Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino

Здесь есть возможность читать онлайн «Ruth Rendell - Un Beso Para Mi Asesino» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Детектив, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Un Beso Para Mi Asesino: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Un Beso Para Mi Asesino»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El libro arranca con la muerte de un policía en el atraco a un banco en el que inocentemente se ve envuelto y además, con un triple crimen perpetrado en una mansión. Casos aparentemente inconexos en cuya resolución se ve implicado el inspector jefe Wexford y que se verán seguidos de desconcertantes hechos que, como piezas de un complejo puzzle, tendrán que ser encajados adecuadamente para llegar al culpable.

Un Beso Para Mi Asesino — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Un Beso Para Mi Asesino», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Una visita. Al menos, no era Jason Sebright.

El cristal de la puerta aclaró la imagen del hombre. Era joven, de unos veintiséis años, más bien corpulento, y tenía un aspecto tal, que Wexford pudo situarle inmediatamente, o adivinarlo. La visita de Daisy pertenecía a la clase media superior, había asistido a una escuela pública distinguida pero probablemente no a la universidad, era «algo en la ciudad» donde trabajaba todos los días con un ordenador y un teléfono. Para este trabajo estaría -como Ken Harrison probablemente habría dicho- acabado antes de los treinta, así que estaba acumulando el máximo posible antes de llegar a esa edad. La ropa que llevaba era adecuada para un hombre que le doblara en edad: blazer azul marino, pantalones de franela gris oscuro, camisa blanca y corbata. La concesión que hacía a las ideas ambiguas de la moda y de lo adecuado era que llevaba el pelo bastante más largo de lo que la camisa y el blazer requerían. Era un pelo bastante rizado y por la manera en que lo llevaba peinado y la manera en que se le rizaba en torno a los lóbulos de las orejas, Wexford supuso que estaba orgulloso de él.

En cuanto a Daisy, estaba incorporada en la cama, los ojos puestos en su visitante, su expresión inescrutable. No sonreía; tampoco parecía particularmente triste. A Wexford le resultaba imposible saber si había empezado a recuperarse de la impresión que había recibido. El joven le había llevado flores, una docena de rosas rojas, y éstas estaban sobre la cama, entre los dos. La mano derecha de ella, la mano buena, descansaba entre los tallos y sobre el papel con dibujos rosa y dorados en el que estaban envueltas.

Wexford esperó unos segundos; luego, llamó a la puerta levemente, la abrió y entró en la habitación.

El joven se volvió, ofreciendo a Wexford precisamente la mirada que éste había esperado. En ciertas escuelas, a menudo había pensado, les enseñaban a mirar así, con confianza, desdén, un poco de indignación, igual que les enseñaban a hablar con una ciruela en la boca.

Daisy no sonrió. Logró mostrarse educada y cordial sin sonreír, algo raro.

– Ah, hola -dijo. Su voz aquel día era baja pero mesurada, el tono de histeria había desaparecido-. Nicholas, éste es el inspector… el inspector jefe Wexford. Señor Wexford, le presento a Nicholas Virson, un amigo de mi familia.

Lo dijo con calma, sin la más mínima vacilación, aunque no le quedaba familia.

Los dos hombres se saludaron con un movimiento de cabeza. Wexford dijo:

– Buenas tardes.

Virson sólo hizo un segundo gesto de asentimiento. En su idea de una jerarquía, su gran Cadena del Ser, los policías ocupaban el último rango.

– Espero que te encuentres mejor.

Daisy bajó la mirada.

– Estoy bien.

– ¿Te encuentras lo bastante bien para que hablemos un poco? ¿Para profundizar un poco en algunas cosas?

– Tengo que hacerlo -respondió ella. Se rascó el cuello, levantó la barbilla-. Usted lo dijo todo ayer, cuando dijo que teníamos que hacerlo, que no podíamos elegir.

La vio cerrar los dedos en torno al papel que envolvía las rosas, la vio apretar con fuerza los tallos, y tuvo la extraña idea de que lo hacía para que la mano le sangrara. Pero quizá no tenían espinas.

– Tendrás que irte, Nicholas. -Los hombres que se llaman así casi siempre son conocidos por uno de sus diminutivos, Nick o Nicky, pero ella le llamó Nicholas-. Has sido muy amable al venir. Adoro las flores -dijo ella, apretando los tallos sin mirarlas.

Wexford sabía que Virson lo diría, eso o algo parecido, sólo era cuestión de tiempo.

– Bueno, espero que no someta a Daisy a ningún interrogatorio. Quiero decir, al fin y al cabo, ¿qué puede decirle ella en realidad? ¿Qué puede recordar? Está muy confusa, ¿verdad, cariño?

