Historias como las de Steve Jobs o Richard Branson siempre serán relevantes, pero a veces pueden resultar lejanas para un emprendedor de la ciudad de Guadalajara, Guatemala o San Pedro Sula. Hoy necesitamos entender qué significa hacer negocios en la región, y cuáles son nuestras oportunidades, retos y desafíos particulares. Poner sobre la mesa nuestros “dolores” de mercado y problemas, saber qué están haciendo los empresarios más exitosos de un país vecino, discutir ideas y encontrar nuevas soluciones.
En ese sentido, los emprendedores que ya hemos recorrido un camino tenemos una responsabilidad enorme con las nuevas generaciones. Varios estudios han demostrado que contar con modelos de inspiración es un factor muy importante para el desarrollo de un ecosistema emprendedor dinámico. Pero para alguien que recién arranca en los negocios, también hacen falta información y herramientas concretas, orientación, consejos y acceso a contactos clave. En otras palabras, un sistema eficiente de mentoría.
Nunca como hoy se ha hablado tanto de las ventajas de ser tu propio jefe. Emprender está de moda, y hoy son miles los mexicanos que, por diversas razones, se animan cada año a abrir un negocio. Pero iniciar, operar y hacer crecer una empresa es un reto enorme: de todas las que nacen cada año, solo una pequeña parte sobrevive. Y el peligro es que, si no logramos bajar esa tasa de mortalidad, en unos años el emprendimiento sea visto como una opción falsa frente a la falta de oportunidades laborales o de desarrollar una buena carrera profesional.
Por eso este libro. Un negocio redondo está dirigido a todos aquellos que sueñan con emprender en grande, pero que también están dispuestos a pagar el precio. A perder horas de descanso, momentos en familia, amistades y dinero. A soportar la posibilidad del fracaso y las críticas. A caerse, aprender de los errores y seguir adelante.
No voy a mentirte: tener una empresa es una de las aventuras más difíciles y desafiantes a las que podemos enfrentarnos. Pero también es un gran camino hacia la realización personal. Para mí, emprender ha sido una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. Me permitió cumplir mis sueños y tener un impacto positivo en la vida de mucha gente. Generé nuevos empleos y logré que otros iniciaran su propio negocio. Y quisiera que muchos más jóvenes tuvieran una opción real para transitar por este camino tan transformador.
No quiero que este sea un libro más de negocios, sino que a través de mi historia encuentres una guía útil para escribir la tuya. Mi emprendimiento más exitoso, Beleki Minidonuts Co., acaba de cumplir 20 años con 10 tiendas propias, 150 unidades franquiciadas y operaciones en México, Guatemala y Honduras. En este tiempo, son muchas las lecciones que aprendí del éxito, pero sobre todo de mis errores y caídas. Aquí te comparto las más importantes para:
» Convertir una buena idea en un negocio rentable y capaz de escalar
» Entender la diferencia entre un buen producto o servicio, y un modelo de negocios
» Encontrar al cliente ideal
» Poner al cliente en el centro de la estrategia
» Superar el “valle de la muerte” de los dos primeros años de operación
» Desarrollar un modelo de franquicias
» Crear una marca personal poderosa como emprendedor o empresario
» Prepararse para llevar un concepto a mercados internacionales
Mi objetivo no es solo que te inspires con mi historia, sino que apliques estas lecciones en tu propio proyecto. No importa si todavía estás en la etapa de la idea, o ya tienes un negocio en marcha y estás enfrentando muchos problemas para crecer. Por eso, al final de algunos capítulos encontrarás preguntas y unas hojas en blanco para que reflexiones sobre determinados temas clave, escribas las respuestas, y empieces a trabajar en un plan de acción más sólido para lograr tus metas.
