Gioconda Belli - La Mujer Habitada

Здесь есть возможность читать онлайн «Gioconda Belli - La Mujer Habitada» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La Mujer Habitada: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La Mujer Habitada»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La mujer habitada sumerge al lector en un mundo mágico y ferozmente vital, en el que la mujer, víctima tradicional de la dominación masculina, se rebela contra la secular inercia y participa de forma activa en acontecimentos que transforman la realidad. Partiendo de la dramática historia de Itzá, que por amor a Yarince muere luchado contra los invasores españoles, el relato nos conduce hasta Lavinia, joven arquitecta, moderna e independiente, que al terminar sus estudios en Europa ve su país con ojos diferentes. Mientras trabaja en un estudio de arquitectos, Lavinia conoce a Felipe, y la intensa pasión que surge entre ambos es el estímulo que la lleva a comprometerse en la lucha de liberación contra la dictadura de Somoza. Rebosante de un fuerte lirismo, La mujer habitada mantiene en vilo al lector hasta el desenlace final.

La Mujer Habitada — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La Mujer Habitada», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

¿Vería hoy a Felipe? En principio quedó en llegar a las cinco de la tarde. Si no podía, llamaría por teléfono. Antonio, la noche anterior, la interrogó. Ella le había prohibido enamorarse. Pero era inevitable. Estaba celoso. Había sido su acompañante más constante. Lavinia no le descifró más que lo esencial, pero varias veces, durante la algarabía en casa de Florencia, perdió contacto con el humo y el rock. Antonio no logró convencerla de quedarse. Le sabría mal Antonio después de Felipe. Y no quería sentir el contraste. Sobreponerle cadencias menores.

Aquella tarde de domingo, pensó, si tan sólo ella tuviera un automóvil, le habría gustado llevar a Felipe a compartir "su" cerrito. Subir con él por carretera a la zona fresca. La sierra. El mirador. Caminar por veredas umbrosas en medio de cafetales. Mirar el paisaje desde aquel lugar suyo cerca de la cima. Alimentar a las nubes desde la palma de la mano. Ver bandadas de periquitos pringar el azul de verde. Recordar su infancia. Aquel lugar siempre le evocaba el hermoso grabado de uno de sus libros infantiles preferidos: la niña de sombrero de paja y vaporoso vestido de flores, los codos recostados en el suelo, su mirada hacia el horizonte infinito, la pradera serpenteada de caminos y trigales. Y el pie de foto: "El mundo era mío y todo en él me pertenecía".

Acostumbraba a subir al cerrito cuando pasaban vacaciones en la hacienda del abuelo. Fue inmediata la asociación del paisaje con el grabado. Desde entonces, la frase se le fijó en la memoria.

Fue por esa época cuando empezó a buscar un mundo más propicio para los sueños. "Las Brumas" era una casona de anchas paredes de adobe, con enormes habitaciones y pilas en los baños; un jardín pleno de milflores y una fuente al centro. Tomaban chocolate en las tardes para protegerse del frío. Sara y sus primos armaban grandes algarabías, dejándose ir en bicicleta por la empinada pendiente que descendía desde la casa.

Entonces, su abuelo se apareció con libros de Julio Verne. Aquellas páginas con el texto acomodado en dos columnas la absorbieron totalmente, haciéndosele mil veces más fascinantes que las bicicletas, los juegos de prendas o las batallas de indios y vaqueros.

Se decía, en las notas introductorias de los libros, que Verne nunca había salido de Francia y, sin embargo, con la imaginación logró viajar hasta la luna y predecir muchas hazañas y descubrimientos de la humanidad. Eso quería ella: poder viajar hasta donde su imaginación lo permitiera. Para hacerlo, frecuentemente de niña, buscó la soledad.

Le gustaba bajar por la ladera abrupta detrás de la hacienda a mirar el volcán humeante a lo lejos, ir al cerrito o caminar sola hacia la presa y el ojo de agua. Allí podía ella quedarse largo tiempo, mirando el círculo desde donde brotaba agua incansablemente. Conjeturaba sobre el origen del agua manando del boquete; agua cristalina surgiendo en movimientos redondos que semejaban la respiración o las mareas. Imaginaba un océano subterráneo, el del centro de la tierra, sus grandes olas y aquel agujero inoportuno delatando su existencia.

