Мигель Сервантес Сааведра - Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha

Здесь есть возможность читать онлайн «Мигель Сервантес Сааведра - Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Город: Москва, Год выпуска: 2015, ISBN: 2015, Издательство: Литагент АСТ, Жанр: Проза, на русском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

«Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский» – знаменитый роман Мигеля де Сервантеса, написанный в начале XVII века. Без сомнения, приключения Рыцаря печального образа и его верного оруженосца Санчо Пансы известны каждому, кто заинтересован в испанском языке и культуре. Данное издание позволит читателю познакомиться с обеими частями великого произведения в оригинале.
Книга сокращена и адаптирована в соответствии с нормами современного испанского языка; в тексте сохранена сюжетная линия и все особенности яркого языка автора. Cноски поясняют сложные моменты, пословицы и реалии, а в конце книги вы найдете краткий словарь.
Предназначается для продолжающих изучать испанский язык (уровень 4 – для продолжающих верхней ступени).

Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

–Venga el señor Caballero de los Leones a un castillo mío que está aquí cerca, donde se le hará el recibimiento que se debe a tan alta persona, el que yo y la duquesa solemos hacer a todos los caballeros andantes que llegan a él.

Y todos se dirigieron al castillo. Llegó antes el duque al castillo y dio orden de cómo habían de tratar a don Quijote.

Así, cuando entró don Quijote, dos hermosas doncellas se pusieron sobre los hombros un manto rojo mientras los criados y criadas decían a grandes voces:

–¡Bienvenido sea la flor y la nata de los caballeros andantes!

Desde este día, don Quijote se creyó verdadero caballero andante, y no fantástico, al ver que le trataban como él había leído que se trataba a los caballeros en los pasados siglos.

Llevaron a don Quijote a una gran sala, donde le esperaban varias doncellas para ayudarle a vestirse. Le quitaron primero la armadura y, al verlo sin armas y tan alto y delgado, no podían disimular la risa [178] disimular la risa – скрыть, сдержать улыбку . Le pidieron que se desnudara para ponerse una camisa, pero don Quijote no lo consintió. Hizo que le dieran la camisa a Sancho y los dos se encerraron en un lujoso cuarto para vestirse.

Se vistió, por fin, don Quijote, se colocó su espada, se echó un manto encima y se puso un sombrero verde que le dieron las doncellas. Con estos adornos salió a la sala, donde lo recibieron el duque y la duquesa, y con ellos un eclesiástico [179] eclesiástico – клирик, духовное лицо de esos que gobiernan las casas de los príncipes; de los que, como no nacen príncipes, no saben enseñar cómo serlo; de los que queriendo hacer humildes a los que gobiernan, los hacen miserables. De estos debía de ser el religioso que acompañaba a los duques. Después de los corteses saludos se fueron a sentar a la mesa.

Preguntó la duquesa a don Quijote qué noticias tenía de la señora Dulcinea y si le había enviado algunos gigantes como regalo, pues tenía que haber vencido muchos. A lo cual dijo don Quijote:

–Señora, mis desgracias nunca tendrán fin. Gigantes he vencido y le he enviado, pero ¿dónde la van a hallar si está encantada y convertida en una fea labradora?

–No sé ―dijo Sancho―, a mí me parece la más hermosa criatura del mundo.

–¿La habéis visto vos encantada, Sancho? ―preguntó el duque.

–¡Cómo si la he visto! ―respondió Sancho―. Fui yo el primero en verla.

El eclesiástico, que oía estas cosas, se dio cuenta de que ese don Quijote era el mismo cuya historia leía el duque. Y como tantas otras veces en que le regañaba por leer esos disparates, dijo al duque:

–Este don Quijote o don Tonto, o como se llame, imagino que no será tan bobo como vuestra excelencia [180] vuestra excelencia – ваше превосходительство quiere que sea.

Luego se volvió a don Quijote y le dijo:

–Y a vos, ¿quién os ha metido en la cabeza que sois caballero andante y que derrotáis a gigantes? Volveos a vuestra casa y criad a vuestros hijos, si los tenéis, y cuidad de vuestra hacienda; y dejad de andar vagando por el mundo haciendo reír a cuantos os conocen. ¿En dónde habéis visto caballeros andantes? ¿Dónde hay gigantes en España o Dulcineas encantadas?

