Santa Montefiore - La Virgen Gitana

Здесь есть возможность читать онлайн «Santa Montefiore - La Virgen Gitana» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Virgen Gitana: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Virgen Gitana»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Poco antes de morir, la madre de Mischa dona al Museo Metropolitano de Nueva York La Virgen gitana, un cuadro original del afamado pintor renacentista Tiziano, que ella había ocultado todos esos años sin que su hijo lo supiera. Poco a poco, Mischa descubre que esa misteriosa e hipnótica pintura está muy relacionada con su propia vida, en especial con los difíciles años de su infancia durante la posguerra europea. La súbita reaparición de un antiguo compañero sentimental de su madre, que había desaparecido de la faz de la tierra treinta años antes, planteará nuevas preguntas e inquietudes. En sus esfuerzos por desvelar el misterio de esa obra de arte escondida en secreto durante tanto tiempo, Mischa descubrirá amores, resentimientos y sensaciones que creía olvidados pero que lo habían marcado desde su más tierna infancia.

La Virgen Gitana — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Virgen Gitana», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Dejé el vestido en el suelo. Había otros cinco más, en perfecto estado. Saqué un par de sombreros que nunca había visto, así como guantes y medias, todo cuidadosamente envuelto en papel de seda. Debajo de la ropa había algunos viejos libros: El conde de Montecristo , de Alexandre Dumas, Nana , de Zola, un par de libros para niños en inglés y una enciclopedia, todos bellamente encuadernados. Me pregunté si eran libros de cuando mi madre era pequeña o regalos de mi padre. Sólo había dedicatorias en los libros infantiles: «Para Anouk, sobre hadas y otros seres mágicos, Papá». Los coloqué en el suelo sobre los demás libros y seguí rebuscando.

Mi ilusión al encontrar un álbum de fotos superó a la tristeza. Era un álbum de tapas de cuero, y las páginas eran de papel negro. Las esquinas de las pequeñas fotografías, en blanco y negro, estaban cuidadosamente introducidas en unas cuñas adheridas con pegamento a la página. Debajo de cada fotografía mi madre había escrito los nombres con su letra florida de niña, pero la mayoría no tenían ningún significado para mí. Examiné con atención las fotos de mis abuelos, intentando descubrir en sus rostros las facciones de mi madre y las mías. Era muy poco lo que me había contado de su infancia, sólo que vivía cerca de Burdeos. Su madre, francesa, conoció allí a su padre, un irlandés que estaba en Burdeos para aprender sobre vinos. Apenas sabía yo nada más de ellos, aparte de la supersticiosa creencia de mi abuela en el poder del viento.

A medida que pasaba las páginas, el nombre de Michel aparecía con mayor frecuencia. Estaba en todos los grupos familiares, normalmente junto a mi madre, y cuanto más lo miraba, más claro me resultaba su parecido con ella. Pero ella nunca me dijo que tuviera un hermano, nunca había pronunciado el nombre de Michel. Aunque tampoco hablaba de sus padres. Me había contado que su madre había muerto. ¿Y su padre? Si tenía un hermano, ¿qué había sido de él? Tal vez murió en la guerra, aunque lo más probable era que la familia repudiara a mi madre tras su matrimonio. Sin embargo, en las fotografías se los veía unidos. No cabía duda de que era una familia bien avenida. A la vista del álbum, no entendía que no hubieran formado parte de mi infancia, aunque teniendo en cuenta que mi padre era alemán, tal vez no resultaba tan extraño.

Coloqué el álbum en el suelo, con la idea de estudiarlo con tranquilidad en casa, y seguí mirando dentro del baúl. Saqué una caja con un par de cartas en sus sobres, un pequeño joyero con una pulsera de diamantes y unos pendientes a juego que no había visto jamás, así como viejas medallas, y una foto en blanco y negro de mi padre, no enmarcada. Aquí aparecía más alegre y espontáneo que en la foto que mi madre tenía sobre la mesilla de noche en Francia. Se le veía relajado, con el pelo alborotado por el viento, la cabeza inclinada y una sonrisa abierta. Llevaba un jersey oscuro de cuello abierto y pantalones anchos, y tenía las manos en los bolsillos. Noté un nudo en el estómago al ver lo mucho que nos parecíamos. Me quedé largo rato mirándola, hipnotizado de verme reflejado allí, aunque hacía tiempo que yo no estaba tan sonriente y relajado. El baúl estaba casi vacío, pero algo me llamó la atención: en el fondo, la pelotita de goma que llevaba tantos años perdida.

