Juan Saer - Lo Imborrable

Здесь есть возможность читать онлайн «Juan Saer - Lo Imborrable» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Lo Imborrable: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Lo Imborrable»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Un clasico de la narrativa argentina que reconstruye las borraduras parciales que sufre la memoria. Una version cifrada sobre lo real, la percepcion y la literatura. Convertida en un clasico de la narrativa argentina, esta magnifica novela de Juan Jose Saer regresa con mas fuerza y renovada capacidad de resistencia. A traves de una prosa despojada y directa, la historia muestra al protagonista `Carlos Tomatis` deambulando por una ciudad fantasmal. El encuentro con dos extranos personajes `Alfonso y Vilma,` le plantea una serie de interrogantes que transforma al acto de leer en un gesto politico: Quien es Walter Bueno? Que se dice sobre su novela leida con furor? Como se construye un bestseller? Que es el exito? Como en toda la obra saeriana se despliega `mas que un argumento` una version cifrada sobre el estatuto de lo real, de la percepcion y de la literatura. Y si la memoria sufre parciales borraduras, ahi esta la ficcion para reconstruirla. Eso que Saer llama `lo imborrable` ha dejado su impronta en el cuerpo y en el imaginario colectivo atravesado por el terror, la represion y la censura. Por eso, imborrable es tanto lo que paso `la huella historica que no debe olvidarse bajo ningun concepto,` como lo que viene sucediendo desde el origen: la presencia humana en el mundo como un acontecer unico, increible, transformador del universo. Imborrable es el arte, el pensamiento y la palabra.

Lo Imborrable — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Lo Imborrable», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Guarda que se te cae -dice mi hermana, reteniendo la carpeta amarilla de Bizancio Libros que, a causa de las distorsiones a que someto al sobretodo para sacármelo, ha comenzado a deslizarse fuera del bolsillo. La saca del sobretodo y me la extiende.

– No creo que haya nada importante adentro -le digo y agarrándola, la dejo, junto al sobretodo, en un sillón vacío.

– La cena está lista -dice mi hermana. Pasamos a la cocina iluminada. Sobre el mantel azul, los platos blancos, frente a frente, rodeado por los cubiertos y las copas, separados por la panera llena de óvalos de pan y el botellón de agua, brillan desde hace un buen rato sin duda, a la luz blanca del fluorescente.

– Se me hizo tarde -digo.

– No hay ningún apuro -dice mi hermana-, la película es a las diez.

– Deberías salir más en vez de estar todo el día pendiente de la televisión -le digo.

– Hace demasiado frío -dice mi hermana-. Hasta la primavera, no saco la nariz a la calle.

Lo dice riéndose, pero es posible que el mismo desgano, y después el mismo terror que hasta hace poco me impidieron, durante meses, atravesar el umbral para ir siquiera a tomar un café al bar de la galería, estén haciendo ahora presión sobre ella para mantenerla encerrada, a causa de la muerte de nuestra madre quizás, que desde hada años estaba inválida y ciega en la cama, impidiéndole salir cuando lo deseaba justamente, o a causa de ninguna razón pasible de ser conocida, un no desear salir para otra cosa que para resolver problemas materiales, inexplicable, o un no desear general más bien, un atascamiento temporario, a los cincuenta años, de sus apetitos, tan razonable o provechoso como el hambre misma. Lo cierto es que cuando saca la tapa de la olla la sopa humea y expande su olor familiar en la cocina, y que cuando vierte un cucharón en mi plato, la superficie verde pálido de la sopa -arvejas partidas probablemente- y borde blanco del plato forman dos círculos concéntricos, un disco verde pálido en el interior, y un aro ancho y blanco enmarcándolo. Antes de levantar la cuchara, espero que ella misma se sirva y venga a sentarse frente a mí, del otro lado de la panera y del botellón de agua. El color verde pálido de la sopa me intriga -son probablemente arvejas partidas- y una rugosidad en la superficie me induce a pensar que otras legumbres han sido molidas también para darle espesor. Y la primera cucharada, que soplo dos o tres veces para que se enfríe antes de ponérmela en la boca, no revela la identidad de esas substancias molidas y hervidas en la misma agua que no obstante tienen gusto a sopa, que reconozco en todo caso como "sopa" -al fin y al cabo, a aquello de lo que se tiene un conocimiento aproximativo, se lo llama por lo general una sopa: al origen del universo por ejemplo, le dan el nombre de "sopa cosmogónica", lo cual pasado en limpio significa que nos cuelguen con un gancho del prepucio y nos exhiban durante años en el Departamento de Física de Princeton si sabemos algo de cómo cuernos empezó la cosa, o, para el origen de la vida, la "sopa de Haldane", un menjurje imaginado en Cambridge para justificar el presupuesto anual de los laboratorios; lo arreglan todo con una sopa como decía y al que no está de acuerdo lo mandan, apenas se descuida, a la sopa popular.

