Alfredo Echenique - La amigdalitis de Tarzán

Здесь есть возможность читать онлайн «Alfredo Echenique - La amigdalitis de Tarzán» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La amigdalitis de Tarzán: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La amigdalitis de Tarzán»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Juan Manuel Carpio, cantautor peruano probando suerte en París y María de la Trinidad del Monte Montes, joven aristócrata salvadoreña, narran la historia de su relación a través de cartas en La amigdalitis de Tarzán. Ella fracasará en su intento de llevar una vida plena en el matrimonio con un fotógrafo chileno. Él tendrá aspavientos internacionales a través de sus canciones. Pero ninguno imaginará lo indispensable que se tornará para cada cual la lectura del cariño del otro en las misivas, las cartas, que protagonizan La amigdalitis de Tarzán.

La amigdalitis de Tarzán — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La amigdalitis de Tarzán», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Tu Fernanda

San Francisco, 24 de noviembre de 1981

Mi queridísimo Juan Manuel,

Al fin llegó tu carta, tan llena de verdadero cariño y los mejores deseos para nosotros que me conmovió mucho. Me imagino que te has de preocupar bastante por los niños y por mí, porque realmente damos motivo de preocupación, por aquí tan a la pampa. Pero el tiempo, aunque no sea el mejor de los tiempos, me está sirviendo de mucho. Poco a poco siento con mucha felicidad terminarse en mí el rencor y el odio que he sentido y la sensación de estafa en mi relación con Enrique. Los niños, si bien me necesitan mucho, también me ayudan mucho porque son tan buenos y tan limpios. El sólo hecho de recuperar la serenidad vale todos los sacrificios realizados, y que ni siquiera han sido sacrificios puesto que nunca hubo mucha opción, y todo el esfuerzo que se ha venido haciendo hasta hoy ha sido el único posible.

Sentir los fuertes lazos de amistad y de amor con que me apoyas ha sido como tener un ángel a mi lado. Espero que Enrique también haya encontrado en su tierra a los buenos amigos de siempre y esté más tranquilo. Hace algún tiempo que no me escribe y es de esperar que ese tiempo le sea de utilidad. Ha hecho dos exposiciones de sus fotografías. Eso le dará fuerza, al ver su trabajo apreciado, así como sentirme querida y respetada me ha hecho bien a mí.

Es bien triste, pero con Enrique siempre me sentí rechazada y a la vez utilizada. Para mi pequeño ego de mujer, era un verdadero desastre. Hasta me había olvidado de que yo también soy una mujer como otras, y no tengo que aceptar ser despreciada, ni tratada sin ningún respeto. Pobre Enrique, no creo que el problema sea falta de amor, pero qué manera tan espantosa tiene de quererme. Ahora, en este momento, no sé lo que esté sintiendo él, porque como te digo no me ha escrito recientemente. Pero deseo que él, como yo, haya recuperado alguna serenidad para ver las cosas con respeto, amor, y pensando en el bien de los dos y de los niños.

Sólo el tiempo dirá la última palabra, pero hoy por hoy le agradezco al tiempo la paz recuperada. Me veo en el espejo, y a veces me sonrío. Me arreglo, y a veces me siento bonita. Juego con mis niños y los disfruto. Este tímido progreso, paso a paso y lentamente, justifica estar lejos de todo lo que conozco. Además, en realidad no se puede estar en El Salvador ahora y, como tú bien dices, salir corriendo a Chile no tiene mucho sentido sin antes ver las cosas bien pausadamente y pensarlo mucho. Ya no estamos para recorrer el globo y acabar con nada más que amarguras.

Escríbeme. ¿Sabes que muchas veces mis mejores pasos los he dado después de leer una de tus cartas?

Te ama, te besa, te abraza,

Fernanda Tuya

San Francisco, 10 de diciembre de 1981

Querido Juan Manuel Carpio,

Aquí me tienen presa, en una enorme oficina con grandes ventanas que miran hacia la bahía, en un lindo día azul con barquitos veleros bajo los puentes. Y, enfrente, una secretaria tan eficiente que contesta teléfonos, escribe a máquina, toma dictado, todo eso a un tiempo, mientras yo en mi máquina te escribo una carta llena de amor.

Resulta que me han puesto en la oficina de un vicepresidente de este gigante de compañía que es la Rogers and Brooks. Y su secretaria es tan celosa de su trabajo que no me deja siquiera contestar el teléfono, sea cosa de que le quite un ápice de su prestigio. Si vieras qué fastidio. Y al contestar el teléfono hay que tener un cuidado bárbaro porque puede ser, Dios Santo, el mero mero señor Brooks o el mero mero señor Rogers, o el Henry Kissinger, o el Georges Schultz, o el Reagan himself. Y uno allí sale diciendo cualquier tontería. Lástima grande que sea tan fastidioso el trabajo, porque de no ser así lo aceptaría de manera permanente, ya que significaría más dinero, y sin duda algún prestigio del tipo de prestigio que no me importa. Pero un poco más de plata no estaría mal. Sin embargo, no lo voy a aceptar. En realidad, no soy tan buena secretaria, y me arruinaría ver tanta eficiencia por todos lados. No sé ni siquiera por qué me han puesto aquí.

