Bajaron las escaleras y salieron a la calle. Estaba desierta pero los guardias de Bullock vigilaban las dos entradas. Ranulfo seguía justificando lo que había hecho cuando escucharon un grito a sus espaldas. Corbett se volvió. Moth, con el cabello ondulante al viento, se había escapado de sus capturadores y corría en silencio a su encuentro. Había cogido una ballesta de algún sitio. Corbett vio horrorizado que se levantaba para disparar: echó a Ranulfo a un lado, pero mientras lo hacía escuchó un chasquido, vio el odio en el rostro de Moth y supo que había calculado mal. Demasiado tarde. El cuadrillo le alcanzó en la parte superior del pecho. El cuerpo de Corbett se retorció de dolor y se tambaleó hacia atrás. Ranulfo corría ahora en busca de Moth con la daga desenvainada. Corbett cayó de rodillas. Vio cómo Ranulfo se movía con rapidez, ejecutando el baile macabro de un luchador callejero nato. Se encontró frente a Moth. Se cambió rápidamente la daga de mano, se echó a un lado y mientras lo hacía hundió la hoja en el estómago del sordomudo. Ranulfo entonces se dio la vuelta, desenvainó la espada y la blandió limpiamente sobre el cuello de Moth. A Corbett ya todo le daba igual: el dolor era inaguantable. Pudo saborear la sangre al fondo de su garganta. La gente corría hacia él, lentamente, como en un sueño. Maeve estaba allí, con la pequeña Eleanor colgando de sus faldas.
– No deberías estar aquí -le susurró-. Pero, como siempre -añadió-, yo tampoco.
Y cerrando los ojos, sir Hugo Corbett, el guardián del Sello Secreto del rey, se desplomó sobre el suelo de guijarros cubiertos de barro de la ciudad de Oxford.
Es cierto que existió un Sparrow Hall en Oxford, pero desapareció hace mucho tiempo y tan sólo figura como una nota a pie de página en la historia de aquella universidad. La universidad y la ciudad de Oxford apoyaron a De Montfort durante la guerra civil de 1260. El rey Eduardo I profesó hasta el día de su muerte un odio profundo por la memoria de su enemigo muerto: como en esta novela, luchó implacablemente por acabar con cualquier aprobación concedida a la causa del «martirizado» De Montfort
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[1]En Oxford y en otras universidades, los estudiantes commoners eran los que pagaban la comida y otros gastos de manutención sin recibir ningún tipo de beca por parte de la institución u otra fundación. (N. de la T.)
[2]El autor establece un juego de palabras entre bullock, «toro castrado», y bollock, que proviene de la palabra hall «bola» y que en lenguaje coloquial significa «bolas, pelotas». (N. de la T.)
[3] Beltane: antiguo festival céltico que se celebraba el primer día de mayo en Escocia e Irlanda. (N. de la T.)