Diane Liang - El Ojo De Jade

Здесь есть возможность читать онлайн «Diane Liang - El Ojo De Jade» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El Ojo De Jade: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El Ojo De Jade»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La moderna y emprendedora Mei acaba de abrir una agencia privada de detectives en pleno corazón de Pekín. Esta mujer joven es un símbolo evidente del gran cambio cultural y ecónomico que está viviendo China. Al volante de su Mitsubishi rojo, y con un hombre como secretario, Mei está preparada para su nuevo trabajo. Cuando un cliente le pide que encuentre un valioso jade de la dinastía Han sustraído de un museo en plena Revolución Cultural, Mei se verá obligada a profundizar en ese oscuro periodo de la historia de China.
La investigación de Mei revela una trama que tiene mucha más relación con el pasado y la historia de su propia familia de lo que podría haber esperado. Esto la llevará a la trastienda de Pekín y a un secreto tan bien guardado que, desenterrarlo, amenazará con destruir lo que Mei consideraba sagrado…

El Ojo De Jade — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El Ojo De Jade», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Mei se pasó casi todo el día encerrada en su despacho. Revisó carpetas antiguas y se ocupó de menudencias de los últimos dos días. Repasó sus notas y sus recuerdos de la visita a Liulichang y al Centro Lufthansa. Le habría gustado ver más de cerca al hombre con quien se encontró Wu el Padrino. Lo recordaba alto, bien vestido y de piel clara, más o menos de la misma edad que Wu el Padrino. Estaba claro que era rico, con ese coche, el chófer y la novia modelo. Mei intentó imaginar la conversación que habrían mantenido ante un té en alguna de las cafeterías del sótano. Probablemente hablaron de la vasija ritual Han, y de que ella andaba haciendo preguntas.

Mei decidió que tenía que encontrar al vendedor de la vasija, y pronto.

Abrió la puerta y llamó:

– Gupin, ¿puedes venir, por favor?

Cuando su secretario entró, le indicó por señas que se sentara en el sillón.

– ¿Qué sabes del tren que hace el trayecto de Luoyang a Pekín?

– Pues muchas cosas: ése es el tren que yo cogí para venir a la ciudad. Sólo hay uno al día. Llega a la Estación Oeste de Pekín a las cinco y media de la mañana. Lo recuerdo como si fuera ayer. Vine en febrero, después del Año Nuevo Chino. Cuando el tren llegó, fuera todavía estaba oscuro, y tuve que esperar en la estación a que se hiciera de día. Cuando hubo luz y los autobuses empezaron a circular, seguí las indicaciones que me habían dado. Cogí tres autobuses para ir a ver a un chico de un pueblo vecino que había venido a Pekín hacía un año. Me dijo que me podía quedar con él y trabajar en la misma obra. Yo estaba emocionado de ver Pekín por primera vez: los edificios altos, los autobuses, las calles anchas y los camiones limpiacalles. Nunca había visto camiones limpiacalles.

– Si no conocieras a ese hombre del pueblo vecino, ¿a dónde habrías ido?

– Probablemente a alguno de los hoteles baratos que hay alrededor de la estación. Muchos viajeros hacen eso. A veces hasta se puede alquilar una habitación de algún residente en Pekín por tan sólo quince yuanes la noche. Por supuesto que es ilegal que los residentes alquilen habitaciones, porque son propiedad de sus unidades de trabajo, y no suya. Pero ya sabes lo que pasa: la gente necesita dinero.

– Estoy buscando a un tipo de Luoyang. Vino a Pekín hace un par de semanas a vender una valiosa reliquia. Lo único que tengo de él es su descripción. Puede que se quedara por la zona de la estación, como tú dices. Pero estoy segura de que ya no está ahí. Ahora que ha vendido su reliquia, es rico.

– Pero es posible que alguien de esa zona le recuerde -razonó Gupin-; quizá una camarera, o la gente del hotel. Puede que alguno de ellos sepa adónde se fue.

Mei lo pensó un momento.

– También puedes probar con la consigna de la estación -añadió Gupin-. Habrá tenido que guardar su reliquia en algún sitio seguro. Esos hoteles baratos son todos privados, en general poco de fiar: sólo un tonto dejaría objetos de valor ahí.

– Creo que tienes razón -dijo Mei-: empezaré por la estación.

– ¿Quieres que vaya contigo? -preguntó Gupin-. La zona de la estación no es segura por la noche. Está llena de gente de paso y de matones del barrio.

– Eres muy amable, pero creo que debería hacer esto por mí misma. A veces la gente le dice más cosas a una mujer si va sola.

Gupin se quedó decepcionado. Bajó la cabeza. La atmósfera de emoción que le había rodeado desapareció.

– Quizá la próxima vez -le dijo Mei-. Te veré mañana.

Capítulo 16

Fuera había empezado a caer el crepúsculo. Era la hora en que la ciudad desplegaba sus resortes. Los niños se habían vuelto a sus casas después de pasar la tarde jugando a las cartas o al fútbol en las aceras. Se estaban poniendo las mesas para la cena. Por las ventanas entreabiertas de las cocinas se olía el dulce reclamo de los guisos de las abuelas.

