Sophie Hannah - No es mi hija

Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah - No es mi hija» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No es mi hija: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No es mi hija»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

No es mi hija es la historia de una mujer, Alice, que sale a dar un paseo poco después de haber dado a luz a su hija Florence. Al regresar, descubre que el bebé que está en la cuna no es su hija, a pesar de que su marido insiste en que está equivocada. A partir de ese momento empieza la agónica pesadilla de Alice para conseguir que alguien la crea y descubrir qué ha pasado con su bebé.

No es mi hija — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No es mi hija», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Su teoría, dijo, era que David y su amante habían decidido intercambiar a los bebés, haciéndole creer a todo el mundo que ella, Alice Fancourt, se había vuelto loca, y así obtendría la custodia a causa de su locura y su rechazo del bebé o, «en el peor de los casos», tal como lo expresaba la Sra. Fancourt, el plan podría haber sido asesinarla y hacer que pareciera un suicidio, cosa que parecería plausible ya que había logrado convencer a todo el mundo de que estaba padeciendo una depresión posparto.

Le dije a la Sra. Fancourt que esta hipótesis era sumamente improbable y que no tenía ninguna base probatoria. Se encogió de hombros y dijo: «es lo único que se me ocurre». Añadió que lo que había sucedido era tan inusual que la explicación verdadera posiblemente sería la más improbable, y no el tipo de cosas que suceden a diario. Le recordé que antes creía que una mujer que había estado en la misma sala de partos que ella podría haber intercambiado a su propio bebé con Florence Fancourt porque temía que su novio rechazase a la niña y porque quería ofrecerle más oportunidades en la vida.

Le dije a la Sra. Fancourt que le transmitiría las dos teorías a la sargento Zailer, quien decidiría entonces si habría que llevar el caso más lejos o no, pero le dije que suponía que me parecía improbable. Añadí que sería demasiada coincidencia que el Sr. Fancourt hubiera fecundado a dos mujeres que luego dieron a luz casi exactamente al mismo tiempo. También le dije que el Sr. Fancourt nunca podría haber imaginado salirse con la suya con ese plan a causa de la fácil disponibilidad de las pruebas de ADN hoy en día.

La Sra. Fancourt me dijo que había encontrado una carta el día anterior dirigida a su marido. La carta era de su padre, Richard, y le informaba a David Fancourt que la nueva mujer de Richard estaba esperando un bebé, un hermanastro o hermanastra para David Fancourt. La Sra. Fancourt me preguntó qué opinaba sobre el hecho de que su marido tuviese un hermanastro y que nunca se lo hubiese contado a su propia mujer. «Y esa es a la persona a la que usted y su sargento creen en vez de a mí», dijo, en un tono que me pareció rabioso.

Estaba muy preocupada por el hecho de no saber de cuándo era la carta. «¿Y si la pequeña es la hija de Richard, la hermanastra de David?», aventuró. «Estoy segura de que él decía que el bebé había venido al mundo en septiembre. ¡Florence nació el doce de septiembre! ¡Tiene que hacer algo!» Intenté explicarle que en lo concerniente a la policía el caso estaba cerrado, y que lo mejor que ella podía hacer era esperar los resultados de la prueba de ADN. Le dije que en mi opinión era precipitado suponer que el bebé de Los Olmos era la hija de Richard Fancourt; no había pruebas que indicaran que ese fuera el caso. «Eso explicaría por qué David es tan amable con la pequeña, por qué se preocupa tanto por ella, porque es su hermana», dijo la Sra. Fancourt. Le repetí que no había motivos para suponerlo, y le recordé que tan solo unos minutos antes ella había intentado persuadirme de que el bebé de Los Olmos era la hija de su marido y su amante. La Sra. Fancourt se enfadó y espetó: «No puedo ganar, ¿verdad?». Durante la entrevista, el comportamiento de la Sra. Fancourt para conmigo fue alternativamente hostil, suplicante y apático. Hice una nota mental para transmitirle mi inquietud sobre su estado psicológico a la sargento Zailer y para posiblemente ponerme en contacto con el médico de la señora Fancourt.

Capítulo 27

Jueves , 2 de octubre de 2003

Vivienne, David y La Pequeña se encuentran en el jardín cuando vuelvo de mi encuentro con Simon. Hace un día fresco, resplandeciente, y sus caras son un mosaico de luz y de sombras por el efecto del sol en lo alto cuyos rayos se cuelan a través de las hojas de los árboles. Permanecen completamente quietos mientras me acerco, como tres figuras en una pintura paisajista, visibles solo desde una cierta distancia.

