Maxim Huerta - El susurro de la caracola

Здесь есть возможность читать онлайн «Maxim Huerta - El susurro de la caracola» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El susurro de la caracola: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El susurro de la caracola»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Ángeles Alarcón, una mujer que se gana la vida haciendo pequeños arreglos y remiendos entre sus vecinas, pasea una tarde de agosto por la Gran Vía de Madrid. Frente a ella, en la otra acera de la calle, le sorprende la maniobra de colocación de un gran cartel de cine que ocupa toda la fachada del edificio. Allí aparece el chico más guapo del mundo, Marcos Caballero, el protagonista de la película de moda, Los días más felices. A partir de ese momento la existencia de Ángeles dará un giro radical: desatiende sus labores, acude el día del estreno para ver a Marcos de cerca, comienza a recortar todas las fotos y reportajes que de él aparecen en las diferentes revistas -hasta llegar a coleccionar 450 imágenes-, le sigue a las fiestas, averigua su dirección y comienza a espiarle para entender su rutina diaria…

El susurro de la caracola — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El susurro de la caracola», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Voluntaria. Sí. Voluntaria. Él se encogió de hombros cuando dijo que «hacía frío en la calle» o algo así, y se apoderó de mí el antojo urgente de querer abrazarle.

Me había acostumbrado a mirarle oculta. Tal vez hasta él se estaba dando cuenta. No sé. A lo mejor alucino. (…) Digo que me había acostumbrado a mirarle apartada y, sin embargo, era feliz en mi infelicidad.

17

Al mediodía del martes siguiente recuerdo muy bien lo que pasó. Me quedé en el barrio por la tarde para hacer unos recados, quería volver a la mercería de la Palma y comprar hilos. Tenía varios encargos de Matilde, sobre todo dobladillos de pantalones y estrecharle camisas de su marido, que estaba adelgazando por culpa del azúcar, y me recorrí los escaparates de la Corredera Alta de San Pablo.

Recuerdo perfectamente que me llevé unas bragas y un sujetador de oferta que vi en el escaparate junto con los hilos y las agujas para la máquina. Tengo una memoria que se va cuando le da la gana y que se me agudiza para las cosas más insospechadas. La verdad que es una forma de automaltrato porque empiezo a querer recordar fechas o nombres y se me olvidan, sin embargo me aparecen todas esas sensaciones que una quisiera haber olvidado el día después de haberlas vivido. No es el caso. Lo curioso es que me estaba amoldando a un barrio que no era el mío, había empezado a adaptarme como un flan a su molde. Incluso lo que antes era simple gente robotizada que anotaba en mi libreta de vigilancia ahora era parte de alguno de mis saludos matutinos. No solo eso, tengo que decir que la chica de la zapatería era pura simpatía conmigo, me había hecho descuento en unas deportivas la mar de cómodas de las que me había encaprichado y además, otro día, me regaló una camisola larga que utilizaba para estar por casa. Me saludaba siempre, porque siempre estaba pegada a la puerta mirando la calle. Lo mismo me pasaba con la droguería, de tanto bajar a comprar los productos de limpieza para la casa de Marcos había ido entablando una confianza de clientela fija y me venía genial porque, con el mismo descuento, aprovechaba para llevarme también la compra de mi casa. Isabel fumaba constantemente y tenía los dedos amarillentos. No sé por qué cuento todo esto, tal vez porque en mi felicidad también se incluía el pertenecer a la esfera de Marcos…

Marcos no estaba en casa esa mañana y el teléfono no dejaba de sonar. En cualquier caso, nada particular debía ocurrirle porque me dejó las típicas notas de cada visita con lo que debía hacer. «Tengo cena en casa, arréglame el salón más a fondo. Las camisas limpias están para planchar en el estudio, las he dejado colgadas de la puerta. Todavía estaban húmedas. Gracias. Marcos.» Supuse que estaba con una nueva película como proyecto porque, además del libro que devoraba en el parque, también había empezado a leerse un bloc de folios de texto que debía de estar aprendiéndose. Lo miraba y cerraba los ojos, lo miraba y cerraba los ojos, así todo el rato. No se despegaba de la rutina y supuse que estaba memorizando los párrafos constantemente. Puesto que no habíamos hablado mucho-casi nada-, así, de pronto, tampoco iba yo a insistir en preguntarle por la película que tenía entre manos. Cuando se bajaba lo hacía acompañado del manojo de folios envueltos en un plástico. En la carpeta, por fuera, ponía «Roberto». ¿Un personaje? Por eso le hice una sola pregunta: «Te llamas así en tu nueva película».

No sonó a interrogación, pero asintió y entendí que era de los actores a los que les da mala suerte contar cosas de las películas, porque me sonrió y se tocó la cabeza como quien toca madera.

