Gianrico Carofiglio - Testigo involuntario

Здесь есть возможность читать онлайн «Gianrico Carofiglio - Testigo involuntario» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Testigo involuntario: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Testigo involuntario»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El pequeño Francesco, de nueve años, es hallado muerto en el fondo de un pozo de la ciudad de Bari. Inmediatamente las investigaciones culpan a un senegalés indocumentado que vende baratijas en la playa. Las pruebas son categóricas. Parece evidente que es el autor del crimen. El juicio será un simple trámite. El acusado, condenado a cadena perpetua. Y caso cerrado. Sin embargo hay alguien dispuesto a demostrar su inocencia. Guido Guerreri, un abogado de mediocre y monótona existencia, asume la defensa del acusado más como un desafío para encauzar su vida y su profesión que como una búsqueda de justicia. Una justicia que podría llegar desde el testigo menos esperado… O que quizá no llegue jamás. Este sorprendente legal thriller a la italiana se atreve a deshacer de un plumazo los convencionalismos del género y consigue mantener en vilo al lector hasta la última página.

Testigo involuntario — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Testigo involuntario», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Me estaba diciendo que me había convertido en un hombre mediocre o que acaso siempre lo había sido. Y ella no tenía ganas de vivir con un hombre mediocre. Ya no.

Como un verdadero hombre mediocre, no encontré nada mejor que preguntarle si había otro. Contestó sencillamente que no y que, además, desde aquel instante, eso ya no era asunto de mi incumbencia.

Correcto.

La conversación no se alargó mucho y diez días más tarde estaba fuera de casa.

2

Así que me echaron -civilizadamente- de casa y mi vida cambió. No mejoró, si bien no me di cuenta enseguida.

Durante los primeros meses tuve incluso una sensación de alivio y un sentimiento casi de gratitud hacia Sara. Por el valor que había tenido y que a mí siempre me había faltado.

En definitiva, me había sacado las castañas del fuego, como se suele decir.

Había pensado muchas veces que aquella situación no podía durar y que debía hacer alguna cosa. Tenía que tomar la iniciativa, encontrar una solución, hablarle honestamente. Hacer algo.

Pero como era un cobarde no había hecho nada, aparte de aprovechar las ocasiones clandestinas que se me habían presentado.

En realidad, si pensaba en ello, las cosas que había dicho aquella mañana me quemaban. Me había tratado de mediocre y de pequeño cobarde y yo lo había encajado sin reaccionar.

Además, en los días posteriores a aquel sábado, cuando ya había ido a vivir a mi nueva casa, pensé en más de una ocasión en lo que podría haber contestado, en definitiva, para mantener un mínimo de dignidad.

Me acudían a la mente frases del tipo: «No quiero negar mi responsabilidad, pero recuerda que toda la culpa nunca es de una sola parte». Y cosas parecidas.

Afortunadamente esto sucedió sólo al cabo de pocos días, para ser preciso. Aquel sábado por la mañana permanecí en silencio y, como mínimo, evité hacer el ridículo.

Al cabo de poco tiempo lo fui dejando y dentro sólo me quedaba alguna punzada. Cuando pensaba dónde podía estar Sara en aquel momento, en lo que estaba haciendo y con qui é n se encontraba.

Era muy hábil para anestesiar aquellas punzadas y hacerlas desaparecer rápidamente. Las enviaba de nuevo hacia dentro, allá de donde habían venido, incluso más adentro, más escondidas.

Durante algunos meses llevé una vida sin orden, de soltero recién estrenado. Lo que se dice vida brillante.

Me relacionaba con compañías improbables, participando en fiestas insulsas, bebiendo más de la cuenta, fumando demasiado, etcétera.

Salía todas las noches. Quedarme solo en casa era una idea insoportable.

Tuve algunas amigas, naturalmente.

No me acuerdo de ninguna conversación mantenida con ninguna de aquellas chicas.

En medio de todo este lío, se realizó la audiencia para la separación de mutuo acuerdo. No hubo problemas. Sara se había quedado la casa, que era suya. Yo había intentado mantener una actitud digna, renunciando a llevarme los muebles, los electrodomésticos, o sea, cualquier cosa que no fueran mis libros, y tampoco todos.

Nos encontramos en la antesala del presidente del tribunal que se ocupaba de las separaciones. Era la primera vez que la veía desde que me había ido de casa. Se había cortado el pelo, estaba un poco morena y yo me pregunté dónde podía haberse puesto morena y con qui é n había ido a tomar el sol.

No fue un pensamiento agradable.