Pensaba anoche en la cantidad de tiempo que uno pasa hablando de música, recordando música. Tu última carta casi sólo habla de este tema, de canciones que hemos bailado juntos, de discos que necesitas, de discos que llenan tu departamento. Y, viendo dónde vivimos ahora, todas las fotografías de Enrique que tengo también tienen que ver con música. Tengo un pianista suyo y también otra foto de unos bailarines de tango, y un afiche de su última exposición, del cual te estoy enviando un ejemplar, porque pienso que te gustará. Habla mucho de la soledad y la música y se llama «Salón de belleza sentimental», ya que todas las pobres y muy cursis peluqueras aparecen con la cabeza metida en enormes bocinas de victrola, olvidándose por completo de una clientela también adormecida por la música. El afiche pertenece a toda una serie de fotos con victrola, y no sé si viste algunas cuando estuviste aquí, aunque me parece que no nos quedó mucho tiempo que digamos para el arte.

Aquí con los niños nos preparamos para la Navidad. Vamos a ir a ver el Cascanueces en la ópera de San Francisco, que es un espectáculo lindísimo. También hay cánticos antiguos españoles en una iglesia, y música navideña medieval en otra. Iremos a ver lo más posible de estas cosas que son todas de aprovechar. La Mariana está muy entusiasmada y Rodrigo también porque ella va a clases de ballet con la compañía de San Francisco, y algunas de sus compañeritas van a figurar en el Cascanueces. Rodrigo se pone orgullosísimo con todo lo que concierne a su hermana.

Como ves, ya estamos hablando de música otra vez.

Espero que tus Navidades sean lindas. Y te abrazo y te beso con ese amor medio santo y como bien misticón que a uno le entra por estas épocas del año. Y con música de la que tú quieras, por supuesto,

Tu Fernanda

Berkeley, 19 de diciembre de 1981

Mi adorado Juan Manuel, indiscutiblemente incansable,

¡Cuánto me alegro de que me haya llegado tu nuevo disco y de que nunca te canses de mí!

Te oigo y te oigo y cada canción es más lograda y maravillosa que la anterior y todas y cada una de ellas es y son mis favoritas. Y los niños te escuchan a fuerza de escucharme escuchándote. Diríase que ellos empiezan a entenderte y que empieza también a gustarles tu música, sus melodías, sus palabras, tu voz que reconocen, Juan Manuel Cantautor.

Una cosa va a misa, mi amor, una cosa es verdad como una catedral. Si te sigues estabilizando, producirás lo mejor. Tú vas para arriba, Juan Manuel Carpio, cantautor mío.

Y no te escribo más porque te sigo escuchando y te sigo adorando. No te escribo más porque no se pueden hacer tantas cosas maravillosas al mismo tiempo. Pero una última cosa más sí: gracias por haber titulado el disco Motel Trinidad, a sabiendas de que esto del motel apenas existe en la cultura nuestra. Pero es que lo haces sentir con tanta gracia y ternura eso de que el amor lo puede llevar a uno incluso al colmo de la incomodidad y a la más húmeda y fría y feliz sordidez. Eres tan hondo, eres tan triste, eres tan divertido, que, te guste o no te guste, ya no te escribo una línea más.

Musicalmente tuya, eso sí,

Fernanda

La siguiente es una de las contadísimas cartas que Fernanda María copió íntegramente en aquel cuaderno del que me envió fotocopia. Me imagino que lo hizo porque hacía muy poco que le habían robado años de nuestra fiel y entrañable correspondencia y, ante el temor de una nueva pérdida, la reprodujo de principio a fin con esa caligrafía tan suya, entre nítida y ordenada y veloz y catastrófica. En fin, ahí va esa respuesta mía, llena de una alegría tan grande como le produjo a ella la recepción de aquel nuevo fruto de mis andanzas y cantares.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La amigdalitis de Tarzán»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La amigdalitis de Tarzán» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Alfredo Echenique - Cuentos
Alfredo Echenique
Alfredo Echenique - El Huerto De Mi Amada
Alfredo Echenique
Alfredo Sanfeliz Mezquita - La democracia de las emociones
Alfredo Sanfeliz Mezquita
Luis Alfredo Landavere Vergara - Guía de supervivencia audiovisual
Luis Alfredo Landavere Vergara
Alfredo Gaete Briseño - Nadie en cuarentena
Alfredo Gaete Briseño
Alfredo Echenique - Un mundo para Julius
Alfredo Echenique
Alfredo Sánchez Gutiérrez - La música de acá
Alfredo Sánchez Gutiérrez
Alfredo Tomás Ortega Ojeda - La bruja
Alfredo Tomás Ortega Ojeda
Alfredo Gaete Briseño - El regreso del circo
Alfredo Gaete Briseño
Raquel Echenique - Yo soy un refugiado
Raquel Echenique
Felipe I. Echenique March - Una historia sepultada
Felipe I. Echenique March
Отзывы о книге «La amigdalitis de Tarzán»

Обсуждение, отзывы о книге «La amigdalitis de Tarzán» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x