• Пожаловаться

Craig Russell: Cuento de muerte

Здесь есть возможность читать онлайн «Craig Russell: Cuento de muerte» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Триллер / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

Craig Russell Cuento de muerte

Cuento de muerte: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Cuento de muerte»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El hallazgo del cadáver de una joven con una nota entre sus dedos que dice "He estado bajo tierra y ya es hora de que vuelva a casa", enfrenta al jefe de la brigada de homicidios de Hamburgo, Jan Fabel, con los designios de una mente oscura y enferma. Cuatro días después, dos cuerpos más aparecen en medio de un bosque, con unas notras entre sus manos que dicen "Hansel" y "Gretel", escritas con la misma letra roja, pequeña y obsesiva. Es evidente que los crímenes hacen referencia a los cuentos folclóricos recopilados doscientos años atrás por los hermanos Grimm. Pero los asesinatos de este cruel asesino en serie no son ningún cuento de hadas… Finalista del premio Golden Dagger, el más prestigioso del mundo en la categoría de novela criminal

Craig Russell: другие книги автора


Кто написал Cuento de muerte? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

Cuento de muerte — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Cuento de muerte», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

»Hasta que, un día, cometí otra equivocación. Una sola palabra. Una frase fuera de orden. Todavía hoy no sé cuál era, pero ella me golpeó varias veces. En ese momento, el mundo entero pareció sacudirse. Fue como un terremoto dentro de mi cabeza y todo se estremeció de un lado a otro. Recuerdo haber pensado que iba a morir. Y me puse contento. ¿Puede imaginarlo, Herr Fabel? Once años de edad y feliz de morirme. Caí al suelo y ella dejó de pegarme. Me dijo que me levantara, y yo me di cuenta de que ella temía que se le hubiera ido la mano esa vez. Pero yo traté de obedecer. En serio. Quise hacer lo que ella decía y traté de levantarme, pero no pude. Simplemente, no pude. Sentí un sabor a sangre. Estaba en mi boca y en mi nariz, y sentí que me ardían las orejas. Es ahora, pensé. Voy a morir. -Biedermeyer se inclinó hacia delante. Su mirada era firme e intensa-. Fue en ese momento cuando lo oí. Fue allí cuando oí su voz por primera vez. Al principio me asusté. Estoy seguro de que puede imaginárselo. Pero su voz era fuerte y amable y suave. Me dijo que era Wilhelm Grimm y que él había escrito esos cuentos con su hermano. Ya no estás solo, me dijo. Yo estoy aquí. Soy el cuentista y te ayudaré. Y lo hizo, Herr Fabel. Me ayudó con los cuentos que tenía que recitarle a mi mutti como castigo. Después de aquello, después de la primera vez que lo oí, jamás volví a equivocarme ni en una sola palabra, porque él me indicaba lo que debía decir.

Biedermeyer lanzó una risita, como si estuviera recordando un chiste que ninguna otra persona de la sala podía entender.

– Me volví demasiado grande para que mutti me pegara. Creo que hasta es posible que ella empezara a tenerme miedo. Pero su crueldad continuó, salvo que a partir de ese momento usaba palabras en lugar del bastón. Todos los días me decía lo inútil que yo era. Que ninguna mujer me aceptaría jamás, ninguna me desearía, porque yo era un monstruo grande y feo y porque era muy malo. Pero todo el tiempo la voz de Wilhelm me calmaba y me ayudaba. Por cada insulto que ella me arrojaba, él me tranquilizaba. Entonces, un día, paró. Yo sabía que él seguía allí, pero sencillamente dejó de hablarme y yo me quedé a solas con el veneno despiadado y malvado de mi madrastra.

– ¿Y luego él regresó para decirle que matara a Paula Ehlers?

– Sí… Sí, exacto. Y yo sabía que él seguiría hablando conmigo si lo obedecía. Pero ella era demasiado fuerte. Mi madrastra. Se enteró de lo de Paula. Me dijo que me encerrarían. Que ella tendría que soportar la vergüenza. De modo que me hizo deshacerme de Paula y no pude usarla… No pude recrear un cuento con ella.

– Mierda… -Werner hizo un gesto de incredulidad con la cabeza-. ¿Su madrastra sabía que usted había secuestrado y asesinado a una colegiala?

– Y hasta me ayudó a esconder el cuerpo… Pero, como he dicho, ya volveremos a ello. Por el momento, quiero que entiendan que yo tenía una vocación, y ella la frustró. Impidió que yo cumpliera las instrucciones de Wilhelm. Entonces él volvió a dejar de hablarme. Durante casi tres años. Hasta que mi madrastra calló para siempre, hace unos tres meses.

– ¿ Murió? -preguntó Fabel.

Biedermeyer negó con la cabeza.

– Un ataque de apoplejía hizo callar a esa vieja hija de puta. La hizo callar y la paralizó y la mandó al hospital. Allí terminó todo. Ella ya no podía lastimarme, ni insultarme ni impedirme que hiciera lo que se suponía que debía hacer. Lo que tenía que hacer.