Don Quijote escuchó atentamente al eclesiástico y, cuando terminó, dijo muy enfadado:

–Esperaba de vuestra merced buenos consejos y no insultos. El haberme regañado en público de esta manera ha sobrepasado todos los límites. No está bien llamar tonto y bobo al pecador sin tener conocimiento del pecado. Si no, dígame vuestra merced, ¿por cuál de las tonterías que ha visto en mí me regaña y me manda a mi casa a cuidar de mi hacienda y de mis hijos sin saber qué es lo que tengo? ¿No hay otra cosa que hacer que ir por las casas ajenas gobernando a sus dueños y ponerse a dar leyes a la caballería y juzgar a los caballeros andantes? ¿Acaso es tiempo malgastado el que se emplea en vagar por el mundo buscando las dificultades por las cuales los buenos alcanzan la inmortalidad? Unos van por el ancho campo de la ambición; otros, por el de la hipocresía engañosa; y algunos, por el de la verdadera religión. Pero yo voy por el estrecho camino de la caballería andante, y por ella no cuido mi hacienda, pero sí la honra. Mis intenciones tienen buenos fines: hacer bien a todos y mal a ninguno. Si el que esto pretende merece ser llamado bobo, díganlo vuestras grandezas, los duques.

–¡Muy bien! ―dijo Sancho―. No diga más vuestra merced en su defensa.

–¿Por casualidad ―preguntó el eclesiástico― sois aquel Sancho Panza a quien vuestro amo tiene prometida una ínsula?

–Sí, soy yo ―respondió Sancho―, y lo merezco como otro cualquiera. «Júntate a los buenos, y serás uno de ellos [181] júntate a los buenos, y serás uno de ellos – к добрым людям пристанешь, сам добрым станешь » y «quien a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija [182] quién a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija – доброго дерева сень сулит добрую тень », digo yo. Yo me he arrimado a buen señor y ni a él le faltarán imperios, ni a mí ínsulas que gobernar.

–Así es, Sancho amigo ―dijo el duque―, pues yo, en nombre del señor don Quijote, os mando el gobierno de una que tengo.

Sancho, agradecido, le besó los pies al duque, y el eclesiástico se levantó enfadado y dijo:

–Voy a pensar que vuestra excelencia es tan bobo como estos pecadores. ¡Cómo no van a ser ellos locos, si los cuerdos aprueban sus locuras! Quédese vuestra excelencia con ellos, porque mientras estén en esta casa yo me quedaré en la mía.

Y sin decir más ni comer más, se marchó. El duque, no pudiendo contener la risa, dijo:

–Vuestra merced, señor Caballero de los Leones , ha respondido con tanta dignidad que no ha de preocuparse por esto, que aunque parece agravio no lo es, porque así como no agravian las mujeres, tampoco ofenden los eclesiásticos.

Acabada la cena, llegaron cuatro doncellas con agua y jabón y, en vez de lavarle las manos a don Quijote, le enjabonaron la barba y todo el rostro, quedando don Quijote con la más extraña figura que se pudiera imaginar. Lo miraban todos sin poder contener la risa, aunque los duques no sabían si enfadarse o reírse. Para que no viera la burla, lavaron también la barba del duque con la misma ceremonia que a don Quijote.

Finalmente quedaron solos los duques y don Quijote hablando de distintas cosas, todas sobre el ejercicio de las armas y de la andante caballería. Acababa de decir don Quijote que daría buenos consejos a Sancho para gobernar la ínsula, cuando oyeron muchas voces y vieron a Sancho entrar corriendo, seguido de muchos mozos que pretendían lavar al escudero.

–¿Qué es esto? ―dijo la duquesa―. ¿Qué queréis hacer a este buen hombre? ¿No veis que ha sido elegido gobernador?

–No quiere dejarse lavar ―respondió uno― como es costumbre e igual que se lavó al duque y su señor amo.

–Sí quiero ―dijo Sancho―, pero querría que fuera con toallas más limpias y con manos menos sucias, que mis barbas están limpias y no tengo necesidad de estas ceremonias que más parecen burlas.

La duquesa se moría de risa viendo la cólera de Sancho y dijo:

–Sancho Panza tiene razón en todo cuanto ha dicho; dejen al escudero y váyanse.

Terminó así la charla y don Quijote se retiró a dormir la siesta.

Capítulo XIII

Los azotes de Sancho

[183] azotes – удары плетью

Organizaron los duques una gran cacería, con la intención de continuar burlándose de don Quijote y Sancho. Pasaron el día cazando y, al llegar la noche, se oyó en todo el bosque un gran ruido de trompetas y tambores como si viniera un ejército de caballería.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Мигель де Сервантес Сааведра - Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский
Мигель де Сервантес Сааведра
Мигель де Сервантес Сааведра - Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский. Т. I
Мигель де Сервантес Сааведра
Отзывы о книге «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha»

Обсуждение, отзывы о книге «Хитроумный идальго Дон Кихот Ламанчский / Don Quijote de la Mancha» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x