P.C. Cast - En El Lugar De La Diosa

Здесь есть возможность читать онлайн «P.C. Cast - En El Lugar De La Diosa» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

En El Lugar De La Diosa: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «En El Lugar De La Diosa»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La única emoción que esperaba Shannon Parker de las vacaciones de verano era hacer unas cuantas compras. Sin embargo, recibió la llamada de un ánfora antigua y se vio transportada a Partholon, donde todos la trataron como a una diosa. Una diosa muy temperamental…
Sin saber cómo, Shannon había adoptado el papel de otra, se había convertido en la encarnación de la diosa Epona. Y, aunque eso tenía una ventaja (¿a qué mujer no le gustaban los lujos?), también conllevaba un matrimonio ritual con un centauro y la amenaza de muerte a su nuevo pueblo. Además, todo el mundo la odiaba, porque pensaban que era una simple doble de su diosa.
Shannon tenía que averiguar cómo podía volver a Oklahoma sin morir en el intento, sin contraer matrimonio con un centauro y sin volverse loca…

En El Lugar De La Diosa — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «En El Lugar De La Diosa», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Yo tenía las mejillas ardiendo cuando asentí.

Alanna tenía los ojos brillantes de diversión. Se dirigió hacia ClanFintan.

– Quizá mi señor quiera unirse a nosotras. Estoy segura de que las sirvientas y yo podríamos lavarlo y arreglarlo adecuadamente, también -dijo, y prosiguió sin poder contener su alegría-: Varias sirvientas ya han dicho que se ofrecen voluntarias para la tarea.

A ClanFintan se le iluminó la cara con una sonrisa voraz, y yo me puse rápidamente en pie, con cuidado de no tropezarme con la sábana, y le di un buen puñetazo en el estómago.

Sentí satisfacción al oír que un gruñido interrumpía su risita. Él me rodeó con un brazo y me ciñó contra su costado, seguramente para que no pudiera golpearlo otra vez.

Sin mirarme, respondió:

– Creo que me bañaré en las dependencias de los guerreros. Tengo que hablar con los guardias del turno de noche antes de la ceremonia. Sin embargo, te doy las gracias por un ofrecimiento tan hospitalario -dijo, y me apretó el hombro.

– Eso es-dije yo.

Me aparté de él y seguí a Alanna hacia la puerta.

– Vamos, necesito darme un baño.

Tuve la sensación de que se estaban riendo de mí. Al pasar ante las ventanas me vi reflejada en el cristal, envuelta en una sábana arrugada, con el pelo revuelto en todas direcciones y la cabeza alta, como si quisiera salir con una gran dignidad.

Yo también empecé a reírme, y cuando llegué junto a Alanna, ella me puso el brazo sobre los hombros y las dos nos desternillamos de risa. ClanFintan me había seguido, y yo me giré a mirarlo.

– ¿De verdad se han ofrecido voluntarias para lavarlo?

– En realidad, estaban discutiendo por tener el privilegio.

Nosotras lo miramos con la cabeza ladeada, y fingimos que estudiábamos al centauro con atención. Él tenía las manos en la cintura, y nos miraba como si estuviéramos chifladas.

– Mmm, es un centauro muy guapo. ¿No te parece, Rhea? -preguntó Alanna.

– Creo que, ahora que lo mencionas, tiene una cruz ancha y fuerte, y yo puedo dar fe de su… eh… digamos que de su resistencia -dije.

Solté un gritito cuando el objeto de nuestro escrutinio se adelantó rápidamente y me tomó en brazos. Alanna se apartó de su camino y abrió la puerta. Mientras él me sacaba de la habitación, estaba refunfuñando algo como «desde luego… una buena cruz…», pero yo no podía estar segura del todo, por la risa de Alanna. Miré por encima del hombro de ClanFintan y la vi siguiéndonos, intentando sin éxito controlar sus carcajadas. Yo me abracé al cuello de ClanFintan y me sujeté fuerte. Estaba muy segura de que él iba a ocuparse de que la sábana no se me cayera.

Pronto llegamos a la puerta del baño, y los guardias nos hicieron un saludo marcial. Después, me dejó en el suelo, se despidió y se alejó por el pasillo.

Yo floté detrás de Alanna hacia los baños.

Entré al servicio mientras Alanna reunía los frascos de jabón y los cepillos, y después dejé caer la sábana al suelo y me metí al agua.

Alanna se sentó al borde de la piscina y me entregó la esponja y el frasco de jabón que tanto me gustaba.

– Parece que la noche ha ido muy bien -me dijo.

– Cariño, la noche ha sido espectacular.

Compartimos una sonrisa.

– Entonces, ¿has visto el Cambio? -me preguntó con gran curiosidad.

– Es lo más asombroso que he visto en mi vida -le dije-. ¿Tú nunca habías visto a nadie cambiar de forma?

