P. James - La muerte llega a Pemberley

Здесь есть возможность читать онлайн «P. James - La muerte llega a Pemberley» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La muerte llega a Pemberley: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La muerte llega a Pemberley»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Pemberley, año 1803. Han pasado seis años desde que Elizabeth y Darcy se casaran, creando un mundo perfecto que parece invulnerable. Pero de pronto, en la víspera de un baile, todo se tuerce. Un carruaje sale a toda prisa de la residencia, llevándose a Lydia, la hermana de Elizabeth, con su marido, el desafortunado Wickham, que ha sido expulsado de los dominios de Darcy. Sin embargo, Lydia no tarda en regresar, conmocionada, gritando que su marido ha sido asesinado. Sin previo aviso, Pemberley se zambulle en un escalofriante misterio.

La muerte llega a Pemberley — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La muerte llega a Pemberley», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

A su testimonio siguió el de George Pratt, el cochero, cuya declaración se esperaba con impaciencia, por razones obvias. Este se explayó con bastante detalle en referencia al comportamiento de las yeguas, Betty y Millie . Habían avanzado sin problemas hasta que entraron en el bosque, momento a partir del cual se pusieron tan nerviosas que él tuvo problemas para manejarlas. A los caballos siempre les disgustaba entrar en el bosque cuando había luna llena, a causa del fantasma de la señora Reilly. Es posible que los caballeros discutieran en el interior del cabriolé, pero él no los oyó, porque estaba ocupado intentando controlar las monturas. Fue el capitán Denny quien asomó la cabeza por la ventanilla, le ordenó que se detuviera, y acto seguido abandonó el vehículo. Oyó que el capitán decía que, a partir de entonces, el señor Wickham tendría que apañárselas solo, y que él no participaría en ello, o algo por el estilo. Y después, el capitán Denny se internó en el bosque corriendo y el señor Wickham fue tras él. Al poco tiempo se oyeron los disparos, no estaba seguro de cuánto después, y la señora Wickham, sin perder la compostura, le gritó que la llevara hasta Pemberley, cosa que hizo. Para entonces, las yeguas estaban tan aterrorizadas que apenas podía dominarlas, y temió que el cabriolé volcara durante el trayecto. Luego relató el viaje de regreso, incluida la parada que el coronel Fitzwilliam realizó para comprobar que la familia que residía en la cabaña del bosque se encontraba bien. Creía que el coronel se había ausentado durante diez minutos.

A Darcy le pareció que los miembros del jurado habían oído con anterioridad la historia de Pratt, lo mismo probablemente que todo Lambton y la aldea de Pemberley, además de otras más lejanas, y su declaración estuvo acompañada de ruidos de fondo, carraspeos y suspiros comprensivos, sobre todo cuando detalló el sufrimiento de Betty y Millie . No hubo preguntas.

Llamaron entonces a declarar al vizconde Hartlep, que prestó juramento con gran solemnidad. El coronel contó brevemente, pero con voz firme, su participación en los acontecimientos de aquella noche, incluido el hallazgo del cadáver, declaración que posteriormente reiteraría Alveston, también sin emoción ni florituras, y en último lugar, Darcy. El juez de instrucción preguntó a los tres si Wickham había dicho algo, y los tres repitieron su admisión de culpabilidad.

Antes de que nadie más tuviera ocasión de hablar, Makepeace formuló la pregunta fundamental:

– ‌Señor Wickham, usted mantiene resueltamente su inocencia en el asesinato del capitán Denny. ¿Por qué, entonces, cuando lo encontraron arrodillado junto a su cuerpo, dijo más de una vez que lo había matado y que su muerte era culpa suya?

El aludido respondió sin vacilar:

– ‌Porque, señor, el capitán Denny abandonó el cabriolé disgustado por mi plan de dejar a la señora Wickham en Pemberley sin que esta hubiera sido invitada ni hubiera anunciado su presencia. También me parecía que, de no haber estado ebrio, tal vez habría evitado que abandonara el coche y se internara en el bosque.

Clitheroe susurró a Darcy:

– ‌En absoluto convincente, el muy necio confía demasiado en sí mismo. Tendrá que hacerlo bastante mejor durante el juicio si quiere salvar el cuello. ¿Tan embriagado estaba?