Hoy, al frente de Beleki Brands –un corporativo que reúne siete empresas y más de 33 marcas registradas– siento la responsabilidad de impulsar a esta nueva generación de emprendedores, que no solo sueñan con crear una compañía sólida y generar un patrimonio para su familia, sino con cambiar el mundo a través de sus valores. Al final, emprender es mucho más que hacer dinero. En estas páginas está todo lo que aprendí, y espero que encuentres la orientación que estabas buscando.
Lo que no puedo hacer es recorrer esa ruta por ti. Como emprendedor, deberás estar dispuesto a intentar algo nuevo todos los días, trabajar como nunca antes y llevar tus límites al máximo. Pero también a vivir tu propio sueño (no el de otros) y marcar una diferencia en tu comunidad.
Al final, la responsabilidad de tu éxito o de tu fracaso será toda tuya. ¿Estás listo para el desafío?
CAPÍTULO 1
Emprender como un proyecto de vida
Emprender es una de las mejores decisiones que tomé en mi vida. Me permitió realizar mis sueños y tener un impacto positivo en la vida de muchas personas. Pero mi objetivo principal nunca fue volverme rico.
Emprender está de moda. Nunca se habló tanto de las ventajas de ser tu propio jefe ni del impacto que tienen los pequeños y medianos empresarios en la generación de riqueza y empleos. Gobiernos de todas partes del mundo lanzan programas de apoyo a las llamadas startups. En la búsqueda de nuevas ideas, los grandes corporativos desarrollan sus propias aceleradoras de negocios. Los medios de comunicación hablan de los emprendedores como “los nuevos héroes de la economía” y hoy es habitual verlos en las portadas de las principales revistas de negocios.
Cuando fundé Beleki Minidonuts Co. hace 20 años, todo era muy diferente. Mis compañeros y amigos soñaban con alcanzar un puesto importante en una gran compañía. De hecho, la universidad te preparaba para eso (y todavía, en gran medida, sigue haciéndolo). Ser emprendedor no se asociaba con ser cool, sino más bien con la figura de un comerciante o el dueño de una taquería. A excepción de medios como la revista Entrepreneur, solo se contaban las historias de los grandes empresarios.
Sin duda, este es un gran momento para tomar la decisión de abrir un negocio. Pero las modas también encierran algunos peligros, y creo que hay que hablar de eso. En primer lugar, está bien impulsar el emprendimiento como una forma de vida, pero hay que ser claros en que no es para todos. Además, ser tu propio jefe tiene muchas ventajas, pero también significa muchos riesgos potenciales, como la pérdida de años de trabajo o de los ahorros de toda una vida.
Si estás pensando en emprender, o estás atravesando una crisis con tu empresa y no sabes si seguir adelante, hay algunas preguntas importantes que debes hacerte. ¿Cuál crees que es el verdadero sentido de ser tu propio jefe? ¿Un emprendedor nace o se hace? ¿Cuáles son las características personales y las capacidades necesarias para tener éxito en los negocios? Estas son las conclusiones a las que llegué luego de desarrollar más de diez conceptos de negocios, y que pueden orientarte para tomar la mejor decisión.
El mandato familiar
Hay muchas razones para tomar la decisión de emprender: porque sentimos la pasión por crear cosas nuevas, porque nos gusta tomar nuestras propias decisiones, para tener libertad financiera, e incluso porque nos hemos quedado sin trabajo. En mi caso, mi familia tuvo mucho que ver con mi vocación. Tener un negocio propio era lo mínimo que se esperaba de mí. Ser empresario es parte del ADN Beleki.
Mi abuelo paterno, Pedro Beleki Maklohuf, llegó a México en 1928, siendo apenas un niño. Nacido en el Líbano, se instaló en la ciudad de Veracruz y luego de muchos años de esfuerzo y diferentes trabajos abrió una fábrica de lácteos, que distribuía casa por casa. Con los años trasladó el negocio a la Ciudad de México, y siempre lo recuerdo llegando a casa cargado de botellas de leche, jocoque y pan árabe para compartir con sus hijos y nietos. Yo tenía siete años y lo veía como un Rey Mago.
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