Peter Lovesey - El Falso Inspector Dew

Здесь есть возможность читать онлайн «Peter Lovesey - El Falso Inspector Dew» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Триллер, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Falso Inspector Dew: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Falso Inspector Dew»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

A bordo del Mauretania, que zarpa de Southampton, en la primera semana de septiembre de 1921, viajan numerosos pasajeros que encarnan el lujoso y cosmopolita ambiente de los años veinte. Entre ellos, se encuentra un dentista que trata de huir de su tiránica esposa y que viaja con el nombre de un famoso detective, el inspector Dew. Sin embargo, durante la travesía se produce un crimen y el capitán decide recurrir al falso inspector para descubrir al asesino… El desafortunado dentista se verá en serios aprietos para responder a los antecedentes del dueño del nombre usurpado. El FALSO INSPECTOR DEW es una nueva muestra del talento de Lovesey para combinar sabiamente ingenio y humor con una trama muy emocionante.

El Falso Inspector Dew — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Falso Inspector Dew», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ah, entonces era suya. Espero que no falte nada.

– Ni un centavo. Señor Gordon, ¿me dará la oportunidad de expresarle mi agradecimiento invitándolo a tomar un par de copas?

– Olvídelo, señor Westerfield. No es necesario, Aprecio su invitación, pero prefiero no aceptar.

– Por favor, insisto.

– No soy bebedor. Para serle franco los taburetes de los bares me provocan dolor de espalda.

– Entonces lo invito a tomar un café y una copa de coñac después de la cena. Lo podemos tomar en el salón de fumar.

– Me ha tentado.

– Perfecto. Lo espero. ¿Le dije que me llamo Paul?

– Yo soy Jack. Tendré mucho gusto en verlo más tarde, Paul.

Cuando cerró la puerta, Jack volvió a coger las cartas.

15

En el armario había siete vestidos de noche flamantes. Alma aceptó la palabra de Walter de que eran nuevos. Tenían el olor a fresco de las telas que no han sido usadas jamás. Eran de seda, satén y georgette y muy bien confeccionados. En una tienda se hubiera vuelto loca por ellos, pero en el camarote de Lydia tuvo que tomar fuerzas para animarse a tocarlos. Al final eligió uno de georgette negro con nenúfares bordados.

– Éste me parece ideal -se lo mostró a Walter- ¿puedo ir al baño a probármelo?

– Por supuesto, ahora éste es tu camarote.

– Sí -trató de parecer convencida, pero no lo estaba. Mientras el cuerpo de Lydia estuviera en el baúl, el camarote le parecería una tumba. Todo lo que hicieran allí la profanaría. Ni siquiera estaba segura de cómo se sentiría después de que Walter hubiera arrojado el cuerpo por el ojo de buey. Tenía que hacerlo después de que oscureciera. Y Alma tendría que dormir allí sola. En todos los planes había tratado de alejar eso de su mente.

Una vez dentro del baño corrió el cerrojo. Todavía se sentía tímida frente a Walter. No era muy racional. Iban a vivir como marido y mujer aunque no hubiera casamiento de por medio. Si su vida en común comenzaba en algún punto, ése había sido el momento en que Walter aplicara el cloroformo a Lydia. Pero Alma no podía aún cambiarse de ropa enfrente de él.

El vestido era suelto y le caía muy bien. No tenía mangas y era escotado atrás. Ella no hubiera elegido ese estilo, pero mirándose en el espejo no podía negar que tenía elegancia y un cierto atractivo. Su piel pálida resaltaba contra el georgette negro. Al descubrir en el baño la bolsita de maquillaje de Lydia se puso un poco de colorete y un perfume que olía a violetas. Se estaba sintiendo mejor. Decidió pasarse un poco de lápiz de labios.

– ¿Qué te parece?

Walter estaba sentado en un sillón leyendo el diario.

– ¿Por qué te has pintado los labios de ese color?

– Se supone que soy Lydia, una actriz -y añadió con un toque teatral- tesoro.

– Entiendo -parecía incapaz de sonreír.

– Me gustaría que pudieras cenar conmigo.

– Tengo algo que hacer.

– ¿Vas a necesitar ayuda? -preguntó Alma, temiendo que él contestara que sí.

– La única ayuda que puedes darme es mantenerte lo más alejada posible. Mira cómo bailan las parejas, visita la biblioteca y elige un libro, pide un café en el salón. No podré hacer lo que debo hasta que todo esté tranquilo.

– Esperaré hasta después de medianoche.

– Eso será suficiente. La primera noche la gente se acuesta temprano. Aquí tienes la llave. Cuando regreses, ya no estará aquí. Y por supuesto ella tampoco estará… -señaló en baúl con la mirada.

– Querido, ¿podrías hacer algo para tranquilizar mi mente? ¿Dejarás el baúl abierto para que sepa que está vacío?

– Te lo prometo.

– ¿Te veré mañana?

Walter sacudió la cabeza.

