Cómo hacer frente a los obstáculos
Pero debemos hacer frente a todos los obstáculos colocados en nuestro camino y vencerlos uno a la vez. Si vencemos la primera dificultad, seremos más fuertes para afrontar la segunda, y con cada esfuerzo nos haremos más capaces de progresar. Podemos ser vencedores, contemplando a Jesús. Pero cuando fijamos la mirada en las dificultades y esquivamos las batallas serias en favor del bien, nos volvemos débiles e incrédulos.
Dando un paso después de otro se puede subir la más elevada cuesta y llegar al fin a la cima del monte. No se sientan abrumados por la gran cantidad de trabajo que tengan que hacer en el espacio de su vida, pues no se requiere de ustedes que lo hagan todo a la vez. Apliquen toda facultad de su ser a la tarea del día, aprovechen toda preciosa oportunidad, aprecien las ayudas que Dios les da y avancen paso a paso por la escalera del progreso. Recuerden que han de vivir sólo un día a la vez, que Dios les ha dado un día, y los registros celestiales mostrarán cómo han valorado sus privilegios y oportunidades. Ojalá aprovechen cada día que Dios les ha dado de modo tal que, al fin, hagan decir al Maestro: “¡Bien, siervo bueno y fiel!”10 ( The Youth’s Instructor , 5 de enero de 1893).
92 Pedro 1:5-8.
10Mateo 25:23.
Tienen a su alcance algo más que posibilidades finitas. Un hombre, según Dios aplica el término, es un hijo de Dios. “Amados, ahora ya somos hijos de Dios. Y aunque no se ve aún lo que hemos de ser, sabemos que cuando Cristo aparezca, seremos semejantes a él, porque le veremos como es él. Todo el que tiene esta esperanza en él, se purifica, así como él es puro”.11 Es un privilegio de ustedes apartarse de lo vulgar e inferior y elevarse a una alta norma, a ser respetados por los hombres y amados por Dios.
La obra religiosa que el Señor da a los jóvenes y a los hombres de todas las edades, muestra la consideración que les tiene como hijos suyos. Les da el trabajo de gobernarse a sí mismos. Los llama a ser participantes con él en la gran obra de la redención y elevación de la humanidad. Así como un padre hace a su hijo socio suyo en su negocio, el Señor hace socios suyos a sus hijos. Somos hechos colaboradores de Dios. Jesús dice: “Como tú me enviaste al mundo, yo también los he enviado al mundo”.12¿No escogerían más bien ser hijos de Dios que siervos de Satanás y del pecado, teniendo el nombre registrado como enemigos de Cristo?
Los jóvenes necesitan más de la gracia de Cristo para practicar los principios del cristianismo en la vida diaria. La preparación para la venida de Cristo es una preparación hecha mediante Cristo, para ejercitar nuestras más elevadas cualidades. Es privilegio de cada joven hacer de su carácter una hermosa estructura. Pero hay una necesidad positiva de mantenerse allegado a Jesús. Él es nuestra fuerza, eficiencia y poder. Ni por un momento podemos depender de nosotros mismos...
Hacia alturas cada vez mayores
Por grandes o pequeños que sean los talentos de ustedes, recuerden que lo que tienen es de ustedes, pero que sólo lo tienen en custodia. Dios los prueba así, dándoles la oportunidad de mostrarse fieles. Le son deudores por todas las aptitudes que poseen. Las facultades del cuerpo, la mente y el espíritu le pertenecen, y han de usarlas para él. Ante aquel que lo da todo deben rendir cuenta del tiempo, la influencia, las aptitudes, la habilidad. El que por esfuerzos fervientes trata de llevar a cabo el gran plan del Señor para elevar a la humanidad, es quien mejor usa sus dones.
Perseveren en la obra que han empezado hasta ganar victoria tras victoria. Edúquense para un fin. Tengan en vista la más elevada norma para que puedan realizar cada vez mayor bien, reflejando así la gloria de Dios ( The Youth’s Instructor , 25 de enero de 1910).
111 Juan 3:2, 3.
12Juan 17:18.