– Arvejas -dijo, sacudiendo la cabeza para mostrar mi aprobación.

– Un poco de todo -dice mi hermana con expresión misteriosa, aunque orgullosa de mi aire complacido. -Hice sopa pensando que Alicia iba a venir, porque le gusta la sopa.

– Papas molidas también -dijo, absteniéndome de hacerle notar que, en invierno por lo menos, esté o no por venir Alicia, hace sopa casi todos los días.

– Lo que encontré, sin ninguna receta. Ya no me acuerdo -dice mi hermana.

Sacudo, afirmativo pero escéptico, la cabeza, y sigo tomando, cucharada tras cucharada, la sopa. Desde el living, el sonido artificial de la televisión manda, sin pausa, música, ruido, y voces falsamente eufóricas, las mismas desde hace años, varias veces por día, todos los días, fantasmales y llenas de ecos. La muerte de nuestra madre paró, durante algunos días, su flujo, igual que si el hálito, débil al final, que la mantenía en vida, hubiese estado alimentándolo todos estos años, pero después que la enterramos recomenzó, mostrando de ese modo su carácter autónomo, a menos que no haya adquirido esa autonomía absorbiéndola a ella, igual que a todos nosotros por otra parte, su substancia. Yo mismo sin ir más lejos me pasé el verano último sentado en el living mirándola, más bien sin verla a decir verdad, desde mediodía hasta las dos de la mañana, durante tres meses por lo menos -ella iba muriéndose de a poco en la pieza de al lado, ciega y senil, a causa de la diabetis como le dicen, y únicamente cuando el soplo paró, volví a sacar la cabeza a la superficie tratando de respirar hondo, dejé de tomar alcohol, y subí a mi cuarto de la terraza, pero cuando me di un baño y me puse ropa limpia disponiéndome a ir a tomar un café al bar de la galería, a tres cuadras de mi casa, me di cuenta de que no podía salir a la calle, me daban vértigos, temblores y estaba, por decirlo de algún modo, aterrorizado. No podía recorrer los trescientos metros que me separaban del bar al que, mientras estuve en la ciudad, he estado yendo a tomar un café todos los días durante más de veinte años. Y eso después de haberme pasado tres meses sentado frente al televisor, tomando vino tinto al mismo tiempo que toda clase de somníferos y tranquilizantes, -no digo que haya sido a causa de eso, sino más bien que el hecho de haber estado sentado en el living durante tres meses con una damajuana de vino al lado del sillón, era el síntoma inequívoco de que había llegado al último escalón, con el agua negruzca y gélida ciñéndome los tobillos, lista ya para tragarme, y para que los últimos restos maltrechos del propio ser se disgreguen en la masa chirle y viscosa.

