Avuelo de pájaro, esta abigarrada maraña de ideas y fuentes de inspiración podría asemejarse a un cedro milenario, cuyas cientos de ramas se conectan y comunican con el tronco de tal forma que cada una, con su forma concreta y color específico destaca individualmente pero que, a la vez, se confunde y fusiona con un todo enredado que da forma a única entidad: el árbol. Éste seguirá creciendo, sus cimientos seguirán siendo los mismos y, sin embargo, irán naciendo nuevas ramas y hojas, diversas criaturas del bosque harán de él su hogar, generando una simbiosis y un microecosistema siempre en constante evolución.
El universo creativo del que bebe La princesa Mononoke se compone de cuatro grandes raíces, siempre en continua comunicación las unas con las otras, de tal modo que a veces es difícil delimitar fronteras, puesto que las ideas van y vienen de un lugar a otro, conectándolas aunque, a priori, no parecían tener una vinculación aparente. Por tanto, el objetivo de este capítulo será diferenciar y explorar estos pilares narrativos en la medida en la que estas interconexiones no nos remitan de una forma clara y contundente a otras secciones del libro, como se verá de forma palpable en el capítulo dedicado a los personajes de la película.
El primer grupo del que se nutre la narrativa del largometraje nos conduce directamente a las referencias que Hayao Miyazaki vierte de su propia obra precedente. En el segundo capítulo se ha visto cómo el punto de partida de la película fue precisamente un cuento ilustrado de nombre homónimo que vio la luz por primera vez en 1983: Mononoke hime . Con todo, poco o nada quedó del original: solo el contenedor del relato –es decir, su título– y el nombre de San. Para encontrar un mayor número de concomitancias con historias anteriores, tenemos que volver nuestra mirada hacia otro relato que también se publicó en papel en 1983: Shuna no tabi [ El viaje de Shuna ]. En él se cuentan las aventuras de Shuna, un joven príncipe de un reino que se muere de hambre debido a la imposibilidad de cultivar la tierra. Tras cruzar su camino con el de un anciano que le enseña unas semillas que podrían ser la solución al problema, Shuna parte hacia el Oeste en busca de esta extraña simiente.
Si bien El viaje de Shuna tendría un mayor impacto y calado en Cuentos de Terramar , la ópera prima dirigida por Gorō Miyazaki, muchos elementos de la historieta original fueron rescatados para La princesa Mononoke . El más evidente es la aparición de Yakul, la montura del joven príncipe, que mantiene intactos en ambas narraciones tanto su nombre como su fisionomía. Algo similar ocurre con el personaje del anciano, un hombre misterioso que aparece ante Shuna en mitad de la noche, comparte cena y fuego con el joven, y le pone sobre la pista de las semillas al hablar de una tierra situada al Oeste donde habitan los hombres-dioses. Aunque en el caso de la película de 1997 la apariencia de Jigo no es exactamente la misma, tanto el curso de esta conversación como los rasgos de su personalidad son lo suficientemente similares como para poner ambas escenas en conexión. Lo que sí se respeta al pie de la letra, con respecto al relato de 1983, es la partida hacia un punto indeterminado en el Oeste en mitad de la noche, el encuentro del protagonista con seres ancestrales en el corazón de un extraño bosque y el espontáneo florecimiento de hierbas y flores en el arcabuz que porta Lady Eboshi en el filme y Shuna en el manga.
Portada de Shuna no tabi (1983).
No obstante, la conexión más llamativa entre ambas narraciones reside en la propia estructura de la historia. El viaje de Shuna está dividido en diferentes partes que vienen señaladas por un título corto. Al comparar éstos con la estructura de La princesa Mononoke , la narración general es idéntica por más que el desarrollo concreto de cada relato tome rumbos diferentes. Los títulos en los que se divide la novela ilustrada de 1983 son los siguientes: Partida, Hacia el Oeste, En la ciudadela, El ataque, En la tierra de los hombres-dioses y Tea .
Si analizamos uno por uno los segmentos, el desarrollo del relato es similar aunque los rasgos específicos de ambas historias hagan que su línea argumental se distancie más y más:
1. La partida: En El viaje de Shuna , el príncipe conoce al anciano, éste le habla de las semillas doradas y el joven parte durante la noche junto a Yakul al Oeste para encontrarlas. En La princesa Mononoke , un dios maldito ataca la aldea de Ashitaka y éste contrae una maldición mortal. El muchacho parte junto a Yakul al Oeste en busca de posibles respuestas que le ayuden a eliminar la enfermedad.