– No estoy confusa. -Hablaba en un sereno tono bajo y sin inflexión, dando a cada palabra el mismo peso-. No estoy nada confusa.

– Ahora me lo decía. -Virson logró soltar una sana carcajada. Se levantó, se quedó de pie, sin estar seguro, de repente, de sí mismo. Por encima del hombro lanzó a Wexford-: Es posible que Daisy pueda darle una descripción del criminal al que vio, pero ni siquiera vislumbró el vehículo.

¿Por qué lo dijo? ¿Era sencillamente que necesitaba decir algo para llenar el tiempo mientras consideraba la posibilidad de intentar darle un beso? Daisy levantó la cara hacia él, algo que Wexford no había esperado, y Virson, inclinándose rápidamente, le puso los labios sobre la mejilla. El beso le estimuló a utilizar una palabra cariñosa.

– ¿Puedo hacer algo por ti, cariño?

– Una cosa -dijo ella-. Cuando salgas, ¿puedes buscar un jarrón y poner estas flores en él?

Esto, evidentemente, no era a lo que Virson se refería. No le quedó más remedio que acceder.

– Encontrarás uno en un sitio que ellos llaman la esclusa. No sé dónde está, a la izquierda, en algún sitio. Las pobres enfermeras están siempre tan ocupadas.,.

Virson se marchó con las rosas que le había llevado a Daisy.

Aquel día Daisy llevaba un camisón de hospital atado con cintas en la espalda. Le cubría el brazo izquierdo vendado y el cabestrillo. Todavía llevaba la aguja para el suero. Ella le siguió la mirada.

– Es más fácil para inyectar los medicamentos. Por eso no me lo han quitado. Hoy me lo quitarán. Ya estoy mejor.

– ¿Y no estás confusa?

Utilizó la frase de ella.

– En absoluto. -Por un momento habló como alguien mucho mayor-. He estado pensando en ello -dijo-. La gente me dice que no piense en ello pero tengo que hacerlo. ¿Qué otra cosa me queda? Sabía que tendría que contárselo todo a usted lo mejor posible, así que he estado pensando en ello para aclararme. ¿No dijo algún escritor que la muerte violenta concentra la mente de una manera maravillosa?

Wexford se sorprendió pero no lo demostró.

– Samuel Johnson, pero era sabiendo que uno iba a ser colgado al día siguiente.

Ella esbozó una leve sonrisa, muy leve, y dijo:

– No se parece usted mucho a la idea que tengo de un policía.

– Me atrevería a decir que no has conocido a muchos.

De pronto pensó que se parecía a Sheila. Se parece a mi hija. Ella era morena y Sheila rubia, pero no eran esas cosas, dijera lo que dijera la gente, lo que hacía que una persona se pareciera a otra. Era la similitud de las facciones, de la forma del rostro. A él le molestaba un poco que la gente dijera que Sheila era como él porque tenían el mismo pelo. O lo habían tenido, antes de que el suyo se volviera gris y la mitad se le cayera. Sheila era guapa. Daisy era guapa y sus facciones eran como las de Sheila. Ella le miraba con una tristeza cercana a la desesperación.

– Has dicho que has estado pensando en ello, Daisy. Dime lo que has pensado.

Ella asintió sin cambiar de expresión. Alargó el brazo para agarrar un vaso de algo que tenía en la mesilla de noche -zumo de limón, agua de cebada- y bebió un poco.

– Le diré lo que sucedió, todo lo que recuerdo. Es lo que quiere, ¿no?

– Sí, sí, por favor.

– Interrúmpame si algo no queda suficientemente claro. Lo hará, ¿eh?

Su tono, de pronto, era el de alguien acostumbrado a decir a los criados, y no sólo a los criados, lo que quería, y a que le obedecieran. Estaba acostumbrada, pensó Wexford, a decir a alguien «Ven» y que viniera, a otro «Vete» y que se fuera y a un tercero «Haz esto» y que lo hiciera. Wexford ahogó una sonrisa.

– Por supuesto.

– Es difícil saber por dónde empezar. Davina solía decir eso cuando escribía un libro. ¿Dónele empezar? Se podía empezar por lo que uno creía que era el principio y después darse cuenta de que empezaba mucho antes. Pero en este caso… ¿empiezo por la tarde?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Un Beso Para Mi Asesino» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
libcat.ru: книга без обложки
Ruth Rendell
Ruth Rendell - The Bridesmaid
Ruth Rendell
Ruth Rendell - From Doon with Death
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Una Vida Durmiente
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Simisola
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Not in the Flesh
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Falsa Identidad
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Carretera De Odios
Ruth Rendell
Ruth Rendell - Thirteen Steps Down
Ruth Rendell
Отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino»

Обсуждение, отзывы о книге «Un Beso Para Mi Asesino» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x