Anna Gavalda - Juntos, Nada Más

Здесь есть возможность читать онлайн «Anna Gavalda - Juntos, Nada Más» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Juntos, Nada Más: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Juntos, Nada Más»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Camille Fauque tiene 26 años, dibuja de maravilla, pero no tiene fuerza para hacerlo. Frágil y desorientada, malvive en una buhardilla y parece esmerarse en desaparecer: apenas come, limpia oficinas de noche, y su relación con el mundo es casi agonizante. Philibert Marquet, su vecino, vive en un apartamento enorme del que podría ser desalojado; es tartamudo, un caballero a la antigua que vende postales en un museo, y el casero de Franck Lestafier. Cocinero de un gran restaurante, Franck es mujeriego y malhablado, casi vulgar, lo cual irrita a la única persona que le ha querido, su abuela Paulette, que a sus 83 años se deja morir en un asilo añorando su hogar y las visitas de su nieto.
Cuatro supervivientes, cuatro personajes magullados por la vida, cuyo encuentro va a salvarlos de un naufragio anunciado. La relación que se establece entre estos perdedores de corazón puro es de una riqueza inaudita, tendrán que aprender a conocerse para lograr el milagro de la convivencia.
Juntos, nada más es una historia viva, con un ritmo suspendido en el aire, llena de esos minúsculos dramas personales que seducen por su sencillez, su sinceridad y su inconmensurable humanidad.

Juntos, Nada Más — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Juntos, Nada Más», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– Ya verás, estarás orgulloso de mí…

– Cuento con ello. ¿Y yo?

– ¿Tú, qué?

– ¿Yo también puedo pedirte algo?

– Pues claro…

Philibert empezó a ruborizarse:

– P… pon que qui… quisieras hacerle u… un regalo a una chica a la q… que no conoces, ¿t… tú qué harías?

Camille lo miró perpleja:

– ¿Cómo has dicho?

– N… no te hagas la t… tonta, me has oído p… perfectamente…

– Pues no sé… ¿a santo de qué sería el regalo?

– A s… santo de nada en e… especial…

– ¿Para cuándo?

– El sá… sábado.

– Regálale un frasco de Guerlain.

– ¿Có… cómo?

– Perfume Guerlain…

– Yo… yo no voy a sa… saber elegir…

– ¿Quieres que vaya contigo?

– Sí, p… por favor…

– ¡No hay problema! Iremos durante tu descanso para comer.

– Gra… gracias…

– ¿Ca… Camille?

– ¿Sí?

– No… no es m… más que una amiga, ¿eh?

Camille se levantó riendo.

– Claro…

Y entonces, al ver los gatitos del calendario de Correos, exclamó:

– ¡Anda, qué cosas! El sábado es San Valentín. ¿Tú lo sabías?

Philibert volvió a hundir la cabeza en su tazón de cacao.

– Bueno, te dejo que tengo cosas que hacer… A mediodía me paso a recogerte al museo…

Philibert todavía no había vuelto a subir a la superficie, y chapoteaba entre los posos de su Nesquick cuando Camille salió de la cocina con su bote de Ajax y toda una panoplia de bayetas.

Cuando Franck volvió a casa para su siesta, se encontró el piso desierto y patas arriba.

– ¿Pero se puede saber qué es todo este jaleo?

Salió de su habitación a eso de las cinco. Camille estaba peleándose con el pie de una lámpara.

– ¿Qué pasa aquí?

– Me mudo…

– ¿Dónde te vas? -preguntó muy pálido.

– Aquí -le dijo, indicándole la pila de muebles rotos y la alfombra de cadáveres de mosca y, extendiendo los brazos, añadió-: te presento mi nuevo taller…

– Anda ya…

– ¡En serio!

– ¿Y tu curro?

– Ya se verá…

– ¿Y Philou?

– Oh… Philou…

– ¿Qué?

– Ése está en una nube…

– ¿Eh?

– No, nada.

– ¿Quieres que te eche una mano?

– ¡Y tanto!

Con un chico era todo mucho más fácil. En una hora, había trasladado todos los trastos a la habitación de al lado. Un dormitorio cuyas ventanas estaban condenadas debido a unas «jambas defectuosas»…

Camille aprovechó un momento de tranquilidad -Franck se estaba bebiendo una cervecita mientras contemplaba el alcance del trabajo realizado- para asestar su última estocada:

– El lunes que viene, a la hora de comer, me gustaría celebrar mi cumpleaños con Philibert y contigo…

– Mmm… ¿No prefieres celebrarlo mejor por la noche?

– ¿Por qué?

– Hombre, ya lo sabes… El lunes es mi día de obligaciones…

– Ah, sí, perdón, me he expresado mal: el lunes que viene, a la hora de comer, me gustaría celebrar mi cumpleaños con Philibert, contigo, y con Paulette.

– ¿Allí? ¿En el asilo?

– ¡No, hombre, no! ¡Ya nos encontrarás tú una tasquita agradable!

– ¿Y cómo vamos?

– Había pensado que podríamos alquilar un coche…

Franck calló y reflexionó hasta el último sorbo de cerveza.