En el último escalón después de haber venido rodando escaleras abajo, con distintas velocidades, a veces viendo venir la cosa y otras sin siquiera darme cuenta, desde muy atrás probablemente, durante un tiempo difícil de calcular, a partir del nacimiento tal vez. Más que seguro que los que se pasan el día sentados delante denotan con eso que están ya en el último escalón, ya sea porque no quisieron o no pudieron o no los dejaron subir un poco más arriba, ya sea porque si lograron subir un poco, hasta cualquier otro, desde el penúltimo al infinito, a partir de cierto momento empezaron a rodar escaleras abajo otra vez, y ahí quedaron chapaleando, la parte superior dando manotazos en la oscuridad y la inferior metida hasta los tobillos, o las rodillas, o el pecho, o incluso el mentón en el agua negra.

Que no hayan podido o no los hayan dejado es frecuente -basta atiborrarlos de "sopa cosmogónica" o de "sopa de Haldane" o de sopa popular incluso, para que ya no puedan moverse y subir, uno o dos escalones aunque más no sea- pero que no hayan querido también lo es, y hasta es comprensible como argumento mantenerse lo más cerca posible de lo negro, no obrar, no despegarse mucho de lo indistinto, ser latido débil, estremecimiento apagado, no caer, por entre sus mandíbulas que nos trituran con mil muertes, en la red de la esperanza, diciéndose, en un susurro hecho no de palabras, sino de filtraciones sin nombre que recorrenen ondas ínfimas y constantes las entrañas recónditas del propio ser: Porque agiten allá afuera esas chafalonías sin valor que llaman mundo no voy a cometer el error para verlo desde más cerca o para tocarlo en nombre de lo que llaman experiencia de dejar aunque más no fuese un momento esta cama negra en la que estoy tan cómodo. Que me cuelguen de donde les plazca o que me la corten si quieren en rebanadas si estoy dispuesto a desplazarme de un milímetro para ir a rozar con la yema de los dedos eso a lo que le dicen lo real o como quiera que lo llamen. Las señales luminosas que cuajan en la pantalla de bordes curvos formando sombras coloreadas que dan la ilusión de moverse y de hablar, con ligeros ecos electrónicos y acústicos, diciendo para nadie en particular lo que todos parecíamos saber de antemano, lo que creemos haber ya pensado alguna vez, son materia suficiente, fragmentos reconstituidos de un modo aproximativo con los restos de lo que podríamos llamar nuestro naufragio, si hubiese habido alguno entre nosotros que, antes de concluir en ese sopor hechizado hubiese de verdad atravesado, después de aventurarse en lo exterior, algún mar desconocido. Hay muchas maneras de entrar en ese sopor, y del modo más inesperado. Pichón Garay, por ejemplo, que vive en París desde hace años -un día me escribió una carta que empezaba diciendo Ocupo un puesto subalterno en un lugar subalterno: soy profesor en la Sorbona, y después, durante dieciocho meses, no supe más nada de él. Su propia madre, su hermano mellizo incluso, con los que se carteaba en forma regular, quedaron sin noticias. Pero fue por ellos que me enteré más tarde de que había obtenido un año sabático, se había encerrado en su departamento sin leer, sin ver a nadie, sin responder las cartas que recibía, y se había dedicado exclusivamente a hacer palabras cruzadas.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Lo Imborrable»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Lo Imborrable» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Juan Saer - The Clouds
Juan Saer
Juan José Saer - Scars
Juan José Saer
Juan Saer - The One Before
Juan Saer
Juan José Saer - La Grande
Juan José Saer
Juan Saer - Palo y hueso
Juan Saer
Juan Saer - Las nubes
Juan Saer
Juan Saer - La Pesquisa
Juan Saer
Juan Saer - Responso
Juan Saer
Juan Saer - Glosa
Juan Saer
Juan Saer - Cicatrices
Juan Saer
Juan Saer - El entenado
Juan Saer
Отзывы о книге «Lo Imborrable»

Обсуждение, отзывы о книге «Lo Imborrable» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x