Alberto Vázquez-Figueroa - El inca

Здесь есть возможность читать онлайн «Alberto Vázquez-Figueroa - El inca» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Год выпуска: 2010, ISBN: 2010, Жанр: Современная проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El inca: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El inca»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Esta novela revela las claves de aquel imperio, las leyes de consanguinidad de sus gobernantes considerados descendientes directos del rey Sol y las peculiaridades de aquel sorprendente sistema social que a menudo se situaba al borde del caos y de la destrucción.
Biografía Alberto Vázquez-Figueroa nació en Santa Cruz de Tenerife en 1936. Hasta los dieciséis años vivió en el exilio con su familia entre Marruecos y el Sahara. Cursó estudios de periodismo y en 1962 empezó a trabajar como enviado especial de la revista Destino, de La Vanguardia y más tarde de Televisión Española. Ha visitado centenares de países y fue testigo de excepción de numerosos acontecimientos clave de nuestra historia, entre ellos las guerras y revoluciones de Guinea, Chad, Congo, República Dominicana, Bolivia, Guatemala… Tras una temporada como director cinematográfico se dedicó por completo a la creación literaria. Ha publicado más de cuarenta libros (entre ellos Tuareg, Océano, La ordalía del veneno y Piratas), ha sido traducido a numerosos idiomas y nueve de sus novelas fueron adaptadas al cine. Alberto Vázquez-Figueroa es uno de los autores españoles contemporáneos más leídos en el mundo.

El inca — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El inca», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Huacas semejantes abundaban a todo lo largo de los caminos del Imperio, y la mayoría de ellas solían servir de punto de reunión de los «vecinos» en un país demasiado extenso y poco poblado, en el que familias de pastores y campesinos podían pasarse meses sin ver a extraños. Ordenó a los porteadores que se detuvieran a unos cincuenta pasos de distancia, y avanzó solo para ir a postrarse de hinojos a la entrada, permaneciendo largo rato como en éxtasis ante la atenta mirada de casi mil peregrinos.

Por fin hizo un gesto al capitán que estaba al mando de la tropa de escolta para que se aproximara, y cuando lo tuvo frente a él, señaló con voz ronca y profunda:

— Mi señor, Pachacamac se me ha aparecido para comunicarme que ha descubierto que nos estamos burlando de él.

— ¿Burlándonos de él? — repitió el otro visiblemente inquieto.

— Eso ha dicho. Y también me ha advertido que si antes de tres días no le hemos ofrecido el sacrificio que exigió, rugirá con tal furia que en el Cuzco no quedará piedra sobre piedra.

— ¡Tres días! — se horrorizó el pobre hombre—. ¡Pero eso es imposible! El Misti está a más de diez días de distancia a marchas forzadas.

— Lo sé —admitió con sorprendente calma Tupa-Gala—. Y Pachacamac también lo sabe. Por lo tanto ha accedido a mis súplicas, y aceptará que le ofrezcamos el sacrificio en la cima de aquel nevado que se distingue en el horizonte.

— ¿Allí?… — El atribulado capitán casi se desmayó de la impresión.

— ¡Exactamente allí!.. ¿Cómo se llama esa montaña?

— No tengo ni la menor idea. Por aquí abundan tanto las montañas que ni siquiera se les da un nombre.

— Con nombre o sin nombre servirá a nuestros propósitos, y si Pachacamac la ha aceptado, por algo será.

— ¿Y qué dirá el Emperador?

— En lo que se refiera a los deseos de mi señor, el Emperador no tiene nada que decir ya que ha ordenado expresamente que sea yo quien decida… — Le apuntó con el dedo para añadir en tono amenazante—: ¡Y recuerda! Dentro de tres días tenemos que estar en la cima de aquella montaña, o la responsabilidad de cuanto pueda ocurrirle al Cuzco caerá sobre tu cabeza. El pobre capitán era un buen militar y un hombre que había demostrado sobradamente su valor en media docena de batallas, pero que no tenía la más mínima idea de cómo hacer frente a una situación semejante.

Le habían ordenado que diese escolta a la caravana hasta el lejano Misti, procurando que el farragoso viaje durase el mayor tiempo posible, pero nada le habían advertido sobre la posibilidad de tener que asumir una responsabilidad de semejante envergadura.

¿Quién era él para poner en duda las aseveraciones del sumo sacerdote del más terrible de los dioses?

¿Quién era él para negarse a aceptar que aquel que tantísimas veces había movido la tierra desde que tenía memoria estuviese dispuesto a moverla de nuevo?

Con Pachacamac no se jugaba.

Se podía jugar con los dioses pequeños, e incluso con la muerte, puesto que la muerte tan sólo derrotaba en campo abierto a aquel que la desafiaba cara a cara, pero desafiar a Pachacamac significaba atraer su ira sobre miles de seres inocentes.