Tomé un largo trago de ginebra que me abrasó el estómago pero me hizo sentir mejor. Tomé la pelotita de goma y la hice rodar en mi mano como cuando era niño. El gesto me trajo a la mente imágenes de Pistou, del puente sobre el río, de los viñedos, de Jacques Reynard, Daphne Halifax, Claudine y Joy Springtoe. Vi con toda claridad las paredes color arena del château , los postigos azul celeste, abiertos de par en par para que entrara el sol, las cortinas blancas de lino agitándose al viento, el canto de los pájaros, el cric-cric de los grillos, los grandes plátanos del jardín, las verjas de hierro de la entrada, los leones de piedra y el camino que llevaba a lo alto de la colina. No recordaba el momento preciso en que perdí la pelota, pero sabía lo importante que había sido para mí. Era el único vínculo que me unía con mi padre, y me daba seguridad. ¿Cuándo y por qué se había roto ese vínculo? Lo ignoraba.

Las medallas debieron de pertenecer a mi padre, y las joyas fueron seguramente un regalo que le hizo a mi madre. Nunca vi que se las pusiera. Imaginé que se habían convertido en reliquias, al igual que los vestidos. Mi madre las guardó en el baúl cuando cerró aquel capítulo de su vida. No me sentí capaz de leer las cartas, que presumía eran de amor. Las coloqué junto al álbum de fotos y la pelota para llevármelo todo a casa. Cogí una caja de zapatos atada con un cordel. En la tapa, mi madre había escrito con bolígrafo negro: «Jupiter». Me puse la caja en las rodillas, desaté el cordel y levanté la tapa. Dentro había recuerdos: el billete de Burdeos a Nueva York, a bordo del Phoenix, menús, jaboncillos todavía envueltos y sin usar, tiques de autobús y flores secas y prensadas. Nunca me imaginé que mi madre guardara tantas cosas. Cuando Coyote se fue, asumió la dirección del negocio con gran eficacia y sentido práctico. Ignoraba que le quedara lugar para el sentimentalismo y que hubiera acumulado todos esos tesoros.

Los revisé todos, uno por uno. Cada uno me recordaba algún momento. Cada momento era más maravilloso que el anterior. Me había olvidado de muchos de esos momentos. Habían sido buenos tiempos, tal vez los más felices de mi vida. Sin embargo, fue una pluma verde aislada lo que corrió la cortina para revelar el escenario con todo su color y esplendor. La hice girar entre mis dedos pulgar e índice, lo que me hizo sonreír: ahora podía ver el letrero, tan claramente como si de nuevo fuera un niño: Tienda de curiosidades del capitán Crumble.

17

Jupiter, Nueva Jersey, 1949

– Bueno, ¿y quién es tu joven amigo? -preguntó Matías, mientras toqueteaba una pluma verde con sus dedos gordezuelos.

Coyote me alborotó el pelo.

– Es el chevalier , o si prefieres llamarlo por su nombre más popular, San Mischa -dijo sonriendo.

Matías soltó una tremenda risotada que resonó dentro de su tórax grande como un tonel y que hizo temblar su barriga.

– Yo he visto santos, y no se parece en nada a ellos. Dios mío, ¿cuándo perdió el estado de gracia?

– Nos escapamos antes de que lo perdiera, Matías -dijo Coyote, simulando seriedad-. En Maurilliac le están levantado un santuario, y de toda Europa acudirán peregrinos con sus moribundos y enfermos. Pero nosotros somos demasiado listos para dejarnos atrapar, ¿verdad, Junior?

Me sentí culpable al recordar los elaborados cuentos que me inventaba en el patio del colegio y respondí con una tímida sonrisa.

– Y bien, San Mischa, ¿te gusta nuestra tienda? -preguntó Matías, haciéndome cosquillas con la pluma.

La tienda me parecía estupenda, y Matías me gustó desde el primer momento. Era un hombre inmenso, de pelo negro y rizado como la espuma y rostro gordo y amable. Tenía los ojos brillantes como caramelos y hablaba con un extraño acento que más tarde supe que era chileno. Me mostró su país en un mapamundi que había colgado en la pared de la oficina.

– En este país estrecho y alargado -dijo- está lo mejor del continente: montañas, cañones, lagos, mar, desiertos y llanuras. El desierto de Atacama es el lugar más seco de la Tierra. Sólo se llena de flores una vez cada diez años. Mi corazón pertenece a Chile y algún día, cuando sea mayor y ya no resulte atractivo, volveré a Valparaíso y criaré pájaros.

Era difícil tomarlo en serio, porque tenía una forma muy divertida de hablar aunque no bromeara. En una ocasión me dijo que la gente esperaba que fuera chistoso sólo porque tenía una gran barriga.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Virgen Gitana»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Virgen Gitana» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Virgen Gitana»

Обсуждение, отзывы о книге «La Virgen Gitana» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x