Con todo, nadie planteó preguntas, y pareció que Makepeace aceptaba dejar que el jurado se formara sus propias opiniones sin contar con sus comentarios, y se cuidó mucho de animar a los testigos a que especularan largamente sobre lo que Wickham había querido decir exactamente con sus palabras. Brownrigg, el jefe de distrito, fue el siguiente en declarar, y se demoró con fruición en los detalles de las actividades policiales, incluidas las pesquisas en el bosque. No habían obtenido ninguna información sobre la presencia de forasteros en la vecindad, todos los residentes en Pemberley y en las cabañas circundantes contaban con coartada, y la investigación seguía su curso. El doctor Belcher, por su parte, declaró recurriendo a su jerga médica, que los asistentes escucharon con respeto y el juez con manifiesta irritación, antes de expresar su opinión, ya en lengua vulgar, de que la causa de la muerte era un fuerte golpe en la parte posterior de la cabeza, y de que el capitán Denny no pudo sobrevivir a una herida tan grave más allá de unos pocos minutos, en el mejor de los casos, aunque resultaba imposible calcular con precisión la hora de la muerte. Se había descubierto una piedra que pudo ser usada por el atacante y que, en su opinión, por tamaño y peso, habría podido causar una herida como la de la víctima si se hubiera usado con fuerza, pero no existían pruebas para relacionar esa piedra concreta con el crimen. Solo una mano se alzó antes de que el médico abandonara el asiento reservado a los testigos.

– ‌Bien, Frank Stirling -‌dijo Makepeace-‌, ¿qué es lo que desea preguntar?

– ‌Solo esto, señor. Entendemos que iban a dejar a la señora Wickham en Pemberley para que asistiera al baile la noche siguiente, pero no con su esposo. Deduzco que el señor Wickham no sería recibido como invitado por su hermano político y la señora Darcy.

– ‌¿Y qué relación tiene la lista de invitados al baile de lady Anne con la muerte del capitán Denny o, para el caso, con lo que acaba de declarar el doctor Belcher?

– ‌Solo que, señor, si las relaciones eran tan malas entre el señor Darcy y el señor Wickham, y si era posible que el señor Wickham no fuera una persona digna de ser recibida en Pemberley, entonces tal vez ello nos indicaría algo sobre su carácter, me parece a mí. Resulta muy curioso que un hombre vete en su casa a un cuñado, a menos que ese cuñado sea un hombre violento o dado a la discusión.

Makepeace pareció considerar brevemente sus palabras antes de replicar que la relación entre el señor Darcy y el señor Wickham, fuera o no la habitual entre cuñados, no tenía nada que ver con la muerte del capitán Denny. Era el capitán Denny, y no el señor Darcy, el que había sido asesinado.

– ‌Intentemos centrarnos en los hechos relevantes. Debería haber planteado su pregunta cuando el señor Darcy declaraba, si pensaba que era relevante. Con todo, el señor Darcy puede ser llamado de nuevo como testigo y responder a la pregunta de si el señor Wickham era, en general, un hombre violento.

Así se hizo, y en respuesta a la pregunta de Makepeace, después de recordarle que seguía bajo juramento, Darcy dijo que, hasta donde él sabía, el señor Wickham nunca había tenido esa reputación y que él, personalmente, nunca lo había visto ejercer la violencia. Hacía algunos años que no se veían, pero cuando lo hacían el señor Wickham había actuado en general como persona pacífica y socialmente afable.

– ‌Supongo que con eso se dará por satisfecho, señor Stirling. Un hombre pacífico y afable. ¿Hay más preguntas? ¿No? En ese caso, sugiero que el jurado delibere su veredicto.

Después de debatirlo durante unos instantes, decidieron hacerlo en privado y, tras ser disuadidos de que la reunión tuviera lugar donde ellos proponían, es decir, en el bar, se dirigieron al patio delantero, donde formaron un corro y pasaron diez minutos hablando en susurros. A su regreso, fueron instados a emitir un veredicto formal. Frank Stirling se puso en pie y leyó algo que llevaba escrito en un cuadernillo, decidido a pronunciar las palabras con la precisión y el aplomo necesarios.

– ‌Estimamos, señor, que el capitán Denny murió de un golpe en la parte posterior del cráneo, y que ese golpe fatal fue asestado por George Wickham y, de acuerdo con ello, el capitán Denny fue asesinado por el susodicho George Wickham.

– ‌¿Y ese es el veredicto de todos los miembros de jurado? -‌preguntó Makepeace.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La muerte llega a Pemberley»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La muerte llega a Pemberley» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La muerte llega a Pemberley»

Обсуждение, отзывы о книге «La muerte llega a Pemberley» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x