2. Hacia el Oeste: En el cuento de 1983, Shuna emprende un penoso viaje atravesando tierras devastadas. Encuentra en una embarcación abandonada a una misteriosa mujer que planea comérselo; los secuaces de la vieja le persiguen y Shuna lucha contra ellos. Como resultado le corta el brazo de un disparo a la mujer. En el largometraje, Ashitaka se encuentra con un grupo de samuráis que están masacrando una aldea. Éstos intentan prohibirle el paso y él se ve obligado a luchar, arrancándole ambos brazos de un flechazo a uno de los guerreros.
Shuna no tabi . Animage JuJu Bunko, Tokuma Shoten. 1983.
3. En la ciudadela: Shuna llega a una ciudad fortificada. Descubre con horror que es un mercado de venta de esclavos. Allí cambia su espada de piedras preciosas a cambio de comida. Mientras tanto interroga a los mercaderes sobre las semillas que venden y descubre que éstos las intercambian por esclavos. Sin embargo, los granos a la venta están muertos y no le sirven. Shuna conoce también a Tea y a su hermana pequeña, dos esclavas a las que les ofrece alimento. Asimismo intenta comprar su libertad vendiendo su arcabuz pero Tea se lo prohíbe: si lo hiciera le darían caza para convertirle también en esclavo y no tendría cómo defenderse. El joven príncipe abandona la ciudad con el corazón apesadumbrado. Por la noche acampa y un anciano le sorprende y le pide que comparta su cena. El viejo le explica que debe dirigirse al Oeste, a la tierra de los hombres-dioses para encontrar las semillas. Sin embargo le advierte de que ningún humano logra volver con vida de ese viaje. Por su parte, Ashitaka llega a una pequeña ciudad mercado. Allí intenta comprar arroz a cambio de una pepita de oro. La mujer rechaza el pago y Jigo interviene. Cuando el verdadero valor de la pepita es revelado un grupo de hombres sigue a Ashitaka a las afueras del pueblo con la intención de matarle. Jigo y Ashitaka comparten cena y fogata sobre los restos de un antiguo poblado destruido. Allí el príncipe le habla de su maldición y le enseña la bola de hierro que mató a Nago. Jigo le recomienda que se dirija al Oeste, a un bosque en las montañas donde habita el Espíritu del Bosque, pero le advierte que es un lugar peligroso para los humanos pues quien entra pierde la vida.
4. El ataque: En lugar de dirigirse al oeste, Shuna parte de nuevo al este con la intención de liberar a Tea y a su hermana. Mata a los mercaderes e intenta liberar a todos los esclavos. Finalmente solo las dos jóvenes abandonan el convoy; los demás están demasiado asustados como para escapar. Los tres emprenden un viaje a la carrera hacia el oeste, perseguidos de cerca por los traficantes de esclavos. Finalmente llegan a un precipicio. Shuna deja a Yakul con las hermanas para evitar que sufran daño alguno durante la refriega con sus perseguidores. Antes de despedirse, Tea le pide que vaya a buscarlas al norte, donde le estarán esperando, una vez que haya regresado del país de los hombres-dioses. Seguidamente, Shuna combate a los esclavistas y logra que un gran número de ellos se despeñe por el acantilado. En ese momento ve una luna gigante, con un extraño rostro que viaja a toda velocidad hacia el oeste. En La princesa Mononoke , Eboshi y los habitantes de la Ciudad del Hierro están transportando su mercancía por un desfiladero en las montañas. En ese momento aparece el clan de Moro y ataca a los viajeros. Los hombres de Eboshi comienzan a disparar y Ashitaka, que se está adentrando en el bosque en ese momento oye los tiros. Moro emprende un ataque sorpresa y despeña a varios bueyes y a sus conductores por el precipicio, aunque Moro resulta también herida y cae al vacío. Ashitaka rescata a dos hombres de Eboshi en el río y ve al otro lado a San, quien está intentado curar la herida de Moro. Ashitaka les pregunta si han llegado a la morada donde vive el Espíritu del Bosque. El clan lupino no responde y se marcha.
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