Lawrence Block - Un paseo entre las tumbas

Здесь есть возможность читать онлайн «Lawrence Block - Un paseo entre las tumbas» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un paseo entre las tumbas: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un paseo entre las tumbas»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

`Un millón de dolares en efectivo o matamos a tu mujer`. Los traficantes de drogas son presa fácil de la extorsión y, por razones obvias, no pueden acudir a la policía. Kenan Khoury recibió el mensaje, pero vaciló frente al precio del rescate: no volvió a ver a su mujer con vida. Ahora sólo piensa en vengar su muerte. Para ello contrata los servicios de Matt Scudder, un detective privado sin apenas trabajo y que sufre algún que otro problema con el alcohol. Con ayuda de dos genios de los ordenadores, un punk callejero y una amiga prostituta, Scudder busca a los asesinos en los bajos fondos de Brooklyn.

Un paseo entre las tumbas — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un paseo entre las tumbas», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Porque es una locura meterse en un tiroteo en un cementerio de noche o tirarnos los unos a los otros desde coches que se bambolean por Park Slope. Una operación como ésa no sirve, a menos que puedas controlarla, y hay demasiadas formas en las que ésta puede escaparse del control. Mirad, yo vendí esto presentándolo como un punto muerto e hice un buen trabajo diseñándolo así. Es un punto muerto, nosotros obtenemos a la chica, ellos obtienen el dinero y todos volvemos a casa vivos. Hace unos minutos eso era todo lo que queríamos del trato. ¿Seguimos sintiendo lo mismo?

Yuri dijo que sí. Kenan asintió también:

– Sí, claro. Es todo lo que siempre quise. Sólo que odio verlos salirse con la suya en algo.

– No lo harán. Callander cree que tiene una semana para hacer las maletas y salir de la ciudad. No tiene una semana. No tardaré tanto en encontrarlo. Entretanto, ¿cuántos hombres necesitamos? Creo que estamos bien con la gente que ya tenemos. Digamos tres coches. Dani y Yuri en uno, Peter y… ¿está Pavel en el vestíbulo de abajo? Peter y Pavel en el Toyota, y yo iré con Kenan en el Buick. Eso es todo lo que necesitamos. Seis hombres.

Sonó el teléfono en el cuarto de Lucía. Contesté y hablé con TJ, que estaba otra vez en la lavandería automática, después de no haber tenido ninguna suerte buscando el Honda en las entradas de las casas y en los bordes de las aceras.

Volví a la sala de estar.

– Somos siete -dije.

21

En el coche, Kenan rompió el silencio:

– Calculo que cogiendo por Shore Parkway y Gowanus iremos bien. ¿Te parece?

Le repliqué que él sabía más acerca de eso que yo, y añadió:

– Ese chico que vamos a recoger… ¿cómo encaja en la historia?

– Es un chico del gueto que para en Times Square. Dios sabe dónde vive. Se hace llamar por sus iniciales, suponiendo que sean sus iniciales y que no las haya encontrado en un plato de sopa de letras. Ha sido de gran ayuda, lo creas o no. Me conectó con los brujos de la informática, vio a Callander esta noche y consiguió el número de la matrícula de su coche.

– ¿Te parece que va a hacer algo por nosotros en el cementerio?

– Espero que no lo intente -repliqué-. Lo vamos a recoger porque no quiero que ande vagando por Sunset Park con sus recursos cuando Callander y sus amigos estén otra vez en casa. Quiero mantenerlo al margen de todo esto.

– ¿Dices que es un chico?

Asentí.

– Quince, dieciséis años… No sé.

– ¿Qué quiere ser cuando sea mayor? ¿Un detective como tú?

– Eso es lo que quiere ser ahora. No tiene intención de esperar hasta crecer. No puedo decir que lo culpo. Tantos de ellos no lo logran…

– ¿No logran qué?

– Crecer. Un adolescente negro que vive en las calles tiene una expectativa de vida similar a la de una mosca de la fruta. TJ es un buen chico. Espero que lo consiga.

– ¿De verdad no sabes su apellido?

– ¿Sabes lo que es extraño? Entre la asociación Alcohólicos Anónimos y las calles conoces a un montón de gente sin apellidos.

Un poco más tarde, me dijo:

– ¿Tienes alguna idea sobre Dani? ¿Es un pariente de Yuri o qué?

– Ni idea. ¿Por qué?

– Sólo pensaba. Van los dos viajando en ese Lincoln con un millón de dólares en el asiento trasero. Sabemos que Dani tiene un arma. Imagina que mate de un tiro a Yuri y desaparezca. Ni siquiera sabríamos a quién buscar. Sólo un ruso, con una chaqueta que no le queda bien. Otro tipo sin apellido. Debe de ser amigo suyo, ¿no?

