Harlan Coben - Alta tensión

Здесь есть возможность читать онлайн «Harlan Coben - Alta tensión» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Alta tensión: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Alta tensión»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Myron Bolitar siempre ha soñado con la voluptuosa mujer fatal que acaba de entrar en su despacho para pedirle ayuda. Tiene unas curvas de locura, pero está embarazada de ocho meses, y eso pone fin a todas las posibles fantasías de Bolitar. La antigua estrella del tenis Suzze T y su marido, Lex, una estrella del rock, son clientes, y a lo largo de los años Myron ha negociado multitud de contratos para la preciosa pareja. Pero ahora Lex ha desaparecido y la muy embarazada Suzze llora, convencida de que los rumores colgados en la red poniendo en duda la paternidad del bebé hayan alejado al hombre que ella jura es el padre de su hijo.
“Harlan Coben es el maestro moderno del “agárrate y no te menees” desde la primera página, para dejarte completamente noqueado en la última.” Dan Brown

Alta tensión — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Alta tensión», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Herman Ache era demasiado astuto para no saber que Win se traía algo entre manos, pero no le importaba. Era una buena ocasión para jugar en Ridgewood; una oportunidad poco frecuente, incluso para el más rico y más poderoso de los jefes de la mafia. Hubiese estado dispuesto a hacer cualquier cosa, incluso a caer en una trampa de los federales, si eso significaba jugar en uno de los más legendarios campos de Pine Valley.

– Gracias de nuevo por invitarme -repitió Herman.

– Es un placer.

Estaban en la salida del hoyo uno, conocido como Uno Este. No se permitían los móviles en el campo, pero Win había hablado con Myron antes de salir y ya se había enterado de la conversación entre Myron y Karl Snow. Win no estaba seguro de lo que significaba. Despejó su mente y se acercó a la bola. Soltó el aliento y partió la calle en dos con un drive de doscientos sesenta metros.

Herman Ache, que tenía un swing más feo que la axila de un mono, fue el siguiente. Su bola salió desviada a la izquierda, por encima de los árboles, y casi acabó en la ruta 17.

Herman frunció el entrecejo. Miró el palo, dispuesto a echarle la culpa.

– ¿Sabes qué? Vi a Tiger dar este mismo golpe en este hoyo en el Barclay Open.

– Sí -dijo Win-. Tú y Tiger sois prácticamente intercambiables en las salidas.

Herman Ache sonrió con sus afiladas fundas dentales. A pesar de estar cerca de cumplir los ochenta, vestía un polo de color amarillo Nike Dri-Fit y, siguiendo la última moda del golf, pantalones blancos ajustados, anchos en el dobladillo y sostenidos por un grueso cinturón negro, con una hebilla de plata del tamaño de un tapacubos.

Ache pidió un Mulligan, la repetición de la jugada, algo que Win nunca hacía cuando le invitaba alguien, y colocó otra bola en el tee.

– Déjame preguntarte algo, Win.

– Por favor, hazlo.

– Como ya sabes, soy un hombre mayor.

Ache volvió a sonreír. Intentaba actuar como un abuelo bondadoso, pero con aquellos dientes parecía un lémur. Herman Ache tenía ese tipo de bronceado, más naranja que marrón, y ese abundante pelo gris que sólo el dinero podía comprar; en resumen, llevaba un peluquín de los más caros. Su rostro no tenía ni una arruga ni se movía. Bótox. En grandes cantidades. Su piel era demasiado aceitosa, demasiado brillante, así que se parecía un poco a las figuras que Madame Toussaud creaba en sus momentos de ocio. El cuello le denunciaba. Era flaco y fofo, le colgaba como el escroto de un viejo.

– Lo sé -dijo Win.

– Y como ya sabes, me ocupo y soy propietario de una variada cantidad de empresas legales.

Cuando un hombre siente la necesidad de decirte que sus empresas son «legales», bueno, está claro que no lo son.

Win contestó con un sonido nada comprometido.

– Me pregunto si podrías considerar la posibilidad de patrocinarme para que me acepten como socio -añadió Herman Ache-. Con tus relaciones y tu nombre, si tú me patrocinases, creo que tendría muchas posibilidades de que me aceptaran.

Win se esforzó en no perder el color. También consiguió no llevarse la mano al corazón y tambalearse, aunque no fue fácil.

– Podemos discutirlo -dijo.

Herman se colocó detrás de la bola, entrecerró los ojos y estudió la calle como si estuviese buscando el Nuevo Mundo. Se acercó a la bola, se colocó junto a ella y realizó cuatro swings de práctica tremendamente lentos. Los caddies intercambiaron una mirada. Herman miró de nuevo la calle. Si esto hubiese sido una película, ahora se verían volar las manecillas del reloj, las páginas de un calendario arrastradas por el viento y las hojas volviéndose marrones, se vería caer la nieve, salir el sol y, al final, todo el paisaje de color verde.

