Ramsey Campbell - Turno de noche

Здесь есть возможность читать онлайн «Ramsey Campbell - Turno de noche» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Turno de noche: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Turno de noche»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Los ordenadores de la librería donde trabaja Woody no funcionan correctamente, aparecen errores en los catálogos y los pedidos desaparecen sin dejar rastro. La muerte por atropello de un empleado marca el inicio de la debacle: un dependiente acusa a otro de acoso sexual; otro pierde la habilidad de leer; los monitores de seguridad muestran cosas que se arrastran entre las estanterías y desaparecen antes de que nadie pueda encontrarlas…
Los húmedos y silenciosos seres que han estado merodeando en el sótano pueden ser lentos, pero son inexorables. Esta librería no es un refugio. Es la puerta hacia un infierno como no hay otro igual.
Ramsey Campbell es el maestro de la novela psicológica, por encima de Stephen King, y su talento para transmitir lo más enrevesado de la mente humana no tiene parangón en la narrativa moderna. Sus novelas han sido adaptadas a la gran pantalla en dos ocasiones: Los sin nombre de Jaume Balagueró y El segundo nombre de Francisco Plaza.

Turno de noche — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Turno de noche», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Planta las manos en la ventana y mira a través de su aliento en el frío cristal. Antes de que la niebla la oscurezca, distingue una luz difusa rondando por el aparcamiento. Ha estado tan concentrado colocando que ha olvidado estar atento a si venían los servicios de emergencia; quizá dudaba que los renegados llamaran. Se da la vuelta y alza el rostro para gritar:

– Por fin.

Woody no responde. Debe de haberse quedado dormido. Tratándose del jefe merece más descanso que el resto, y Greg se siente al mando. Ray y Angus tienen que haberle oído y parecen estar agitando sus brazos alegremente, saltando y causando un ruido sordo en cada aterrizaje, y lanzándose contra la puerta; Angus ya ha llegado a la otra. Greg puede pasar sin sus payasadas, sobre todo porque le ha distraído de lo que ocurre detrás del escaparate. Al mirar por el cristal se da cuenta de que las luces se han perdido en la niebla.

Corre hacia la entrada tan rápido que traspasa el dolor de sus hombros a la cabeza. Empuja los carros a un lado, y solo comienza a vacilar cuando llega al pavimento. ¿Qué es lo que suena igual que una gigantesca respiración en medio de la lóbrega niebla, como el vapor humeante de una bestia en busca de su presa? Al alejarse dejando un silencio expectante, entiende que solo pude haber sido el ruido de un vehículo que se ha detenido.

– ¡Aquí! -grita-. ¡Os hemos llamado!

Aparte de las tonterías de Ray y Angus, que han empezado a incomodarle más que a enfadarle, hay silencio. Supone que el conductor del vehículo está contactando con su sala de control, lejos de los oídos de Greg, pero eso puede que no ayude. Se pone las manos ahuecadas en la boca para gritar:

– ¿No me oye? Estamos aquí. La librería.

El motor resopla y al principio lo toma por una respuesta. Cuando el sonido remite teme que el conductor no lo haya oído.

– Woody, voy a por ellos -grita, señalando la niebla con ambas manos-. No parecen saber dónde encontrarnos.

Woody sigue dormido. Greg considera usar el teléfono, pero no quiere despertarlo de golpe. Además, el conductor podría alejarse durante ese tiempo precioso. No puede evitar sentirse ofendido por como Angus y, sí, Ray, le han dejado con toda la responsabilidad, pero demuestra que es capaz de sacarlo todo adelante. Bloquea la entrada con los carros y se aleja a toda prisa de la tienda, gritando a todo pulmón:

– Esperen. Voy por ustedes.

Oye una exhalación que debe de provenir de los frenos neumáticos, por enorme y ansiosa que suene.

– Eso son los frenos. ¡Espérenme ahí! -aúlla, corriendo por el asfalto. La niebla recorre el lugar como un enorme paño empapado y podrido desde el que los árboles cercanos se deshilachan; dos arbolillos y el tocón golpeado por el coche de Madeleine. Rodea el fragmento de césped crecido del que nacen los árboles. El ruido de frenos sonaba más allá de ellos, aparentemente también de los otros arbolillos que la niebla momentáneamente descubre un centenar de metros adelante, ¿o es que se ha alejado el coche en silencio?

– ¿Dónde estáis? -pregunta Greg con tal vehemencia que la niebla le escuece en la garganta-. Somos los que os llamamos. Nos habéis encontrado.

