Sara Paretsky - Fuego

Здесь есть возможность читать онлайн «Sara Paretsky - Fuego» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Fuego: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Fuego»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Victoria Warshawski es una investigadora privada que procede de los barrios del sur de Chicago, donde la inmigración, las drogas, los embarazos adolescentes y el absentismo escolar son una constante. Aquejada de cáncer, la entrenadora de baloncesto del instituto donde ella estudió le pide que asuma el control del equipo femenino, y Warshawski no puede negarse.
El equipo está compuesto por adolescentes de minorías raciales, algunas de ellas con hijos, y todas procedentes de familias humildes. La mayoría de los padres de las chicas trabaja en By-Smart, una cadena de hipermercados que explota y discrimina a sus empleados.

Fuego — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Fuego», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Capítulo 39

Extracción dolorosa

El semblante de Rose estaba aún más apagado que cuando había ido a visitarla dos noches antes. Igual que Sandra Czernin, no se había lavado el pelo ni peinado en los últimos días, y sus rizos rojos estaban enmarañados y apelmazados, pero se hizo a un lado para dejarme entrar en su apartamento. Betto y Samuel estaban en el sofá viendo Spider-Man. María Inés estaba recostada entre ambos, zureando y dando palmas con desgana. Iba envuelta en un retal a rayas rojas y blancas de la tela con que se confeccionaban las banderas. Otro retazo de las puñeteras banderas. Me quedé mirándolo mientras me preguntaba cuántas veces lo habría visto sin fijarme en él.

– ¿Qué pasa? -dijo Rose con tristeza-. ¿Ha encontrado a mi Josie? ¿Está muerta?

Negué con la cabeza.

– ¿Julia no le dio mi recado? Los Bysen tienen a un gran equipo buscando a Billy; quizá den con él. Lo bueno es que es casi seguro que Josie está con él. ¿Ha hablado con su hermana de Waco?

– ¿Lo bueno es que mi niña ande durmiendo por ahí con un chico? No necesito otro bebé en esta casa -incluso su enojo era displicente. Además, mi hermana no sabe nada de ellos. Los vecinos andan diciendo que usted encontró a Bron Czernin y a esa inglesa el lunes por la noche. Que iban en ese coche de lujo de Billy y que los encontró al lado del coche, tirados en el vertedero. Así que igual Billy y Josie también están allí, pero no los ha encontrado.

La historia se había embrollado lo suyo al ir de boca en boca por todo el barrio.

– Eso no se lo puedo garantizar, por supuesto -dije en voz baja-. Pero me consta que Billy le regaló su coche a Bron porque no quería que su familia lo localizara por la matrícula, así que no creo que estuviera con Bron. Además, cuando encontré el coche estaba debajo de la Skyway. Nadie sabe cómo es que Bron y Marcena terminaron en el vertedero.

– ¿Y dónde han ido entonces Billy y Josie? No han acudido al pastor, tampoco a usted, hasta fui a ver al padre de Josie; pensé que a lo mejor tenía razón, que a lo mejor había ido a verle, pero el muy zángano ni siquiera se acordaba de cuál de las niñas era.

Lo hablamos una y otra vez dándole tantos enfoques como se nos ocurrieron, que tampoco fueron muchos. Yo estaba convencida de que Billy se hallaba en South Chicago; fuera lo que fuese lo que le inquietaba acerca de su familia sucedía justo allí, en aquel barrio, y no lo veía capaz de dejarlo correr.

– Llamaré a todas las chicas del equipo -prometí finalmente-. El lunes por la noche sólo busqué cerca de sus casas el coche de Billy o cualquier otro indicio sobre su paradero. Pero antes de irme, Rose, quiero que me cuenten un par de cosas, tanto usted como Julia.

Había ido a preguntar a Julia acerca de la jabonera, pero luego quise saber más sobre el tejido para confeccionar banderas.

– Hábleme de las sábanas, las que hay en las camas de Josie y Julia, y ahora este retal con el que ha envuelto a María Inés. ¿Las fabricó Zamar en Fly the Flag?

– Ay, esas sábanas… -Medio encogió un hombro con apatía-. Como si eso importase ahora. Se le ocurrió, al pastor me refiero, se le ocurrió vender toallas, sábanas, agarradores, cosas así, a través de las iglesias. Algo bueno para la comunidad, hacer sábanas en la comunidad, comprar, vender, el sueño del pastor era que tuviésemos una cooperativa; pensaba que a lo mejor con el tiempo podríamos comprar y vender de todo, ropa, comida, incluso medicinas, y ahorrar y ganar dinero. Comenzó con el señor Zamar, y el señor Zamar lo intentó, de veras que lo intentó, incluso aunque el pastor le acusó diciendo que el señor Zamar no quería que la cooperativa funcionase. Pero yo estuve allí, estuve cosiendo, hicimos quinientas sábanas, mil toallas, pero sólo diecisiete personas las compraron, mayormente las madres de las chicas que juegan al baloncesto. ¿Cómo vas a ganarte la vida si sólo diecisiete personas compran lo que vendes?