– Muy bien -dijo, estrujando la lata-, el problema es que luego, cuando yo vuelva solo a verla, siempre se llevará una desilusión…

– Eso… bien pudiera ser que…

– No te tienes que sentir obligada a hacerlo por ella, ¿eh?

– No, no, lo hago por mí.

– Bueno… De lo del buga, yo me encargo… Tengo un colega que estará encantado de cambiármelo por la moto… Qué asco dan todas estas moscas…

– Estaba esperando a que te despertaras para pasar la aspiradora…

– ¿Y tú, estás bien?

– Sí. ¿Has visto tu Ralph Lauren?

– No.

– Preciosísimo, le queda preciosísimo. Bien contento que está mi Pikou .

– ¿Cuántos cumples?

– Veintisiete.

– ¿Antes dónde estabas?

– ¿Cómo?

– Antes de estar aquí, ¿dónde estabas?

– ¡Pues arriba, en la buhardilla!

– ¿Y antes?

– Ahora no hay tiempo para eso… Una noche que estés en casa, te lo contaré…

– Siempre dices eso, y luego…

– Sí, sí, en serio, ya me encuentro mejor… Te contaré la edificante vida de Camille Fauque…

– ¿Qué quiere decir «edificante»?

– Buena pregunta…

– ¿Quiere decir «como un edificio»?

– No. Significa «ejemplar», pero es irónico…

– ¿Eh?

– Como un edificio que se estuviera derrumbando, si prefieres…

– ¿Como la torre de Pisa?

– ¡Exactamente!

– Joder, vivir con una intelectual es una jodienda…

– ¡Que no, hombre! ¡Al contrario! ¡Es muy agradable!

– Qué va, es una jodienda. Siempre tengo miedo de hacer faltas de ortografía… ¿Qué has comido a mediodía?

– Un bocadillo con Philou… Pero he visto que me habías guardado algo en el horno, me lo tomaré luego… Por cierto, gracias… Está todo buenísimo…

– De nada. Bueno, me largo…

– Y tú, ¿estás bien?

– Cansado…

– ¡Pues entonces, duerme!

– No, si sí que duermo, pero no sé… estoy como sin energía… Bueno, tengo que volver al curro…

17

– Tú, desde luego… ¡No se te ve el pelo en 15 años y ahora de repente aquí estás un día sí y otro también!

– Hola, Odette.

Besos sonoros.

– ¿Está aquí?

– No, todavía no…

– Bueno, pues mientras nos vamos a ir sentando… Mire, le presento a unos amigos: Camille…

– Buenas tardes.

– … y Philibert.

– Encantado. Es un sitio pre…

– ¡Que sí, tío, que vale! Todas esas cosas ya se las dices luego…

– ¡Oh, no te pongas nervioso!

– No me pongo nervioso, es que tengo hambre. Ah, mira, aquí están… Hola, abuela, hola, Yvonne. ¿Se queda a tomar una copita con nosotros?

– Hola, Franck, hijo. No, muchas gracias, tengo jaleo en casa. ¿Hacia qué hora me paso?

– Ya la llevamos nosotros…

– Pero no muy tarde, ¿eh? Porque la última vez me cantaron las cuarenta… Tiene que estar de vuelta antes de las cinco y media…

– Sí, sí, vale, Yvonne, vale. Recuerdos a su familia…

Franck soltó un suspiro de alivio.

– Bueno, abuela, pues nada, le presento a Philibert…

– Es un placer… -Se inclinó para besarle la mano.

– Hala, todo el mundo a sentarse. ¡Que no, Odette! ¡Nada de carta! ¡Que decida el chef!

– ¿Un aperitivito?

– ¡Champán! -contestó Philibert y, volviéndose hacia su vecina, le preguntó-: ¿le gusta el champán, señora?

– Sí, sí -contestó Paulette, intimidada por tanta cortesía.

– Tomad, aquí tenéis unos chicharrones mientras tanto…

Todo el mundo estaba un poco cortado. Afortunadamente, los vinitos del Loira, el lucio a la plancha y el queso de cabra no tardaron en soltarles la lengua. Philibert se prodigaba en mil atenciones con su vecina y Camille se reía escuchando las tonterías de Franck:

– Tenía… pfff… ¿Cuántos años tenía, abuela?

– Dios mío, hace ya tanto de eso… ¿Trece? ¿Catorce años?

– Era mi primer año de aprendiz… Me acuerdo que por aquel entonces René me daba miedo. Me sentía muy inseguro. Pero bueno… Anda que no me enseñó cosas ni nada… Y también me tomaba el pelo… Ya no me acuerdo qué me enseñó un día… unos cuchillos creo, y me dijo:

»"-Éste se llama chochito, y el otro, chochón. ¿Te acordarás, eh, cuando te pregunte el profesor…? Porque vale, una cosa es lo que dicen los libros, y otra los verdaderos términos de cocina. La verdadera jerga. En eso se reconoce a los buenos pinches. Bueno, ¿qué, te lo has aprendido?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Juntos, Nada Más»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Juntos, Nada Más» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Juntos, Nada Más»

Обсуждение, отзывы о книге «Juntos, Nada Más» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x