Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino

Здесь есть возможность читать онлайн «Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Beso Para Mi Asesino: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Beso Para Mi Asesino»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El libro arranca con la muerte de un policía en el atraco a un banco en el que inocentemente se ve envuelto y además, con un triple crimen perpetrado en una mansión. Casos aparentemente inconexos en cuya resolución se ve implicado el inspector jefe Wexford y que se verán seguidos de desconcertantes hechos que, como piezas de un complejo puzzle, tendrán que ser encajados adecuadamente para llegar al culpable.

Un Beso Para Mi Asesino — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Beso Para Mi Asesino», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Él asintió.

– Yo había estado en clase. Estudio de día en Crelands. En realidad, me habría encantado estar interna pero Davina no me dejaba. -Pareció recordar algo, quizá sólo que su abuela estaba muerta. De mortuis…-. Bueno, en realidad habría sido una tontería. Crelands sólo está al otro lado de Myfleet, como supongo que sabe.

Él lo sabía. Al parecer también era el alma mater de Sebright. Una escuela privada menor que, no obstante, pertenecía a la Headmaster's Conference, como Eton y Harrow. Los honorarios eran similares. Cuando fue fundada por Alberto el Bueno [2]en 1856 era exclusivamente un colegio masculino, pero había abierto sus puertas a las muchachas unos siete u ocho años atrás.

– La escuela termina a las cuatro. Llegué a las cuatro y media.

– ¿Alguien te fue a recoger en coche?

Ella le miró auténticamente asombrada.

– Yo conduzco.

La gran revolución británica del automóvil no le había pasado por alto a Wexford, pero aún podía recordar con claridad los días en que una familia con tres o cuatro coches era algo que él consideraba una anomalía norteamericana, cuando una gran cantidad de mujeres no sabían conducir, cuando pocas personas poseían un coche hasta que se casaban. Su propia madre se habría quedado atónita, sospechando que se burlaban de ella, si le hubieran preguntado si sabía conducir. Daisy se dio cuenta de su leve sorpresa.

– Davina me regaló el coche por mi cumpleaños cuando cumplí diecisiete. Al día siguiente aprobé el examen. Fue un gran alivio, se lo aseguro, no tener que depender de nadie ni que Ken tuviera que acompañarme. Bueno, como decía, llegué a casa hacia las cuatro y media y me fui a mi santuario. Probablemente lo ha visto. Yo lo llamo así. Antes eran los establos. Allí aparco mi coche y es una habitación mía, privada.

– Daisy, tengo que confesarte una cosa. Estamos utilizando tu santuario como sala de coordinación. Pareció lo más cómodo. Tenemos que estar allí. Alguien debería habértelo pedido y lamento haberlo pasado por alto.

– ¿Quiere decir que hay muchos policías y ordenadores y mesas y… una pizarra? -Debía de haber visto algo parecido en televisión-. ¿Están investigando el caso desde allí?

– Me temo que sí.

– Oh, no se preocupe. No me importa. ¿Por qué iba a importarme? Está usted invitado. Ya no me importa nada. -Apartó la mirada, arrugó un poco la cara y dijo en el mismo tono frío-: ¿Por qué iba a preocuparme por una cosa sin importancia como ésa cuando no tengo nada por lo que vivir?

– Daisy… -empezó él.

– No, no lo diga, por favor. No diga que soy joven y que tengo toda la vida por delante y que esto pasará. No me diga que el tiempo lo cura todo y que el año que viene en esta época todo esto pertenecerá al pasado. No lo diga.

Alguien le había dicho esas cosas. ¿Un médico? ¿Algún psicólogo del hospital? ¿Nicholas Virson?

– Está bien. No lo haré. Dime lo que ocurrió cuando llegaste a casa.

Ella esperó un poco; respiró hondo.

– Tengo mi propio teléfono, supongo que se habrá dado cuenta. Espero que lo utilice. Brenda telefoneó para preguntarme si quería té y después me lo trajo. Té y galletas. Yo estaba leyendo, me preparo a fondo. En mayo tengo los exámenes… o iba a tenerlos.

Wexford no hizo ningún comentario.

– No soy ninguna intelectual. Davina creía que lo era porque soy… bueno, bastante brillante. Ella no soportaba pensar que yo podía parecerme a mi madre. Lo siento, esto no debe de interesarle. De todos modos, ya no importa.

