Así que aparentemente Rude estaba destinado a entrar en la primera categoría -la de los que editan un puñado de sencillos de culto- hasta que un día de febrero de 1968, en un local de ensayo de Filadelfia, un guitarrista de sesión llamado Marv Brown, que había tocado en Hi Records hacía un año, sugirió su nombre a un competente grupo vocal curtido en la carretera conocido con el nombre de los Four Distinctions. El grupo había firmado un contrato y estaba ensayando a las órdenes de un joven productor llamado Andre Deehorn. Deehorn tenía un montón de canciones que un grupo de armonías y cantante podría convertir en éxitos. En los Distinctions contaba con las armonías, pero no con la voz principal.
Brown creyó saber qué clase de cantante estaban buscando, un tipo que había acabado de rebote en Memphis y conducía un autobús en Raleigh, Carolina del Norte, donde Rude, acompañado de su joven esposa y su hijo, se había retirado para vivir con su tía. No se plantearon que tal vez hubiera docenas de cantantes desempleados en Filadelfia: siguieron el consejo de Brown y le llamaron por teléfono. Rude compró un billete de autocar y se presentó para una audición. Desconocido a sus treinta años, Rude podía parecer destinado a la inmortalidad pop. De hecho, los problemas siempre rodaron su controvertida carrera a causa de ataques de furia, caprichos y desplantes con las fechas apalabradas con estudios y escenarios. No es arriesgado suponer que uno de sus problemas debió de ser cargar con la cruz de matrimonio interracial en la Norteamérica de los años sesenta. Su carrera discográfica tan solo cubre una década; Rude desapareció, víctima del abuso de drogas y las tragedias domésticas, a finales de los años setenta.
A pesar de todo, desde el preciso momento en que entró en el estudio de Filadelfia, Barry Rude Junior estuvo destinado a figurar entre el segundo tipo de cantantes: la voz secreta, escondida en un famoso grupo vocal. Rude encontró en los Distinctions el contexto donde contar la historia que quería contar, un lugar donde hacer lo único que todo ser humano desea: ser importante durante un tiempo. Si lo consideró una cárcel, con todo el respeto, hemos de estar en desacuerdo y dar gracias por que fuese el suyo un arte nacido del drama del confinamiento y la fuga.
Pero ¿quiénes eran esos cuatro hombres a los que me estoy refiriendo aquí como a un contexto y un marco para Barrett Rude Junior? Los Distinctions comenzaron siendo amigos, adolescentes negros de clase obrera en la época de Johnny Ace y de Jackie Robinson que crecieron en el extrarradio industrial de Inkster, Michigan (también hogar de las Marvelettes). James Macy, Dennis Longham, Rudolph Bicycle y Alfred Maddox fueron cuarteto antes de cantar juntos, ya que formaban el infield íntegramente negro de los Dearborn-Inkster Chryslers, el equipo de béisbol de un instituto mixto que ganó un controvertido campeonato estatal en 1958. Que después de cambiar el béisbol por el doo-wop fuese el shortstop Jimmy Macy quien cantara los graves y que el primera base Rudy Bicycle se encargara de la voz tenor principal no hace más que ilustrar que la realidad pop supera a la ficción. Los barítonos Fred Maddox y Denny Longham abarcaban el campo existente entre los bajos de Macy y los agudos de Bicycle. Los Chrystones, el primer nombre del cuarteto vocal, fueron un grupo resueltamente secular, y solo pasado un año Longham señalaría a los demás las connotaciones engañosas del nombre y sugeriría una alternativa: los Four Distinctions. Nombre con el que el grupo de adolescentes empezaría a actuar en bailes escolares, ferias de estado y, sí, partidos de béisbol.
En mayo de 1961, los Four Distinctions pagaron cincuenta dólares para participar en un concurso patrocinado por el insigne sello Tallhat de Jerry Baltwood. El premio consistía en un par de sesiones de estudio. ¿Quién escribió los cuatro temas grabados en el estudio principal de Tallhat aquel mes de junio? Es probable que los Distinctions trajesen las canciones, pero se le atribuyen a Baltwood. En el recopilatorio incluimos «Hello»y «Baby on the Moon»; la primera es un adorable lamento doowop y la segunda un acompañamiento improvisado al estilo de los Five Royales. Ninguna alcanzó las listas de éxitos, ni aquí ni en la luna.