La Pequeña está en su cochecito envuelta en mantas y lleva un gorrito de lana amarillo. No puedo evitar recordar el día en que los tres compramos el cochecito. Fue al día siguiente que descubrí que estaba embarazada. Yo no quería tentar al destino, pero Vivienne insistió en que debíamos celebrarlo, así que fuimos a los grandes almacenes Mamas & Papas en Rawndesley y nos pasamos horas viendo cunas, cochecitos y otros medios de transporte de bebés. Entonces éramos felices, todos nosotros. Vivienne incluso permitió que David le tomara el pelo cuando insistía en que un anticuado cochecito tradicional era el único digno de consideración.

– No es propio de ti elegir la opción más tradicional, Mamá -dijo, y Vivienne sonrió. Normalmente no le gustan las bromas, dice que son una falta de respeto disfrazada de otro nombre.

– ¿Dónde has estado? -Las manos de Vivienne se aferran al manillar del cochecito que elegimos finalmente. Como de costumbre, se salió con la suya-, ¿Por qué no avisaste de que ibas a salir?

– Era sólo un paseo -digo, evitando la mirada de David, que ahora parece sin vida. Por un momento deseo que sea verdad. No creo que nunca llegue a superar las humillaciones que me ha infligido, no mientras sepa que existen tanto en su cabeza como en la mía.

Vivienne no parece estar conforme. No me cree.

– Estaba a punto de llevar al bebé a pasear por los jardines. ¿Te gustaría venir?

– Oh… sí, encantada. -Estoy emocionada. El terreno de Los Olmos es amplio. Podré pasar por lo menos media hora con La Pequeña, quizá más.

– ¿Te gustaría empujar el cochecito? -pregunta Vivienne.

– ¡Me encantaría! Gracias. -Miro a David. Está furioso. Resisto la tentación de sonreír. Me asombro al reconocer que ahora hay una pequeña parte de mí -una parte que no existía hasta esta mañana- que disfruta de su sufrimiento.

– David llevará tu bolso adentro -dice Vivienne.

Descuelgo el bolso del hombro. David me lo arrebata con rudeza y se retira dentro.

– Vamos, pues. -Vivienne suelta el cochecito y me permite guiarlo. Mi corazón parece estar a punto de estallar mientras empujo a La Pequeña a través de la hierba. Estoy haciendo algo que todas las madres dan por hecho, y que me hace querer llorar de alegría.

– ¿Qué te ocurre? -pregunta Vivienne-, Pareces triste.

– Solo estaba pensando… esto es tan bonito, pero… por muy encariñada que esté con La Pequeña, desearía poder estar paseando con mi propio bebé.

Me seco una lágrima. Vivienne mira hacia otro lado, y tengo la sensación de que hubiera preferido no haber preguntado.

Pasamos junto a un viejo granero en dirección hacia el jardín.

– No te ha importado lo del bolso, ¿verdad? Realmente no necesitas ese estorbo, de lo contrario nunca me hubiese atrevido.

Me sorprendo.

– No -digo-. No lo necesito para pasear por el jardín.

– Tampoco vas a necesitar dinero estos días, ¿verdad? O tu diario o cualquier otra cosa. No mientras te estés recuperando. Necesitas descansar mucho, darte la mejor posibilidad de una plena recuperación. ¿Están tus llaves del coche en el bolso? -Asiento mientras un nuevo pavor se apodera de mí.

– Bien. Creo que yo me haré cargo de él por el momento. Lo pondré en el mostrador de la cocina donde lo puedas ver, pero… por el momento no estás lo bastante recuperada para salir sola.

– Me estás tratando como a una niña -susurro.

– Eso espero, en el mejor sentido posible -dice-. ¿Por qué eres tan celosa de tus cosas? Me di cuenta mientras estabas embarazada que empezaste a ir por casa aferrada a tus posesiones, como un viajero en el tren que tiene miedo de que le roben la maleta.

¿Entonces Vivienne me veía ya como una paranoica cuando estaba embarazada? Es verdad, a menudo daba vueltas con una libreta y un lápiz en la mano, o mi bolso, o cualquier novela o manual de embarazo que estuviese leyendo en ese momento, pero solamente porque quería tener ciertas cosas al alcance de la mano en caso de que las necesitara después. Los Olmos es una casa tan grande, y hacia el final de mi embarazo me sentía tan pesada e incómoda, que hacía todo lo posible para minimizar la cantidad de idas y venidas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No es mi hija»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No es mi hija» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «No es mi hija»

Обсуждение, отзывы о книге «No es mi hija» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x