»Davina esperaba que nos cambiáramos para la cena. No que nos vistiéramos bien exactamente, pero que nos cambiáramos. Mi… mi madre llegó a casa en su coche. Trabaja en una galería de artesanía; bueno, es socia de una galería de artesanía con una mujer llamada Joanne Garland. La galería se llama Garlands. Espero que piense usted que eso es asqueroso, pero la mujer se llama así y supongo que está bien. Llegó a casa en su coche. Creo que Davina y Harvey pasaron toda la tarde en casa, pero no lo sé. Brenda lo debe de saber.

»Fui a mi habitación y me puse un vestido. Davina solía decir que los vaqueros eran un uniforme y debían ser utilizados como tal, para trabajar. Los demás estaban todos en el serré tomando una copa.

– ¿En el qué?

– El serré. Es invernadero en francés, siempre lo hemos llamado así.

Wexford pensó que parecía pretencioso pero no dijo nada.

– Siempre tomábamos una copa allí o en el salón. Sólo jerez, zumo de naranja o gaseosa. Yo siempre tomaba gaseosa, y mi madre también. Davina hablaba de ir a Glyndebourne; es… era… un miembro, una amiga o lo que sea y siempre iba tres veces al año. Siempre asistía a cosas así, Aldeburgh, el festival de Edimburgo, Salzburgo. De todas maneras, habían llegado sus entradas. Le estaba preguntando a Harvey qué debería encargar para la cena. Has de encargar la cena con mucha antelación si no quieres hacer un pic-nic. Nosotros nunca hacíamos un pic-nic; qué horror si llovía.

«Seguían hablando de eso cuando Brenda asomó la cabeza por la puerta y anunció que la cena estaba en el comedor y que ella se marchaba. Yo empecé a hablar a Davina de ir a Francia al cabo de unos quince días; ella iba a París para aparecer en un programa de televisión sobre libros y quería que yo fuera con ella, y también Harvey. Habrían sido unas vacaciones de Pascua para mí, pero a mí no me apetecía mucho ir y le decía que no y… pero todo esto usted no querrá saberlo.

Daisy se llevó la mano a los labios. Le estaba mirando, miraba a través de él. Wexford dijo:

– Es muy difícil darse cuenta, lo sé, aunque estuvieras allí, aunque lo vieras. Tardarás tiempo en aceptar lo que sucedió.

– No -replicó ella distante-, no es difícil de aceptar. No tengo dudas. Cuando esta mañana he despertado, no he tardado ni un instante en recordar. Sabes -se encogió de hombros- que ese momento está siempre ahí, y después todo vuelve. No es eso. Todo está presente todo el rato. Siempre lo estará. Lo que ha dicho Nicholas de que estoy confusa… no lo estoy en absoluto. Está bien, no importa, continuaré, me estoy desviando demasiado.

»Mi madre solía servir la cena. Brenda lo dejaba todo preparado en el carrito. No tomábamos vino excepto los fines de semana. Había una botella de Badoit y una jarra de zumo de manzana. Tomamos… déjeme pensar… sopa, de patata y puerro, una especie de vichyssoise, pero caliente. Tomamos eso y pan, por supuesto, y después mi madre retiró los platos y sirvió el plato principal. Era pescado, lenguado o algo así. ¿Se llama lenguado bonne femme cuando va con salsa y patatas a la crema?

– No lo sé -respondió Wexford, divertido a pesar de todo-. No importa. Me imagino la escena.

– Bueno, era eso con zanahorias y judías verdes. Nos había servido a todos y se sentó, y empezamos a comer. Mi madre todavía no había comenzado siquiera. Dijo: «¿Qué es eso? Parece que hay alguien arriba».

– ¿Y no habíais oído ningún coche? ¿Nadie había oído ningún coche?

– Ellos podrían decirlo. Esperábamos un coche. Bueno, no entonces, no hasta las ocho y cuarto, pero siempre llega temprano. Es una de esas personas tan pesadas como las que no son puntuales, siempre llega al menos cinco minutos antes.

– ¿Quién es? ¿De quién estás hablando, Daisy?

– De Joanne Garland. Venía a ver a mamá. Era martes, y Joanne y mamá siempre hacían los números de la galería el martes. Joanne no podía hacerlos sola, es un desastre para la aritmética, incluso con calculadora. Siempre traía los libros y ella y mamá trabajaban en ellos, el IVA y todo eso.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
Ruth Rendell - The Bridesmaid
Ruth Rendell
Ruth Rendell - From Doon with Death
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Una Vida Durmiente
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Simisola
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Not in the Flesh
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Falsa Identidad
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Carretera De Odios
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Thirteen Steps Down
Ruth Rendell
Отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x