– Entonces, ¿era ése el segundo taller donde usted trabajaba? -pregunté desconcertada-. ¿Haciendo sábanas para la cooperativa?

Soltó una carcajada histérica.

– No, no, no. El segundo taller estaba exactamente en el mismo sitio que el primero. Sólo que lo hacíamos en plena noche para que el pastor no nos viera. Como si no se enterase de todo lo que pasa en el barrio; es como Dios, el pastor, sabe hasta lo que no ve.

Me puse en cuclillas al lado de los niños que nos habían estado observando con inquietud.

– Betto, Samuel, vuestra mamá y yo tenemos que hablar. ¿Podéis iros al comedor?

Al parecer aún me recordaban como la mujer que podía carbonizarlos, pues saltaron del sofá y se escabulleron a la parte trasera del apartamento lanzando una única mirada asustada a su madre. Ojalá causara el mismo efecto sobre Pat Grobian o el pastor. Nos sentamos, con el bebé dormido entre nosotras.

– ¿Por qué no quería Zamar que el pastor Andrés viera el segundo taller?

– ¡Porque empleábamos a ilegales! -gritó Rose-. Gente que está tan necesitada de dinero que trabaja a cambio de nada. ¿Lo entiende ya?

– No. -Estaba absolutamente perpleja-. Usted necesita dinero; no puede ponerse a trabajar en una fábrica donde se explota a los trabajadores. ¿Qué hacía usted allí?

– Ay, ¿cómo es posible que fuera a una gran universidad siendo tan tonta? -Agitó las manos con impaciencia-. ¿Cómo quiere que crea que será capaz de encontrar a mi hija? Yo no estaba trabajando, o sea, sí que estaba trabajando, pero como supervisora; me pagaba para que supervisara, para que me asegurase de que la gente no abandonara su puesto en las máquinas, no robase nada, no se demorasen en las pausas, en fin, ¡lo que más odio!

Quizá fuese demasiado tonta para encontrar a Josie pero no lo bastante como para preguntarle por qué lo había hecho, no a una mujer que había estado alimentado seis bocas con veintiséis mil dólares anuales. En cambio pregunté cuánto tiempo había durado el negocio.

– Sólo dos días. Comenzamos dos días antes del incendio. El día que usted vino a la fábrica por lo del sabotaje, el señor Zamar me llamó a su despacho, estaba muy enfadado porque hubiese llevado un detective a la planta. «Pero el sabotaje, señor Zamar -dije yo-, las ratas, el pegamento y luego ese chavo rondando esta mañana para hacer algo malo otra vez», y me dijo, poniéndose así. -Se interrumpió para imitar a Zamar sentándose con la cara enterrada en las manos-. Dijo: «Rose, eso ya lo sé, pero un detective hará que nos cierren la fábrica.» Y al día siguiente va y me ofrece ese empleo, el de supervisora, y me dice que si acepto me da quinientos cincuenta dólares extra a la semana, y que si no, me despide por haberla llevado a usted a la fábrica. Sólo que el pastor no debe saber nada. El señor Zamar sabe que voy a la iglesia, sabe cuánto significa mi fe para mí, pero también sabe cuánto me importan mis hijos, y me pone entre la espada y la pared, entre mi amor por Jesús y mi amor por mi familia, ¿qué iba a hacer yo? Dios me perdone, cogí el empleo, y luego me cae un castigo de veras porque dos días después la fábrica se incendia; el señor Zamar muere. Sólo doy gracias a Dios de que ocurriera temprano, antes de que yo y los demás trabajadores llegáramos. Doy gracias a Dios por la advertencia, por no haber muerto en el incendio, por darme la oportunidad de arrepentirme, pero ¿por qué tienen que sufrir mis hijos también?

Horrorizada, la miré de hito en hito.

– ¿Me está diciendo que el pastor incendió el edificio porque Zamar explotaba a los trabajadores del turno de noche?

Se tapó la boca con la mano.

– No es lo que quería decir. No he dicho eso. Aunque cuando se enteró se enfadó muchísimo.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Fuego»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Fuego» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Sara Paretsky - Body Work
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Golpe de Sangre
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Indemnity Only
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Deadlock
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sin previo Aviso
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Medicina amarga
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Sisters on the Case
Sara Paretsky
Sara Paretsky - A Woman’s Eye
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Windy City Blues
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Fire Sale
Sara Paretsky
Sara Paretsky - Punto Muerto
Sara Paretsky
Отзывы о книге «Fuego»

Обсуждение, отзывы о книге «Fuego» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x