• Пожаловаться

David Foenkinos: La delicadeza

Здесь есть возможность читать онлайн «David Foenkinos: La delicadeza» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию). В некоторых случаях присутствует краткое содержание. категория: Современная проза / на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале. Библиотека «Либ Кат» — LibCat.ru создана для любителей полистать хорошую книжку и предлагает широкий выбор жанров:

любовные романы фантастика и фэнтези приключения детективы и триллеры эротика документальные научные юмористические анекдоты о бизнесе проза детские сказки о религиии новинки православные старинные про компьютеры программирование на английском домоводство поэзия

Выбрав категорию по душе Вы сможете найти действительно стоящие книги и насладиться погружением в мир воображения, прочувствовать переживания героев или узнать для себя что-то новое, совершить внутреннее открытие. Подробная информация для ознакомления по текущему запросу представлена ниже:

David Foenkinos La delicadeza

La delicadeza: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La delicadeza»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Nathalie es una mujer afortunada. Felizmente casada con François, pasa los días rodeada de risas y libros. Un día la pena llama a su puerta: François muere inesperadamente. Nathalie languidece entonces entre las paredes de su casa y se vuelca en la ofi cina. Pero justo cuando ha dejado de creer en la magia de la vida, ésta vuelve a sorprenderla y revelarse en su forma más maravillosa.

David Foenkinos: другие книги автора


Кто написал La delicadeza? Узнайте фамилию, как зовут автора книги и список всех его произведений по сериям.

La delicadeza — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La delicadeza», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Lorient – Le Havre: 2-2

31

Después de esa cena, su relación ya no volvió a ser la misma. Charles se distanció un poco, lo que Nathalie comprendió perfectamente. Si hablaban alguna vez, cosa poco frecuente, lo hacían únicamente de trabajo. La gestión de sus asuntos respectivos requería pocas interferencias. Desde su ascenso, Nathalie dirigía un equipo de seis personas [3]. Cambió de despacho, lo cual le vino muy bien. ¿Cómo no se le había ocurrido antes? ¿Es que bastaba cambiar de ambiente para cambiar de humor? Quizá debiera sopesar la idea de mudarse a otra casa. Pero en cuanto barajó esa posibilidad se dio cuenta de que no tendría valor para hacerlo. Hay en el duelo una fuerza contradictoria, una fuerza absoluta que lo propulsa a uno tanto hacia la necesidad de cambio como hacia la tentación morbosa de la fidelidad al pasado. De modo que era sólo su vida profesional lo que Nathalie volvía hacia el futuro. Su nuevo despacho, en la última planta del edificio, parecía tocar el cielo, y Nathalie se alegraba de no tener vértigo. Era ésta una alegría que se le antojaba sencilla.

Los meses sucesivos siguieron marcados por una bulimia de trabajo. Pensó incluso en apuntarse a clases de sueco, por si tenía que asumir nuevas funciones. No se puede decir que fuera ambiciosa. Sólo buscaba ahogarse en trabajo y más trabajo. Su entorno seguía preocupándose por ella, consideraba su forma excesiva de trabajar una forma de depresión. Esa teoría la irritaba profundamente. Para ella, las cosas eran muy simples: sólo quería trabajar mucho para no pensar, para estar sumida en una suerte de vacío. Cada uno lucha como puede, y le hubiera gustado que sus más allegados, en lugar de elaborar oscuras teorías, la apoyaran en su lucha. Estaba orgullosa de lo que conseguía hacer. Iba a la oficina incluso los fines de semana, se llevaba trabajo a casa y se entregaba a ello a todas horas. Llegaría sin remedio un momento en que se desplomara de agotamiento, pero por ahora sólo avanzaba gracias a esa adrenalina sueca.

Su energía impresionaba a todo el mundo. Como ya no mostraba la más mínima debilidad, sus compañeros empezaban a olvidar lo que había vivido. François se iba convirtiendo en un mero recuerdo para los demás, y sólo así quizá pudiera serlo para ella también. Sus largas horas de presencia hacían que estuviera siempre disponible, sobre todo para los miembros de su equipo. Chloé, la última en incorporarse al grupo, era también la más joven. Le gustaba especialmente sincerarse con Nathalie, en particular de sus problemas con su novio y su motivo permanente de angustia: era tremendamente celosa. Sabía que era una tontería, pero no lograba dominarse y tener un comportamiento racional. Ocurrió entonces algo extraño: las confidencias de Chloé, teñidas de inmadurez, permitieron a Nathalie reanudar con un mundo perdido. El de su juventud, el de sus miedos de no encontrar un hombre con el que se sintiera bien. Había en las palabras de Chloé algo similar a la impresión de un recuerdo que se recompone.

32

Fragmento del guión de La delicadeza:

Sec. 32: Interior, bar

Nathalie y Chloé entran en un bar. No es la primera vez que van a ese local. Nathalie sigue a Chloé. Se instalan en un rincón junto a una ventana. En el exterior: posibilidad de lluvia.

Chloé, con mucha espontaneidad: ¿Qué tal? ¿Se encuentra bien?

Nathalie: Sí, sí, muy bien.

Chloé observa a Nathalie.

