Lisa Scottoline - Falsa identidad

Здесь есть возможность читать онлайн «Lisa Scottoline - Falsa identidad» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Falsa identidad: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Falsa identidad»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Sólido thriller judicial, sobre una mujer acusada del asesinato de su marido. Penetrante análisis de la corrupción, trama impredecible; una lectura tensa, irónica, por una autora que ya es más que un valor ascendente. La aparición de una supuesta hermana gemela de la acusada da un giro inesperado.

Falsa identidad — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Falsa identidad», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¿Oyó alguien todo esto, aparte de usted y su compañero?

– Por allí no había nadie más.

– ¿Hizo la señorita Connolly su confesión a gritos?

– No -saltó McShea con aire burlón-. La gente no suele pregonar a los cuatro vientos que ha cometido un asesinato. Lo dijo en un tono más bajo del normal.

Bennie intentó imaginárselo.

– Tendrá que echarme una mano para que lo comprenda, agente McShea. ¿Verdad que ha declarado usted que con la ayuda del agente Reston habían tenido que dominarla?

– Sí.

– Pues imagino que tendría el rostro contra la acera y las manos atrás mientras intentaban esposarla, ¿es así?

– Sí.

– También ha declarado que ella se resistía y pegaba patadas, ¿me equivoco?

– No.

– Y ha declarado que usted se encontraba de pie junto a ella, enfrentándosele, ¿correcto?

– Sí.

– Y usted gritaba: «Túmbese, túmbese».

– Sí.

– Así pues, ¿cómo oyó la susodicha confesión de Alice Connolly si su tono era más bajo de lo normal?

McShea se calló un momento.

– Bueno, tal vez un poco más alto que eso.

– ¿Mucho más alto?

– Lo suficiente para oírlo.

– ¿Lo suficiente para que lo oyeran los vecinos?

– No tanto.

Bennie se rascó la cabeza, buscando un golpe de efecto.

– Estoy confundida, agente McShea. Hace un momento ha declarado que Alice confesó en un tono más bajo del normal. Ahora dice que lo hizo en un tono normal. ¿En qué tono lo hizo, agente McShea?

– Normal.

– ¿Lo suficientemente normal para que usted lo oyera, pero no lo suficientemente normal para que lo oyeran otros aparte de usted y su compañero?

– Protesto, señoría -dijo Hilliard, y el juez Guthrie se inclinó hacia delante.

– Se acepta.

Bennie ya no podía insistir. Tenía que citar a los vecinos de Winchester para la defensa.

– ¿Era usted amigo del inspector Della Porta, agente McShea?

– Nos conocíamos.

– ¿Mucho?

– Nos encontrábamos en los actos que organizaba la policía y tal. Antes de que le ascendieran a inspector y le trasladaran.

– Ha dicho «Le ascendieran y le trasladaran». ¿Sabe usted en qué distrito se encontraba antes?

– En el Undécimo, creo.

– ¿Ha trabajado alguna vez en el distrito Undécimo, agente McShea?

– No, siempre estuve en el Veinte. En el barrio donde me crié.

– ¿Era también amigo del inspector Della Porta su compañero, el agente Reston?

– Sí.

– ¿Sabe usted si el agente Reston ha trabajado siempre en el Veinte?

– No.

– ¿Le trasladaron allí?

– Sí.

– ¿De dónde venía?

– Del undécimo.

Bennie reflexionó sobre lo que acababa de oír.

– ¿De modo que el inspector Della Porta y su compañero, Art Reston, habían trabajado en el Undécimo?

– Sí.

Bennie dudaba. Consideraba una locura intentar sacar a colación una confabulación en la sala, sobre la marcha, pero no tenía otra opción. Si estaban metidos en algo sucio, todo había empezado en el distrito Undécimo, y de ser cierto, habrían seguido con ello.

– ¿Fue alguna vez a ver al inspector Della Porta a su casa, agente McShea?

– Creo que dio una fiesta. O un par de ellas. De eso ya hace tiempo.

– ¿Cuántas fiestas?

– No lo recuerdo, fue hace tiempo.

– ¿No ha declarado usted que reconoció el número de la casa del inspector Della Porta cuando lo oyó por radio?

– Sí.

– Por lo tanto, tenía que haber asistido a varias fiestas para recordar el número y la casa, ¿no es así?

– Protesto -dijo Hilliard pero Bennie levantó las manos con gesto de súplica.

– Se trata de insistir en la pregunta, señoría.

– Se acepta la protesta -dictaminó el juez Guthrie, y acto seguido se puso a examinar unos papeles.

Bennie miró al jurado. La bibliotecaria parecía afectada de nuevo y el realizador de vídeo miraba con disimulo al juez. Éste jugaba una baza arriesgada. Si el jurado se percataba de la parcialidad de sus decisiones y tenía la impresión de que no llevaban a la verdad, se pondría al lado de Bennie. Decidió, por consiguiente, hacer hincapié en ello. No tenía otra forma de enfrentarse al juez.