El credo del golf número doce de Win. Es completamente aceptable ser un pésimo jugador de golf. No es en absoluto aceptable que juegues mal y seas lento.

Herman por fin ejecutó el golpe; otro golpe cerrado a la izquierda. La bola pegó en un árbol, volvió a la calle y entró en juego. Los caddies parecieron aliviados. Win y Ache hicieron los dos primeros hoyos hablando de tonterías. El golf, por naturaleza, es un juego maravillosamente egoísta. Te preocupas por tu resultado y nada más. Es algo muy bueno en muchos sentidos, pero no sirve para otra cosa que para mantener una conversación entretenida.

En la salida del tercer hoyo, el famoso par cinco con el green elevado, ambos miraron el paisaje, el silencio, el verde, la tranquilidad. Era fabuloso. Por un momento nadie se movió ni habló. Win respiraba con calma, casi con los ojos cerrados. Un campo es un santuario. Es fácil reírse, y el golf es la más sorprendente de las empresas, juega con la mente hasta de los participantes más veteranos, pero cuando Win estaba jugando en un día como el de hoy, cuando miraba la relajante extensión verde, había momentos en los que él, un agnóstico de primera, casi se sentía bendecido.

– ¿Win?

– ¿Sí?

– Gracias -dijo Herman Ache. Una lágrima asomaba por sus ojos-. Gracias por esto.

Win miró al hombre. El hechizo se rompió. No era el hombre con quien quería compartir este momento. «Sin embargo, aquí hay una apertura», pensó.

– ¿Por mi apoyo para que te admitan como socio?

Herman Ache miró a Win con la esperanza de un náufrago.

– ¿Sí?

– ¿Qué debería decirle a la junta de admisión sobre tus intereses comerciales?

– Ya te lo he dicho. Ahora soy completamente legal.

– Ah, pero conocerán tu pasado.

– En primer lugar, aquello es el pasado. Y en cualquier caso no fui yo. Deja que te pregunte algo, Win: ¿Cuál es la diferencia entre el Herman Ache de ahora y el Herman Ache de hace cinco años?

– ¿Por qué no me lo dices?

– Oh, lo haré. La diferencia es que ya no hay ningún Frank Ache.

– Comprendo.

– Todos aquellos asuntos criminales, toda esa violencia, no fui yo. Fue mi hermano Frank. Tú le conoces, Win. Frank es vulgar. Es violento y escandaloso. Hice todo lo posible por contenerle. Fue él quien causó todos los problemas. Se lo puedes decir a la junta.

Vender a su hermano para ser socio de un club de golf. Todo un príncipe.

– No estoy muy seguro de que criticar a tu propio hermano le siente bien al comité de admisiones -señaló Win-. Aquí tienen en gran estima los valores familiares.

Cambio de miradas, cambio de táctica.

– Oh, no lo estoy criticando. Mira, yo quiero mucho a Frank. Es mi hermano menor y siempre lo será. Cuido de él. ¿Sabes que está cumpliendo condena?

– Lo he oído -asintió Win-. ¿Le visitas?

– Claro, todas las semanas. Lo curioso es que a Frank le encanta estar allí.

– ¿En la cárcel?

– Tú conoces a Frank. Casi dirige el lugar. Te seré sincero. Yo no quería que él aceptase todas las culpas, pero Frank, bueno, insistió. Él quería sacrificarse por toda la familia, y como mínimo, debo asegurarme de que esté bien atendido.

Win observó el rostro y el lenguaje corporal del viejo. Nada. La mayoría de las personas creen que de alguna manera puedes adivinar cuándo un hombre te está mintiendo: que hay unas señales claras del engaño y que si aprendes a distinguirlas, puedes saber cuándo alguien dice la verdad o una mentira. Los que creen en semejante tontería se engañan. Herman Ache era un psicópata. Casi con total seguridad había asesinado, o, para ser más exactos, había ordenado asesinar a más personas de las que Frank habría matado nunca. Frank Ache era previsible: su ataque frontal se podía prever con facilidad, y por lo tanto, se podía evitar. Herman Ache trabajaba más como una serpiente en la hierba, un lobo con piel de cordero, y por consiguiente era mucho más peligroso.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Alta tensión»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Alta tensión» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Harlan Coben - Don’t Let Go
Harlan Coben
Harlan Coben - W głębi lasu
Harlan Coben
Harlan Coben - Motivo de ruptura
Harlan Coben
Harlan Coben - Tiempo muerto
Harlan Coben
Harlan Coben - Play Dead
Harlan Coben
Harlan Coben - Caught
Harlan Coben
libcat.ru: книга без обложки
Harlan Coben
Harlan Coben - The Innocent
Harlan Coben
Harlan Coben - Just One Look
Harlan Coben
Harlan Coben - Bez Skrupułów
Harlan Coben
Harlan Coben - Tell No One
Harlan Coben
Harlan Coben - Jedyna Szansa
Harlan Coben
Отзывы о книге «Alta tensión»

Обсуждение, отзывы о книге «Alta tensión» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x