Marcelo Gullo - La historia oculta

Здесь есть возможность читать онлайн «Marcelo Gullo - La historia oculta» — ознакомительный отрывок электронной книги совершенно бесплатно, а после прочтения отрывка купить полную версию. В некоторых случаях можно слушать аудио, скачать через торрент в формате fb2 и присутствует краткое содержание. Жанр: unrecognised, на испанском языке. Описание произведения, (предисловие) а так же отзывы посетителей доступны на портале библиотеки ЛибКат.

La historia oculta: краткое содержание, описание и аннотация

Предлагаем к чтению аннотацию, описание, краткое содержание или предисловие (зависит от того, что написал сам автор книги «La historia oculta»). Если вы не нашли необходимую информацию о книге — напишите в комментариях, мы постараемся отыскать её.

Breves pantallazos dan una visión de conjunto de la literatura vasca, desde su definición hasta el tratamiento sistemático de su historia, pasando por las principales cuestiones que plantea.

La historia oculta — читать онлайн ознакомительный отрывок

Ниже представлен текст книги, разбитый по страницам. Система сохранения места последней прочитанной страницы, позволяет с удобством читать онлайн бесплатно книгу «La historia oculta», без необходимости каждый раз заново искать на чём Вы остановились. Поставьте закладку, и сможете в любой момент перейти на страницу, на которой закончили чтение.

Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

El fin de las hostilidades entre la república norteamericana y Gran Bretaña dio lugar a la importación masiva de las mercaderías manufacturadas de Europa, por supuesto más baratas que las producidas localmente. Una situación que llevó rápidamente a la ruina de la incipiente industria norteamericana, desarrollada en el curso de la guerra por la independencia política. En 1784, la balanza comercial de la joven república arrojaba ya un resultado desastroso: las importaciones sumaban aproximadamente 3.700.000 libras y las exportaciones tan sólo 750.000 libras. El nuevo Estado vivía un proceso de desindustrialización, endeudamiento y caos monetario. Para terminar de agravar la situación de las ex trece colonias, el Parlamento británico votó la Ley de Navegación de 1783, por la cual “sólo podían entrar en los puertos de las Antillas barcos construidos en Inglaterra y tripulados por ingleses, y que imponía pesados derechos de tonelaje a los barcos norteamericanos que tocaran cualquier puerto inglés” (Underwood Faulkner, 167). Esta medida para boicotear la naciente industria naval norteamericana, que competía en calidad y precio con la industria naval británica, fue complementada por el Parlamento de Gran Bretaña con la ley de 1786, “destinada a impedir el registro fraudulento de navíos norteamericanos, y aun con otra, de 1787, que prohibía la importación de mercaderías norteamericanas, a través de las islas extranjeras” (167).

Acertadamente afirma Harold Underwood Faulkner en su Historia económica de los Estados Unidos:

La revolución trajo la independencia política, pero de ninguna manera la independencia económica. Los productos norteamericanos que eran exportados a Europa durante el período colonial seguían teniendo a ese continente por mercado y al mismo tiempo se siguieron importando de allí artículos manufacturados. Las manufacturas que habían surgido durante la Revolución fueron ahogadas por las mercaderías más baratas que volcaron los ingleses en el mercado norteamericano al restablecimiento de la paz [...] Según todos los indicios Norteamérica habría de caer, nuevamente, en una situación de dependencia, produciendo materias primas necesitadas por Europa y adquiriendo, a su vez, los artículos manufacturados que ésta le proporcionaba. Parecía empresa imposible llegar a competir con Inglaterra en la producción y venta de estas mercaderías. (277)

Una empresa tanto más difícil si se tiene en cuenta que, desde la ideología dominante, también se sostenía que el destino de las recientemente independizadas trece colonias era el de convertirse en un país exclusivamente agrícola. En ese sentido, el propio Adam Smith sustentaba que la naturaleza misma había destinado a Norteamérica exclusivamente para la agricultura y desaconsejaba a los líderes norteamericanos cualquier intento de industrialización: “Estados Unidos”, escribía Adam Smith, “está, como Polonia, destinado a la agricultura” (citado por List, 1955: 97).

Las ideas de Smith le eran útiles al poder inglés para tratar de conseguir, por la persuasión –mecanismo típico del imperialismo cultural–, lo que había tratado de impedir por la fuerza de la ley durante el período colonial.[16]

La lucha por la independencia económica

En medio de la desastrosa situación económica producida por el fin de la guerra –y agravada por un gobierno central débil y por la rivalidad entre los Estados de la Unión– una corriente de pensamiento antihegemónico, conducida por Alexander Hamilton, abogaba por un medio de desarrollo económico en el cual el gobierno federal amparara la industria naciente mediante subsidios abiertos y aranceles de protección. El azar de la historia hizo que George Washington, ante el rechazo de Robert Morris, el “financista de la Revolución”, ofreciera el cargo de secretario del Tesoro a Alexander Hamilton.