Nathalie: ¿Por qué me mira así? Chloé: Me gustaría que nuestra relación fuera más equilibrada. Que me hablara de usted. Es que es verdad, sólo hablamos de mí. Nathalie: ¿Qué quiere saber? Chloé: Hace tiempo que murió su marido… y… y… ¿le incomoda que hablemos de ello?

Nathalie parece sorprendida. Nadie aborda el tema de manera tan directa. Hay una pausa, y luego Chloé prosigue.

Chloé: Es que es verdad… es usted joven, guapa… Y mire a ese hombre de ahí, no le quita ojo desde que hemos entrado.

Nathalie vuelve la cabeza y se cruza con los ojos del hombre, que la mira.

Chloé: No está nada mal. Me da que es escorpio. Y como usted es piscis, es lo ideal.

Nathalie: Apenas lo he visto, ¿y ya está usted haciendo pronósticos?

Chloé: Bueno, es que la astrología es importante. Esla clave del problema con mi novio.

Nathalie: Entonces ¿no hay solución? Porque no puede cambiar de signo.

Chloé: No, el muy tonto siempre será tauro.

Plano sobre el rostro sin expresión de Nathalie.

CUT

33

A Nathalie le parecía ridículo estar ahí y tener esa clase de conversaciones con una chica tan joven. Sobre todo, seguía incapaz de vivir el momento presente. Quizá el dolor sea eso: una forma permanente de estar desarraigado de lo inmediato. Miraba con desapego el comportamiento de los adultos. Era del todo capaz de decirse: «No estoy aquí.» Al hablarle con la energía ligera del ahora, Chloé trataba de retenerla, trataba de incitarla a pensar: «Estoy aquí.» No dejaba de hablarle de ese hombre. Y, precisamente, éste acababa de terminarse su cerveza, y se veía a la legua que dudaba si acercarse a ellas. Nunca es fácil pasar de la mirada a la conversación, de los ojos a las palabras. Tras una larga jornada de trabajo, se sentía en ese estado de relajación que a veces lo lleva a uno a ser atrevido. El cansancio suele estar en la raíz de toda audacia. Seguía observando a Nathalie. ¿Qué tenía que perder, después de todo? Nada, salvo quizá un poco del encanto de ser un desconocido.

Pagó su cerveza y abandonó su puesto de observación. Avanzó con un paso que casi podría haber pasado por decidido. Nathalie estaba a pocos metros de él: tres o cuatro, no más. Comprendió que ese hombre venía a hablar con ella. Enseguida la asaltó una idea extraña: este hombre que avanza hacia mí quizá muera atropellado dentro de siete años. Ese momento la turbaba sin remedio, acentuaba su fragilidad. Todo hombre que la abordara le recordaría sin remedio el día en que François y ella se habían conocido. Sin embargo, ese hombre en concreto no tenía nada que ver con su marido. Venía hacia ella con su sonrisa de la noche, su sonrisa del mundo fácil. Pero, una vez delante de su mesa, se quedó mudo. Un momento en suspenso. Había decidido abordarlas, pero no había preparado ni la más mínima frasecita de ataque. ¿Quizá simplemente estuviera cohibido? Las chicas observaban, extrañadas, a ese hombre parado ahí delante como un punto de exclamación.

– Buenas noches… ¿me permiten que las invite a una copa? -dijo por fin, sin mucha inspiración.

Chloé asintió, y el hombre se acomodó junto a ellas, con la sensación de haber recorrido la mitad del camino. Una vez sentado, Nathalie pensó: es tonto perdido. Me ofrece una copa cuando la que tengo está casi llena. Y, de pronto, cambió de parecer. Se dijo que su vacilación en el momento de abordarlas había sido conmovedora. Pero de nuevo se impuso su agresividad. Una oleada incesante de estados de ánimo contradictorios se apoderaba de ella. Sencillamente no sabía qué pensar. Cada uno de sus gestos estaba sujeto a una voluntad opuesta.

Chloé se encargó de la conversación, acumulando anécdotas positivas sobre Nathalie, para ensalzarla. A juzgar por lo que contaba, era una mujer moderna, brillante, divertida, culta, dinámica, precisa, generosa y rotunda. Todo eso en menos de cinco minutos, por lo que el hombre sólo podía estar preguntándose una cosa: ¿cuál es la pega? En cada una de las parrafadas encomiásticas de Chloé, Nathalie trató de esbozar sonrisas creíbles, dulcificando sus facciones, y durante escasos instantes, pareció natural. Pero la energía empleada la dejó agotada. ¿De qué servía esforzarse por aparentar? ¿De qué servía emplearse a fondo para mostrarse sociable y simpática? Y, ¿qué vendría después? ¿Otra cita? ¿La necesidad de una mayor intimidad cada vez? De pronto, todo lo que era sencillo y ligero se le antojó muy negro. Percibió, bajo la conversación anodina, el engranaje monstruoso de la vida en pareja.

Читать дальше
Тёмная тема

Шрифт:

Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La delicadeza»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La delicadeza» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё не прочитанные произведения.


Отзывы о книге «La delicadeza»

Обсуждение, отзывы о книге «La delicadeza» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.