Maurene Goo - Como en una canción de amor

Здесь есть возможность читать онлайн «Maurene Goo - Como en una canción de amor» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

Como en una canción de amor: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «Como en una canción de amor»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

10:00 p. m.
Lucky es la estrella de K-pop del momento.
Con su voz de ángel, su peluca rosada y sus botas plateadas de infarto, acaba de hacer vibrar a todo Hong Kong al final de su exitosa gira por Asia. Y ahora está lista para conquistar el mundo: Estados Unidos la espera.
Pero en este momento… solo desea una cosa: una hamburguesa.
11:00 p.m.
Jack se cuela en un hotel elegante para conseguir una exclusiva para su trabajo secreto como paparazi.
Al salir, se cruza con una chica en pijama. Es bonita. Le resulta familiar. Captura su atención. Parece desorientada.
Es una chica desesperada por una hamburguesa.
12:00 a.m.
Nada volverá a ser lo mismo.
Vive un divertido romance de película de la mano de la autora de Creo en una cosa llamada amor.

Como en una canción de amor — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «Como en una canción de amor», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

JACK

¿Cómo fue que, de repente, me había convertido en el niñero de una chiquilla ebria y en pantuflas… que además se llamaba Fern ?

Se había metido en un bar muy popular con algunos expatriados occidentales. La luz allí dentro era muy tenue, y el lugar estaba decorado con artefactos industriales de enorme tamaño. Cada mesa tenía un bol repleto de figurines de animales. Podías tocarlos pero no podías llevarte ninguno. Mala suerte, karma, o algo así. También había algunas mariposas muertas (reales) que colgaban del techo en unas cuerdas. Era el lugar más extravagante que Fern podría haber elegido esta noche.

La seguí hasta adentro. Con la cabeza rocié las cortinas que colgaban en la puerta de entrada. Mis ojos se ajustaron a la oscuridad mientras que la música que provenía de la banda de jazz tocando en vivo llenaba el lugar.

Fern estaba en el medio del salón, embelesada por todo aquello que la rodeaba. Se había llevado las manos contra el pecho, su cuerpo se iba moviendo al compás de la música.

Sí, estaba de niñero esta noche, pero estaría mintiendo si dijera que no lo estaba disfrutando. Esa muchacha estaba completamente loca y probablemente estuviera drogada o borracha, pero aun así…

Juro que tenía momentos de lucidez que me dejaban perplejo. Me desafiaba. Me mantenía con los pies en la tierra.

Mientras la observaba disfrutar de la música, sentí que algo me arrastraba. Caí tan fácil… Charlie siempre cantaba este antiguo rap cuando estaba conmigo. “I am not a player, I just crush a lot” . No soy un jugador, solo me enamoro mucho.

Eso era cierto. Caía rápido y fuerte. Pero luego esa sensación desaparecía tan rápido como había llegado. Jamás había tenido una novia de verdad. Pero ¿qué se suponía que debía hacer? ¿Quedarme en una relación tan solo para conservar un sentido de la responsabilidad? ¿Sería eso justo para las chicas con las que salía? El punto del amor era sentirlo de verdad, que fuera tan fuerte que uno necesitara a la otra persona, como si estuvieras siendo atraído por una fuerza sobrenatural.

Y, en este momento, esa fuerza me llevaba hacia ella. Pero era una muchacha que muy probablemente estuviera borracha, por lo que esta interacción estaba comenzando a sentirse un tanto cuestionable.

Le llamé la atención con un golpecito con el hombro.

–Ey, Fern. Hay lugares mejores que este donde no habrá tanto idiota dando vueltas.

Sus ojos jamás dejaron de mirar a los músicos que estaban actuando sobre el pequeño escenario en el rincón del bar.

–No, ¡quedémonos aquí un poco más! –gritó para que pudiera escucharla por encima de la música. El bajista pareció escucharla y levantó la mirada. Le guiñó el ojo. Ella dio un pequeño salto, toda embelesada.

Amigo, por favor.

En su emoción, Fern tenía algo que yo no podía reconocer del todo.

Dios mío… ¿Y si se acababa de enterar de que le quedaban pocos días de vida? Volví a mirar sus pantuflas. ¿Eran del hotel o de un hospital? Espera, no. Yo ya la había visto en el hotel. Ese hotel tan elegante. Seguramente era rica o algo así.

Pero la gente rica también se muere.

Mis ojos la recorrieron… comenzando por su gorra de béisbol hasta las pantuflas. ¿Se veía bien?

¿Qué ocultaba? Tenía esta sensación de que había algo que ella no quería que yo ni nadie supiéramos.