– Creo que será más seguro no vernos hasta que lleguemos a Nueva York. A los camareros no les gusta que los pasajeros de segunda se pasen de los límites. Se dan cuenta en seguida. Hoy has sido muy valiente, y lo peor ya ha pasado.

– Eso espero. Ahora siento mucha más simpatía por el doctor Crippen y Ethel Le Neve.

– Sí, de veras. Pero no hemos cometido sus errores. Creo que deberíamos olvidarnos de Crippen. Soy Walter Dew. Y me siento mucho más cómodo en sus zapatos.

En ese momento oyeron el aviso de la cena. Walter se puso de pie y sacó una estola negra de un cajón. La colocó con suavidad en torno a los hombros de Alma, sin tocar su piel. Parecía saber que ella todavía no podía soportar que la tocara.

Alma le dio las gracias.

– Estaré pensando en ti.

Mientras abría la puerta Walter susurró:

– Gracias.

Todavía estaba perturbado. Alma deseó haber tenido la presencia de ánimo suficiente como para besarlo.

Se unió al movimiento general de la gente hacia el salón comedor, donde pudo ver a los miembros de la orquesta tocando entre macetas con palmeras. Todos se habían cambiado para cenar; los hombres llevaban corbata blanca y cuello duro y las mujeres deslumbraban con sus trajes y sus joyas. Muchos se detenían delante de las mesas para saludar a amigos o compañeros de viajes anteriores.

– Disculpe.

Alma levantó la vista, esperando ver al camarero. Al lado de su mesa estaba un hombre que jamás había visto antes. Era alto y delgado, con una expresión tan marcada por los años o el whisky o algo así que lo hubiera recordado de inmediato de haberlo conocido. Los surcos y arrugas combinaban de tal manera que formaban una sonrisa maravillosa. Sus ojos también sonreían. Debía de tener menos de cincuenta años.

– ¿Usted es la actriz, Lydia Baranov?

Alma quedó helada. Miró el rostro amable, como un conejo sorprendido, incapaz de saltar, hipnotizado por su mirada.

– Lo siento -se excusó el hombre-. Debo de estar equivocado. Vi ese nombre en la lista de pasajeros y me pareció conocido. Recuerdo que había una actriz muy atractiva de ese nombre que solía actuar en obras de Pinero antes de la guerra. Le pido disculpas por mi equivocación.

– No lo haga -en un esfuerzo supremo logró articular y soltar su voz-. No está equivocado. Estaba pensado en otra cosa. Hoy en día no es común que me reconozcan.

– ¿De veras? -parecía sorprendido-; ¿No sigue actuando?

– No desde hace un tiempo, señor…

– Oh. Finch. John Finch. Soy un total desconocido, señorita Baranov. Sólo alguien a quien le gusta visitar los teatros. A decir verdad mis amigos me llaman Johnny, Johnny el loco de los artistas. Escuche, soy un viejo aburrido, pero odio ver a una dama sentada sola en un restaurante, sobre todo cuando sé que es una de las actrices más encantadoras que adornan la escena inglesa.

– Prefiero cenar sola. Estoy muy bien, gracias.

Sus arrugas formaron un cuadro de abyecta desolación.

– Dios mío, he dicho lo que no debía. Johnny, el loco de los artistas. Es nada más que un apodo que me pusieron mis amigos para tomarme el pelo. Y me quedó. La verdad es que no soy para nada ese tipo. En realidad soy bastante introvertido. No sabe lo que me costó vencer mi timidez para acercarme a usted. ¿No quiere venir a sentarse a mi mesa, sólo por esta vez? Creo que la comparto con unos norteamericanos. Estarán encantados de conocerla.

Alma tenía la neta impresión de que no podría deshacerse de John Finch. Dijera lo que dijera, él seguiría insistiendo. Después de la primera sorpresa, se estaba dando cuenta de que sabía muy poco de Lydia. Era como esos hombres de lengua de terciopelo que entran en la floristería y trataban de trabar relación a partir del broche que usaba o su manera de hablar. Pensó que podría manejarlo.

– Iré a su mesa con una condición, señor Finch… que no hablemos de teatro. Se trata de un capítulo cerrado de mi vida y es bastante doloroso.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Falso Inspector Dew»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Falso Inspector Dew» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Peter Lovesey - A Case of Spirits
Peter Lovesey
Peter Lovesey - The Tick of Death
Peter Lovesey
Peter Lovesey - Cop to Corpse
Peter Lovesey
Peter Lovesey - Wobble to Death
Peter Lovesey
Peter Lovesey - The Secret Hangman
Peter Lovesey
Peter Lovesey - The House Sitter
Peter Lovesey
Peter Lovesey - Upon A Dark Night
Peter Lovesey
Peter Lovesey - The Vault
Peter Lovesey
Peter Lovesey - The Summons
Peter Lovesey
Отзывы о книге «El Falso Inspector Dew»

Обсуждение, отзывы о книге «El Falso Inspector Dew» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x