Nancy Huston - Marcas De Nacimiento

Здесь есть возможность читать онлайн «Nancy Huston - Marcas De Nacimiento» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Marcas De Nacimiento: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Marcas De Nacimiento»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Este archivo es una copia de seguridad, para compartirlo con un grupo reducido de amigos, por medios privados. Si llega a tus manos debes saber que no deberás colgarlo en webs o redes públicas, ni hacer uso comercial del mismo. Que una vez leído se considera caducado el préstamo y deberá ser destruido.
En caso de incumplimiento de dicha advertencia, derivamos cualquier responsabilidad o acción legal a quienes la incumplieran.
Queremos dejar bien claro que nuestra intención es favorecer a aquellas personas, de entre nuestros compañeros, que por diversos motivos: económicos, de situación geográfica o discapacidades físicas, no tienen acceso a la literatura, o a bibliotecas públicas. Pagamos religiosamente todos los cánones impuestos por derechos de autor de diferentes soportes. Por ello, no consideramos que nuestro acto sea de piratería, ni la apoyamos en ningún caso. Además, realizamos la siguiente…

Marcas De Nacimiento — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Marcas De Nacimiento», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Al tiempo que hace un gesto con la cabeza a Helga la criada, la abuela dice:

– ¡Ahora!

En un veloz susurro, Helga cruza la oscuridad hasta las puertas de doble hoja y las abre: ¡ahí está! ¡Sí, ha ocurrido otra vez! ¿Cómo es posible? Estábamos todos aquí, todos, reunidos, no faltaba nadie salvo papá, que está a kilómetros de aquí matando rusos, y mientras cantábamos villancicos en la sala, la mesa del comedor se ha puesto sola. Oh, oh, oh, oh, el mantel de lino blanco ha cruzado la estancia con un aleteo y se ha extendido suavemente sobre la mesa, la mejor cubertería de mamá y los platos de Dresde han salido bailando de las alacenas y se han dispuesto a ambos lados, las copas de cristal han bajado volando del aparador para ponerse firmes ante la punta de cada cuchillo, y la corona de adviento con sus cuatro velas rojas encendidas ha llegado flotando para colocarse como centro de mesa. Ah, ah -no puedo dejar de exclamar-, ¿cómo ha ocurrido? Miro a mamá.

– ¿Le has dicho a una vecina que viniera a hacerlo? -le pregunto.

– ¿Yo? -dice sonrojada-. ¿Una vecina? No, claro que no.

No le está permitido mentir, así que ¿cómo ha ocurrido? Todos los años el mismo misterio y no puedo llegar hasta el fondo. ¿Es un milagro o un truco?

La cena ha terminado, las galletas con especias y el pan de Navidad no estaban muy buenos porque faltaban los huevos, Greta y yo estamos sentadas en la alfombra de la sala con los regalos en el regazo y mamá, sentada en el sillón, nos mira e intenta sonreír.

– Con un poco de suerte habrá más de uno el año que viene -dice.

– Eso dijiste el año pasado -le recuerda Greta.

Surge una W de dolor entre las cejas de mamá, pero la borra de inmediato. No regaña a Greta por ser egoísta, no dice: «Greta, ¿te das cuenta de que tu hermano está muerto y tu país está en guerra?»

– Vamos, abrid los regalos, bonitas -es lo único que dice, pero su voz suena ronca y salta a la vista que está preocupada por papá: ya ha perdido a su hijo y también va a perder a su marido, muchas vecinas han perdido tanto hijos como maridos-. ¿Dónde estará mi querido Dieter esta mañana de Navidad?

– Tal vez papá también esté aquí el año que viene -digo para consolarla, y me acaricia la mano.

– Adelante, bonitas -repite.

Cogemos los regalos y desgarramos el papel; no hay celo, el envoltorio es papel de periódico, en cuestión de segundos mis diestros dedos han quitado el cordel y el papel y han abierto la caja. Bajo la mirada y veo un atisbo de piel amarilla y metal reluciente, pero justo antes de entender lo que es, Greta lanza un chillido de alegría y levanto la vista hacia donde está ella sentada, sosteniendo… una muñeca.

Me quedo de piedra.

¿Qué puedo decir? Ha habido un error. Mamá se ha confundido con los regalos, la muñeca tenía que haber sido para mí y el… el lo que sea de peluche para Greta. Por qué no lo dice en este mismo instante, por qué no dice: «¡Ay, Dios mío, qué tonta he sido, Greta! Esa es la muñeca de Kristina y el osito de peluche es para ti, cariño.»

La muñeca es mía y lo sé. Lleva un vestido de terciopelo rojo con cuello y puños de encaje, tiene largo cabello castaño, mejillas sonrosadas, labios fruncidos de rubí y ojos azul oscuro que se abren y se cierran de verdad (como me enseña Greta desde lejos). Cuando la mantienes erguida te mira con los ojos abiertos de par en par pero cuando la tumbas los párpados se cierran suavemente y las pestañas le rozan las mejillas y da la impresión de haberse sumido en el más dulce de los sueños. La quiero. Incluso sé su nombre, Annabella. Es mía. Tengo que convertir mis músculos en acero para no cruzar la sala de un salto y arrancarle la muñeca a Greta de las manos. Ahora mamá dice:

– Y tú qué, Kristina. ¿Qué te ha traído Papá Noel?

