Steve Berry - El Club de París

Здесь есть возможность читать онлайн «Steve Berry - El Club de París» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Club de París: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Club de París»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Cuando Napoleón Bonaparte murió en 1821, se llevó a la tumba un impactante secreto. Como emperador, había saqueado incalculables riquezas de palacios y tesoros nacionales, e incluso de los Caballeros de Malta y el Vaticano. En sus últimos días, sus captores británicos esperaban averiguar dónde se ocultaba el botín. Pero él nos les desveló nada. ¿O tal vez sí? Cotton Malone está a punto de averiguarlo cuando los problemas llaman a la puerta de su librería: un agente del servicio secreto estadounidense que terminara convirtiéndose en su aliado. Sólo igualando el ingenio de un terrorista a sueldo, frustrando un atentado catastrófico, y emprendiendo una desesperada búsqueda del legendario tesoro perdido de Napoleón, podrá Malone evitar la anarquía económica internacional. Desde Dinamarca, pasando por Inglaterra y terminando en las calles de París, Malone participa en un intenso juego de duplicidad y muerte, todo para conseguir un tesoro de valor incalculable. Pero, ¿a qué precio?.

El Club de París — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Club de París», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Subió los escalones de dos en dos y entró en una sala vacía en la que se exponían armaduras, cuchillos y espadas. Un tapiz que representaba una escena de cacería adornaba una de las paredes. Todas las vitrinas de cristal estaban selladas con cerrojos. Necesitaba un arma, así que esperaba que el museo lo entendiera. Cogió una silla apoyada en una pared y golpeó la vitrina con la pata metálica. Los fragmentos de cristal cayeron al suelo.

Malone echó la silla a un lado, metió la mano y sacó una espada corta. Había sido afilada, probablemente para que luciera mejor. En el interior de la vitrina, un pequeño cartel informaba a los visitantes de que se trataba de un arma del siglo xvi. Malone sacó también un escudo que databa del siglo xvi. Tanto la espada como el escudo estaban en excelentes condiciones. Empuñando aquellas armas parecía un gladiador dispuesto a saltar a la arena.

– Mejor esto que nada -pensó.

картинка 16

Sam corrió escaleras arriba apoyando una mano en una resbaladiza barandilla de cobre. Se detuvo a escuchar en el descansillo y luego subió el último tramo hasta la planta superior del museo. No se oía nada, ni siquiera abajo.

Avanzó con precaución, asiéndose firmemente a la barandilla con la mano derecha. Se preguntaba cuál sería su próximo movimiento. Iba desarmado y estaba aterrorizado, pero Malone quizá necesitara ayuda, igual que en la librería la noche anterior. Además, los agentes se ayudaban entre sí. Llegó a la última planta. A su izquierda, un amplio pasadizo abovedado daba a una sala con techos altos y paredes de color rojo sangre. Al frente había una entrada a una exposición titulada “La dama y el unicornio”. Sam se detuvo y observó cuidadosamente el pasadizo y la sala. Se oyeron tres disparos. Las balas tachonaron la roca a escasos centímetros de su rostro y se echó atrás. Mala idea. Llegó otro disparo. Las ventanas que tenía a su derecha, contiguas al rellano, se rompieron a causa del impacto.

– Eh -dijo una voz que era casi un susurro.

Miró a su derecha y vio a la misma mujer de antes, la que había desatado el caos con sus gritos, en el acceso a la exposición de la dama y el unicornio. Se había apartado el pelo de la cara y sus ojos eran brillantes y vivos. Tenía las manos abiertas y en una de las palmas vio una pistola. La desconocida le entregó el arma. Sam la cogió con la mano izquierda y puso el dedo en el gatillo. No había disparado desde su última visita al campo de tiro del Servicio Secreto. ¿Hacía cuatro meses, tal vez? En cualquier caso, se alegraba de tener un arma.

La mirada de Sam se cruzó con los intensos ojos de la mujer, que le indicó con un gesto que debía disparar. Respiró hondo, extendió el brazo y apretó el gatillo. En la sala roja se oyó ruido de cristales rotos. Sam disparó de nuevo.

– Al menos podrías intentar alcanzarles -susurró la mujer desde su escondite.

– Si eres tan buena, hazlo tú.

– Devuélvemela y lo haré.

XXIX

Valle del Loira

Larocque estaba sentada en el salón, contrariada por las inesperadas complicaciones que habían surgido durante las últimas horas. Thorvaldsen había partido hacia París. Al día siguiente volverían a hablar. Ahora mismo necesitaba pensar.

