Matilde Asensi - Iacobus

Здесь есть возможность читать онлайн «Matilde Asensi - Iacobus» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Iacobus: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Iacobus»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

La novela narra las peripecias de Galcerán de Born, caballero de la orden del Hospital de San Juan, enviado por el papa Juan XXII a una misión secreta: desvelar la posible implicación de los caballeros templarios, clandestinos tras la reciente disolución de su orden, en el asesinato del papa Clemente V y el rey Felipe IV de Francia. Tras este encargo, se esconde en realidad la intención de encontrar los lugares secretos, situados a lo largo del Camino, donde los templarios albergar enormes riquezas y que Galcerán de Born debe encontrar.

Iacobus — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Iacobus», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

– ¡Aquí hay algo! -exclamó alborozada al cabo de un tiempo-. ¡Mirad!

El muchacho y yo nos inclinamos hacia el claro que Sara había despejado en el suelo con las sandalias. Un grabado pequeño, de apenas el tamaño de la palma de mí mano, y muy bien ejecutado, representaba la figura de un gallo con el cuello estirado y el pico abierto en actitud de cantar. De inmediato me resultó familiar y recordé enseguida dónde había visto recientemente una imagen idéntica.

– ¿Qué puede significar? -me preguntó Jonás, arqueando las cejas. -La simbología del gallo es múltiple -expliqué mientras dejaba caer al suelo mi escarcela y sacaba apresuradamente de su interior la talega de los remedios, la que había dispuesto por si nos hacían falta medicinas durante el viaje y que, de momento, sólo me había servido para preparar el purgante con el que, en Nájera, me había deshecho del viejo Nadie-. Por su relación con el amanecer -continué hablando-, simboliza la victoria de la luz sobre las tinieblas. Entre los antiguos griegos y romanos, y todavía en algunos pueblos de Oriente, el gallo representa la combatividad, la lucha y el valor. Para los cristianos, sin embargo, es un símbolo de la Resurrección y el retorno de Cristo.

Mientras hablaba, extraía a puñados de la talega los saquitos que contenían las hierbas curativas y, cuando estuvieron todos fuera, sobre el suelo, empecé a desatar los cordoncillos que los aseguraban y a arrojar al aire, sin miramientos, el contenido. Sara y Jonás me miraban boquiabiertos.

– ¿Se puede saber qué estáis haciendo, micer? -consiguió preguntar finalmente la hechicera.

– ¿Recuerdas, Jonás, que en la cripta de San Juan de Ortega encontramos un rollo de cuero lacrado con el sello templario?

– Sí. Lo cogisteis mientras escapábamos.

– Pues bien, el día que permanecí solo en el Hospital del Rey, en Burgos, esperando noticias tuyas, recordé que no lo había examinado, así que rompí el lacre y lo abrí. Era una pieza de cuero como de media vara de largo por otra media de ancho, y estaba llena de dibujos herméticos acompañados por breves textos latinos escritos en letras visigóticas. El encabezado era un versículo del Evangelio de Mateo: Nihil enim est opertum quod non revelabitur, aut occultum quod non scietur [44] , «Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, ni secreto que no venga a conocerse»… En aquel momento, naturalmente, me resultó incomprensible, pero no albergaba dudas de que se trataba de algo importante que debía conservar y, como no me fiaba de Joffroi de Le Mans, me puse a pensar en alguna forma segura de ocultarlo, alguna que no despertara sospechas, así que dividí el cuero en pedazos, más o menos de igual tamaño y forma que los utilizados para guardar las hierbas, y sustituí los viejos saquitos por los nuevos.

– ¿Y…? -me urgió Sara al ver que me detenía para tomar resuello.

– ¿Y…? ¿Es que no está claro? Pues mirad bien, hechicera, y decidme si no es ese gallo del suelo idéntico al gallo dibujado en este pedazo de badana.

Le alargué uno de los recortes y ella lo cogió de mis manos y lo iluminó con la antorcha para contemplarlo detenidamente.

– ¡Es el mismo signo! -exclamó mostrándoselo a Jonás que, como la superaba en estatura más de una cabeza, se asomaba cómodamente por encima de su hombro.

– Aquí hay algo -dijo el muchacho tomando el fragmento de las manos de Sara-. ¿No lo veis? Lleva una estampación. Está muy desdibujada pero no hay duda de que va unida al símbolo del gallo.

Ahora era mi turno de arrebatar el cuero. El chico tenía razón, allí había algo más: podía distinguirse la imagen de un árbol esbelto, que surgía de una figura yacente, coronado por un esférico Crismón. Estaba claro que era una representación abreviada del Árbol de Jesé, con el profeta Isaías durmiendo en la base y Jesucristo en lo alto.