Cuando, en 1789, Hamilton recibió del presidente Washington la misión de conducir el destino económico de Estados Unidos tenía tan sólo treinta y tres años y apenas un título en artes liberales, otorgado por una universidad de segunda categoría para oponerse abiertamente a los consejos del economista más famoso del mundo, Adam Smith (Chang, 2009: 77).

En ejercicio de su cargo, Hamilton diseñó un plan para construir una nación económicamente independiente, y en 1791 presentó en el Congreso de la Unión un informe en el que esbozaba un gran programa para convertir a Estados Unidos en una potencia industrial. El núcleo duro de la idea de Hamilton era que Estados Unidos, como toda nación atrasada, debía proteger sus industrias nacientes de la competencia extranjera, es decir, de la competencia de la industria británica. Hamilton comprendió desde el principio de su gestión que la superación del atraso económico de Estados Unidos dependía de una vigorosa contestación al dominante pensamiento librecambista –promovido y publicitado por el poder inglés– identificándolo como ideología de dominación para poder promover, luego, con el impulso del Estado y con la adopción de un satisfactorio proteccionismo del mercado doméstico, una deliberada política de industrialización.

Hamilton, en su informe Las manufacturas en los Estados Unidos, teniendo en mente la historia económica de Inglaterra –y no lo que ésta ideológicamente propagaba con Adam Smith y otros voceros–, propuso una serie de medidas para alcanzar el desarrollo industrial, entre las cuales se destacaban “aranceles protectores y prohibiciones de importación; subvenciones, prohibición de exportación de materias primas clave; liberalización de la importación y devolución de aranceles sobre suministros industriales; primas y patentes para inventos; regulación de niveles de productos, y desarrollo de infraestructuras financieras y de transportes” (Chang, 77).

Thomas Jefferson, a la sazón secretario de Estado, se opuso enérgicamente al programa de Hamilton, pero el presidente Washington jugó su prestigio y autoridad a favor de este último y desautorizó a Jefferson. Sin embargo, a pesar del apoyo presidencial, el Congreso siguió muy tímidamente las audaces recomendaciones de Hamilton.

Reflexionando sobre el modelo económico propuesto por Hamilton, el economista coreano Ha-Joon Chang afirma, irónicamente, que, de haber sido Hamilton ministro de Economía de un país en vías de desarrollo actual, “el FMI y el Banco Mundial se habrían negado, sin duda, a prestar dinero a su nación y estarían ejerciendo presiones para su destitución” (78). Aunque las ideas centrales de Hamilton tuvieron que esperar hasta la finalización de la guerra de secesión para poder ser integralmente aplicadas, puede afirmarse que “Hamilton proporcionó el proyecto para la política económica estadounidense hasta el final de la Segunda Guerra Mundial” (78).

Vale la referencia a la entonces pobre y relativamente poco poderosa república norteamericana que se planteó desde sus mismos orígenes el proyecto de salir adelante siguiendo un camino que imitara la esencia del desarrollo inglés –y se atreviese a enfrentar abiertamente a Gran Bretaña, por entonces la primera potencia universal indiscutida– en comparación con la posición ideológica y fáctica de subordinación adoptada por los integrantes de la Primera Junta de Gobierno en 1810. Por desconocimiento (valga la mención de la posibilidad) o por mera admiración y convicción ideológica, la mayoría de las elites hispanoamericanas adoptaron la “fórmula” vendida por Inglaterra y no su ejemplo práctico. Las Provincias Unidas del Río de la Plata, por cierto, no fueron la excepción, y es en ese sentido que se inserta este capítulo a esta altura de nuestra descripción histórica.

La diferencia entre adoptar una y otra postura no necesita mayores ampliaciones.

Capítulo 4

Читать дальше
Тёмная тема
Сбросить

Интервал:

Закладка:

Сделать

Похожие книги на «La historia oculta»

Представляем Вашему вниманию похожие книги на «La historia oculta» списком для выбора. Мы отобрали схожую по названию и смыслу литературу в надежде предоставить читателям больше вариантов отыскать новые, интересные, ещё непрочитанные произведения.


Robert Silverberg - Lo que oculta el dragón
Robert Silverberg
Jorge Molist - La Reina Oculta
Jorge Molist
María del Carmen Morcillo - GuíaBurros - Pintoras en la Historia
María del Carmen Morcillo
Germán Rodriguez - Tras la puerta oculta
Germán Rodriguez
Marcelo Gullo - Argentina-Brasil
Marcelo Gullo
Pedro Jesús Carbonell Peñalver - Iluminación oculta
Pedro Jesús Carbonell Peñalver
Giuliano Turone - Italia oculta
Giuliano Turone
Héctor Abad - La Oculta
Héctor Abad
Francisco José Fernández García - Historias malditas y ocultas de la historia
Francisco José Fernández García
Отзывы о книге «La historia oculta»

Обсуждение, отзывы о книге «La historia oculta» и просто собственные мнения читателей. Оставьте ваши комментарии, напишите, что Вы думаете о произведении, его смысле или главных героях. Укажите что конкретно понравилось, а что нет, и почему Вы так считаете.

x