Richard Zimler - El guardián de la aurora

Здесь есть возможность читать онлайн «Richard Zimler - El guardián de la aurora» весь текст электронной книги совершенно бесплатно (целиком полную версию без сокращений). В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: Историческая проза, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

El guardián de la aurora: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «El guardián de la aurora»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

El siglo XVI está llegando a su fin. En la colonia portuguesa de Goa, la Inquisición ha logrado establecerse y está haciendo progresos en su labor de convertir al cristianismo tanto a los judíos secretos como a la población hindú. Pese a lo convulso de la situación, la familia Zarco mantiene sus raíces portuguesas y judías. Tiago y su hermana Sofia disfrutan ilustrando manuscritos junto a su padre y con las fiestas hindúes que celebra su querida cocinera Nupi. Pero ese paraíso acaba al mismo tiempo que su infancia, cuando padre e hijo son capturados por la Inquisición.
Años después, completamente destrozado, Tiago vuelve a la India tras cumplir su sentencia en Portugal. Devastado por todo lo que ha perdido, descubrirá quién se esconde tras la traición y la denuncia a su familia, una verdad que hubiera preferido no tener que afrontar.
Además de una extraordinaria recreación histórica y un vívido testimonio de la crueldad bajo la Inquisición en la India, El guardián de la aurora es un cautivador relato de misterio, y una profunda y lúcida exploración sobre la naturaleza del mal y sus consecuencias.

El guardián de la aurora — читать онлайн бесплатно полную книгу (весь текст) целиком

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «El guardián de la aurora», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

A su casa llegó una primera carta de mi tío meses después de haberla escrito, casi cuatro años después de mi llegada a Lisboa. Cuando vi la caligrafía serpenteante de mi tío Isaac, tan parecida a la de mi padre, sentí que todo daba vueltas a mi alrededor y mis manos empezaron a temblar. Todo el tiempo que había pasado alejado de la India se reducía a nada. Mientras leía la carta, floté por encima de mí mismo hacia un lugar en el que sus palabras sonaban tiernas y susurradas.

Fue muy inteligente por tu parte pedirle ayuda al Senhor Pereira. Tengo esperanzas de que finalmente llegues a recibir lo que te escribo. Te mando todo mi cariño y mi amor.

Luego me dio la noticia que tanto ansiaba recibir:

Se ha levantado tu orden de destierro. Por tanto, eres libre de volver con nosotros en cuanto hayas cumplido tu pena. Haré que te transfieran fondos a través del Senhor Pereira para que puedas volver a casa sin tener que seguir trabajando.

Mi tío también me escribía para contarme que Wadi había asumido gran parte de su trabajo en Goa. Mi tío pasaba gran parte de su tiempo en Damão y en Diu, pequeñas colonias portuguesas en la India con las que esperaba poder establecer mayores vínculos comerciales. Entre líneas interpreté que su matrimonio con mi tía estaba en las últimas.

Sobre mi hermana y mi futura esposa sólo escribió una línea: «Sofía te echa muchísimo de menos y hace poco tuve noticias de Tejal, que por lo visto está bien».

Pensé que no se había extendido más porque ellas también querrían escribirme por separado, pero nada de lo que me mandaron me llegó jamás. Con tan poca información, mi mente no tardó en fantasear acerca de las desgracias que podrían haber sufrido y que mi tío podría estar ocultándome. En las cartas posteriores le pedí que me lo contara todo sobre ellas y que les rogara que me escribieran directamente, pero nunca me dijo nada que no fuera que las cosas les iban bien.

No dijo nada de nada respecto a mi hijo o hija, aunque escribí a mi tío durante mi arresto para contarle que Tejal estaba embarazada. ¿Acaso había nacido muerto? Ése pasó a ser mi principal temor, me preocupaba que si nuestro bebé estaba muerto, los padres de Tejal podrían haberla obligado a casarse con otro. Empecé a comprender que en la India me esperaba un mundo que ya no sabría reconocer. Intenté prepararme para lo peor, pero lo único que sabía con toda seguridad era que, en cuestión de amores, prepararse sirve de muy poco.

A Benedict Gray le faltaba poco para ser liberado cuando empecé a recibir cartas de mi tío. Justo antes de nuestro último adiós, mientras cargábamos lastre en un barco con destino a Brasil, el inglés me dio un pedazo de papel en el que había escrito su dirección. Después de leerlo rápidamente, lo tiré al río.

– ¿Por qué has hecho eso? -me preguntó escandalizado.

– No quiero ningún indicio que mis enemigos puedan encontrar. No te preocupes, no olvidaré dónde vives.

Luego le pregunté si podría recibir las cartas por mí en Oxford y luego enviarlas al Senhor Pereira.

– Pero ¿por qué? Tardarán varias semanas más en llegar desde Oxford.

– Será mejor que no lo sepas -respondí.

Él sonrió cautelosamente al oír mi respuesta.