– Permítame adivinarlo -dijo Fabel-. La voz de su cabeza volvió a aparecer y le dijo que matara nuevamente, ¿no?

– No. En ese momento no. Wilhelm se mantuvo en silencio. Hasta que vi el libro de Gerhard Weiss. Tan pronto empecé a leerlo supe que él era Wilhelm. Que ya no era necesario que me hablara en mi cabeza. Estaba todo allí, en el libro. En el Märchenstrasse. Era el camino que habíamos recorrido juntos un siglo y medio antes. El camino que volveríamos a recorrer. Y la misma noche que empecé a leer, la voz suave y dulce de Wilhelm volvió a mí, pero a través de esas hermosas páginas. Supe lo que tenía que hacer. Pero también supe que debía desempeñar el papel que había desempeñado antes: la voz de la verdad, de la precisión. Wilhelm, o Gerhard Weiss, si lo prefiere, estaba obligado a alterar cosas para adaptarse a su público. Pero yo no.

– Entonces mató a Martha. Puso fin a su historia -dijo Fabel.

– Ya me había librado de mi madrastra y pude reunirme con mi Märchenbruder, con Wilhelm. Sabía que había llegado el momento. Tenía planeada mi obra maestra: una secuencia de cuentos a través de la cual podría cumplir con mi destino. Llegar al final feliz de mi historia. Pero había otras historias que tenían que terminar antes. Y la chica de Kassel, Martha, fue la primera. Yo tenía que llevar un pedido allí y la vi. Creí que era Paula, que ella había despertado de un sueño encantado. Pero en ese momento me di cuenta de lo que era en realidad. Era una señal de Wilhelm. Igual que el ejemplar de los cuentos que Paula tenía en la mano. Era una señal para mí, que me indicaba que había que poner fin a su historia para hacerla participar en la siguiente.

– Pero usted la mantuvo viva. La ocultó durante un par de días antes de «poner fin a su historia». ¿Por qué?

Biedermeyer miró a Fabel con una expresión de decepción, como si se le hubiera formulado una pregunta obvia.

– Porque ella tenía que ser una «persona subterránea». Tenía que estar un tiempo bajo tierra. Estaba muy asustada, pero yo le dije que no le haría daño. Que no debía tener miedo. Ella me contó todo lo de sus padres. Me hizo sentir pena por ella. Era como yo. Estaba atrapada en un cuento de padres que la habían abandonado en la oscuridad. En el bosque. Ella no sabía lo que era el amor, así que puse fin a su historia convirtiéndola en La niña cambiada y dándosela a unos padres que la querrían y la cuidarían.

Werner movió la cabeza, que seguía llena de moretones.

– Usted está loco. Es un demente. Lo sabe, ¿no? Todas esas personas inocentes que ha asesinado. Todo ese dolor y ese miedo que ha causado.

La expresión de Biedermeyer se oscureció de pronto y su cara se retorció con una mueca de desprecio. Fue como si estuviera generándose una tormenta repentina e imprevista. Fabel lanzó una mirada significativa a los dos SchuPos que estaban contra la pared. Estos se enderezaron y se pusieron alerta.

– Es que no lo entiende, ¿verdad? Usted es demasiado estúpido como para comprenderlo. -La voz de Biedermeyer se elevó muy ligeramente, pero con una resonancia profunda y amenazadora-. ¿Por qué no puede entenderlo? -Agitó las manos a su alrededor y recorrió la sala con la mirada, abarcando todo el entorno-. Todo esto… Todo esto… No creerá usted que es real, ¿verdad? No es más que un cuento, por el amor de Dios. ¿Es que no se da cuenta? Es tan sólo un mito… Un cuento de hadas… Una fábula. -Lanzó una mirada enloquecida a Fabel, Werner y Maria, mientras sus ojos, frustrados, buscaban una chispa de comprensión en los de los policías-. Sólo creemos en todo esto porque estamos dentro. Porque estamos en el cuento… En realidad yo no maté a nadie. Me di cuenta de que todo era un cuento cuando era un crío. En realidad no era posible que alguien fuera tan infeliz como yo. Nadie podía ser tan triste y solitario. Es ridículo. Aquel día, el día en que mi madrastra estaba golpeándome y todo el mundo empezó a sacudirse, Wilhelm no sólo me ayudó a recordar los cuentos que tenía que recitar… Me explicó que en realidad aquello no estaba pasándome. Nada de eso. Que era todo un cuento que él estaba inventando. ¿Lo recuerda? ¿Recuerda que él me dijo que era el cuentista? Mire: yo soy su hermano porque él me incorporó a su relato como su hermano. Todo esto es, sencillamente, un Marchen.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Cuento de muerte»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Cuento de muerte» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Diane Setterfield: El cuento número trece
El cuento número trece
Diane Setterfield
Craig Russell: Muerte en Hamburgo
Muerte en Hamburgo
Craig Russell
Craig Russell: Resurrección
Resurrección
Craig Russell
Camilla Lackberg: Crimen En Directo
Crimen En Directo
Camilla Lackberg
Отзывы о книге «Cuento de muerte»

Обсуждение, отзывы о книге «Cuento de muerte» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.