Sophie Hannah - No es mi hija

Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah - No es mi hija» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No es mi hija: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No es mi hija»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

No es mi hija es la historia de una mujer, Alice, que sale a dar un paseo poco después de haber dado a luz a su hija Florence. Al regresar, descubre que el bebé que está en la cuna no es su hija, a pesar de que su marido insiste en que está equivocada. A partir de ese momento empieza la agónica pesadilla de Alice para conseguir que alguien la crea y descubrir qué ha pasado con su bebé.

No es mi hija — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No es mi hija», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Mi teléfono. He venido aquí por eso. Me arrastro fuera de mi ensueño supersticioso, me dirijo al armario de la cabecera y abro el único cajón. Allí está, exactamente como sabía que estaría. Apagado. Si estoy loca, como parece que todo el mundo piensa, ¿cómo sabría que estaría aquí? Vivienne dijo que estaba en la cocina.

Lo enciendo y telefoneo al móvil de Simon Waterhouse. Había apuntado su número la última vez que nos encontramos, reacio de que lo llamase a la comisaría. Rompo el pedazo de papel, pero memorizo el número. Le dejo un mensaje susurrado, diciendo que tiene que encontrarse conmigo otra vez mañana, en Chompers, que necesito hablarle urgentemente. Esta vez nuestra conversación irá bien, me digo a mí misma. Saldrá de nuestra reunión creyéndome; seremos aliados, y me ayudará. Hará cualquier cosa que le pida.

Vuelvo al rellano y vacilo durante unos segundos, para comprobar que David todavía está hablando con Russell. Todavía. No puedo distinguir las palabras -él está hablando demasiado flojo- pero su voz tiene el tono escurridizo que esperaba. Estoy totalmente segura de que la conversación todavía no ha concluido.

Sé que debería devolver mi teléfono al cajón del armario de Vivienne para evitar despertar sospechas, pero no soy capaz. Necesito quedarme con él. Es un símbolo de mi independencia. Dejar que Vivienne piense que deslizarme en su habitación y robárselo es otro síntoma de mi locura, mi enfermedad.

Me devano los sesos pensando en algún sitio donde pueda ocultar el teléfono. Si lo devolviera a mi bolso, Vivienne me lo quitaría, como estoy segura que ha hecho ya una vez. Hay solamente una habitación en la casa en la cual Vivienne nunca entra: el estudio de David. Nadie va allí excepto David, y ni siquiera él ha puesto los pies allí desde Florence nació. Se le prohíbe estrictamente el ingreso al personal de limpieza de Vivienne, que viene un día entero una vez por semana. Como resultado, el estudio está mucho más polvoriento y más desordenado que el resto de la casa. Está lleno de ordenadores de David, sistemas de música, estantes de cd que no ofrecen nada sino música clásica y la obra completa de Adam & The Ants, su colección de novelas de ciencia ficción -lomos en hileras e hileras, cada una de ellos con un título extraño y desagradable- y varios gabinetes de archivos.

Después de haber echado un vistazo, decido que detrás de uno de éstos sería probablemente el lugar más seguro para esconder el aparato. Estoy a punto de comprobar esta posibilidad cuando mis ojos se clavan en el ordenador de David. Otro medio de comunicación con el mundo externo, el mundo normal más allá de Los Olmos.

Me siento en la silla giratoria y enciendo la máquina, esperando que su débil crepitación no sea audible. Me digo que tendré que estar nerviosa solo un poco; si David ha oído cualquier cosa estará aquí arriba en segundos. Mi corazón late con fuerza mientras me siento y espero. Nada sucede. Oigo la voz de David que atraviesa el suelo, enfadado otra vez, todavía en medio de su discusión con Russell. Exhalo lentamente. Segura. Esta vez.

En la pantalla del ordenador, una pequeña ventana me dice que, para conectarme, necesito ingresar una contraseña. Maldigo en voz baja. Había supuesto que el ordenador de David sería como el mío en el trabajo, con la contraseña almacenada en la memoria y el proceso de encendido automático.

Escribo «Felix», pero aparece una señal informándome que es incorrecta. Pruebo con «Alice» y «Florence», pero éstos también son rechazados. Un estremecimiento de pavor da una comezón en mi piel cuando escribo «Vivienne». Tampoco tiene éxito. Agradezco a Dios eso, por lo menos.