La música terminó y Fern aplaudió con ganas, saltaba entusiasmada. Como una niñita. Su emoción era contagiosa y yo también sonreí cuando me miró.

–Ah, así que ahora a ti también te gusta –me provocó.

Quise devolverle la broma, pero el bajista caminó hacia nosotros antes de que yo pudiera decir algo. La banda se había bajado del escenario para tomarse un descanso. Más de cerca, el bajista también parecía mitad asiático y mitad blanco. Y definitivamente un galán.

–Hola, ¿quieres venir con nosotros a tomar algo? –preguntó con un acento sudamericano, suave y fluido. A mí ni siquiera me miró.

Vamos, amigo . Miré a Fern, esperando que rechazara aquel espanto. Su pausa duró una eternidad.

Capítulo nueve LUCKY Jack y el guapísimo bajista de las pestañas infinitas y - фото 14

Capítulo nueve

LUCKY

Jack y el guapísimo bajista de las pestañas infinitas y sonrisa de comercial de pasta de dientes me miraban, expectantes.

La música había despertado algo en mí. A pesar de que acababa de terminar con mi gira por quince ciudades, aún me emocionaba ver músicos en vivo. La manera en que luego se reunían y recobraban energías todos juntos, saludándose y comunicándose sin hablarse. Un lenguaje sin palabras.

Me recordaba a mí y a cómo me sentía cuando yo misma había sido una fan más. La pura euforia de ir a un concierto.

Quiero que la gente sienta lo que la música me hace sentir.

Eso era lo que pensaba cuando tenía apenas doce años.

De repente, comencé a tener sueño otra vez, y mi cabeza se sentía más confundida que antes. Los miré a los dos, que esperaban a que yo hiciera o dijera algo.

La noche era joven.

Y yo tenía hambre.

Capítulo diez

JACK

Los ojos de Fern fueron desde el rostro cincelado del bajista, por encima de sus mangas arremangadas de su camisa negra, bajaron por sus pantalones Oxford también negros. El tipo se veía bien, entendido. Si quería quedarse allí y pasar el rato con él, yo no tendría ningún problema.

Supongo.

Maldición. Seguía convencido de que estaba borracha, y no estaba seguro de que aquel tipo fuera alguien de confiar.

Me preguntaba qué podía hacer con este molesto instinto gallardo, y tampoco sabía si a Fern le agradaría, pero luego ella me miró a mí, como consultándome. Algo esa acción sutil, ese diminuto gesto, me atrapó.

–Claro, pero ¿puede venir mi amigo Jack también? –le preguntó al bajista.

El tipo apenas me miro.

–Supongo…

Bien, gracias, amigo. Te agradezco la emoción.

Nos condujo hasta donde estaba un grupo de personas sentadas en bancos esparcidos alrededor de una mesa baja cubierta de bebidas.

–Vamos, muchachos, hagamos algo de lugar para…

El bajista miró a Fern.

–Fern. ¡Y Jack! –dijo Fern, con una mano en mi hombro. Me palmeó fuerte. Demasiado fuerte.

Todas aquellas personas de etnias, edades y géneros diferentes asintieron con las cabezas a modo de saludo. Era el saludo distante de los hípsters de Hong Kong.

Fern se desplomó en uno de los banquillos y me acercó uno para que me sentara junto a ella. El bajista se sentó del otro lado y le hizo señas a un mesero para que se acercara.

–Yo tomaré un gin tonic –dijo, con su voz toda autoritaria y suave a la vez. Luego, miró a Fern con una sonrisa–. ¿Tú qué quieres, cariño?

Tranquilo, Rhett Butler.

–Una hamburguesa –dijo ella de inmediato, y apoyó ambas manos sobre sus muslos.

Él no pudo evitar largar una risotada.

–¿Y qué vas a beber?

Ah, no. Golpeé el suelo con el zapato. No quería tomar decisiones por ella, pero otra bebida no parecía una buena idea. Quería irme de este bar, lejos de este nido de serpientes pretenciosas.

Fern seguía leyendo el menú con atención y miraba todas las fotos de comida.

–No venden hamburguesas aquí.

El mesero le dedicó una falsa sonrisa debajo de su bigote.

–No tenemos hamburguesas, no. Solo snacks y postres.

–Postre. Ah, eso sí que es música para mis oídos.

Bajé la vista para evitar reírme. Sus palabras y frases a la antigua siempre aparecían en los momentos menos esperados.

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «Como en una canción de amor»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «Como en una canción de amor» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Отзывы о книге «Como en una canción de amor»

Обсуждение, отзывы о книге «Como en una canción de amor» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x