que han echado al señor Ash y me han libertado a mí para que yo nombre al criminal y proporcione la prueba. No puedo hacerlo.
Hombert y Skinner se miraron. Se produjo un instante de silencio.
– Entonces -dijo Hombert molesto-, ¿por qué dice usted que no tiene nada que decirnos, que no sabe usted qué proponer y que no puede prestarnos ayuda?
– Les ayudo a ustedes todo lo que puedo. Estoy pagando a un hombre veinte dólares diarios para que explore la posibilidad de que la señorita Gunther rompiese aquel cilindro en mil pedazos y los echase a la, basura en Washington. Esto, Suponiendo lo peor, porque dudo de que lo destruyese. Creo que esperaba valerse de él algún día.
Hombert se removió en la silla como si la idea de perseguir un insignificante cilindro, posiblemente roto, le irritase.
– Venga -dijo con impaciencia-, díganos usted qué es lo que proporciona una idea clara de quién es el asesino. Empiece.
– No es una sola cosa.
– No me importa que sean una docena. Trataré de recordarlas. ¿Qué son?
– No, señor -dijo Wolfe.
– ¿Por qué no?
– Me fundo en el estúpido trato que han dado ustedes al señor Cramer. Si mis observaciones les pareciesen interesantes, y creo que así sucedería, se las transmitirían ustedes al señor Ash y sabe Dios qué se les ocurriría hacer. Hasta por pura chamba, podría ocurrir que sus actos condujesen a esclarecer el caso, y yo no me detendré ante nada con tal de evitar este resultado. ¿Ayudar al señor Ash a conseguir un triunfo? ¡Dios lo impida! Además -dijo dirigiéndose a Hombert- les he dado a ustedes el mejor consejo que ha estado en mi mano. Busquen este cilindro. Empleen en ello cien hombres, mil, pero encuéntrenlo.
– No pasamos por alto ese maldito cilindro. Pero diga, ¿cree usted qué la señorita Gunther sabía quién mató a Boone?
– Claro que sí.
– Naturalmente, le gustó a usted el curso de los acontecimientos -intervino Skinner-. Si la señorita Gunther sabía quién era el criminal y éste era de la A.I.N., nos lo habría entregado en bandeja. Sólo cabe ahora que sea uno de los otros cuatro: Dexter, Kates o las señoras Boone.
– En absoluto -contradijo Wolfe.
– ¡Claro que sí!
– No -dijo suspirando Wolfe-. Están ustedes desdeñando el detalle principal. ¿Cuál ha sido la característica más sobresaliente de este caso durante toda la semana? Que el público, el pueblo, ha procedido a juzgar, como siempre, sin esperar siquiera a que se produjese una detención y sin disensión alguna, ha sentenciado no a una sola persona, sino a una corporación. Esto es lo notable, El tallo dice que la A.I.N. asesinó a Cheney Boone. Supongo que supiese que era el joven Erskine. ¿Le habría denunciado? No: ella estaba entregada en cuerpo y alma a los intereses de la O.R.P. Veía la ola de indignación y rencor contra la A.I.N. que iba creciendo en fuerza e intensidad. Se daba cuenta de que si esta marea se prolongaba algún tiempo, resultaría en desacreditar completamente a la A.I.N. a sus propósitos, iniciativas y objetivos. Era lo bastante inteligente para calcular que si se detenía a un individuo con buenas pruebas, fuese quien fuese, la mayor parte de este rencor contra la A.I.N. y se desviaría de ésta para recaer en él. ¿Qué haría? -prosiguió Wolfe-. Si contaba con pruebas contra el señor Erskine, o contra cualquier otra persona, las suprimiría, pero no las destruirla, porque no quería que el criminal escapase al final a su castigo. Las pondría en un lugar donde no se las pudiese descubrir, pero de donde ella las pudiese retirar y exhibirlas cuando llegase el momento, que sería cuando la A.I.N. estuviese lo bastante perjudicada. No hace falta siquiera presumir que fuese la lealtad a la O.R.P. su motivo principal. Supongan que fuese la devoción personal al señor Boone y su deseo de vengarle. La mejor venganza, la perfecta, sería emplear su muerte para causar el fracaso y la destrucción de la organización que le había odiado y había intentado aniquilarle. En mi opinión, la señorita Gunther era capaz de ello. Era una joven muy notable, pero cometió la falta de dejar enterar al asesino de que ella conocía su identidad, y lo pagó con la vida. De todas maneras, observen ustedes que también su muerte sirvió al mismo propósito. En las dos últimas jornadas, la ola de odio contra la A.I.N. ha crecido inimaginablemente. Se está introduciendo en lo hondo de los sentimientos del pueblo y dentro de poco será imposible de extraerla de allí. No, señor Skinner, la señorita Gunther, aun conociendo la identidad del asesino, no quería destrozar a mis clientes. Además, yo no tengo a ninguna persona por cliente. Mis cheques vienen de la A.I.N., la cual, por carecer de encamación, no puede cometer crimen alguno. Y hablando de cheques. Ya habrá usted visto el anuncio de la A.I.N. que ofrece cien mil dólares a quien descubra al asesino. Podría usted indicar a sus hombres que quien encuentre el cilindro perdido, podrá conseguir la recompensa.
Читать дальшеИнтервал:
Закладка:
Похожие книги на «Los Amores De Goodwin»
Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Los Amores De Goodwin» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.
Обсуждение, отзывы о книге «Los Amores De Goodwin» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.