En 1965, Motown compró Tallhat, pero de la nueva discográfica el grupo obtuvo frustraciones. La empresa era más grande y ellos eran los cuartos o los quintos a la hora de recibir canciones, por detrás de los Four Tops, los Temptations y de toda una horda de artistas con aspiraciones: los Distinctions se encontraron cantando coros y haciendo recados, contestando al teléfono y recogiendo a artistas estrella en el aeropuerto. Denny Longham aprendió peluquería y estilismo; Martha Reeves dijo de él: «Hace el mejor alisado de la ciudad». Sin embargo, lograron rozar la gloria con «Ain’t Too Proud to Beg», la misma producción de Norman Whitfield que llevaría a los Temptations al top diez. La versión cantada en falsetto por Rudy Bicycle fue suprimida del repertorio de los Distinctions en favor de los Temptations, pero no sin antes haber preparado una cara B. «Rolling Downhill»podría parecer una descripción de la difícil situación del grupo dentro de la organización de Berry Gordy; de hecho se trata de una joya perdida, de una balada de Holland-Dozier-Holland. Habrían de pasar tres años más antes de que su carrera fuese rescatada y antes de que Andre Deehorn añadiese «Sutil» al nombre del grupo. Pero bastan los temas de la Motown para demostrar que los Distinctions ya eran «sutiles» antes de la incorporación de Rude, y también pulidos, con cierta tendencia a hacer que las partes difíciles pareciesen fáciles.
Extracto de Una nación con ritmo: la Motown y la cultura americana de Gerald Early: «Los tres primeros grupos de la discográfica, las Supremes, los Temptations y los Miracles, nacieron en los institutos. No eran grupos de iglesia… y en diversas autobiografías se menciona tan solo de pasada la influencia de la iglesia negra en su música…». Una corrección útil, pero se queda corta. El sonido que define el soul queda personificado en la formación de los Subtle Distinctions tras la incorporación de Barrett Rude Junior: un grupo vocal de instituto, estilo «norteño», de Detroit, liderado por una voz principal más «sureña», áspera, eclesial. Esta colisión entre lo visceral y lo elegante, entre lujuria rhythm and blues cruda y el arrepentimiento unidos a un pop pulido con vocación de alcanzar a un público mayoritario, es también el lugar donde el exilio y el sufrimiento se dan brevemente la mano con las nuevas posibilidades de alcanzar las comodidades y las luchas de la clase media.
Sirva como ejemplo «There Goes My Baby» de los Drifters, de 1959, vista por algunos como el momento en que el rhythm and blues se abrió hacia otra alternativa musical denominada soul. El tono asfixiante, desesperado, del cantante solista Ben E. King queda envuelto por un ritmo de resonancias latinas y la imitación de una sección clásica de cuerdas. En aquel momento los resultados no solo horrorizaron a la compañía discográfica, que estuvo a punto de negarse a editar la canción, sino que desconcertó también al productor del tema, Jerry Leiber, quien dijo: «A veces escuchaba la radio, oía la canción y estaba convencido de estar oyendo dos emisoras de radio a la vez». Este mismo drama reaparecería en las baladas con cuerdas y chillidos de James Brown como «Bewildered» o «It’s a Man’s Man’s Man’s World», así como en los arreglos sensibleros que inevitablemente acompañaron las carreras musicales de gritadores-quejicas como Jackie Wilson y Solomon Burke.
Lo más destacable no es que las estructuras de las canciones de los años cincuenta no les bastaran a aquellas ilimitadas voces soul que justo entonces estaban floreciendo en todo su esplendor. Lo más destacable es el modo en que el soul producido por discográficas íntegramente negras como Motown, Vee-jay y Stax durante los años sesenta creó todo un lenguaje basado en el confinamiento de tales voces dentro de unos vehículos tan poco adecuados o en parodias de algo supuestamente poco adecuado. Este drama alcanzó su forma más pura en la interrelación vocal desarrollada por grupos como los Soul Stirrers y los Five Royales, junto con miles de otros ejemplos doo-wop: voces que resuenan en ecos o que se liberan de la camisa de fuerza de la rima o que dejan atrás oleadas de armonía que amenazaban con devorarlas.
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