– ¡Oh, no! -exclamó, y me miró con asombro durante un momento. Después sonrió-. Se me olvidaba que tú no puedes saber esas cosas. Hay muy pocos cambiadores de forma, y el Cambio es sagrado para ellos. Sólo pueden presenciarlo otros Sumos Chamanes, o las compañeras de los Sumos Chamanes. Después del Cambio, un Chamán puede celebrar una ceremonia o un servicio para la gente con la forma que haya adoptado, pero nunca cambia de forma en público.

– Entonces, ¿no sabías que es muy doloroso para ellos?

– ¡No!

– Ése debe de ser el motivo por el que no quieren que la gente lo vea. No quieren que los demás sepan lo mucho que sufren.

Alanna me tomó la mano enjabonada entre las suyas.

– ¿Fue tan duro para él?

Yo asentí.

– Pero me dijo que no había nada de valor que no tuviera un precio.

– ¿Y crees que la noche merecía la pena el precio que tuvo que pagar?

– Él se comportó como si la mereciera.

– Entonces, deberías creerle y no permitir que eso ensombrezca tu placer.

Hasta que no habíamos hablado de ello, no me había dado cuenta de lo mucho que me había estado molestado aquello.

– Supongo que sabe lo que hace.

– Eso parece.

Suspiré con melancolía, mientras me enjabonaba bien.

– Alanna, él es maravilloso.

– Y siente una gran devoción por ti.

– Alanna, ¿y si no es cierto? ¿Y si por la que siente devoción es por Rhiannon, y cuando averigüe quién soy yo en realidad, cambia de opinión?

La sonrisa de Alanna fue bondadosa.

– Te ama a ti.

Yo me mordí el labio.

– Quizá deberías decírselo.

– ¿Qué? -pregunté con un sobresalto-. Tú dijiste que tengo que mantener mi identidad en secreto.

– Eso era antes de que él te quisiera.

– No sé, Alanna. Lo que ha sucedido entre nosotros es demasiado nuevo.

– Tienes miedo de decirle la verdad -dijo Alanna.

– Tengo miedo de perder lo que he conseguido con él.

– Creo que subestimas al Sumo Chamán, pero también creo que eso cambiará con el tiempo. Cuando un hombre ama a una mujer, él guarda sus secretos.

Me pareció que su voz tenía un tono triste, e iba a preguntarle por qué, pero entonces, ella me dijo:

– Rhea, tienes que salir ya del baño. Debes bendecir a la gente poco después de que el sol haya subido por el cielo lo suficiente como para reflejarse en el río.

Yo salí del agua de mala gana, y me envolví en una toalla gruesa que me entregó Alanna.

– ¿Cuánto tiempo tengo?

– Lo que tardemos en ponerte el ropaje ceremonial. Debemos darnos prisa… -dijo, y me condujo hacia el tocador.

– ¿Y por qué no llamas a un par de sirvientas para que nos ayuden si nos queda tan poco tiempo?

– Anoche, cuando salí de tu habitación, Tarah vino a verme y me dijo que varias de tus sirvientas se sentían mal -dijo ella, y me sonrió con ironía-. Creo que seguramente, sólo están cansadas de atender las necesidades de todas las familias que han llegado al templo. Puse a tus doncellas a cuidar a los niños. Supongo que deberías reprenderlas por su pereza.

– De ninguna manera. Yo siempre odié cuidar niños. Deja que duerman.

– Estarán contigo durante la ceremonia. Espero que después del descanso de esta mañana, se recuperen.

Yo sonreí, pero sentí una punzada de nerviosismo.

– ¿Y qué demonios tengo que hacer? -pregunté, y comencé a maquillarme la cara mientras Alanna me cepillaba el pelo.

– Cerca de la ribera del río…

– El río Geal, ¿verdad?

– Sí. Significa «brillante». El ramal oeste, que se une con el río Geal en el Templo de la Musa, se llama…

– ¿Cal… algo?

– Calman, que significa «paloma». Juntos forman el río de la Paloma Brillante, cosa que entenderías si vieras cómo son cuando se unen. Los rápidos parecen pájaros brillantes y blancos.

– Genial. Sigue. Siento haberte interrumpido.

– Montarás a Epona… -en mi cara apareció una gran sonrisa- hasta la sagrada colina de Tor, junto al río. Allí, a lomos de la yegua, bendecirás a la gente mientras el sol bendice al río.

– ¿Tengo que decir algo en particular? ¿Alguna bendición ritual que tenga que llevar a cabo? -pregunté, con la esperanza de que Alanna me proporcionara las líneas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «En El Lugar De La Diosa»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «En El Lugar De La Diosa» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «En El Lugar De La Diosa»

Обсуждение, отзывы о книге «En El Lugar De La Diosa» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x