72U.S. Census Bureau, “The Hispanic Population in the United Status: Population Characteristics, March 2000”.
73J. G. Fernández, basándose en el trabajo de Joan Moore y Raquel Pinderhughes (In the Barrios), resume la historia del término: “Entre los científicos sociales y otros estudiosos todavía no existe ningún consenso acerca del término ‘clase marginada’ (underclass). Durante la década de los 1960, los analistas urbanos comenzaron a hablar de una nueva dimensión de la crisis urbana en la forma de una extensa subpoblación de familias de bajos ingresos y de individuos cuyo comportamiento era diferente al de la población en general. En los últimos años de la década de los 70 y en los primeros de la de los 80, la clase marginada se consideraba como un grupo urbano con tendencias a acciones criminales, dependencia en la beneficencia del Estado, enfermedades mentales, alcoholismo y drogadicción, e incluía a los más pobres de los pobres”. Cf. J. G. Fernández, “Latina Garment Workers in El Paso, Texas, Challenging the Urban Underclass Model” (Tesis para M.A., University of Texas, El Paso, 1995), p. 1. Ver J. Moore y R. Pinderhughes, In the Barrios (Nueva York: Russell Sage Foundation, 1993); Oscar Lewis, The Children of Sánchez: Autobiography of a Mexican Family (Nueva York: Random House, 1961); Nicholas Lehmann, “Origins of the Underclass” (Athlantic Monthly, June 1986, pp. 31-55 y July 1986, pp. 54-68); L. M. Mead, “The New Politics of the New Poverty” (The Public Interest 103, 1991, pp. 3-21). Le agradezco a Juanita García Fernández este análisis del modelo de la clase marginada como se aplica a los latinos en Estados Unidos.
74Cf. D. E. Hayes-Bautista y otros, No Longer A Minority: Latinos and Social Policy in California (Los Angeles: UCLA Chicano Studies Research Center, 1992), p. XI. Un libro complementario, de los mismos autores, es Redefining California: Latino Social Engagement in a Multicultural Society (Los Angeles: UCLA Chicano Studies Research Center, 1992). Mientras sus hallazgos se limitan a los latinos en California, los cuestionamientos que ellos han planteado son muy significativos para estudiar a los latinos en otras áreas del país.
75J. G. Fernández, “Latina Garment Workers in El Paso, Texas, Challenging the Urban Underclass Model”, p. vi.
76Ibídem.
77Ibídem, p. 89.
78Cf. R. González y M. La Velle, The Hispanic Catholic in the United States: A sociocultural and Religious Profile. Nueva York: Northeast Catholic Pastoral, 1985. Para un resumen de sus conclusiones ver especialmente las pp. XI-XIII.
79Ibídem.
80Moisés Sandoval, On the Move: A History of the Hispanic Church in the United States.
81Moisés Sandoval, “El Campesino hispano y las Iglesias en Estados Unidos”. Cristianismo y Sociedad 96 (1988).
82En un discurso dirigido a la Western Vocation Directors Association Convention de 1973, Roger B. Luna, S.D.B., basándose en una encuesta de sacerdotes méxico-americanos, ofreció las cuatro razones siguientes que surgieron de la investigación: “1) la tradición española de no crear un clero nativo; 2) la discriminación abierta contra los méxico-americanos de parte de los curas; 3) que por parte de la Iglesia se les da por sentado a los mexicanos sin hacer ningún esfuerzo especial para que mantengan su afiliación católica; 4) la falta de educación, especialmente de nivel superior, entre los jóvenes mexicanos” (el texto fue incluido en A. Stevens-Arroyo [ed.], Prophets Denied Honor: An Anthology on the Hispanic Church of the United States, como “Why So Few Mexican-American Priests?”, pp. 160-63).
83Yolanda Tarango, “The Church Struggling to Be Universal: A Mexican American Perspective”. International Review of Mission 78 (abril 1989), pp. 167-173.
84El sacerdote y sociólogo americano Andrew Greeley reporta un índice de defecciones del 8 % entre los hispanos en el curso de los últimos 15 años, que significa casi un millón de hombres y mujeres hispanos. Cf. A. Greeley, “Defection Among Hispanics”, America (30 julio 1988), pp. 61-62.
85J. L. González, Mañana: Christian Theology from a Hispanic Perspective. Nashville: Abingdon Press, 1990, pp. 71-72.
86A. F. Deck, “Fundamentalism and the Hispanic Catholic”. America (26 enero 1985), pp. 64-66.
87En una línea más positiva, la Iglesia católica en Estados Unidos, en varios momentos de la historia tomó un papel fuerte de defensa y apoyo. Entre estos campeones está Robert E. Lucy, arzobispo de San Antonio desde 1941 a 1969. Cf. Stephen Privett, The U.S. Catholic Church and Its Hispanic Members: The Pastoral Vision of Archbishop Robert E. Lucey. San Antonio: Trinity University Press, 1988.
88E. Rodríguez, “Realities for Hispanics”, p. 9. Cf. también su artículo “The Hispanic Community and Church Movements: Schools of Leadership”, publicado en Hispanic Catholic Culture in the U.S.: Issues and Concerns. Eds. Jay P. Dolan y Allan Figueroa Deck, 206-239. Notre Dame, Indiana: Univ. of Notre Dame Press, 1994, pp. 206-39.
89Cf. Soledad Galerón y otros, Prophetic Vision: Pastoral Reflections on the National Plan for Hispanic Ministry (Kansas City: Sheed & Ward, 1992). Este trabajo es una colección de ensayos escritos por destacados teólogos pastorales.
90Para una descripción de los encuentros y una caracterización de su espíritu, ver J. L. González, Mañana: Christian Theology from a Hispanic Perspective, p. 65.
91National Conference of Catholic Bishops, “Plan pastoral nacional para el Ministerio Hispano” (1987), núm. 12.2.
92K. Davis, “Father, We’re Not in Kansas Anymore”. The Priest (1990), p. 16.
93A. F. Deck, “As I See It”, Company 6 (otoño de 1988), p. 28.
94Rosa María Icaza, “Spirituality of the Mexican American People”. Worship 63 (1989), p. 232.
95Ibídem.
96National Conference of Catholic Bishops, “La presencia hispana: Esperanza y compromiso”, núm. 6.
97Cf. V. Elizondo, The Future is Mestizo: Life Where Cultures Meet. Oak Park, IL: Meyer-Stone Books, 1988; A. F. Deck, The Second Wave: Hispanic Ministry and The Evangelization of Cultures. Mahwah, N.J.: Paulist Press, 1989; y M. P. Aquino, Our Cry for Life: Feminist Theology from Latin America. Maryknoll, N.Y.: Orbis Books, 1993.
98National Conference of Catholic Bishops, “La presencia hispana: Esperanza y compromiso”, núm. 11.
99Cf. Joseph P. Fitzpatrick, “The Hispanic Poor in the American Catholic Middle-Class Church”. Thought 63 (junio 1988), pp. 189-200.
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