– «Guardaos de la levadura de los fariseos y de los saduceos» -dijo, citando a san Mateo 16.

¿Me estaba previniendo para que no volviera a caer en manos de la Inquisición? ¿O para que pudiera cumplir mis deseos secretos? Nunca me atreví a preguntárselo.

– Si haces esto por mí -le advertí-, no podrás volver jamás a Portugal, ya que lo que yo escriba o reciba podría ponerte en peligro.

Sus ojos brillaron con el fuego de su desprecio por los papistas.

– Haré lo que me pidas -me aseguró.

– El nombre que debe constar en las cartas que sean para mí debe ser James Matthews -le dije-. Jamás debes admitir ante nadie que las enviaste o el Senhor Pereira correrá peligro.

– Seré el mismísimo silencio -juró Benedict mientras me tendía la mano. Se la estreché entre las mías, sabiendo que no volvería a verlo jamás.

Las cartas de mi tío escasearon durante mis últimos años en prisión. Fue dándome pequeñas pistas que finalmente me daban a entender que no gozaba de buena salud, y sólo después de insistir mucho me contó que Tejal había dado a luz a un niño llamado Kama. El nombre me hizo sonreír, ya que Kama era el travieso dios del amor hindú, el equivalente a Cupido. Tanto mi hijo como su madre vivían en Benali, y los dos se encontraban bien. Le pregunté la razón por la que Tejal no me escribía, pero mi tío jamás respondió a esa pregunta. La vida probablemente había sido una batalla continua desde mi partida. Por aquel entonces, podía ser que no sintiera más que rencor por mí y que mi tío quisiera ahorrármelo.

Kama… Me lo imaginaba con los ojos azules, con el pelo oscuro de Tejal, lanzando flechas de pasión a los aldeanos. Me permití creer que si él estaba bien, yo también lo estaría.

Mi do me escribió diciendo que no sabía nada sobre el paradero de Nupi. Temía que se hubiera culpado de lo que había sucedido y estuviera mendigando en alguna ciudad lejana como penitencia.

Pasaba la mayor parte de mi tiempo dándole vueltas a cómo debía acercarme a Tejal cuando pudiese volver. Es estúpido lo mucho que la mente se aferra a una solución que posteriormente parece absurda. Llegué a fantasear que rescataría a Nupi de su desolación, de todo aquello que se reprochaba a sí misma, igual que hubieran hecho mis padres, y que sería ella quien convencería a Tejal para que volviese conmigo. Con qué desesperación debo haber necesitado inventar esas intrincadas fantasías de salvación.

Un día de otoño llegó una carta de mi tía. Preguntó por mí sólo brevemente, pero se explayó a la hora de relatar sus cenas con sumo detalle: dos páginas y media de elaborada descripción. Wadi añadió cinco palabras al final: «Tigre, espero que estejas bem».

Supongo que tendría que haberme alegrado de que mi primo reservara algo de tiempo de su atareada agenda para expresar lo que aún sentía por mí.

Cuando me quedaba un año de sentencia, empecé a notar que el final de mi tiempo en prisión me aceleraba el pulso. Después de haberme ganado la confianza del carcelero con mis frecuentes citas del Nuevo Testamento, pronto se me permitió visitar al Senhor Pereira y a su familia un domingo sin la presencia de un soldado. Después del almuerzo me senté ante un pequeño escritorio de su estudio y escribí la carta siguiente, en un portugués lleno de errores ortográficos que daría más veracidad a mi historia:

Muy estimado padre Carlos Miguel Fonseca:

Por favor, Excelencia, perdone que os escriba sin previa presentación. Me llamo James Matthews, y pertenezco a una estirpe muy perseguida en Inglaterra y que quizá sea digna de vuestra compasión: la Iglesia católica. He tenido que esconderme otra vez debido a mis creencias, por lo que os pido que enviéis vuestra respuesta a la atención de un amigo en el que puedo confiar plenamente.

Un conocido inglés que tuvo la buena fortuna de pasar unas semanas en Goa me contó hace poco la valiosa tarea que estáis llevando a cabo, la codificación de las prácticas de muchas de las sectas paganas que asolan la India actualmente. Mediante vuestro trabajo, no tengo ninguna duda de que un gran número de infieles indios ya habrán sido bautizados y acompañados hasta la puerta que conduce a la compasión del Señor.

Estoy especialmente interesado en esos primitivos que se hacen llamar jainistas. He oído decir que se trata de una secta muy peculiar, ¡y que sus seguidores creen que incluso los animales tienen alma! (Mis amigos se ríen ante tales creencias, pero yo les aseguro que la herejía de los que son tan simples no es objeto de alborozo en la India y otros países sumidos en la oscuridad espiritual.)

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «El guardián de la aurora»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «El guardián de la aurora» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «El guardián de la aurora»

Обсуждение, отзывы о книге «El guardián de la aurora» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x