Esto parece surtir algún efecto, gracias a Dios; Greg comenzaba a preguntarse si estos tipos necesitaban una invitación. El sonido, similar a una respiración excitada se repite no demasiado lejos de su cabeza. Tiene una cualidad babosa que podría sobrevivir sin apreciar, y suena igual que si proviniera de una profundidad mayor a lo que la lógica consideraría normal; será cosa de la cada vez más lóbrega niebla. Cae el silencio, pero no antes de que localice las luces en el aparcamiento. Corre hacia ellas a tal velocidad que casi pierde pie en el resbaladizo asfalto. Las luces de un vehículo resplandecen cien metros por delante, tan difusas que son parte del lóbrego entorno más que una mera proyección sobre él. ¿Se están alejando? Media docena de pasos no le permiten verlas mejor, y no ve ninguna parte del vehículo. Abre la puerta para llamarlo, aunque se llena inmediatamente de niebla cuando las luces giran y se precipitan contra él.

¿Le va a pasar lo mismo que a Lorraine? No se lo merece; ni siquiera Lorraine lo merecía. Entonces las luces se separan y se unen con la niebla a ambos lados de Greg. Se da cuenta demasiado tarde de que no estaba en peligro. Había comenzado a huir de las luces en lugar de encararlas, y ahora no tiene ni idea del lugar desde dónde venía.

Al menos está claro que tenía derecho a sospechar. Ninguno de los desertores se ha molestado en responder a sus llamadas, o la ayuda hubiera llegado ya. Tanta supuesta solidaridad con la compañera en el montacargas, y tan poca inquietud por liberar a Woody… Greg no tiene ninguna duda de que les encantaría saber que le han hecho perderse en la niebla. Por supuesto, exagera, el complejo comercial es demasiado pequeño para que nadie se pierda demasiado tiempo. ¿Qué haría su padre en esta situación? Quedarse donde está, piensa, y mirar a su alrededor atentamente hasta reconocer algún elemento cercano. Comienza a seguir ese plan cuando de repente oye una difusa voz entre la niebla.

– Goshwow, gee and whee, keen-o-peachy…

Se ha dejado muchas consonantes por el camino, y hay poco en su tono que se pueda considerar una melodía. Ni siquiera está seguro de quién es, hasta que se da cuenta de que es Woody cantando, si se le puede llamar así entre sueños. Greg nunca hubiera imaginado que le alegrara oírle cantar; le indica que la tienda está a unos cien grados a su izquierda. En un momento, la amortiguada canción deja de sonar, pero ya no la necesita. Avanza a su encuentro, pero se detiene. ¿Qué es lo que ha resurgido para rodearlo?

Hasta el momento de dar un cauto paso adelante, creía que era meramente niebla y oscuridad. Al echar el peso sobre la otra pierna, sin embargo, el asfalto bajo el marco de niebla se oscurece y humedece. Al retirarse unos pasos, oye un amortiguado sonido de succión a su espalda. Se gira a tiempo para ver la humedad surgir del suelo hacia la niebla, y entonces se ve obligado a extender los brazos en el aire para mantener el equilibrio, pues siente el asfalto bajo sus pies hundirse en el perímetro acuoso. Se mantiene en pie, pero esa no es la solución. A su alrededor, lenta pero inexorablemente, el asfalto ha empezado a hundirse.

Se gira bruscamente, quizá lo suficiente para perturbar a la niebla, que se retira lo necesario para permitirle ver un árbol a su derecha. No ve nada más sólido. El asfalto bajo sus pies se está inclinando como la cubierta de un barco hacia una oleada de negra humedad tan larga e improbable como los límites de la niebla, la cual puede incluso ocultar parte de ella. Rezuma agua del exterior del cemento que rodea el fragmento de césped donde están plantados el árbol y sus acompañantes. Estira una mano, como si buscara un salvavidas y pega un acelerón que le deja un regusto rancio a niebla en la boca. Llega a duras penas y tosiendo al césped, y se abraza al tronco.

No es más ancho que el brazo de un niño pequeño. Bajo el descuidado césped plagado de hojas muertas, el terreno es duro, obviamente por las raíces. ¿Hay insectos o arañas en los troncos? No ha terminado de escupir niebla cuando empieza a picarle la piel. Parece como si algo similar a electricidad rondara sobre él. No hay razón aparente, no obstante. Entonces oye un vago pero punzante aullido, o zumbido, que le recuerda al de los mosquitos. Tan pronto como recupera el aliento, se precipita sobre el árbol del centro y se apoya contra el tronco, descorazonadoramente delgado.

No va a detenerse más tiempo del necesario. Los últimos minutos le han cansado tanto que no tiene ni idea de lo que ha pasado. Su confusión deja paso a pensamientos poco bienvenidos dentro de su cabeza; la imagen de estar apoyado en un árbol situado entre otros dos amenaza con convertirse en una blasfemia imperdonable. Se obliga a ponerse en pie sin apoyarse en nada, como un hombre. Mira a su alrededor minuciosamente, en busca de alguna señal de la librería, y esperando que Woody le ayude emitiendo cualquier clase de sonido, cuando un objeto le cae en la muñeca izquierda.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Turno de noche»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Turno de noche» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Turno de noche»

Обсуждение, отзывы о книге «Turno de noche» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x