– Confío en este papel, me encanta-me dijo.

– Te irá bien-añadí arrastrando la «e». Algo que detesto.

– Eso espero…

Marcos parecía ilusionado. Así que yo me ilusioné por contagio. Las películas esas que tanto me han acompañado desde que era adolescente hablaban siempre de enamoramientos, de dramas con final feliz, de estrellas que brillaban en la escena, de grandes besos y grandes abrazos. Y me gustaba infectarme de las esperanzas. Siempre salía del cine emocionada, como queriendo ser una de las protagonistas. Si era de llorar, lloraba. Si era de reír, reía. A todas esas actrices les tenía respeto, suspiraba por ellas y me atragantaba con sus conflictos. ¡Qué apuros! Me guardaba las entradas del cine y las almacenaba en una caja que perdí cuando huí de casa. Pero todas las frases se me quedaron guardadas…

«-¿A cuántos hombres has olvidado?-decía Johnny.

»-A tantos como mujeres recuerdas tú-respondía Vienna.

»-¡No te vayas!

»-No me he movido.

»-Dime algo agradable.

»-Sí, ¿qué quieres que te diga?

»-Engáñame. Dime que siempre me has esperado. Dímelo.

»-Todos estos años te he esperado.

»-Dime que te hubieses muerto si yo no vuelvo.

»-Estaría muerta si no hubieses vuelto.» (Johnny Guitar) Me la sé de memoria. Todavía ahora. La puedo decir entera. Entera. «Estaría muerta si no hubieses vuelto»… La soledad hizo que fuera una borracha de las salas de cine. Aprendí a hablar repitiendo las frases, imitando los gestos, copiando palabras que no entendía, cambiando de nombre si me apetecía…

Llegué a decir que me llamaba Sabrina, Diane, Karen, Vivian, Cecilia… y se reían de mí. Hoy querría llamarme Blanche, como en Un tranvía llamado deseo . «Supongo que eso es lo que llaman estar enamorada.» Supongo.

Conocí París sin haber ido, subí a la torre Eiffel subiendo fotogramas como si fueran escalones, viajé hasta Nueva York a través del cine, me enteré de la estepa rusa con los paisajes de Doctor Zhivago , conquisté el Oeste cuando los vaqueros bajaban de sus caravanas y me puse joyas cuando Lulamy se las quitaba… Yo viví lo que vivieron ellas. En mi butaca. Sola. Por eso no me costaba enternecerme cuando veía a alguien emocionarse. Y Marcos salió de casa ilusionado. En ese momento solo me quedaba interpretarme en La ventana indiscreta .

Me metí en su cocina para prepararle un pan de Calatrava. Pensé hacer magdalenas, espuma de limón o un pastel de manzana que llevo haciéndolo desde que tengo uso de razón…, pero el pan me salía tan bueno que no dudé. Puse varias rebanadas de pan en un cuenco con leche para que se quedaran bien empapadas, casi hasta deshacerse. De hecho jugueteé con los dedos para ayudar a desarmar el pan. Es algo que me gustaba hacer desde niña. Acaramelé con azúcar un molde que no había sido usado nunca, Marcos los guardaba en los cajones de la despensa junto a decenas de bolsas de maíz para hacer palomitas (pensé). Calenté azúcar hasta derretirlo y con una cuchara recubrí todo el borde para endulzarlo. Me basta con dos cucharadas de azúcar. Batí cuatro huevos con algo más de leche y más azúcar… y lo junté al pan empapado formando una masa. Luego lo metí al horno y seguí con la casa.

Eran más de las dos y media, y de pronto llegó Marcos. Parecía más feliz que antes incluso. Me preguntó por el olor que salía de la cocina.

– ¿A qué huele?

Improvisé lo primero que me salió.

– Huele a casa, ¿verdad?

– Sí, huele a casa. Creo que es la primera vez que vuelvo a oler a azúcar quemado. No lo recordaba.

Sonreí. Lo hice pegada a la pared porque cuando me habló, le salió un tono de añoranza infantil, casi mimoso. Como de esos niños consentidos que piden más azúcar en su plato.

– Estaba haciéndote un pastel, bueno, un pan de Calatrava. Tampoco cuesta mucho. Y así te vendrá bien para la visita de hoy…

– ¡Ni te imaginas! Pero ¡no se creerán que lo he hecho yo!

– Te lo explico y presumes luego. No ha hecho falta nada en especial, tenías pan, tenías leche, huevos y azúcar…

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El susurro de la caracola»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El susurro de la caracola» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El susurro de la caracola»

Обсуждение, отзывы о книге «El susurro de la caracola» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x