Sintió la nostalgia otra vez. Mientras sorbía despacio, distraída, el jugo de naranja, saboreando el sabor agridulce, similar al de sus recuerdos, evocó a su abuelo. Hundiendo los ojos en su memoria, le pareció ver al hombre flaco, alto, de nariz larga y pequeños ojos claros y penetrantes; ver, a través de la transparencia de su piel, las venas finas y rojas como pequeños deltas de grandes ríos interiores. El abuelo usaba anchos pantalones caqui y camisa blanca manga larga. Llevaba colgada, de una especie de leontina, una prodigiosa navaja conteniendo toda clase de instrumentos que acostumbraba usar para fabricar horquetas de madera, tiradoras con las que los muchachos cazaban pájaros o jugaban a la guerra.

Ella lo prefería cuando se quedaba quieto, sentado en una mecedora, y le hablaba. Sus conocimientos eran anchos y espaciales: sabía de las constelaciones, los planetas y las estrellas. "Allá está Marte", decía, o las Siete Cabritas, la Constelación de Orión, el Centauro, la Balanza, la Cruz del Sur… Conocía las fases de la Luna, los equinoccios y las mareas; sabía de leyendas antiguas de caciques y princesas indias. Era un enamorado de los libros. Su memoria fotográfica le permitía citar de memoria pasajes enteros.

Viudo desde los treinta y cinco años, vivía solo, pero sus aventuras amorosas eran célebres. Si bien la madre de Lavinia era su única hija "legal", ella nunca olvidaría los innumerables tíos y tías que emergieron el día del entierro del abuelo. Los hermanos desconocidos entre sí, se juntaron en esa ocasión, por primera y única vez. Ella aún ignoraba el número exacto.

Poco antes de morir, el abuelo hizo el testamento de sus pocas pertenencias. A ella le dejó una breve esquela que leyó de memoria en su último cumpleaños: "Al principio y al fin le llamaron los griegos, el Alfa y el Omega; ahora que voy llegando a Omega, te dejo este legado: Ningún esfuerzo por la cultura universal se pierde. Por eso, debes venerar al libro, santuario de la palabra; la palabra que es la excelsitud del homo sapiens".

Murió un 31 de diciembre, acompañado por los petardos, cohetes y fiestas que lo despidieron junto con el año viejo. Murió de una rara afección en el diafragma que lo hizo estornudar hasta morirse.

Su entierro fue casi un mitin político. Recordó la tarde calurosa, las flores de cementerio y la cantidad de trabajadores que lo acompañaron hasta que desapareció tras la lápida, porque el abuelo, seguidor de ideas liberales y socialistas, opositor furibundo al régimen dinástico de los grandes generales, había establecido antes que el Código del Trabajo, la jornada de ocho horas, los beneficios sociales y la seguridad laboral. Y también había descubierto los antiguas ruinas de Tenoztie.

El abuelo era para ella la infancia y el deslumbre de la fantasía. Todavía se encontraba con él en un sueño recurrente: Estaban los dos sobre un monte elevado, altísimo, con nieves en la cima y primavera en las laderas. El abuelo le fijaba sobre la espalda unas enormes alas de plumas blancas -como las que usara, de niña, cuando la disfrazaron de ángel en una procesión de Semana Santa- y soplaba un fuerte viento, empujándola para que volara. Ella volaba en esos sueños. Se sentía feliz, pájaro; se sentía segura, porque su abuelo la esperaba en lo alto del monte, gozando al verla volar.

Pasó el tiempo. La música se detuvo. Regresó a los platos vacíos. Al vaso vacío de jugo de naranja. Se levantó para recoger la mesa. Darse una ducha que le despejara la nostalgia.

Atravesé rosadas membranas. Entré como una cascada ámbar en el cuerpo de Lavinia. Vi pasar sobre mí la campanita del paladar antes de descender por un oscuro y estrecho túnel a la fragua del estómago.

Ahora nado en su sangre. Recorro este ancho espacio corpóreo. Se escucha el corazón como eco en una cueva subterránea. Todo aquí se mueve rítmicamente: espiraciones y aspiraciones. Cuando aspira, las paredes se distienden. Puedo ver las venas delicadas semejando el trazo de un manojo de largas flechas lanzadas al espacio. Cuando espira, las paredes se cierran y oscurecen. Su cuerpo es joven y sano. El corazón late acompasadamente, sin descanso. Vi su interior potente. Sentí la fuerza lanzándome a través de sus cavernas internas de un pequeño espacio a otro. Así latían los corazones de los guerreros cuando el sacerdote los sacaba del pecho. Latían furiosos apagándose. A mí me daba pesar verlos arrancados de su morada. Pensaba que los dioses debían apreciar este regalo de vida. ¿Qué más podíamos darles que el centro de nuestro universo, nuestros mejores, más aguerridos corazones?

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La Mujer Habitada»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La Mujer Habitada» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «La Mujer Habitada»

Обсуждение, отзывы о книге «La Mujer Habitada» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x