Sophie Hannah - No es mi hija

Здесь есть возможность читать онлайн «Sophie Hannah - No es mi hija» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

No es mi hija: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «No es mi hija»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

No es mi hija es la historia de una mujer, Alice, que sale a dar un paseo poco después de haber dado a luz a su hija Florence. Al regresar, descubre que el bebé que está en la cuna no es su hija, a pesar de que su marido insiste en que está equivocada. A partir de ese momento empieza la agónica pesadilla de Alice para conseguir que alguien la crea y descubrir qué ha pasado con su bebé.

No es mi hija — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «No es mi hija», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Introduzco mi mano en el espacio entre el gabinete de archivos más cercano y la pared. Podría ser bastante amplio, pero lo es sólo apenas. Mis dedos golpean contra algo duro. Parece cartón, pero el espacio no es lo suficientemente grande para que yo pueda asirlo.

Me levanto y, tan suavemente como puedo, empujo el gabinete de archivos un poco hacia adelante. Un archivador de documentos azul marino que estaba atrapado en una posición vertical cae de lado contra la pared. Lo recojo y lo abro. Contiene tres revistas pornográficas. Abro una y retrocedo cuando veo la imagen de una mujer desnuda atada a una mesa. Me congelo, mi cara parece una caricatura por la sorpresa, no sabiendo qué pensar de esta anomalía. David no encontraría erótica esta clase de imagen. ¿Qué hace en su estudio? Sencillamente no es posible, y sin embargo aquí está, en mis manos.

Me doy cuenta de que un par de hojas de papel de una de las revistas han caído al suelo. Una es una carta, un papel azul con filigrana. «Querido David», empieza. Miro el final de la hoja. La carta está firmada, «Tu cariñoso padre, Richard Fancourt».

Mis ojos se ensanchan. Por fin, un nombre. Y una prueba de que el padre de David existe. Por lo menos esto explica las revistas. Están allí para actuar como una distracción de lo que David realmente quiere ocultar. Debe haber razonado que, en caso de que yo o Vivienne encontráramos la carpeta y la abriéramos, no investigaríamos demasiado después de haber visto algunas de esas fotos horribles.

Con la mitad de mi mente en guardia, controlando que la conversación de David con Russell continúe, leo la carta superficialmente, tratando de captar los puntos cruciales. El padre de David se ha vuelto a casar. Le está enviando esta carta a Los Olmos porque ha oído que David todavía vive allí. Lamenta no haber sido un mejor padre. Lamenta no haberse puesto en contacto todos estos años él, pero probablemente ha sido para mejor. La carta es frustrantemente larga. Intento entender todas las palabras al mismo tiempo: «esposa embarazada… pequeño hermano o hermana… si no es por mi seguridad es por la de él o de ella… apartado de la academia… subido el puente…»-¡Alice! ¿Qué estás haciendo?

– Vistiéndome -respondo, mareada con un terror repentino. Meto las cartas y las revistas pornográficas de vuelta en el archivo y lo recoloco, empujando el gabinete contra la pared. Tengo tanto miedo de ser atrapada que pierdo el equilibrio y me tambaleo, rompiendo algo pequeño y duro con mi pie derecho. Lo agarro, y también mi teléfono, y corro del estudio al cuarto de baño, cerrando la puerta cuando llego allí.

David aún está hablando con Russell, había interrumpido su llamada para controlarme, tan poco es lo que confía en mí.

Cuando estoy a salvo, examino lo que estoy sosteniendo. Es un pequeño dictáfono con una cinta dentro. Probablemente no hay nada en la cinta además de las notas de David sobre algún juego de ordenador u otra cosa, pero quiero escucharlo de todos modos. Miro la delgada puerta de madera del cuarto de baño y decido que no es seguro hacer eso ahora. Es demasiado fácil imaginar una presencia inmóvil del otro lado. Los Olmos es una casa en la cual las grietas de luz debajo de las puertas son interrumpidas a menudo por oscuras parcelas del tamaño de pies.

Entierro mi teléfono móvil bajo una pila de toallas limpias en el armario del cuarto de baño. Debería estar seguro allí por un tiempo. Después deslizo el dictáfono con la cinta dentro del bolsillo del pantalón, donde estará completamente cubierto por mi jersey holgado, y bajo con despreocupación forzada, como una mujer que no está ocultando nada.

