Índice de contenido
El minotauro come carne de mujer
DEDICATORIA DEDICATORIA Para los descarriadas; para las tristes; para los amantes; para las clérigos; para los imberbes; para las rencorosos; para los inconsistentes; para las poderosos; para los audaces; para las muertos; para los derrotadas; para las impotentes; para los doncellas; para las saciados; para los incomprendidas; para las imbéciles; para los imberbes; para las buenos; para los indolentes; para las intelectuales; para los filósofas; para las asesinas; para los simples; para las bellos; para los mujeres. para las hombres.
DEDICATORIA COMPLEJA DEDICATORIA COMPLEJA Para quienes se paran a pensar. Para las que suponen. Para los que suspiran ante un paisaje. Para las que lloran sin saber por qué. Para quienes entendieron y callan. Para los que siempre van a llegar. Para las muertas por ser mujeres. Para los palestinos asesinados. Para las que advierten futuro. Para quienes leen poemas. Para las madres con hijos débiles. Para las ferroviarios y los sicofantas. Para las estudiantes de Salamanca. Para algunos de los que odio. Para los sonrientes borricos.
NO SE LO DEDICO NO SE LO DEDICO A quienes sobrevuelan el dolor y la amargura. A los que fuerzan el destino de las personas como si fueran cosas. A los que crean monstruos semejantes al Minotauro. A los que diseñan, cotidianamente, la brutalidad del laberinto.
PÁJAROS DEL ESTÍNFALO PÁJAROS DEL ESTÍNFALO ¡Tantos profetas! Y ese constante grito de la noche por la que caminamos, que llena de llantos y quejidos los bordes oscuros de la vereda fugaz y de los pasos medidos. Dios, solamente, creó el miedo, lo demás es cosa nuestra. Y nos bastamos.
PÓRTICO PÓRTICO En los laberintos se indaga la salida. La entrada carece de importancia. En eso se asemejan a la vida, a los ríos, a los errores, a la mirada de una mujer. En eso se diferencian del cielo, del infierno, de la risa y de los poemas. ¿Por dónde salir del laberinto? Cuando alguien advierte que busca una salida, se sabe ya inmerso en la maraña de ciénagas del sentimiento donde se trastornan las personas, pero intuye, a ciencia cierta, que no buscó ni solicitó ni indagó la entrada. Los laberintos, más que en lugares, se ubican en los recuerdos y los presentimientos, en ese espacio sutil por donde discurre la memoria y, técnicamente, da igual que sean reales o imaginarios. Incluso cabe pensar en laberintos múltiples o entrelazados, formando combinaciones en el plano o en varias dimensiones, porque traban entre sí, como escamas de pescado, imbricación se denomina, múltiples hechos, no todos ellos fantásticos. Quien se sumerge en un laberinto adquiere de sí la percepción de sí como lo ajeno, una dificultad más para intentar algún algoritmo o sueño con el que pretender la salida, porque la amargura de no alcanzarse constantemente apenas permite caminar por sus vericuetos, y en un laberinto no se encuentran lugares de descanso o acogida; proseguir siempre constantemente impelido, a la intemperie, caracteriza la intensa opacidad de sus paredes y la angostura; en ocasiones no se puede caminar de frente. Ahí estás, dentro, sin aquí o allí, en la espesura de un continuo comienzo. Y en el laberinto habita el Minotauro. En todos los laberintos habita el Minotauro. En su centro. Y el Minotauro come carne de mujer
I I
DESCRIPCIÓN DEL LABERINTO
EPIFANÍA DEL LABERINTO EPIFANÍA DEL LABERINTO Y de súbito, con la certeza de la muerte, del odio, con la lucidez del pensamiento, con la sorpresa del amor de quien no quieres, sobre mí, en torno a mí, frente a mí, ceñido por la atmósfera del duelo, me sobrevino la ominosa presencia del laberinto, toda entera, brutal como el impacto de una bestia en carga. Su abrazo intenso de amante angustiado me golpeó con densidad oscura, dentro, fuera, inmenso, vacío, aéreo, inasible, opaco, precedido del olor de la malva, frío y duro como la tripa de un pez o el caparazón del cangrejo. Supe que el laberinto también dentro de mí habitaba, contenido en la náusea de la madrugada y la inquietud sin sosiego, el llanto detenido, la pesadumbre de cuerpo derrotado, la pena de ser humano y la conciencia enclaustrada: sin puerta sin salida sin entrada.