Era el mejor momento para hacer una llamada.

– ¡Oh, Mei! -exclamó la tía Chen al coger el teléfono-. Pobre niña -suspiró-. Espero que no estés demasiado preocupada. El tío Chen acaba de volver del hospital. Parece ser que tu madre está bien. Manten el corazón bien abierto, ¿vale?

El tío Chen cogió el teléfono. Puso a Mei al corriente del estado de su madre.

– Gracias por ir a verla -dijo ella-. Yo espero poder ir mañana.

– No te preocupes. ¿Qué tal tu encuentro con Pu Yan? -el tío Chen bajó la voz-. ¿Has averiguado algo?

– Justo por eso te llamaba -dijo Mei-. Fui al mercado de antigüedades de Liulichang, porque Pu Yan había oído que la vasija había sido vendida a un marchante de allí. Hablé con un tipo que recordaba al hombre que intentó vendérsela: era de Luoyang, como tú sospechabas, pero lo único que saqué en claro fue su descripción.

»El marchante se llama Wu el Padrino y es especialmente desagradable. Le seguí la pista hasta el Centro Lufthansa y allí se encontró con otro tipo. Por desgracia no los pude seguir, pero apunté la matrícula del coche del otro y le he pedido a una amiga de la Dirección de Tráfico que la busque en los archivos. Sospecho que nuestro hombre de Luoyang sigue en Pekín. Pu Yan dijo que la vasija podría haber alcanzado los cuarenta mil yuanes. Eso es un montón de dinero, ¿por qué iba a irse de Pekín sin probar la buena vida?

– ¿Pero cómo le vas a encontrar? En Pekín hay diez millones de personas -el tío Chen sonaba preocupado.

– Empezaré por el principio: la Estación Oeste de Pekín. ¿Me puedes encontrar algo de guanxi dentro de la estación? Cuanto más alto sea el cargo, mejor.

– ¿Cuándo quieres ir?

– Esta noche. Es mejor que nos demos prisa. Creo que hemos revuelto la hierba: las serpientes están asustadas.

– Déjame que haga unas llamadas -dijo el tío Chen-. ¿Dónde estás?

– En la oficina.

– Luego te llamo.

A la media hora sonó el teléfono. Mei anotó la información en un papel, que luego dobló y guardó en su monedero. Metió el monedero, un bote de spray antivioladores y una pequeña linterna en un bolso de nailon negro. Se aseguró de que su móvil tenía suficiente batería. Luego se colgó el bolso del hombro y salió.

El viento se había extinguido. Las nubes se espesaron, arrebujadas como una acogedora manta. Las luces se encendieron, iluminando la Estación Oeste de Pekín, un edificio nuevo con la forma de las antiguas puertas de la ciudad, con cuatro torrecillas en forma de pagoda. Frente a él, gente sentada sobre su equipaje esperaba autobuses. Los vendedores de comida andaban por entre la multitud gritando: «¿Tiene hambre? ¡Coma bollos calientes rellenos de carne!».

Dentro de la estación, rostros frescos y ojos exaltados se maravillaban de la rutilante decoración. Había un flujo constante de avisos por los altavoces, anuncio de salidas, retrasos, niños y adultos perdidos. Trabajadores de provincias corrían de aquí para allá con costales al hombro. Las familias se arracimaban en blancas salas de espera, compartiendo cenas de fritanga con arroz en bandejas de cartón. Otros dormían, tendidos como cadáveres en los largos bancos.

Mei se detuvo ante la oficina del jefe de estación. En la puerta, un cartel rezaba: «Vagabundos no».

Empujó y abrió la puerta. Dentro contó ocho personas sentadas en un banco pegado a la pared. Mei se acercó a la mujer joven que estaba tras el mostrador y preguntó por el jefe de estación.

– ¿Quiere hacer una reclamación? -la mujer empujó a un lado una brillante revista y alzó los gruesos párpados-. Rellene un impreso y espere ahí.

– No, es un asunto privado -dijo Mei.

Ella la miró de arriba abajo:

– ¿Qué tipo de asunto privado? -su tono ya no era tan seco.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El Ojo De Jade»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El Ojo De Jade» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Lobsang Rampa - El Tercer Ojo
Lobsang Rampa
James Swallow - Jade Dragon
James Swallow
Ursula Le Guin - El ojo de la garza
Ursula Le Guin
Henning Mankell - El ojo del leopardo
Henning Mankell
Naomi Novik - Throne of Jade
Naomi Novik
libcat.ru: книга без обложки
Diane Liang
Diane Jeffrey - Diane Jeffrey Book 3
Diane Jeffrey
Diane Amos - A Long Walk Home
Diane Amos
Judith Gautier - Le livre de Jade
Judith Gautier
Отзывы о книге «El Ojo De Jade»

Обсуждение, отзывы о книге «El Ojo De Jade» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x