Y sigo ahí pasmada, sin saber cómo volver a ser feliz. Me trae sin cuidado lo que hay en mi caja, sólo quiero -urgente, ardientemente- sostener y abrazar, acariciar y amar por siempre a la hermosa Annabella con su vestido de terciopelo rojo. Greta la mece y le canta, desafinando como siempre, veo mis dedos blancos y entumecidos deslizándose por debajo del bicho de peluche para sacarlo. Un oso con un par de platillos en las patas.

– Ay, Kristina -dice Greta hipócritamente-, ¡qué monada!

Y siento deseos de tirarla al suelo y coger a Annabella y salir volando con ella por la ventana igual que Peter Pan con Wendy.

– ¿Has visto, cariño? -dice mamá-. Tiene una llavecita en la espalda, puedes darle cuerda… ¡Ven, déjame que te ayude!

Se acuclilla a mi lado, coge el oso con la mano izquierda y hace girar la llave con la derecha, una, dos, tres veces, luego lo deja en la alfombra y el oso hace chasquear los platillos, da dos pasos hacia delante y cae de bruces.

– Mm -dice mamá, entre risas-. Me parece que no le gusta la alfombra, vamos a probar en la mesa. ¡Ven, Kristina, mira!

Y hago un esfuerzo por mirar el estúpido oso chocando los estúpidos platillos al tiempo que sacude las patas hacia delante: izquierda, derecha, izquierda, derecha. El oso se mueve como un soldado pero no está vivo. Los soldados se mueven como robots y los robots no están vivos pero los soldados sí, al menos hasta que, como le ocurrió a Lothar, les pegan un tiro o los hace saltar por los aires una bomba o una granada de mano, entonces dejan de moverse para siempre y los meten en un ataúd en un hoyo en la tierra y nadie vuelve a verlos nunca más porque se han ido al cielo. Miro a mamá, que mira el oso y dice:

– Izquierda, derecha. -Y da palmas al ritmo de sus movimientos; cuando llega al borde de la mesa, dice-: ¡Media vuelta! -Y lo vuelve y el oso empieza a marchar en la otra dirección. Entonces sus zancadas se hacen más lentas y lo mismo ocurre con las palabras de mamá-: Izquierda… derecha…

A mitad de camino sobre la mesa el oso se detiene. Se le ha acabado la cuerda y se ha parado, igual que el reloj cuando al abuelo se le olvida darle cuerda. Mamá me mira, la cara luminosa de satisfacción por haberme encontrado un regalo tan maravilloso.

– Ahora dale cuerda tú, Kristina -dice, y yo me quiero morir.

Greta le ha puesto a Annabella otro nombre, un nombre tan ridículo que me niego a pronunciarlo. Todas las mañanas deja a la muñeca sentada bien erguida sobre el almohadón de la cama y con las manos recatadamente entrelazadas sobre la falda. Me ha dicho que no la toque, pero cada vez que se va a jugar con sus amigas la toco y más cosas, hablo con ella y le canto, derramando mi corazón en el suyo.

Tengo buen cuidado de colocar a Annabella otra vez en el almohadón de Greta exactamente tal como la he encontrado, sentada bien erguida con el vestido de terciopelo extendido en torno y las manos en el regazo.

La abuela lanza un chillido que me hiela la sangre, aunque sé que en realidad no es verdad, que los seres humanos tienen la sangre caliente, lo que significa que su sangre mantiene la misma temperatura ocurra lo que ocurra, incluso en un invierno horrendamente frío como éste, la sangre de los soldados alemanes es caliente, al menos hasta que alguien les pega un tiro y empieza a derramárseles del pecho, entonces probablemente forma carámbanos rojos en la nieve, así que cuando la abuela chilla la sangre no se me hiela pero hace algo muy peculiar, la noto en el cuello y las muñecas, y mamá grita:

– ¡Kristina! ¡Ven ahora mismo!

Y bajo corriendo tan rápido que no llego a notar los peldaños bajo mis pies.

Estaban haciendo la colada y la tina se ha volcado, salpicando de agua hirviendo y lejía las manos de la abuela. Ya no chilla sino que gimotea como un cachorro, meciéndose adelante y atrás en una silla de respaldo recto mientras intenta acunarse las manos escaldadas con las manos escaldadas. Mamá está junto a ella con aspecto abrumado, ha sacado ungüentos y vendas pero no se atreve a usarlos.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Marcas De Nacimiento»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Marcas De Nacimiento» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Nancy Huston - Infrared
Nancy Huston
Nancy Huston - Black Dance
Nancy Huston
Sara Paretsky - Marcas de Fuego
Sara Paretsky
James BeauSeigneur - El nacimiento de una era
James BeauSeigneur
Charlie Huston - Already Dead - A Novel
Charlie Huston
Charlie Huston - A Dangerous Man
Charlie Huston
Nancy Huston - Arbre de l'oblit
Nancy Huston
Alastair Bruce - Marcas en la pared
Alastair Bruce
Omraam Mikhaël Aïvanhov - El segundo nacimiento
Omraam Mikhaël Aïvanhov
Отзывы о книге «Marcas De Nacimiento»

Обсуждение, отзывы о книге «Marcas De Nacimiento» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x