Et egredietur virga de radice Iesse … [45]‘ -recitó Jonás, que había llegado, al parecer, a la misma conclusión que yo.

– Veo que no has olvidado tus años de puer oblatus -le dije complacido.

Enrojeció hasta las orejas y los labios le dibujaron una sonrisa de satisfacción que trató inútilmente de disimular.

– Como tengo muy buena memoria, en el cenobio me elegían siempre para ayudar en los Oficios y me los aprendí todos de principio a fin -dijo orgulloso-. Ahora ya no me acuerdo muy bien, pero antes podía recitarlos completos, sin equivocarme en nada. La parte que más me gustaba era el Dies Irae .

– Entonces no te será difícil explicar este aenigma.

– Sólo sé que ese árbol es el Árbol de Jesé, que describe la genealogía de Jesucristo, los cuarenta y dos reyes de Judá, basándose en la profecía de Isaías cuyo primer versículo he recitado.

– Puesto que conoces a fondo los Oficios Divinos, dime: ¿en cuál de ellos se recitan los nombres de los cuarenta y dos reyes de Judá?

Jonás hizo memoria.

– En Nochebuena, en el primer Oficio después de la medianoche, el que se celebra para conmemorar el nacimiento de Jesús.

– ¿Aún no caes…? -pregunté viendo su cara de extrañeza-. Bueno, pues dime cómo se conoce popularmente esa primera misa que se celebra después del nacimiento de Jesús.

Su rostro se iluminó con una gran sonrisa.

– ¡Ah, ya! ¡Misa del gallo!

– ¿Del gallo? -inquirió Sara mirando alternativamente al animalito dibujado en el suelo y al dibujado en el cuero.

– Ya vais comprendiendo.

– Pues no -dejó escapar ella con un bufido-. No comprendo nada.

– ¿No…? Pues mirad. Me coloqué en el centro de la cámara y levanté la cabeza hacia la oscuridad que reinaba sobre mi, estirando el cuello como hacía el gallo de los dibujos.

Liber generationis Iesu Christi, filii David, filii Abraham -comencé a recitar con voz vigorosa. En mi fuero interno rogaba para que no se me olvidara ningún nombre, pues hacia muchos años que no recitaba la genealogía de Jesús, uno de los ejercicios de memoria habituales en los estudios de los muchachos-. Abraham genuit Isaac, Isaac autem genuit Jacob, Jacob autem genuit Iudam et fratres eius, Judas autem genuit Phares et Zara de Thamar, Phares autem genuit Esrom, Esrom autem genuit Aram, Aram autem genuit Aminadab, Aminadab autem genuit Naasson, Naasson autem genuit Salmon, Salmon autem genuit Booz de Rachab, Booz autem genuit Obed ex Ruth, Obed autem genuit Iesse, Iesse autem genuit David regem…

Acababa de terminar el primer grupo de catorce reyes -la genealogía de Cristo siempre se enumera en tres grupos de catorce, tal como la refiere san Mateo en su Evangelio-y me detuve para serenar mi pulso y mi respiración. Nada singular ocurría de momento.

– ¿Habéis acabado ya? -quiso saber Sara con tonillo de ironía.

– Aún le quedan dos grupos de reyes -le explicó Jonás.

Yo continué.

David autem rex gen uit Salomonem ex ea quaefuit Uriae, Salomon autem genuit Roboam, Roboam autem genuit Abiam, Abias autem genuit Asa, Asa autem genuit Iosaphat, Josaphat autem genuit Ioram, Joram autem genuit Oziam, Ozias autem genuit Joathas, Joathas autem genuit Achaz, Achaz autem genuit Ezechiam, Ezechias autem genuit Manassem, Manasses autem genuit Amon, Amon autem genuit Iosiam, Josias autem genuit Iechoniam et fratres eius in transmigratione Babylonis.

Volví a detenerme después de terminar el segundo grupo, entre las generaciones nacidas antes y después de la deportación a Babilonia. Pero seguía sin ocurrir nada especial.

Et post transmigrationem Babylonis -continué, un poco desanimado-, Jechonias genuit Salathihel, Salathihel autem genuit Zorobabel, Zorobabel autem genuit Abiud, Abiud autem gen uit Eliachim, Eliachim autem gen uit Azor, Azor autem genuit Saddoc, Saddoc autem genuit Achim, Achim autem genuit Eliud, Eliud autem genuit Eleazar, Eleazar autem genuit Matt han, Matthan autem genuit Jacob, Jacob autem genuit Joseph, virum Mariae, de qua natus est Jesus qui vocatur Christus [46].

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Iacobus»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Iacobus» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Iacobus»

Обсуждение, отзывы о книге «Iacobus» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x