ASPECTO I
ASPECTO II
ASPECTO III
ARQUITECTURA DEL LABERINTO
ONTOLOGÍA DEL LABERINTO
FISIOLOGÍA DEL LABERINTO
LAMENTO DE LAS OFRECIDAS
II
HABITANTES
LOS OFRECIDOS
GORGONA
CALLES
EL VIENTRE DE LA BESTIA
EL ALMA DEL ASESINO
EL MINOTAURO COME CARNE DE MUJER
OJOS CIEGOS
LAMENTO
LA BESTIA
EL MINOTAURO
III
ATMÓSFERA
ESTE
OESTE
NORTE
SUR
ESPESURA DE LUZ
ALEF
BET
GUÍMEL
DÁLET
HEI
VAV
ZAYN
JET
NOCHE PERPETUA
TET
YOD
KAF
LÁMED
MEM
NUN
SÁMEJ
AYIN
APARIENCIA
PEI
TSADI
QOF
RESH
SHIN
TAV
SICUT AEGRI SOMNIA
AMARGURA
EN ESTE LUGAR
DE REPENTE
PALABRAS
TIEMPO DETENIDO
INNOMBRABLES
SI PUEDES
IV
EL PROFETA
POSTRERO
EL PROFETA
Datos de autor
El minotauro come carne de mujer "Quien se sumerge en un laberinto adquiere de sí la percepción de sí como lo ajeno, una dificultad más para intentar algún algoritmo o sueño con el que pretender la salida, porque la amargura de no alcanzarse constantemente apenas permite caminar por sus vericuetos, y en un laberinto no se encuentran lugares de descanso o acogida; proseguir siempre constantemente impelido, a la intemperie, caracteriza la intensa opacidad de sus paredes y la angostura; en ocasiones no se puede caminar de frente. Ahí estás, dentro, sin aquí o allí, en la espesura de un continuo comienzo. Y en el laberinto habita el Minotauro. En todos los laberintos habita el Minotauro.En su centro. Y el Minotauro come carne de mujer"
El minotauro come carne de mujer
El minotauro come carne de mujer
© 2020, José Manuel García González
© 2020, La Equilibrista
info@laequilibrista.es
www.laequilibrista.es
Primera edición: 2020
Maquetación: La Equilibrista
Imprime: Ulzama Digital
ISBN: 978-84-18212-52-9
ISBN Ebook: 9788418212536
Depósito legal: T 934-2020
Queda prohibida la reproducción total o parcial de cualquier parte de este libro, incluido el diseño de cubierta, así como su almacenamiento, transmisión o tratamiento por ningún medio sea electrónico, mecánico, químico, óptico, de grabación o de fotocopia, sin el permiso previo por escrito de: NOCTIVORA, S.L.
Para los descarriadas; para las tristes; para los amantes; para las clérigos; para los imberbes; para las rencorosos; para los inconsistentes; para las poderosos; para los audaces; para las muertos; para los derrotadas; para las impotentes; para los doncellas; para las saciados; para los incomprendidas; para las imbéciles;
para los imberbes;
para las buenos;
para los indolentes;
para las intelectuales;
para los filósofas;
para las asesinas;
para los simples;
para las bellos;
para los mujeres.
para las hombres.
Para quienes se paran a pensar.
Para las que suponen.
Para los que suspiran ante un paisaje.
Para las que lloran sin saber por qué.
Читать дальше