– Me parece que Yuri confía en él.

– Probablemente sea de la familia. ¿En quién más vas a confiar así?

– De todos modos, no es un millón.

– Ochocientos mil. ¿Me vas a hacer pasar por mentiroso por unos piojosos doscientos mil?

– Y casi un tercio es falso.

– Tienes razón. Casi ni vale la pena robarlos. Tendremos suerte si estos dos tipos que vamos a conocer están dispuestos a llevárselos. De lo contrario, se van al sótano, guardados para la próxima campaña de recolección de papel de los Boy Scouts. ¿Me harías un favor? Cuando estés allí arriba con una maleta en cada mano, ¿quieres hacerles una pregunta a tus amigos?

– ¿Cuál?

– Pregúntales cómo diablos me eligieron a mí, ¿quieres? Porque eso todavía me está volviendo loco.

– ¡Ah! -dije-. Creo que lo sé.

– ¿En serio?

– ¡Ajá! Mi primera idea fue creer que él estaba en el negocio de la droga, no sé en qué nivel.

– Tiene sentido, pero…

– Pero no lo está. Estoy casi seguro, porque hice que alguien lo investigara y no tiene antecedentes delictivos.

– Yo tampoco los tengo.

– Eres una excepción.

– Es cierto. ¿Y Yuri?

– Varios arrestos en la Unión Soviética. Ninguna condena seria. Un arresto aquí por recibir mercancías robadas, pero se le retiraron todos los cargos.

– ¿Pero nada que tuviera que ver con narcóticos?

– Nada.

– Muy bien. Callander no tiene antecedentes. Así que no está en el tráfico de drogas.

– La DEA estuvo tratando de inculparte hace un tiempo.

– Sí, pero no llegó a nada.

– Estuve hablando con Yuri antes. Dice que se retiró de un trato el año pasado porque sintió que cierta agencia estaba tratando de atraparlo con un señuelo. Tuvo el presentimiento de que era federal.

Se volvió para mirarme y luego dirigió la mirada hacia delante y maniobró para dejar pasar un coche.

– ¡Dios mío! -dijo-. ¿Ésta es la nueva política nacional del cumplimiento de la ley? ¿Como no pueden inculparnos matan a nuestras esposas e hijas?

– Creo que Callander trabajaba para el Departamento de Narcóticos -aseguré-. Probablemente no por mucho tiempo y ciertamente no como agente acreditado. Tal vez lo hayan usado una vez o dos como confidente, o tal vez no fuera más que un ayudante de oficina. El caso es que no llegó lejos ni duró mucho.

– ¿Por qué no?

– Porque está loco. Es probable que le contrataran por su obsesión por los traficantes de droga. Ésa es una ventaja en ese tipo de trabajo, pero no cuando es desproporcionada. Mira, sólo estoy siguiendo un presentimiento. Hubo algo que dijo por teléfono cuando yo le sugerí que era el socio de Yuri. Fue como si hubiera empezado a decir que eso explicaba por qué todavía no habían podido atrapar a Yuri.

– ¡Joder!

– Es algo que puedo descubrir mañana o pasado si puedo engancharme en la DEA y ver si su nombre les suena. O meterme sin autorización en sus archivos. Sólo necesito la colaboración de mis genios informáticos.

Kenan parecía pensativo.

– Por su voz uno diría que fuera un policía.

– No.

– Pero el tipo que me has descrito no puede ser un policía de verdad, ¿no?

– Más bien un entusiasta de los federales y un obseso por el tema de los narcóticos.

– Conocía el precio al por mayor de un kilo de cocaína -rezongó Kenan-. Pero no sé qué prueba eso. Tu amigo TJ probablemente conozca al mayorista más importante para comprar un kilo de marihuana.

– No me sorprendería.

– Las amigas de Lucía en esa escuela femenina probablemente también lo sepan. Es la clase de mundo en el que vivimos.

– Tendrías que haber sido médico.

– Como quería mi padre. No, no lo creo. Pero tal vez tendría que haber sido falsificador. Se conoce una clase más agradable de gente. Por lo menos, no tendría a la puta DEA tras mis talones.

– Si te dedicaras a la falsificación tendrías al Servicio Secreto.

– ¡Dios bendito! -dijo-. Si no es una maldita cosa es otra.

– ¿Ésa es la lavandería? ¿Allí, a la derecha?

Le dije que sí y Kenan frenó enfrente, pero dejó el motor en marcha. Preguntó:

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un paseo entre las tumbas»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un paseo entre las tumbas» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Un paseo entre las tumbas»

Обсуждение, отзывы о книге «Un paseo entre las tumbas» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x