Capítulo 26

Anotaciones del cuaderno del detective Simon Waterhouse

(Escritos el 5/10/03, a las 4 horas)

2/10/03, 11-15 h.

Area: Café Bar Chompers en La Ribera, número 27 de la Carretera de Saltney, Spilling. Llegué quince minutos tarde y me encontré con Alice Fancourt (ver índice), que ya estaba allí. Estaba junto a la barra cuando llegué, su mano sobre el teléfono público. Le pregunté si quería hacer una llamada y respondió que había estado a punto de llamarme a mi teléfono móvil, para ver si estaba en camino.

Nos sentamos en una mesa. No pedimos nada de beber. La Sra. Fancourt parecía cansada. Sus ojos estaban hinchados e inyectados en sangre. No lloraba cuando llegué, pero en cuanto me vio acercarme se echó a llorar. Me dijo, en un tono de voz que me sonaba histérico, que yo tenía que conseguir un equipo de oficiales de policía -allí afuera, ya mismo- para encontrar a su hija, y que cada día que pasase sería menos probable que Florence (ver índice) se encontrase a salvo.

Le dije a la Sra. Fancourt que no estaba en mi mano autorizar tal actividad, pero lo ignoró y dijo: «Debe haber algo que pueda hacer, es el oficial a cargo del caso. No puedo creer que no me esté ayudando cuando podría hacerlo fácilmente».

Le pregunté sobre el robo de su móvil, al que se había referido en nuestra reunión anterior (ver índice). Dijo que el teléfono no había sido robado. Lo había extraviado y su suegra (ver índice) lo había encontrado. Le pregunté por qué entonces había estado a punto de utilizar un teléfono público, y dijo que había olvidado el móvil en casa. Dijo que lo había escondido, para que no se lo robaran de nuevo. Al decir esto, aparentemente había olvidado que, hacía un instante, me había dicho que nadie le había robado el teléfono sino que lo había extraviado. Le planteé esta contradicción y se puso a la defensiva. Dijo que ya no quería hablar más del tema.

Entonces le pregunté si su marido David Fancourt (ver índice) la estaba maltratando de algún modo. Parecía afligida pero se negó a confirmar o negar nada. Mi impresión era que tenía miedo o vergüenza de responder a mi pregunta.

Mientras seguía llorando, la Sra. Fancourt me preguntó si creía que una familia entera podía caer en desgracia. Respondí que no. Me contó que la familia de Fancourt tiene un historial de relaciones paternofiliales truncadas (empleó esos términos). Enumeró los siguientes (ver índice para todo): Richard Fancourt abandonó a David Fancourt cuando este era niño, Laura Cryer y Felix Fancourt (separados por la muerte de Cryer), y ahora, afirmaba, ella misma y su hija Florence habían sido separadas.

Manifestó su opinión de que toda la familia Fancourt estaba maldita. Dijo que estaba condenada desde el día que se casó con la familia Fancourt, y además afirmaba que había sido elegida específicamente para este destino infeliz porque sus propios padres habían muerto en un accidente automovilístico.

Le pregunté quién la había elegido de la forma que había descrito, y respondió, «Dios, el destino, como lo quiera llamar». Le dije que, en mi opinión, se trataba de una superstición y que no tenía ningún fundamento concreto.

La Sra. Fancourt pasó luego a explicarme que tenía otra teoría sobre lo que le podía haber ocurrido a Florence, o, como lo expresaba ella misma: «una línea de investigación que podría seguir, es decir, si se quisiera tomar la molestia». Dijo que tal vez DavidFancourt tenía una amante, a la que había fecundado aproximadamente al mismo tiempo que había fecundado a la Sra. Fancourt. Sugería que él y su amante podrían haber intercambiado a los dos bebés, y que en este momento Florence podría estar en la casa de la amante de David Fancourt. Sostenía que esto podría explicar por qué no se había denunciado la desaparición de ningún otro bebé.

Le pregunté por qué el Sr. Fancourt podría llegar a hacer eso. Respondió que quizás él y su amante la querían a ella (Alice Fancourt) fuera de su camino para poder vivir felizmente a partir de entonces con los dos bebés, pero que David sabía que si se divorciaba de su mujer, ella probablemente obtendría la custodia de Florence, lo que sería intolerable para él, al haber perdido anteriormente la custodia de su hijo Felix en favor de su primera mujer, Laura.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «No es mi hija»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «No es mi hija» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «No es mi hija»

Обсуждение, отзывы о книге «No es mi hija» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x