Antes que pudiera abrir la boca, ella se me acercó y me besó ligeramente en la mejilla. Esto, más que cualquier otra cosa, me dio la sensación de lo irremediable. Con treinta y ocho años recién cumplidos estaba descubriendo por primera vez que las cosas se acaban de verdad.

El presidente intentó que nos reconciliáramos, tal como mandaba la ley. Nosotros fuimos muy educados y civilizados. Habló -poco- sólo ella. Lo habíamos decidido, dijo. Era un paso que dábamos con respeto mutuo, serenamente.

Yo permanecía callado, asentía y, en aquella película, me sentía el actor secundario. Todo acabó muy deprisa, teniendo en cuenta que no había problemas de dinero, de casas, de niños.

Cuando salimos del despacho del juez, de nuevo ella me dio un beso, esta vez casi en la comisura de los labios. «Adiós», dijo.

«Adiós», dije, cuando ella ya se había girado y ya se alejaba.

«Adiós», dije de nuevo a la nada, después de fumarme un cigarrillo apoyado en la pared.

Me fui cuando me di cuenta de las miradas de los empleados que circulaban por allí.

Fuera era primavera.

3

La primavera se transformó rápidamente en verano, pero los días transcurrían siempre todos iguales.

También las noches eran todas iguales. Oscuras.

Hasta una mañana de junio.

Estaba en el ascensor, de regreso del tribunal, y subía hacia mi estudio, en el octavo piso, cuando, de repente y sin razón alguna, me asaltó el pánico.

Cuando salí del ascensor, permanecí en el rellano durante un tiempo indefinido, con la respiración jadeante, sudores fríos, náuseas, la mirada fija en un extintor. Y un miedo terrible.

– ¿Se encuentra bien, abogado?

El tono del señor Strisciuglio, empleado de hacienda jubilado, inquilino del otro apartamento del piso, mostraba perplejidad, era de preocupación.

– Estoy bien, gracias. Tengo un poco de dolor de cabeza, pero no creo que sea un problema. ¿Y usted cómo está?

No es verdad. Dije que había tenido un ligero mareo, pero que ahora ya me encontraba bien, gracias, buenos días.

Evidentemente no todo funcionaba, como iba a comprender incluso demasiado bien en los días y los meses sucesivos.

En primer lugar, al no saber lo que me había ocurrido aquella mañana en el ascensor, empecé a estar obsesionado por la idea de que pudiera ocurrir de nuevo.

Así que dejé de tomar el ascensor. Fue una elección estúpida, que contribuyó a empeorar las cosas.

Al cabo de algunos días, en lugar de estar mejor, empecé a temer que el pánico pudiera asaltarme por todas partes y a cualquier hora.

Cuando me hube preocupado bastante logré provocarme un nuevo ataque, esta vez por la calle. Fue menos violento que el primero, pero los efectos, en los días sucesivos, fueron todavía más devastadores.

Como mínimo durante un mes viví con el terror constante de ser golpeado de nuevo por el pánico. Resulta cómico, si lo pienso ahora. Vivía con el miedo de ser asaltado por el miedo.

Pensaba que cuando me ocurriera de nuevo, podría volverme loco y eventualmente también morir. Morir loco.

Esto me hizo recordar, con una desazón supersticiosa, un hecho acontecido hacía muchos años.

Estaba en la universidad y había recibido una carta, escrita en un papel cuadriculado con una grafía redonda y casi infantil.

Querido amigo, después de haber leído esta carta haz diez copias a mano y envíalas a diez amigos. Ésta es la verdadera cadena de San Antonio: si la continúas, en tu vida entrarán la fortuna, el dinero, el amor, la serenidad y la alegría; si la interrumpes, podrán acaecerte desventuras horribles. Una joven esposa que desde hacía dos años deseaba un hijo sin lograr quedarse embarazada copió la carta y la mandó a diez amigos. Tres días más tarde supo que estaba esperando. Un humilde empleado de correos copió la carta, la mandó a diez amigos y parientes y una semana más tarde ganó una gran cantidad de dinero en el juego de la primitiva.

Un profesor de instituto, en cambio, recibió esta carta, se rió de ella y la hizo pedazos. Al cabo de poco tiempo tuvo un accidente, se rompió una pierna y además fue desahuciado de casa.

Un ama de casa recibió la carta y decidió no romper la cadena. Sin embargo extravió la carta y, de hecho, interrumpió la cadena. Enfermó de meningitis a los pocos días y, a pesar de curarse, quedó inválida toda su vida.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Testigo involuntario»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Testigo involuntario» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Testigo involuntario»

Обсуждение, отзывы о книге «Testigo involuntario» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x