– El jurado tiene derecho a comprender la relación existente entre el inspector Della Porta, el agente McShea y el agente Reston, señoría.

– ¡No existe tal relación! -protestó Hilliard.

– Lo plantearé de otra forma -dijo Bennie-. El jurado tiene derecho a comprender la relación, si es que la hubo, entre esos tres agentes de policía.

– Aceptada la protesta -sentenció de nuevo el juez Guthrie. Acto seguido, levantó un poco la cabeza del índice abierto que tenía ante él y, por primera vez desde el inicio del interrogatorio de Bennie, la miró directamente a los ojos. A ella le dio la impresión de que pretendía hacerle una advertencia. ¿Para su bien? ¿Para el de él? Fuera como fuera, no iba a prestarle atención.

– Gracias, señoría -dijo Hilliard, tomando asiento, y Bennie se volvió hacia el testigo.

– Voy a cambiar de tema, agente McShea. Explique, si es tan amable, al jurado cuáles son sus deberes como agente de policía uniformado en activo.

– ¿A qué se refiere? -preguntó McShea, en tono precavido, y Bennie se metió las manos en los bolsillos.

– Me refiero a qué es lo que hace usted como policía.

– Proteger a los ciudadanos contra la delincuencia y hacer cumplir la ley.

– ¿Qué tipo de leyes?

– Contra el robo, el asesinato y el hurto de vehículos.

– ¿Eso incluye también la legislación contra el consumo y la venta de drogas?

– Protesto -dijo Hilliard, medio levantándose, apoyando los brazos en la mesa de la acusación-. ¿Qué relación pueden tener los deberes del agente McShea con un caso de asesinato?

Bennie miró directamente al juez Guthrie.

– El fiscal, en su exposición, ha presentado las referencias del agente McShea como policía, como padre, como marido e incluso como Papá Noel. La defensa tiene derecho a investigarlo, ya que se ha abierto esta puerta. Es una simple pregunta, señoría.

– Yo no le veo la lógica, señoría -dijo Hilliard, echando una mirada al jurado.

El juez Guthrie levantó la vista por encima de sus gafas.

– Puede investigarlo dentro de unos límites muy precisos, señorita Rosato.

– Gracias, señoría -respondió Bennie, y se volvió hacia el testigo-: ¿Hace cumplir usted la legislación en cuanto a drogas en su distrito, agente McShea?

– Sí.

– ¿Qué tipo de drogas?

– Marihuana, cocaína, crack, heroína. Metanfetamina, PCP, Éxtasis… ¿Debo seguir?

Bennie negó con la cabeza.

– Es suficiente. ¿Ha detenido usted alguna vez a alguien por consumo o venta de este tipo de drogas, agente McShea?

– Sí.

– ¿Se ha incautado alguna vez de drogas en relación con las citadas detenciones?

– Sí.

– ¿Se ha incautado en alguna ocasión de dinero en relación con dichas detenciones?

– ¡Protesto! -dijo Hilliard, levantándose y cogiendo las muletas-. Esto va mucho más allá de un interrogatorio pertinente, señoría.

El juez Guthrie asintió.

– Estoy de acuerdo, se acepta la protesta. Sírvase pasar a la siguiente pregunta, señorita Rosato.

– Sí, señoría. -Bennie se volvió hacia el testigo, dispuesta al ataque-: Le haré una última pregunta, agente McShea. ¿Estaba usted al corriente de que el inspector Della Porta estaba confabulado con otros agentes de policía para la venta de drogas incautadas?

– ¡Protesto! -retumbó la voz de Hilliard, ya de pie con la ayuda de las muletas.

– ¡Se acepta! -dictaminó el juez Guthrie, y las gafas estuvieron a punto de resbalarle de la nariz. Miró encolerizado primero a Bennie, luego al jurado y finalmente a la tribuna, situada al otro lado de la mampara blindada. El público empezó a charlar, los dibujantes hacían sus esbozos a toda velocidad y los periodistas no dejaban el bolígrafo-. ¡Orden! ¡Orden! -gritó, revolviendo entre los papeles en busca del mazo, para luego renunciar a todo-. ¡Orden en la sala! ¡Orden! -El juez se volvió hacia Bennie-: Si vuelve a formular una pregunta de este tipo sin establecer una base adecuada, señorita Rosato, la acusaré de desacato al tribunal. ¿Me ha entendido?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Falsa identidad»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Falsa identidad» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Ruth Rendell - Falsa Identidad
Ruth Rendell
Lisa Scottoline - Save Me
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Look Again
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Think Twice
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Daddy's Girl
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Devil's corner
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Dead Ringer
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Killer Smile
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Mistaken Identity
Lisa Scottoline
Lisa Scottoline - Legal Tender
Lisa Scottoline
Отзывы о книге «Falsa identidad»

Обсуждение, отзывы о книге «Falsa identidad» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x