Sección II
El ejemplo de Cristo nos muestra que nuestra única esperanza de victoria está en la continua resistencia a los ataques de Satanás. Aquel que triunfó sobre el adversario de los hombres en el conflicto de las tentaciones, comprende el poder de Satanás sobre el género humano, y lo ha vencido en favor de nosotros. Como vencedor, nos ha dado la ventaja de su victoria, para que, en nuestros esfuerzos por resistir las tentaciones de Satanás, podamos unir nuestra debilidad a su fortaleza, nuestra indignidad a sus méritos. Y sostenidos por su constante poder, bajo la fuerza de la tentación, podamos resistir en su nombre todopoderoso y vencer como él venció ( The Signs of the Times , 4 de marzo de 1880).
10
Satanás es un poderoso enemigo
El hombre caído es el cautivo legítimo de Satanás. La misión de Jesucristo fue libertarlo de su poder. El hombre se inclina naturalmente a seguir las sugerencias de Satanás y por sí mismo no puede resistir con éxito a un enemigo tan terrible, a menos que Cristo, el poderoso Vencedor, more en él, guiando sus deseos y dándole fuerza. Sólo Dios puede limitar el poder de Satanás. Éste anda en la Tierra de aquí para allá. Ni por un momento deja de estar alerta por temor a perder una oportunidad para destruir a los hombres. Es importante que el pueblo de Dios entienda esto, para que pueda evadir sus trampas.
Satanás está preparando sus engaños para que en su última campaña contra el pueblo de Dios, éste no lo reconozca. “Y no es de extrañar, el mismo Satanás se disfraza de ángel de luz”.13 Mientras algunos seres engañados alegan que no existe, él los toma cautivos y trabaja en extenso grado por medio de ellos. Satanás conoce mejor que los hijos de Dios el poder que pueden tener sobre él cuando su fuerza está en Cristo.
Los más débiles creyentes en la verdad, cuando piden humildemente ayuda al poderoso Vencedor, pueden, confiando firmemente en Cristo, rechazar con éxito a Satanás y a toda su hueste. Él es demasiado astuto para presentarse abierta y osadamente con sus tentaciones, pues se despertarían entonces las adormecidas energías del cristiano, y confiaría en el fuerte y poderoso Libertador. Pero Satanás se presenta inadvertidamente y trabaja disfrazado a través de los hijos de la desobediencia que hacen profesión de piedad. Satanás hará uso de todo su poder para acosar, tentar y descarriar al pueblo de Dios.
Quien se atrevió a hacer frente, tentar y vituperar a nuestro Señor, y tuvo poder para tomarlo en sus brazos y llevarlo a las almenas del templo y a una montaña muy elevada, ejercerá su poder hasta un grado sorprendente sobre la presente generación, que es muy inferior en sabiduría a su Señor, y que ignora casi totalmente la sutileza y la fuerza de Satanás.
Afectará de un modo maravilloso los cuerpos de quienes se inclinan naturalmente a ejecutar sus mandatos. Satanás se congratula, por amor a su propia causa, de que se lo considere una ficción. Le conviene que se burlen de él, que lo representen con figuras infantiles, o como un animal. Se lo considera tan inferior, que las mentes no están preparadas para hacer frente a sus planes sabiamente trazados, y casi siempre tiene mucho éxito. Si se comprendiese su poder y sutileza, las mentes estarían preparadas para resistirlo con éxito...
La batalla por cada ser humano
Vi a ángeles malos que contendían por las personas, y ángeles de Dios que los resistían. El conflicto era recio. Los ángeles malos se amontonaban alrededor de los hombres, corrompiendo la atmósfera con su influencia venenosa y adormeciendo su sensibilidad. Los ángeles santos observaban ansiosamente a estas personas y aguardaban la oportunidad para hacer retroceder a la hueste de Satanás. Pero no es tarea de los ángeles buenos manejar las mentes contra la voluntad de los individuos. Si ceden al enemigo y no hacen ningún esfuerzo por resistirle, poco más pueden hacer los ángeles de Dios que contener las huestes de Satanás para que no destruyan, hasta que los que están en peligro reciban conocimiento adicional que los haga despertar y dirigir la vista al cielo en procura de ayuda. Jesús no comisionará a los santos ángeles a que saquen de apuros a los que no hacen esfuerzo alguno por ayudarse a sí mismos.
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