Se quedó por tanto inmóvil, lívido y desorientado, mientras Tupa-Gala se encaminaba con paso firme a la gran tienda de campaña que sus siervos se habían apresurado a levantar, y cuando al fin acertó a reaccionar fue para ir a postrarse a su vez ante la huaca para pedir a los dioses que allí moraban que le iluminaran en tan difíciles momentos.

Sopay, el Maligno, había acudido a visitarle.

El peor demonio de todos los demonios del averno había hecho acto de presencia cuando menos se lo esperaba, obligándole a enfrentarse a una difícil situación que no sabía cómo encarar. Las indicaciones del Emperador habían sido muy claras, y tenía la ineludible obligación de retrasar por todos los medios a su alcance el avance de la procesión, manteniéndose siempre en contacto por medio de chasquis con la capital, a la espera siempre de nuevas instrucciones, pero ahora de pronto los acontecimientos se precipitaban.

Por mucho que lo intentara, no existía forma humana de retrasar en exceso la llegada a una montaña que se encontraba a la vista, y el plazo que le habían dado parecía inexcusable.

¡Tres días!

Que los cielos le protegieran.

¿Qué se podía hacer en tres días?

Cuando al fin regresó al improvisado campamento que se había montado en la única zona relativamente seca del páramo, llamó al más veloz de sus chasquis y le ordenó que emprendiera a toda prisa el regreso a la capital.

— Mensaje para el Emperador… — le dijo—. Pero no es secreto, y debes intentar que tus compañeros lo extiendan a todo lo largo del camino: Tupa-Gala tiene intención de consumar el sacrificio dentro de tres días en la cima de una montaña desconocida que domina la puna negra que se alza a unas veinte leguas al suroeste del río Apurímac. ¿Lo has entendido?

— Lo he entendido.

— ¡Repítelo!

— Tupa-Gala tiene intención de consumar el sacrificio dentro de tres días en la cima de una montaña desconocida que domina la puna negra que se alza a unas veinte leguas al suroeste del río Apurímac… ¡Queda tranquilo! — añadió—. Mañana al mediodía el Emperador habrá recibido tu mensaje.

— Corre entonces, y que los dioses guíen tus pasos. El chasqui hizo una leve inclinación de cabeza y partió a tal velocidad que quien le viera pasar imaginaría que no podría soportar semejante ritmo más que unos pocos minutos.

En el enrarecido aire de una altitud de más de tres mil metros y un suelo fangoso y frío en el que se hundían los pies, ni el mejor atleta hubiera conseguido mantener tan increíble velocidad ni tan siquiera el tiempo que tardara en perderse de vista, pero aquél, al igual que el resto de sus compañeros, había sido seleccionado desde muy niño para semejante menester y estaba dispuesto a reventar con tal de cumplir su misión.

Sus piernas de acero, sus dilatados pulmones, su fe y un pequeño saco de hojas de coca que tan sólo tenían derecho a consumir cuando se encontraran en plena carrera los impulsaban siempre hacia adelante porque sabían que de ello dependía en gran parte la seguridad del Incario. Comenzaba ya a nublársele la vista cuando alcanzó la siguiente posta en la que un hombre aguardaba. Le transmitió por dos veces el mensaje, le obligó a repetírselo, y permitió que partiera a toda carrera rumbo al norte.

Luego se dejó caer sobre la caliente manta de piel de alpaca, se arrebujó en ella y se quedó profundamente dormido.

Tal como había prometido, antes incluso de la hora marcada, un sudoroso chasqui se arrastró a los pies del Emperador para repetir puntualmente las palabras del capitán de la guardia. El hijo del Sol, casi un semidiós, dueño y señor de la vida de millones de seres humanos, no pudo evitar sentirse profundamente abatido, y no por lo que significara la vida de una niña a la que ni siquiera había visto nunca, sino porque le preocupaba la reacción de su esposa cuando tuviera conocimiento de tan infausta noticia.

Los hampi — camayocs , aquellos sesudos doctores a los que en lo más profundo de su alma despreciaba, pero que eran los que en aquellos momentos estaban al cuidado de la reina, le habían advertido con la máxima sinceridad de que eran capaces de que debía evitarle todo tipo de disgustos.

— Necesita tranquilidad y reposo… — habían diagnosticado—. Mucho reposo, alimentos sanos, nada de picantes, nada de coca, y en especial ni un solo sobresalto. Los dos próximos meses son cruciales.

— ¡Maldito Tupa-Gala! — musitó una vez más para sus adentros—. ¡Mil veces maldito! Con cien vidas que tuvieras no pagarías por el daño que nos estás causando.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El inca»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El inca» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Alberto Vázquez-Figueroa - Tuareg
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Centauros
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Negreros
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Piratas
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Maradentro
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Yáiza
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Océano
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - La Iguana
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Piratin der Freiheit
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Ikarus
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez-Figueroa - Viaje al fin del mundo - Galápagos
Alberto Vázquez-Figueroa
Alberto Vázquez Figueroa - Delfines
Alberto Vázquez Figueroa
Отзывы о книге «El inca»

Обсуждение, отзывы о книге «El inca» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x