Pienso que quizás para los hombres es menos probable que escojan el nombre del ser amado que las mujeres. ¿Pero qué más podría significar algo para David? Noes aficionado de ningún equipo de fútbol. Se me ocurre que podría haber sido listo y haber elegido una palabra que nadie asociaría nunca con él, algo totalmente aleatorio: tómbola, candelabros. O el nombre de un lugar, quizás. Pruebo con «Spilling» sin éxito.

Cierro mis ojos, pensando furiosamente. ¿Qué más, qué más? Me pregunto por qué incluso me estoy preocupando. Hay miles de millones de palabras, cualquiera de las cuales podría ser la que David ha decidido utilizar como su contraseña. Aunque tuviera tiempo de eliminar todas las cosas que él definitivamente no habría elegido… Casi me río de mi idea siguiente y ridícula. Merece la pena un intento, supongo. Después de todo, ahora sé que a mi marido le encantan los chistes enfermos.

Escribo Spilling «Laura» y presiono de vuelta. La caja de registro desaparece y la pantalla se vuelve azul. En la esquina derecha inferior el símbolo de un reloj de arena aparece cuando el ordenador empieza otra vez a ronronear suavemente. Me mareo con la sorpresa. David ha comprado esta máquina hace solo seis meses. Tan recientemente como eso, ha elegido como contraseña el nombre de su odiada ex mujer. ¿Por qué? «Has sido siempre la segunda mejor después de Laura. ¿Sabías eso?» No, no puede ser verdad. Estoy absolutamente segura de que David dijo eso solo para herirme.

Pero no tengo tiempo de pensar más en eso, no ahora. Entro aHotmail tan rápidamente como puedo y creo una nueva cuenta. El proceso lleva mucho más tiempo de lo que yo pensaba, y empiezo a sudar mientras atravieso los pasos aparentemente interminables. Después de lo que me han parecido horas, tengo una cuenta y dirección de hotmail: AliceFancourt27@hotmail.com.

Oigo la voz de David otra vez.

– De ningún modo -dice. Algo en el tono de esa única palabra me asusta. Hay un tono de final de conversación en su voz, un aire de alguien que quiere acabar las cosas. Quizás se está preguntando qué estoy haciendo. Me ha dejado sin supervisión demasiado tiempo.

Presiono el botón «Apagar» en el ordenador y la pantalla inmediatamente se vuelve negra. Corro del estudio de David a nuestro dormitorio, dejando la puerta un poco abierta y me coloco en pie detrás de ella.

– No, te llamaré el fin de semana – dice David-. Oh. ¿Cuándo volverás? No, está bien, entonces. Léeme su carta, si la tienes allí.

Pretendía enviar un correo electrónico a Briony agradeciéndole el adorable juguete que había enviado a Florence y diciendo que sería bueno encontrarnos dentro de algunas semanas, una vez que las cosas estén en camino a normalizarse. Tengo que creer que las cosas volverán a su estado normal. Si hubiera tenido tiempo, podría haber pasado a describir el horror de la semana pasada, contarle a Briony todo sobre la desaparición de Florence y la aparición de La Pequeña. Estoy desesperada por contarle estas cosas -ella, yo sé, me creería sin duda- pero decido que no me puedo arriesgar a volver al ordenador. En mi estado de tensión elevada, no puedo evaluar cuánto importa que no logre enviar este mensaje.

Laura. ¿Cuántas veces he oído a Vivienne llamarla un monstruo, una déspota, un horror, una arpía, tanto antes como después de su muerte? He perdido la cuenta. Siempre suponía que David sentía los mismo, pero ahora, por primera vez, me doy cuenta de que aunque estuviera en desacuerdo con su madre, no tendría el valor para decirlo en público. Después de todo lo que me ha hecho, no puedo creer que tenga ganas de llorar porque, hace seis meses, eligió el nombre de Laura en lugar del mío como la contraseña de su ordenador.

– Espera, espera -oigo decirle a Russell-. Ellos no han comprendido el punto principal. Teníamos un proveedor perfectamente adecuado, y nos ofrecían términos que…

Miro mi teléfono móvil. Volver al estudio de David sería tentador, pero cuando intento pensar en un lugar alternativo como escondite -por ejemplo, en el dormitorio- mi mente es un espacio vacío gigantesco. Decido arriesgarme el estudio, principalmente porque sé que nunca se les ocurriría a David o a Vivienne que iría allí, bajo ninguna circunstancia, y mucho menos ocultar algo allí.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No es mi hija»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No es mi hija» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «No es mi hija»

Обсуждение, отзывы о книге «No es mi hija» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x