Había ordenado que encendieran una hoguera y la chimenea ardía ahora con una llama viva que iluminaba el lema tallado en el manto por uno de sus antepasados: “S’il vient à point, me souviendra” (Si este castillo llega a terminarse, seré recordado).

Estaba sentada en uno de los sillones tapizados. La vitrina, que contenía los cuatro papiros, se encontraba a su derecha. Solo se oía el crepitar de los rescoldos. Le habían dicho que podía nevar aquella noche. Le encantaba el invierno, especialmente allí, en el campo, cerca de todo lo que amaba.

Dos días.

Ashby estaba en Inglaterra, preparándose. Hacía meses le había encargado una serie de tareas, pues se fiaba de su supuesta experiencia. Ahora se preguntaba si había hecho bien en depositar su confianza en él. Muchas cosas dependían de Ashby. Todo, en realidad.

Larocque había esquivado las preguntas de Thorvaldsen y no le había permitido leer los papiros. No se había ganado ese derecho. Hasta la fecha, ninguno de los miembros del club lo había hecho. Aquella sabiduría era sagrada para su familia y la había recibido del propio Pozzo di Borgo, cuyos agentes robaron los documentos de entre los efectos personales de Napoleón, enviados a Santa Elena cuando el emperador partió al exilio. Napoleón se percató de su ausencia y presentó una queja oficial, pero el error se atribuyó a sus captores británicos. Además, a nadie le importaba.

Por aquel entonces, Napoleón no tenía poder. Lo único que deseaban los líderes europeos era que el otrora potentado emperador sufriera una muerte rápida y natural. Sin juegos sucios, sin ejecución. No se le podía permitir que se convirtiera en mártir, de modo que encarcelarlo en una remota isla del Atlántico Sur parecía el mejor camino para conseguir el resultado deseado. Y funcionó. Napoleón, en efecto, se desvaneció. Murió al cabo de cinco años.

Larocque se puso en pie, se acercó a la vitrina y estudió los cuatro escritos antiguos, protegidos por el cristal. Fueron traducidos hace mucho tiempo, y ella había memorizado hasta la última palabra. Pozzo di Borgo no tardó en darse cuenta de su potencial, pero vivía en un mundo posnapoleónico, en una época en que Francia sufría levantamientos constantes, desconfiaba de la monarquía y era incapaz de instaurar una democracia, así que no habían servido de mucho.

Larocque no había mentido cuando le había dicho a Thorvaldsen que era imposible saber quién los había escrito. Lo único que sabía era que las palabras tenían sentido.

Abrió un cajón que había debajo de la vitrina. En su interior guardaba las traducciones al francés del original copto. Dentro de dos días compartiría aquellas palabras con el Club de París. Revisó sucintamente las páginas mecanografiadas, reencontrándose con su sabiduría, maravillándose con su simplicidad.

La guerra es una fuerza progresiva que provoca de forma natural lo que de otro modo no habría ocurrido. El pensamiento libre y la innovación son solo dos de los numerosos aspectos positivos que genera la guerra. La guerra es una fuerza activa para la sociedad, una herramienta estabilizadora y fiable. La posibilidad de la guerra crea los cimientos más sólidos para la autoridad de cualquier gobernante, cuyo alcance aumenta en relación directa con la amenaza siempre creciente que supone el conflicto. Los individuos obedecerán voluntariamente mientras exista al menos la promesa de protección ante los invasores. Desaparecida la amenaza de la guerra, o rota la promesa de protección, toda autoridad termina. La guerra puede constatar la lealtad social de un pueblo como ninguna otra institución. La autoridad central simplemente no existiría sin la guerra y la medida en que cualquier gobernante pueda regir dependerá de la capacidad para librar la guerra. La agresión colectiva es una fuerza positiva que controla el disentimiento y fortalece la lealtad social. La guerra es el mejor método para canalizar la agresión colectiva. Una paz duradera no interesa si pretendemos mantener una autoridad central, como tampoco interesa una guerra constante e interminable. Lo mejor es la mera posibilidad de la guerra, puesto que la amenaza percibida proporciona una sensación de necesidad externa, sin la cual no puede existir ninguna autoridad central. La estabilidad perdurable puede surgir simplemente de la organización de cualquier sociedad para la guerra.

Era increíble que una mente de la antigüedad poseyera ideas tan modernas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Club de París»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Club de París» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El Club de París»

Обсуждение, отзывы о книге «El Club de París» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x